By Carlos J. Bringuier
Cuando salí de Cuba el 4 de Mayo de 1960 dejé vacante mi cargo de Oficial (Secretario Suplente) en el Juzgado de Instrucción de la Sección Quinta de La Habana. Mi experiencia me enseñaba que el problema de la droga en Cuba siempre había sido un problema sin mayores consecuencias ya que tanto los expendedores como los usuarios eran el estiércol de la sociedad.
Cuando salí de Cuba el 4 de Mayo de 1960 dejé vacante mi cargo de Oficial (Secretario Suplente) en el Juzgado de Instrucción de la Sección Quinta de La Habana. Mi experiencia me enseñaba que el problema de la droga en Cuba siempre había sido un problema sin mayores consecuencias ya que tanto los expendedores como los usuarios eran el estiércol de la sociedad.
Al llegar a la Argentina, ya como exiliado político, comprobé que en
ese país la droga no era tampoco un gran problema social. Anteriormente
había visitado Guatemala donde la experiencia era la misma.
Hoy, 46 años después, nos encontramos un continente semi devastado
por el uso de la droga. Puede decirse que no hay una sola familia que no
sufra el caso de ver a un ser querido destrozado por el uso de las
drogas.
Por eso, sabiendo yo cómo se había originado este desenlace fatal no
me sorprendieron las recientes declaraciones del Teniente General
Rumano, Ion Mihai Pacepa.
Recuerdo que a principios de la década de los años 1960's existía un
periódico pro comunista en Nueva Orleans titulado "NOLA Express"
publicado por Bob Head quien en el titular le pedía a Fidel Castro que
legalizara el uso de la marihuana en Cuba. Conversando con Bob Head le
dije que no perdiera el tiempo que Castro no iba a legalizar el uso de
la mariguana en Cuba, que lo que Castro iba a ser era cultivarla para
invadir con ella a los Estados Unidos y destruir a este país.
El Teniente General Rumano Ion Mihai Pacepa nos dice ahora que eso
exactamente fue lo que planearon Ceausescu y Raúl Castro en una visita
del Dictador Rumano a La Habana en 1972.
Ya desde la década de los 1960's Cuba había entrado en el negocio de
la droga. En esa fatídica década comenzó a irradiarse el veneno hacia
el continente americano. Tan pronto Castro inició su lucha
internacionalista con las guerrillas Colombianas, se establecieron los
contactos para enviarles barcos cargados de armas que los guerrilleros
pagaban con droga que regresaba a Cuba en esos propios barcos. Desde
Cuba el gobierno de Fidel Castro se encargaba de hacerla llegar a los
Estados Unidos.
Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver (claro que la
corrupción y la complicidad también conducen a la ceguera). Hay
numerosos ejemplos de cómo los hermanos Castro crearon el Cartel de La
Habana. Ahí está el caso de Reynaldo Ruiz y su hijo Rubén. Reynaldo Ruiz
tenía conexiones en Cuba por intermedio de un pariente, Miguel Ruiz,
quien era Capitán del Ministerio del Interior.
De acuerdo con lo declarado por Reynaldo Ruiz él viajaba a Cuba en
un bote desde la Florida llegando hasta Varadero donde esperaba a su
hijo Rubén que se encontraba en Colombia. Su hijo volaba de Colombia a
Varadero en un avión cargado con cocaína, un Coronel de la Fuerza Aérea
de Cuba autorizaba el vuelo de Rubén a Cuba. Rubén aterrizó en Varadero y
parecía como que su vuelo era una cosa rutinaria y le daban un
suculento almuerzo mientras que militares cubanos descargaban la cocaína
y la pasaban al bote de Reynaldo. Ya con el bote cargado, un
guardacosta cubano los escoltaba hasta alta mar.
Reynaldo Ruiz y su hijo fueron arrestados en Miami en 1988. Como el
contubernio de los hermanos Castro con la mafia de la droga estaba por
descubrirse, el gobierno de Castro negó las acusaciones y procedió a
buscar chivos expiatorios. Posteriormente fueron arrestados Arnaldo
Ochoa ( Héroe de la Revolución), Tony de La Guardia (amigo personal de
Fidel Castro), el Capitán Miguel Ruiz (el pariente de Reynaldo Ruiz),
así como otras 11 personas que fueron sometidas a juicio sumario. Cuando
durante su declaración el Capitán Miguel Ruiz dijo que tenía la
impresión de que la operación de drogas estaba aprobada al "Máximo
nivel" el Fiscal Juan Escalona pidió suspender el juicio por unos
minutos ya que según Escalona el acusado se encontraba muy nervioso. El
Capitán Miguel Ruiz no regresó a continuar su declaración.
Anteriormente los aviones cargados de drogas procedentes de Colombia
tenían que pasar sobre el espacio aéreo cubano y ninguno de esos
aviones fueron derribados como el avión de los Hermanos al Rescate. Los
carteles de la droga obtenían con anticipación, previo pago,
autorización del gobierno de Castro para volar sobre el espacio aéreo
necesario para descargar su mortífera carga sobre las Bahamas.
Otro involucrado en este contrabando resultó ser George Morales
quien testificó en Washington que él participó en el trasiego de drogas a
través de Cuba. Morales testificó que eso ocurrió desde 1980 hasta
1986.
Jack Blum era el Fiscal Especial del Senado (1987-1989). El
principal testigo fué José Blandón, ex-ayudante de Manuel Noriega quien
declaró haber atendido reuniones en Cuba con Fidel Castro, presentando
fotografías para demostrarlo.
Blandón aseguró que los cubanos estaban envueltos en el tráfico de
drogas y que los motivos de Castro "son políticos". Blandón acusó a Cuba
de trasegar drogas a través de Nicaragua y Panamá además de Colombia y
que todo estaba dirigido por el Departamento América del gobierno cubano
y auspiciado por Fidel Castro. El Departamento América había sido
creado en 1974 y Manuel Piñeiro Losada se encargó de dirigirlo.
A mediados de la década de los 1970's Castro intensificó su
participación con los carteles de Colombia y el Departamento América
envió a uno de sus mejores agentes a Colombia. Fernando Ravelo Renedo
fue nombrado Embajador de Cuba en Colombia.
Mientras tanto las guerrillas colombianas del M19 recibían
entrenamiento y armamentos de Cuba. Ravelo enfatizó que era necesario
que usaran drogas para financiar su revolución. Cuba, a cambio,
continuaría suministrándoles armas.
En 1979 Ravelo asistió a un "wild party" en el Hotel Hilton de
Bogotá, Colombia. Entre los asistentes estaban varios capos de los
carteles de la droga entre ellos Johnny Crump. Posteriormente llegaron a
un acuerdo por el cual se enviarían botes con drogas hasta aguas
cubanas los que permanecerían en dichas aguas hasta que llegaran las
lanchas rápidas provenientes de la Florida las que se ocuparían de
introducir las drogas en los Estados Unidos. Ravelo hizo claro que
mientras estuvieran en aguas cubanas los botes provenientes de Colombia
tendrían toda la protección necesaria proporcionada por el gobierno de
Cuba.
Posteriormente Johnny Crump y el Embajador Ravelo volvieron a
reunirse en Panamá. Johnny Crump entonces viajó a La Habana para
finalizar el trato de los envíos de drogas. Al llegar a La Habana no
tuvo que mostrar su pasaporte y montó al auto que lo esperaba. Crump
estuvo hospedado en el Hotel "Habana Libre" con todos los gastos pagados
por el gobierno de Castro. Asistió a distintas reuniones, entre ellas,
con René Rodríguez Cruz, miembro del Comité Central del Gobierno de Cuba
y amigo de Fidel Castro.
Cuando el bote enviado por Crimp arribó a Cuba fue recibido por un
guarda costa Cubano en el que se encontraba el Vice Almirante de la
Marina de Guerra de Cuba Aldo Santamaría Cuadrado.
En Miami, el Fiscal Richard Gregory en el juicio de Crump también
procesó a Aldo Santamaría Cuadrado, René Rodríguez Cruz, Fernando Ravelo
y a un asesor de Ravelo. Ravelo y su asesor fueron nombrados por Cuba
como Embajadores en Nicaragua y Panamá.
En 1982 uno de los capos de la droga se estableció en Cuba en la
Marina Hemingway. En 1989 Robert Vesco fue procesado en los Estados
Unidos por traficar 1 tonelada de cocaína desde Cuba. Otro visitante de
la isla de Cuba era Carlos Lehder-Rivas quien sostuvo reuniones con
Robert Vesco y estuvo en Cuba por un período de 6 meses. Carlos
Lehder-Rivas posteriormente fue condenado en Estados Unidos por tráfico
de drogas y declaró que sin el permiso de Fidel Castro él nunca hubiera
podido arribar a Cuba. Hoy Lehder-Rivas cumple condena de "vida entera +
134 años de cárcel".
Un antiguo oficial de Inteligencia del gobierno de Cuba, Manuel de
Beunsa ha declarado que estuvo presente en una reunión con Fidel Castro y
el General José Abrantes Fernandes en la que se discutió el tráfico de
drogas y en la que Fidel Castro ordenó la creación de 2 compañías en
Panamá para utilizarlas en el tráfico de drogas. Las dos compañías en
cuestión se abrieron con los nombres de "Caribbean Happy Line, S.A." y
"Mercurio, S.A.". Otro antiguo Oficial de Inteligencia de Cuba, Juan
Antonio Rodríguez Menier, corroboró esas actividades. El General de
Aviación de Cuba, Rafael del Pino ha declarado que para permitir el
vuelo de los aviones traficantes de drogas se necesitaba el permiso del
Ministro de Defensa Raúl Castro Ruz y que él (el General Del Pino)
recibió esas órdenes en distintas oportunidades de la oficina de Raúl
Castro y de la oficina del General José Abrantes Fernandes.
Ahora el General Rumano Pacepa saca a la luz que en la reunión de
1972 en La Habana: "los hermanos Castro y Ceausescu pusieron los
cimientos de un acuerdo bilateral sobre las drogas. Ellos querían
inundar al mundo con drogas. ‘Las drogas pueden hacerle más daño al
imperialismo que las bombas atómicas’ expresó Fidel. ‘Las drogas pueden
destruir al capitalismo desde adentro’ puntualizó Raúl.
Hoy vemos a unos Estados Unidos de América con varias generaciones
consumidas por la droga. Hoy vemos a una Argentina, otrora faro de
intelectualidad, con una juventud descerebrada por la droga que es
incapaz de obtener calificaciones suficientes para avanzar mientras hay
Jueces que piden la legalización de las drogas y el gobierno permite un
verdadero genocidio del pueblo sano que no quiere sucumbir ante la
agresión comunista. Hoy vemos a países como El Salvador y Honduras
impotentes ante una criminalidad que ha convertido, por medio de las
drogas, a una juventud en verdaderas bestias humanas.
Cuando un Gran Jurado Federal en Miami estuvo dispuesto a procesar a
Raúl Castro por su participación en el tráfico de drogas hacia los
Estados Unidos dicen que el Presidente Bill Clinton y la Fiscal General
Janet Reno lo impidieron. Como en el caso del asesinato del Presidente
John F. Kennedy a manos de un agente de Fidel Castro no ha habido ni
inteligencia ni lo que hace falta que tengan los hombres para enjuiciar a
Fidel y a Raúl Castro. Sean Demócratas o Republicanos la estupidez es
Reina.
4 de Septiembre del año 2006
Tomado de
http://www.amigospais-guaracabuya.org/oagcb025-el-cartel-de-la-habana.php