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lunes, 11 de noviembre de 2024

Elecciones USA 2024

 


Apuntes del cinco de Noviembre.

Tomado de FB


Kamala Harris, la fiscal de la eterna sonrisa y rostro de ángel, designada para ser la primera mujer presidente de Estados Unidos, ha sido derrotada por voluntad de los estadounidenses. Su breve carrera hacia la Casa Blanca parecía imparable desde el relato oficial y por la recreación digital de los medios liberales que se rindieron a sus pies como mecenas o escudos catapultadores hacia la gloria del poder.

La hicieron rival de Trump con tanta prisa que no pudieron darle una mejor envoltura a su paso tímido e irrelevante por la vice presidencia de Estados Unidos. Llegó a esa posición atinada. Convencida de su victoria y subestimando, primero, la inteligencia del votante norteamericano y, segundo, el poder de convocatoria y la personalidad de su rival.

Kamala, un invento de Obama, sacrificó su carrera política el mismo día que aceptó ser la candidata demócrata. Su escasa aparición en el escenario político durante la administración Biden, la incompetencia del presidente y la destartalada improvisación en cuestiones domésticas e internacionales, la acorralaron en una trampa hasta ser condenada a sufrir una merecida derrota. 

Su cargo en la administración durante cuatro años no deja legado alguno para la historia y si mucha pena. Se hizo notar como candidata demócrata sin tener el peso suficiente y portando años de inoperancia al lado de un Biden desgastado por la senil condena de la edad.

Además, al salir al ruedo, desafiante y confiada, olvidó que ese discurso de igualdad genera miedo e incertidumbre dentro de los americanos pensantes. Que su política económica escondía agujeros y trampas que condenaban al ciudadano y que los votantes no son drones que orbitan, por voluntad del conductor, en las orillas mitológicas del partido demócrata.

Su mayor error fue demonizar a Trump. Sin un ápice de compasión contra su rival, se dedicó a lanzar dardos tan profundos que provocaron interrogantes en el pueblo y por curiosidad la gente fue buscar la verdad y hacer comparaciones. Y es aquí, desde mi opinión, donde se desliga de la realidad al olvidar que el pragmatismo norteamericano es un capital inseparable de la gente que piensa. Su postura de superioridad, obviamente, desde el principio y después, le costó caro porque el votante y el ciudadano común, advirtieron en esa preeminencia un peligro mayor de alguien sin haber hecho nada en un período de gobierno, pudiera hacerlo teniendo una segunda oportunidad.

El otro error, tan grave como el primero, fue creer que hispanos, negros y mujeres cerrarían filas con ella. Estos grupos apoyaron a Kamala, pero su impacto no fue el esperado. En el imaginario del partido demócrata existe la creencia que ser negro, mujer o hispano es sinónimo de voto obligado a ese bando político. Nada más lejos de la realidad al observarse una tendencia creciente de estos tres grupos a votar al partido republicano. El tsunami Trump ha dejado claro que su partido también es de los trabajadores.

Las imágenes de Afganistán, aquella bochornosa estampida de Kabul, también salieron en estas elecciones sin olvidar el cachimbeo de la frontera sur y la incursión de peligrosos oportunistas de todo tipo al territorio nacional que pueden poner en riesgo la seguridad ciudadana. 

También influyó, un día se hablará mucho de esto, el intento de asesinato a Trump. Aquel acto criminal también inclinó la balanza al lado republicano en muchos votantes que no se explicaban por qué se había llegado tan lejos. Muchos indiferentes se dijeron yo también quiero jugar esta partida y subieron al tren sobre rueda para hacer suyo el lema de campaña del presidente Trump.

Por último, la movilización del 5 de Noviembre y el knockout político a los demócratas fue más allá de la Casa Blanca. Los votantes azules están cansados de ser pieza de cambio durante las campañas presidenciales para terminar después viendo como esos gobiernos se estiran y agrandan fundiendo una burocracia que absorbe sus impuestos y limita sus ingresos.

La derrota de Kamala deja descabezado al partido de Obama y abre una oportunidad histórica en el partido republicano que se llama: J D Vance 2028.

¡ÁNIMO.