Por Zoé Valdés
La señora Yoani Sánchez, que según
ella estudió Filología en la Universidad de La Habana, quien también
según su propia presentación ha sido y es profesora de Español para
turistas, y un sinfín de cosas más, devenida periodista por obra y
gracia del Premio Ortega y Gasset, periodista virtual será el caso (ya
sabemos lo que es la prensa en Cuba), autora de un blog titulado Generación Y (que debiera llamarse Generación Yo),
más famoso en el extranjero que dentro de Cuba, ha podido por fin salir
de la isla, llevaba años intentándolo, tras haber regresado a Cuba y
después de haber vivido durante dos años o más en Suiza, en fin, que la
historia, como toda historia cubana, es larga y compleja.
Resumiendo, la señora Sánchez, cuya historia larga y compleja ella solo
muestra fragmentariamente, lleva dándole la vuelta al mundo desde hace
algunas semanas. En esos pocos días ha estado en Brasil, en varios
países europeos, en México, y seguidamente se dirigió a Estados Unidos,
donde actualmente se halla. En México, la presentaron varias
personalidades, entre ellas el escritor Manuel Pereira, cuya historia,
también larga y compleja, se desvela esta semana también a la mitad en
la revista
Cubaencuentro, en una entrevista que le hace un joven mexicano (
aquí y
aquí).
Pero eso no viene al caso ahora. Lo cierto es que la señora Sánchez
llegó a Estados Unidos, y ya en el aeropuerto new-yorquino la estaban
esperando Coco Fusco (muy conocida en la Cuba de los ochenta, como
también se conocía a Sandra Lewinson, pro castrista), así como Ted
Henken, y una figura emérita de la universidad de Columbia cuyo nombre
no se anunciaba en el video que yo vi. Coco Fusco, solícita, por no
decir guataca, le fue a colocar una mantita en la espalda a la señora
Sánchez, pero la señora Sánchez alegó con un gesto despótico, que no,
que no la necesitaba, que ella no sentía frío, que recordara que ella
venía directico de
Europa. No, ella venía directico de México, pero esta señora al parecer tiene la memoria larga en Twitter y corta en la vida real.
En Nueva York, en la
Universidad de Columbia,
la presentaron Ted Henken y la periodista cubanoamericana Mirta Ojito,
llevaba, dicen, seis guardaespaldas. Ni Aung San Suu Kyi cuando estuvo
en París y fui a verla y a saludarla, lo que hice personalmente sin
ningún tipo de contratiempo. También la entrevistaron varias cadenas
televisivas, y la periodista cubanoamericana María Elvira Salazar se
deshizo en egolatrías suyas, a las que fue respondida con más gestos
ególatras de la entrevistada (aquí y aquí).
Mentiras y más mentiras. Y ni un solo periodista ha hecho el trabajo que le corresponde como periodista. Desvelar la verdad.
Yoani Sánchez dijo en Brasil, primer país que visitó durante esta gira
que todavía continúa, que ella no tenía miedo, para luego no cansarse de
repetir en una sarta infinita de contradicciones que tiene miedo del
regreso, lo que es natural, pero si solo se contradijera en ese tema;
más tarde añadió que ella estaba en contra del "bloqueo" norteamericano
por considerarlo injerencista, que además pedía la liberación de los
Cinco Espías (que en realidad son 4, porque ya uno ha sido liberado y
vive cómodamente protegido en Miami, pagado todo por el contribuyente
norteamericano), y ni siquiera mencionó a los presos políticos ni a los
jóvenes pilotos de Hermanos al Rescate, a pocos días de que se
conmemorara, el asesinato de estos jóvenes valientes en manos de los
castristas y delatados por esta misma red de espías, la Red Avispa, que
operaba en varios dominios de la política y la sociedad estadounidense.
La señora Sánchez llamó "gobierno" al régimen tiránico de La Habana, no
una, en varias ocasiones, y además mencionó en diversas oportunidades el
"bloqueo" y no el embargo, sutil diferencia. Nadie le preguntó por qué
se expresó de esa manera en Brasil, todo fueron alabanzas, elogios, y
pedestales inmerecidos.
Sin embargo,
pese a este comportamiento tan políticamente correcto, una serie de
personas le hicieron mítines de repudio y la llamaron mercenaria y
agente de la CIA, lo que han dicho siempre de los cubanos exiliados.
Más tarde, en México y Nueva York, nadie le preguntó por qué durante su
periplo ha ido variando su lenguaje y se ha dedicado a decir lo que han
querido oír cada uno de sus anfitriones en los distintos países que ha
ido visitando, pero siempre manteniendo un lenguaje ambiguo y dentro de
los márgenes que hoy en día son considerado autorizados por el régimen,
quien tras la muerte de Hugo Chávez solamente busca desaforadamente una
cosa: a quién cogen de mingo, quién será el próximo
Sugar Daddy
o comemocos que los mantendrá en vida de por vida, y en la relación
desigual que entablarán con posibles chulos a los que arrimarse; y por
supuesto que en esa lista está la opción norteamericana como una de las
más jugosas posibilidades. Porque como profetizó Guillermo Cabrera
Infante en el pasado, ya no dirían para nada
"Yanki, go home!" en un viril clamor general, sino ahora que mendigarían más bien
"Yanki, come home!" en un gemido entre desesperado y soberbio.
La bloguera Sánchez, que ya se define como escritora, cuando solamente
ha reunido en uno de sus libros las viñetas de su blog y en el otro
libro da lecciones a los utilizadores de Wordpress de ¡cómo usarlo!, que
también se describe como una maga que usa internet sin internet, no fue
jamás interpelada por la prensa en ninguna de las cuestiones que muchos
hubiéramos querido que se aclararan públicamente, sobre todo porque
nosotros sí pagamos impuestos, porque somos contribuyentes, y porque
vivimos en países donde lo primero que el pueblo tiene derecho a exigir
es la transparencia de las figuras públicas políticas, eso es lo que al
menos sucede en Francia, donde un ministro de Finanzas acaba de dimitir
por tener cuentas escondidas en Suiza y en Singapur, y ahora mismo les
está requisicionando el apartamento a la presidenta del FMI, la señora
Christine Lagarde, nada más y nada menos.
La señora Sánchez, periodista según ella, ha hecho más política en esta
gira que periodismo. Ha sido ella el centro de la noticia, cosa de la
que éticamente un periodista siempre debiera huir. Un periodista
verdadero debe mantenerse distante y discreto para poder hacer su
trabajo de periodista. Pero por lo que podemos intuir, y ya somos muchos
en hacerlo, la señora Sánchez pretende ser lo que no es, o lo que es y
todavía no ha confesado porque nadie se lo ha preguntado. ¿Es
periodista, es escritora sin libros literarios, es periodista, es
política, es todo eso a la vez? Ya en una ocasión se confesó poeta.
También se definió como una especie de compendio o multi-oficio
(concepto castrista donde los haya) del siglo XXI. ¡Qué espanto, de todo
lo que los seres normales y aspirantes a la belleza, a la paz, a la
cultura, a la libertad, a la democracia, a la poesía, debiéramos huir de
inmediato si queremos salvar este mundo desbordante de idiotas o
aprovechados que quieren convertirse en personajes
touche à tout!
Pero lo peor no ha sido la prensa adocenada, que la califica como antes
hicieron con Fidel Castro, de buena, calmada, hermosa, pacífica,
educada, maravillosa, y todos esos epítetos que luego usan, pero en sus
variantes antónima en contra de los que con todo el derecho que confiere
la libertad de expresión se preguntan: ¿esto de qué va? ¿De qué va esta
señora?
Porque desde que esta señora salió de Cuba lo que sí no hemos dejado de
ver porque ella no ha cesado de resaltarlo, es que ha salido con una
misión fija. Y esa misión ella la ha dicho, repetido y subrayado (nadie
se lo ha inventado) con sus palabras. Pidió a Obama un diálogo con Cuba,
pidió el levantamiento del embargo por injerencista, ¡eliminar la Base
Naval de Guantánamo, por nada lo olvido! Y no más llegar al Congreso
Norteamericano, en el que la prensa también se dedicó a enmascarar el
verdadero carácter de su visita dando a entender que había sido
importantísima cuando en verdad sólo estuvo con cuatro políticos
cubanoamericanos máximo, con el demócrata pro raulista Joe García, con
los republicanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, y no sé quién
otro u otra más. No habló frente a cientos de personas, pero al mismo
tiempo pasó, con vaselina esta vez, su mensaje misionero: el gobierno
norteamericano tiene que trabajar más
"pueblo a pueblo".
Tal vez la presencia de los republicanos en esa reunión fue lo que hizo
que bajara el perfil y se acocara un poco. De cualquier modo, la foto,
esa foto, es muy valiosa para su regreso a Cuba. Es una foto que le
levantará el nivel, frente a los opositores, frente a los disidentes, y
también frente a "su gobierno".
"Pueblo a pueblo". Esa frase ya lo resume todo. Es una frase que
recuerda uno de esos lemas castristas o de viejos himnos castristas
revestidos de canciones populares, que rezaban disimuladamente que desde
tal punto del país hasta tal otro punto de la isla, o de otro país, o
de otro continente, éramos: "Un solo pueblo". O sea, que ella ha venido a
proponernos, ella o quien esté detrás de ella, lo que proponen es que
desde el Comité Central hasta la Casa Blanca, o hasta el Congreso
Norteamericano, exista "un solo pueblo". El mismo lemita de Hugo Chávez:
Cubazuela o Venecuba, un solo pueblo. De pueblo a pueblo, bah...
Todavía la prensa no se ha dignado a preguntar a la señora Sánchez qué
hay detrás de esas palabras, no creo que lo hagan. Como tampoco sabremos
cuáles son sus relaciones con Carlos Saladrigas, el hombre de negocios
que quiere que Cuba se convierta en
Singapur,
y cuáles son sus relaciones con el gobierno de Barack Obama, puesto que
en varios cables de Wikileaks se ventilaron sus visitas y relaciones,
de ella y de su marido, con varios funcionarios y políticos
norteamericanos. Pero sobre todo, lo que queremos saber los cubanos es
por qué ella, en lugar de hacer su trabajo de periodista, de escritora
que dice que es, de filóloga, dado que ha visitado tantos países con
tantas lenguas diferentes, en vez de dedicarse a lo de ella, en suma,
por qué se vende como la representante única y exclusiva de toda la
oposición cubana, por qué se vende como la representante de los cubanos
en general, incluso de los del exilio, cuando ella no ha sido elegida
por nadie para tal tarea, pero todavía más, queremos saber si es que
ella ha salido con una misión encomendada por su "gobierno", tiranía
para muchos, y por supuesto con un mensaje específico de parte del
raulismo.
Un detalle, desde hace al menos un año la señora Sánchez anuncia que
hará un periódico en Cuba, dijo que sería el primero, lo que es falso,
porque como podemos comprobar
aquí,
en Cuba y fuera de Cuba existen medios de prensa que entran y salen de
la isla. Todos sabemos que para hacer un periódico a lo grande se
necesitan millones de euros. ¿Es eso lo que busca Sánchez, ingresar en
la isla millones de euros para convertir su sueño o el sueño de otros en
realidad
de otros en realidad, y romper por fin el embargo norteamericano, abriendo la brecha en el muro, o extrayendo un fragmento del edificio –según sus propias palabras– para que se derrumbe entero, no el régimen precisamente, sino el embargo? Tampoco nadie se lo ha preguntado.
De momento, el exilio la recibirá en la Torre de la Libertad el 1ro de
abril, pero ya ella dio el mensaje principal en Washington. En Miami se
dedicará a lo que mejor sabe hacer: Twittear en medio de un acto
público, como hizo en Columbia mientras sus presentadores se dirigían a
ella, recaudar dinero en una cena donde se exigirán 100 dólares por
cabeza y 1.000 dólares por mesa (todavía no sabemos oficialmente a dónde
irá a parar ese dinero, ojalá sea para la oposición), y contentar con
su muela infatigable, porque en eso sí que es maestra, en hablar por los
codos sin decir nada que valga la pena a sus adulones y halagadores. No
sé si allí podrá estar, en esa cena, la madre de Orlando Zapata Tamayo,
la señora Reina Loina Tamayo, no creo que pueda costearse una cena a
esos precios. Y no sé si por fin, allí, por conveniencia o por lo que
sea, mencione finalmente que la Dama de Blanco Sonia Garro Alfonso lleva
ya un año en prisión sin juicio, en lugar de afirmar como se apresuró a
afirmar ya no sé en qué país de los tantos que ha visitado, que Miguel
Díaz-Canel podía ser el Gorbachov cubano. Puaf!
Entretanto, pasa lo que siempre ha pasado con los cubanos, que apoyan
al primero que se vende como mesías, sin conocerlo, y sin preocuparse
por averiguar. Y luego se lamentan de haberse comido el millo. Y ni
siquiera tienen memoria para recordar que con Castro la mala digestión
ya les dura más de medio siglo.
http://www.libertaddigital.com/opinion/zoe-valdes/un-solo-pueblo-67838/