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jueves, 10 de febrero de 2011

Elefantes de cartón

Por Luis Alberto Ramírez-Miami
La conferencia del ciberpolicía cubano Eduardo Fontes Suárez, frente a la partida de ignorantes dinosaurios verdes en la sede del MININT o en cualesquiera de sus instalaciones, pone una vez más sobre la mesa la prueba de que el Gobierno cubano se ha convertido en un burro con orejeras que marcha hacia ninguna parte sin detenerse en los detalles; son una jauría de enormes elefantes negros que asustan pero, es un susto sin fin.
El camarada Fontes está adiestrado en la nueva tecnología, sin embargo, la conferencia fue más bien para dejar en claro que el camino del castrismo no cree en obstáculos. No existe el análisis, el cálculo, ni importan las consecuencias, la revolución cubana marcha como un burro arrollando y destruyendo cualquier obstáculo que se atraviese a su paso, y cuando no los tenga, los inventan.
Decir que el contratista americano Alan Gross fue a Cuba con el propósito de organizar una red contrarrevolucionaria, y que fue al mismo tiempo el primer paso de la formación de una cadena de focos de cibernautas internos que desestabilizarían la revolución, es la idiotez más grande que se pueda escuchar. Ellos saben que el Sr. Gross es una víctima fatal de sus antojos, una especie de joya americana con la que pueden jugar y usar como mingo. Una cosa tienen bien clara los compañeros del MININT, y es justamente que son tan grandes como tan débiles. El pueblo de Cuba no se ha percatado aun de la debilidad de sus represores, cosa que el camarada Fontes ha dejado bien claro.

Nada de lo que dijo Fontes (en la foto) tiene sentido, ni puede ser considerado como inteligencia, y mucho menos puede asegurar la estabilidad de un Gobierno que no sea el cubano. Los órganos represivos del régimen son torpes, bochornosos y solo pueden tener éxito en un país como Cuba. Porque los cubanos les han temido siempre, y los ven como algo indestructible, anclado a los cimientos de la nación como una sanguijuela destructora pero indestructible. Los cubanos ven a la revolución como veían los romanos a los elefantes de Aníbal, le temerán hasta que se dieron cuenta que tenían su lado débil.
Hay que ser un idiota para decir que Yoani Sánchez en una especie de herramienta creada por la CIA y el imperialismo para lavar dinero. Pero no es solo un idiota el que lo dice, sino quien lo escucha sin sentir que ofenden su inteligencia.
Los órganos represivos del Estado cubano no le temen a la opinión pública internacional, y la dirección del Partido y el Gobierno menos. Su objetivo es crear una atmósfera de miedo interno que evite que los cubanos sepan que ellos son tan débiles como los elefantes de Aníbal.
Las nuevas medidas de apertura informática son una cortina de humo. El acceso a la telefonía móvil es una ilusión, y las medidas económicas son tan falsas como la misma revolución.
¿Dónde se ha visto que el acceso a Internet sea tan costoso que para usar una hora de mala conexión haya que gastar todo el ingreso de un trabajador al mes? A nadie hay que explicarle que la red en Cuba es interna, monitoreada y exclusiva ¿A eso se le puede llamar apertura informática?
El acceso a la telefonía móvil es peor aun. Los cubanos usan sus teléfonos celulares para muchos objetivos, pero ninguno tiene que ver con la comunicación; los usan como linternas en clubes nocturnos, para la especulación, para jugar y para entretenerse, para todo, menos para hablar. Porque es imposible usar un medio de comunicación tan costoso.
Ahora, la apertura más controversial y polémica es la económica. El Gobierno cubano le ha hecho creer al pueblo que la apertura económica iniciada en el 2010 traerá progreso a la población, y hasta los curas se tragan ese cuento aconsejando a los ciudadanos que se van a tener que adaptar a los nuevos ricos. Los términos impositivos reglamentados por el ministerio de rentas internas hacen imposible que ningún cubano pueda llegar a tener solvencia económica, y mucho menos ser rico; esto agravado con la mala calidad empresarial, no deja espacios para la duda. El régimen ha establecido una apertura famélica en el mercado minoritario pero, ¿Quién ha visto un mercado minoritario sin el apoyo del mayorista? La gestión empresarial no es nada sin la cadena Fabrica-distribución-minorista, esa es la base de cualquier economía de mercado, sin ello todo es mentira. El Gobierno lo sabe pero deja que el pueblo se trague esa pelota peluda. La apertura comercial en Cuba no es otra cosa que la necesidad del Gobierno de controlar también el mercado negro. La economía de mercado siempre ha existido en la isla, la diferencia es que antes era subterránea, informal y mucho más efectiva, pero sobre todo, sin control; ahora no, después de la apertura del general Raúl Castro el Gobierno va ha tener la posibilidad de controlar un mercado paralelo que antes estaba dejando perdidas al Estado. En la economía paralela se movía, antes de la apertura raulista, mucha divisa que no controlaba el Estado; mucho dinero circulaba de Miami a La Habana y viceversa, era un ciclo que se estaba haciendo muy difícil controlar, la mejor manera de parar el reciclaje era controlando el mercado, y eso es lo que ha hecho muy hábilmente el Gobierno cubano. ¿Cómo llega a la cadena minoritaria independiente cubana la mercancía necesaria para funcionar correctamente? De la misma manera que llegaba anteriormente al mercado negro.
Aquellos años en que todos los días festivos revolucionarios exhibían en la Plaza de la revolución los cañones, las tropas, los tanques, los aviones y cuanta armas tenían pasaron a la historia, porque con aquellas amenazas inocularon en el alma de cada cubano la dosis de miedo necesaria para fabricar una gran maquinaria diabólica a la que todos los ciudadanos temen, deja que al pueblo le de por empujarla, se van a dar cuenta que ese enorme elefante negro es de cartón, sino que le pregunten a Coral negro.

tomado de
http://nuevoaccion.blogspot.com

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