SUMARIO
1. Nueve meses sin Harold ni Oswaldo
3. Aclaración pública del MCL y la familia de Oswaldo Payá
4. Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, expresa su agradecimiento a Ángel Carromero
5. La propaganda castrista se ceba con Rosa María Payá y amenaza con meterla en la cárcel
6. El movimiento “Jóvenes por la Democracia” se suma a la iniciativa El Camino del Pueblo
7. El PP de Rivas Vaciamadrid y Esperanza Aguirre homenajearán a Oswaldo Payá
8. What Cuba does to its own people. By Rosa María Payá Acevedo / NEW YORK DAILY NEWS
9. How Did Oswald Payá Really Die?
Nueve meses sin Harold y Oswaldo
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/22/9-meses-sin-harold-ni-oswaldo/
El 22 de abril se han cumplido nueve meses desde la muerte de Harold
Cepero y Oswaldo Payá en Bayamo. El Movimiento Cristiano de Liberación
mantiene la esperanza de que la investigación internacional permita
aclarar las circunstancias de su fallecimiento y se pueda demostrar la
culpa del Gobierno de Cuba en esos hechos.
MCL y familia Payá Acevedo presentan una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/22/mcl-y-familia-paya-acevedo-presentan-demanda-ante-comision-interamericana-de-derechos-humanos/
El Movimiento Cristiano Liberación y la familia Payá Acevedo anuncian
que han presentado una demanda ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) por irregularidades en el debido proceso en el
caso de las muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero. También se han
presentado peticiones de medidas cautelares para los
miembros de la familia Payá Acevedo que han recibido amenazas de
muerte y con anterioridad para Yosvani Melchor Rodríguez quien se
encuentra injustamente preso desde hace más de tres años.
Abogados del Centro Robert F. Kennedy (RFK Center) gestionan la
demanda en nuestro nombre ante la CIDH. El Gobierno cubano es signatario
de la Declaración Americana. A la vista de los hechos, el Estado cubano
ha violado los siguientes derechos especialmente protegidos por la
Declaración Americana:
Artículo IV (Derecho de libertad de investigación, opinión, expresión
y difusión) con respecto a los derechos del peticionario al acceso a la
información relativa a la investigación gubernamental sobre la muerte
de Oswaldo Payá.
Artículo XVIII (Derecho de justicia) y Artículo XXVI (Derecho a
proceso regular) a causa de la insuficiente investigación, el juicio
altamente irregular y secreto contra Ángel Carromero, y la evidencia
sustancial de que contradice la narrativa de lo que pasó.
También alegamos en la petición que las vidas de Ofelia Acevedo,
Oswaldo José Payá Acevedo, Rosa María Payá Acevedo y Reinaldo Isaías
Payá Acevedo están en riesgo. Por lo tanto, se han presentado peticiones
de medidas cautelares para los miembros de la familia Payá Acevedo que
han recibido amenazas de muerte, y con anterioridad para Yosvani Melchor
Rodríguez quien se encuentra injustamente preso desde hace más de tres
años.
A nueve meses de ocurridos los hechos, agradecemos el apoyo y la
solidaridad recibida de tantas personas e instituciones y les invitamos a
que nos sigan acompañando en este camino por la verdad.
Aclaración pública del MCL y la familia de Oswaldo Payá
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/24/aclaracion-publica-del-mcl-y-la-familia-de-oswaldo-paya/
Según se asegura en una información ofrecida por la agencia de
noticias española Europa Press, el Sr. Sánchez planteará una serie de
“situaciones concretas” que, en su opinión, suponen un abuso de
libertades y derechos. Dentro de estos ejemplos, Sánchez incluirá las
muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero, fallecidos en julio de 2012 en
un accidente de tráfico que, según el único condenado por el siniestro,
el español Ángel Carromero, se produjo tras la embestida de un segundo
vehículo
(http://www.europapress.es/epsocial/noticia-lider-comision-cubana-ddhh-visitara-mes-espana-once-anos-prohibiciones-20130410180814.html).
Dado su comportamiento y sus antecedentes, el señor Sánchez no tiene
la confianza del MCL ni de la familia de Oswaldo Payá para hacer mención
alguna de su nombre.
Horas después de este atentado mortal, el señor Sánchez adelantó
públicamente la versión manipulada del gobierno cubano anunciando los
hechos como un accidente. Para ello, el Sr. Sánchez se basó en
informaciones dadas por elementos señalados por los activistas pacíficos
de la zona como colaboradores de la Seguridad del Estado. El propio
Elizardo Sánchez fue condecorado por la Seguridad del Estado.
Dos días después de las muertes, el Sr. Alejandro González Raga nos
llamó para transmitir este recado: “Dice Elizardo Sánchez que, por el
bien de la familia, acepten que fue un accidente”. La familia Payá en La
Habana recibió tiempo después amenazas telefónicas de muerte hechas por
la Seguridad del Estado del gobierno cubano.
A consecuencia de los lamentables hechos, ya públicos y aquí
narrados, respecto a los cuales no ha habido retracción alguna por parte
de sus autores. Luego de haber comprobado el carácter no accidental de
las muertes de Oswaldo Payá y Harold Cepero y en concordancia con
nuestro empeño por la verdad desde la verdad, nos vemos en la obligación
de desautorizar cualquier versión sobre lo ocurrido el 22 de julio de
2012 proveniente de los señores Sánchez y Raga, así como toda mención
que hagan de Oswaldo y Harold en foro alguno o medio público o privado.
Movimiento Cristiano Liberación y familia Payá.
La propaganda castrista se ceba con Rosa María Payá y amenaza con meterla en la cárcel
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/internacional/propaganda-castrista-se-ceba-rosa-paya-20130427
Un agresivo bloguero oficialista avisa a la joven activista cubana a
las penas a las que se enfrenta si sigue pidiendo que se aclaren las
circunstancias de la muerte de su padre.
No han pasado ni dos semanas desde que Rosa María Payá volvió a Cuba
tras su estancia en Europa y su gira por diversas ciudades
norteamericanas y el régimen castrista se vuelve a cebar con ella. Y
esta vez de forma explícita y directa a través del blog que suele
utilizar para señalar a los opositores y ajustar sus cuentas.
De entrada, el bloguero comunista miente. “Instigada por diplomáticos
norteamericanos acreditados en La Habana, Rosa María Payá Acevedo (…),
intenta crear una matriz de opinión internacional de que fueron las
autoridades cubanas” las responsables de la muerte de su padre, Oswaldo
Payá, y de Harold Cepero. Nada más lejos de la realidad: tanto Rosa
María como su madre, Ofelia Acevedo, nunca han acusado a nadie de la
tragedia del pasado 22 de julio; se han limitado a pedir una
investigación internacional independiente que aclare los hechos. Lo han
repetido hasta la saciedad.
A continuación, el bloguero rememora la versión de su régimen sobre
la tragedia y manipula al escribir que Carromero reconoció su
culpabilidad en el sucedáneo de juicio celebrado en octubre en Bayamo.
Pero no dice que el español en cuanto pudo hablar libremente -lo hizo en
The Washington Post- dio una versión de los hechos coincidente con las
sospechas de los Payá. De las insidias a las amenazas.
¿Que Rosa no está de acuerdo con el régimen? Pues que se atenga a las
consecuencias. “Ahora bien, si ella se siente con el derecho de acusar
al gobierno cubano de ser causante de la muerte del padre, quien era
empleado del Ministerio de Salud Pública a pesar de su posición
contrarrevolucionaria, las autoridades cubanas también pudieran
acusarla a ella por Denuncia o Acusación falsa, delito recogido en el
artículo 154 del Código Penal cubano, sancionado a privación de libertad
de seis meses a dos años, o multas de doscientas a quinientas cuotas”.
¿Que no es suficiente? “Igualmente, se le pudiera aplicar el artículo
204 respecto a la Difamación de las Instituciones de la República, con
un marco sancionador de privación de libertad de tres meses a un año o
multa de hasta cien cuotas.”
Conclusión: “Por tanto, que no se sientan Rosa María y su madre
Ofelia Acevedo con plena impunidad para acusar y difamar al Estado
cubano, las Instituciones de Cuba también pueden ejercer su derecho y
presentar sus acusaciones”.
Lo grave es que, en estos casos, el régimen castrista suele cumplir
con lo que dice: en la mañana del 22 de julio de 2012, un tuitero del
régimen avisaba de la presencia de Oswaldo Payá en la zona oriental de
Cuba; a las pocas horas, estaba muerto. Ojo.
El movimiento “Jóvenes por la Democracia” se suma a la iniciativa El camino del pueblo
http://www.oswaldopaya.org/es/2013/04/27/movimiento-jovenes-por-la-democracia-se-suma-a-inciativa-el-camino-del-pueblo/
EL movimiento democrático cubano que integra la plataforma de EL
CAMINO DEL PUEBLO se complace en anunciar la adhesión de la organización
“Jóvenes por la Democracia” a esta iniciativa.
Entre los que luchamos pacíficamente por la democracia en Cuba hay
una amplia diversidad y riqueza de ideas y proyectos. Estamos unidos en
el amor a Cuba y en el objetivo de lograr todos los derechos para todos
los cubanos.
Los gobiernos, las instituciones y pueblos de toda América, de Europa
y del mundo, si quieren apoyar al pueblo cubano, respetando su
autodeterminación, apoyen y tomen como referencia esta base común que
son las demandas de El camino del pueblo.
La policía castrista molestó a los representantes de Jóvenes por la Democracia cuando estos salieron de casa Rosa María Payá.
Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, expresa su agradecimiento a Ángel Carromero
http://www.elnorte.com/internacional/articulo/741/1480596/
Ofelia Acevedo, viuda del opositor cubano, Oswaldo Payá, encabeza
desde La Habana las numerosas peticiones internacionales de que se lleve
a cabo una investigación imparcial que aclare la muerte de su esposo, y
cuya verdad, subraya, ya fue revelada por el español Ángel Carromero.
A casi un año de ocurrida la tragedia, Acevedo reitera que nunca
aceptó la versión oficial de que su esposo murió en un “accidente de
tránsito”.
El PP de Rivas Vaciamadrid y Esperanza Aguirre homenajearán a Oswaldo Payá
http://pprivasvaciamadrid.com/2013/04/23/acto-homenaje-a-oswaldo-paya-sardinas/
El Partido Popular de Rivas Vaciamadrid (Madrid, España) homenajeará
el 8 de mayo a Oswaldo Payá Sardiñas, del que los organizadores del
evento destacan que fue Premio Sajarov a la libertad de conciencia del
Parlamento Europeo. El acto contará con la presencia de Esperanza
Aguirre, presidenta del Partido Popular de Madrid y ex presidenta de la
Comunidad de Madrid.
What Cuba does to its own people. By Rosa María Payá Acevedo / NEW YORK DAILY NEWS
http://www.nydailynews.com/opinion/cuba-people-article-1.1326466#ixzz2RTvzdnTZ
On July 22, 2012, Cuban pro-democracy activists Oswaldo Payá and
Harold Cepero of the Christian Liberation Movement were killed in a car
crash near the town of Bayamo as they and two European visitors were
traveling to visit fellow dissidents. Although Cuban authorities claimed
the crash was an accident, one of the survivors, visiting Spanish
politician Ángel Carromero, later confirmed that government
functionaries ran the car off the road — and subsequently coerced him to
sign off on their version of events. Oswaldo Payá’s daughter, Rosa
María, has called for an independent investigation by the United Nations
and the Inter-American Commission on Human Rights. Below is her account
of the events surrounding her father’s death.
I knew right away that the deaths of my father and Harold were not an
accident. Text messages sent by the two survivors of the crash to
Madrid and Stockholm saying that they had been rammed and pushed off the
road were our first clue. And earlier death threats on the part of the
Cuban government’s state security services were all at once solidified
in our minds.
As the days passed, information started to come in from various
sources. There were affidavits of witnesses read by the police captain,
Fulgencio Medina, on the night of July 22 in front of my friends saying
that there was at least one other car involved (a red Lada). There were
tweets posted by state security officials in which it was clear that
they had been following my father since the morning of the crash.
Then I met with the young Spaniard, Ángel Carromero, who was driving
that car. He confirmed to me that they were constantly being followed by
state security cars and that, at one spot on the road, a car
intentionally rammed them from behind.
When Ángel managed to stop the car, the people who came out of the
red Lada hit Ángel and Aron Modig (a Swedish politician) — and then they
were taken away to a hospital.
Since then, our efforts have been directed at clarifying what
happened. We have the right to know the truth. We are not looking to
heal past wounds, but rather to make sure that what happened to my
father and Harold does not happen to anyone else in Cuba.
It is urgent because the same oppressors who threatened to kill my
father now call my family’s home in Havana to say, “We are going to kill
you.”
It is urgent because arbitrary arrests, beatings and intimidation
against the democratic opposition have been rising on our island.
For several years, the Castro regime has been trying to sell a series
of minor reforms that, in truth, do not give citizens any of the
serious rights that my father and others demanded. Every reform works as
one more way to control citizens, rather than as a real tool of
empowerment for Cubans or a way to strengthen civil society.
My father and Harold strongly denounced this fraudulent change by
Cuban authorities to improve their image and standing on the world stage
— and to keep their grip on the island. Through the Varela Project,
they pushed for real democracy, for the kind of freedom we have been
long promised and long denied.
I only hope that the international community and people of conscience
around the world support my call for truth from the Cuban government
and press it for the reforms my father believed were essential. This is
urgent. We are running out of time.
Payá Acevedo is a youth activist with the Christian Liberation
Movement of Cuba. She spent most of March and April of this year in
Europe and the United States advocating for an independent investigation
into the crash described above — and for the recognition of basic human
rights in Cuba.
How Did Oswald Payá Really Die?
http://humanrightsincuba.impela.net/2013/04/how-did-oswald-paya-really-die/
By MARY ANASTASIA O’GRADY
When someone is killed in a civilized country and police slap around a
witness and suppress evidence it is known as a cover-up. In Cuba it’s
called “reform.” Viva Orwell.
Cuba’s “ministry of truth” wants the world to believe that the Castro
brothers are abandoning the use of state repression to maintain power.
The Jay-Z-Beyoncé glam-tour of Old Havana last week was designed to help
with the effort. But new details of the events surrounding theJuly 2012
deaths of prominent pacifist Oswaldo Payá—the winner of the European
Parliament’s 2002 Sakarov prize—and another dissident, Harold Cepero,
suggest the opposite.
The U.S. press has reported on the March testimony of Ángel
Carromero, the Spaniard who was driving the car that the two dissidents
were riding in just before they died. Mr. Carromero
was released from a Cuban prison in December and returned to Spain.
He says that a red Lada had been tailing him and that the crash occurred
because their car was rammed by another vehicle. He also claims that
when he told this to Cuban authorities, they struck him, more than once.
But that’s not the half of it. In an interview on Thursday at the
Journal’s offices, Payá’s daughter, Rosa Maria, told me: “I must say
that when I talked to Ángel, I didn’t learn anything new. He confirmed
things we already knew. We had the text message. We already knew that a
car hit them from behind intentionally.”
What she knew came straight from the mouth of Cuban police Capt.
Fulgencio Medina, who took testimony from witnesses and read it aloud at
the hospital in the eastern city of Bayamo where the victims were
brought from the crash. Payá family friends were there, identified
themselves as the family’s representatives and reported by telephone
back to Havana.
But the family was then denied access to that police report. The
family was also denied the right to an independent autopsy, and they
were told that all refrigeration chambers at all the hospitals in the
area had broken down, so an autopsy had to be done immediately.
Doctors who were friends of the family were not allowed into the
Bayamo hospital to inspect the body. The Payá family was denied a
request for seats on a flight from Havana to Bayamo. The family has also
been denied a copy of the autopsy report.
Putting Mr. Carromero on trial and hushing up the rest seemed like a
tidy resolution. But the problem for the regime, says 24-year-old Ms.
Payá, is “that in Cuba everyone talks.”
The family has many friends in the Bayamo area and a few of those
friends managed to get inside the hospital before the military locked it
down; other sources who told them things seem to work there. “Our
friends in the hospital talked a lot with the police in those first
moments.”
Ms. Payá says that the government never officially notified her
family of the death of her father. But at the hospital Capt. Medina read
the witness statements “in front of my friends and other cops and
nurses, doctors.”
The witnesses told of a red Lada, the same make and color of a
suspicious car that Mr. Carromero described. They described seeing the
occupants of the red Lada taking the foreigners [Mr. Carromero and
Swedish politician Aaron Modig] out of their car almost immediately. The
Spaniard was saying “Who are you? Why are you doing this to us?”
The statements did not say if Ms. Payá’s father was “dead or alive,”
Ms. Payá told me. “But the witnesses said Harold [Cepero] was asking for
help. I don’t know if out loud or with his hands but they said he was
touching his chest. So we know he was alive and conscious.” Why then,
Ms. Payá wants to know, did hospital personnel tell her family’s friends
that he was “brain dead,” when they saw him lying on a gurney in a
general area not receiving any form of intensive trauma care?
There is something else interesting about Capt. Medina’s report of
witness testimony, according to those who heard him read it: There was
no mention of the car being smashed against a tree. This jibes with the
testimony of the foreigners, who both have said that there was no crash
with a tree.
Ms. Payá says that a journalist permitted to observe the trial on
closed-circuit television told her that Capt. Medina testified against
Mr. Carromero and never mentioned the red Lada or the questions
witnesses had heard him ask as he was taken from the car.
This was supposed to be an open and shut case, with the emphasis on
the shut. But now that the contradictions have become public knowledge,
the regime’s story is taking on a distinct odor. This is bad for the
ministry of truth. Eight U.S. senators led by Marco Rubio (R., Fla.) and
Richard Durbin (D., Ill.) have called for an investigation. Ms. Payá,
who will return to Cuba next week, is worried about the safety of her
family, and probably for good re