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martes, 22 de febrero de 2011

Gadafi busca donde refugiarse



Por Ludmila Vinogradoff
Al coronel libio Muamar Gadafi no le ha quedado otra que decir "no dejaré esta tierra. Moriré como un mártir" después que se le cerraron las puertas primero en los países árabes y luego en casa de su amigo venezolano, Hugo Chávez, tras la sangrienta revuelta que se ha saldado con 300 muertos.

Entre el domingo y lunes de esta semana las versiones de que había huido a Venezuela eran muy fuertes dada la estrecha amistad entre los dos mandatarios.

Lo que no puede negar Gadafi es que ha buscado y aún busca desesperadamente dónde refugiarse, aunque en su última aparición televisada diga "estoy en Trípoli, no en Venezuela, como afirman esos perros de la televisión".

La ola de revueltas que ocurren en el norte de Africa y el Oriente Próximo desde hace un mes y que se han saldado con las caídas de autócratas como el tunecino Ben Alí y el egipcio Hosni Mubarak, se ha ampliado a Libia y otros países árabes.

Gadafi sería el tercer líder árabe a punto de sucumbir, aunque esté dando sus patadas de ahogado y se resista a ser derrotado. Si hubiera estado en Venezuela este fin de semana tal vez podría decir que no ha sido responsable de la matanza de manifestantes. Pero al estar en Trípoli lo hace directamente culpable de la matanza.

Sus manos manchadas de sangre, de 300 manifestantes libios, que los califica de "cucarachas", han sido bombardeados a sangre fría, no tiene perdón de Alá. Pero saca el librito verde (la constitución de Libia) y afirma: "bajo nuestra ley, los que protestan, merecen la muerte".

En el 2000 cuando Chávez visitó por primera vez a Libia se quedó fascinado con el librito verde de Gadafi, el socialismo libio, al igual que el librito "rojo" del chino Mao. De ahí que haya mandado a imprimir el librito azul de la nueva Constitución venezolana y luego el librito "rojo" de la fallida constitución socialista en el 2007, que ahora intenta imponer a la fuerza.

Chávez y Gadafi han mantenido una estrecha amistad y hubo intentos de que viniera a Venezuela, según fuentes allegadas, luego que los jeques de Arabia Saudita le dieran la espalda porque ya tenían suficiente con el tunecino Ben Alí y el egipcio Mubarak.

El tercero de los árabes en caer buscó a su amigo el venezolano, pero Caracas consideró que no era conveniente darle la salvoconducto al libio porque podría salpicarle de manera fatal. Los astrólogos lo han anunciado. Y en guerra avisada no matan soldado.

Las autoridades venezolanas le habrían dicho que era difícil mantener en secreto su presencia en el país.

Gadafi hubiera podido arrastrar a Chávez en su caída si se hubiera refugiado en su "Jaima" que le regaló hace año y medio en la isla de Margarita. Aún la tiene lista para alojar a su antiguo dueño. La tienda de campaña, decorada con camellos y flores verdes, fue un regalo a Chávez cambio de la espada de Bolívar y la orden del Libertador, un collar de oro salpicado en piedras preciosas.

Con esas manos manchadas de sangre es difícil que alguien quiera refugiar al incómodo de Gadafi. La oposición venezolana ya lo declaró "persona non grata" por si se le ocurre insistir en el asilo.

Gadafi busca donde refugiarse - Ludmila Vinogradoff - corresponsales de abc

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