Por Lázaro Tirador Blanco / Periodista Independiente
Es indudable que Cuba se encuentra en la más dramática encrucijada de su historia. Con la retirada de Fidel es innegable que la mayoría del pueblo cubano sintió como un leve vahído, como un mareo que lo dejó a expensas de las más disímiles especulaciones, tanto en el ámbito nacional como internacional, sobre el significado de este acontecimiento inesperado. Es indudable que Castro se hizo imprescindible en la vida diaria de los cubanos, en su alimentación, en su comportamiento y hasta en su manera de pensar, todo programado, orientado y organizado por una fantástica y eficiente maquinaria de control total que, no por diabólica deja de ser admirable en su concepción y praxis.
Todo ello fue posible primeramente por el cierre total de las fronteras de Cuba para los cubanos: no hay libertad para viajar, no hay entrada de televisión o radio extranjera, no hay acceso a la información y todo lo que no sea orientado y establecido por el Partido Comunista y Fidel es contrarrevolución. Además, se montó una andamiaje propagandístico sin igual en la historia, que dejó como insignificante los conceptos de la propaganda goebelista del nazismo. Toda la publicidad en Cuba es sobre las bondades del sistema, sobre los mártires del sistema, sobre el protagonismo universal del sistema y sobre todo sobre el invencible Comandante en Jefe y ahora sobre el recién estrenado heredero del trono.
Todo ello quizás no hubiera sido suficiente para tener avasallado a todo un pueblo por décadas si no hubiera sido por un férreo, irreflexivo y poco eficiente bloqueo o embargo total contra Cuba, de parte de 10 administraciones norteamericanas. No quiero discutir la eficacia que pueda haber tenido el bloqueo en los primeros años, pero estoy convencido –por haberlo sufrido en Cuba-, que fue y es el mejor argumento y la mejor arma que ha utilizado el castrismo para esconder sus arbitrariedades, su control total de la economía, los servicios y todo lo que vuele, camine o se arrastre en el país, incluyendo sus habitantes.
Cuando faltan los alimentos que no se producen por las malas políticas productivas aplicadas, la culpa es del bloqueo; cuando faltan los medicamentos y recursos médicos malgastados en supuestas misiones humanitarias en otros países –negocios de los magnates gubernamentales-, la culpa es del bloqueo; cuando no hay transporte en las ciudades o el campo para el movimiento cotidiano de las personas y la economía, la culpa es del bloqueo; todo lo que ha acontecido en el desgobierno de Cuba es culpa del bloqueo. El bloqueo ha sido y es el mejor aliado del régimen porque, además de pretexto, ha sido utilizado para evitar el contacto de muchas generaciones con la democracia, el libre pensamiento y el conocimiento y práctica de los más elementales derechos de los seres humanos organizados en una sociedad civilizada.
No en balde Castro es considerado por algunos expertos como un gobernante fuera de serie en la historia política contemporánea y es el único que ha logrado engañar casi todo el tiempo a casi todo el mundo, al menos en Cuba.
Algunos de los logros del totalitarismo castrista y que pretenden enraizarse aún más en el país son la eliminación casi total del liderazgo político –que no sea el del régimen-, el traumatismo total de la sociedad civil y sus estructuras tradicionales al extremo que el día en que Cuba recupere todo lo perdido, los cubanos tendrán que aprender a usar sus derechos cívicos y constitucionales; la suspensión totalmente completa de la iniciativa económica privada –salvo mínimas expresiones temporales de algunas actividades de servicios-, así como la expresión libre del pensamiento y las ideas. Estos son los elementos bajo los que han crecido y vivido muchas generaciones de cubanos en nuestra hermosa y maltratada patria.
Lo que tampoco se puede negar es que, pese a que lo que debía ser no ha sido en Cuba, lo que no debía ser como la delincuencia, la inmoralidad, la doble moral y la corrupción han sido propiciadas por el propio sistema a extremos tales que las lacras contra las cuales supuestamente lucharon los que hoy mandan, se han multiplicado y perfeccionado, alcanzando niveles increíbles y convirtiéndose en práctica obligada de supervivencia de la mayoría de los cubanos.
Desgraciadamente, aún en la disidencia el régimen a logrado mantener de tal manera el control de su mover político que es todavía hoy un movimiento que no tiene unidad ni una plataforma común por la cual lugar y cada grupo se mueve por sus propios programas, ideas y manera de pensar sobre la realidad cubana actual. Como dicen en mi pueblo, los Castro no tienen un pelo de bobos y han sabido valorar estos elementos y por ello han permitido la supervivencia de estos grupos para, entre otras cosas, dar la imagen de que en Cuba se admite a los que no comparten las ideas de la Revolución, pero nunca contra la Revolución. Y todo sigue igual.
La realidad es que Cuba se encuentra en una encrucijada, en espera de las cacareadas medidas de flexibilización que podría tomar Raúl Castro, a las nuevas medidas que puede tomar el gobierno del Presidente Obama según sus promesas electorales. A ello se suma el renacimiento militarista soviético y perpetuidad soñada por Chávez, pero eso es harina de otro costal y tema de otros artículos.
Como ya he dicho, ¿qué vamos a hacer? Se impone una concertación de todos los esfuerzos dentro y fuera de Cuba para dejar de jugar a la oposición y lograr un verdadero esfuerzo nacional para que los cambios sean reales, sin parches ni remiendos, sino medulares en la esencia de nuestras libertades robadas, negadas y escamoteadas durante 50 años. Tampoco podemos olvidar que se necesita de un verdadero liderazgo que concierte y ponga orden en todos los esfuerzos para dejar de tirar pedradas contra un régimen bien estructurado y poderoso y que todos estemos en el sentir de ganar para las futuras generaciones una Cuba verdaderamente libre.
,Para ello, tenemos que estar conscientes de la encrucijada actual, para elegir cual sea el mejor camino, el que conduzca a la libertad y la reconciliación nacional.
Autor> Lazaro Tirador Blanco
Yo creo que el susodicho embargo puede confundir a las personas de otros paises que no conocen a fondo la realidad de la Cuba interna, pero jamas ha podido confundir al cubano de a pie aunque no se halla sabido internacionalmente hasta hace poco tiempo su verdadera opinion al respecto.
ResponderEliminarEl cubano de a pie, camina la isla de punta a cabo, sobrevive diariamente las carencias de todo y ve con sus propios ojos y siente en si mismo los embates de esa dictadura. Todos los dias se lee en la prensa oficialista cubana "Logros de la Robolucion", y el cubano se pregunta "Donde estan esos logros?"; todos los dias el cubano olle que se le hechan las culpas al embargo, pero ve las tiendas para extranjeros abarrotadas de todo lo que el carece y se da cuenta que para ciertas personas dentro de Cuba "El embargo no existe"; El cubano de a pie olle decir al gobierno dirigiendose al extranjero, que la ensenianza en Cuba es gratis, pero el estudiante cubano de a pie sabe que tiene que trabajar una jornada del dia sin pago para poder estudiar la otra jornada; el cubano de a pie olle siempre decir que la medicina es gratis, pero el vive diariamente la carencia de medicinas y la falta de atencion medica; el cubano de a pie oye todos los dias al gobierno diciendo que Cuba es libre, pero a su ves sabe que no puede decir lo que siente verdaderamente porque lo meten preso, no puede hacer nada por elevar su forma de vida porque el gobierno lo prohibe, no puede reclamar sus derechos porque lo encacelan y lo torturan.
Lo que necesita el cubano de a pie es libertad de expresion, libertad de movimiento, libertad de criterio, libertad de pensamiento, libertad de accion; en fin, libertad de esa tirania, libertad, libertad, LIBERTAD.
La tiranía militarista castrista se ha encargado de sembrar la confusión regandola, además, por todo el mundo.
ResponderEliminarLe llaman bloqueo economico a lo que es un embargo economico por parte de Estados Unidos impuesto a Cuba desde 1961 como respuesta a las medidas "revolucionarias" de Fidel y su grupo, quienes nacionalizaron las empresas norteamericanas que operaban en la Isla sin la debida indemnización economica a sus dueños. Hoy día, de la Ley del embargo solo se respeta lo relacionado al credito; es decir, el gobierno Norteamericano no le da créditos a la tiranía, aunque ya está permitiendo que muchas compañias estadounidenses mantengan intercambios comerciales con La Habana, pagando esta en cash. cash que siempre ha escaseado en las arcas del estado cubano
Dentro de Cuba, por más de cincuenta años se ha hablado de bloqueo económico, no de embargo, por eso muchos hablan de bloqueo para referirse al embargo, como es el caso de Lazaro Tirador, periodista independiente.
En realidad el bloqueo que está acabando con Cuba es el bloqueo interno impuesto por la dictadura que ha matado las libertades civiles dentro de la Isla,violando los derechos humanos, sometiendo por la fuerza al pueblo de Cuba a cumplir las leyes absurdas emananas de un gobierno corrupto conformado por una oligarquía militarista con los hermanos Castro al frente, en contra de los deseos y voluntad del pueblo cubano.
Gracias tinajon por participar con tus valiosos comentarios en este blog.
Siempre serás bienvenido y ojala te decidieras a escribir tus propios articulos para publicarlos aqui.
un abrazo de
Espery,