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miércoles, 23 de febrero de 2011

La Unión Europea teme una avalancha de refugiados libios en sus costas.

P.Rubalcaba, con el ministro del Interior griego, Christos Papoutsis

"El ministro de Exteriores, Frattini, habla de “exodo bíblico” y Rubalcaba cree que el problema afecta a toda Europa"

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES / CORRESPONSAL EN ROMA

Día 23/02/2011 - 19.51h
El ministro de Exteriores, Frattini, habla de “exodo bíblico” y Rubalcaba cree que el problema afecta a toda Europa
ÁNGEL GÓMEZ FUENTES / CORRESPONSAL EN ROMA
Día 23/02/2011 - 19.51h1 comentarios
AF
“España no puede olvidar que Italia es, como le sucede a nuestro país, la puerta de Europa. Por tanto, tenemos que dejar muy claro al resto de los países de la Unión Europea que estos ciudadanos norteafricanos no vienen a Italia, sino que vienen a Europa”, ha declarado el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, antes de mantener un encuentro bilateral en Roma con el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni. Posteriormente, se ha reunido en sesión plenaria con los ministros de Interior de Francia, Grecia, Malta y Chipre, que precede a la que tendrán mañana en Bruselas para establecer una estrategia común frente a los flujos migratorios tras las revueltas que se están produciendo en algunos países árabes.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha precisado los puntos fundamentales que serán tratados y cuál debe ser esa estrategia: “En primer lugar, apoyo a los pueblos que luchan por su libertad. Segundo: Europa debe ser una tierra de asilo y de acogida de refugiados que salen de sus países huyendo de la represión policial o de la tortura. Tercero: debemos enviar un mensaje inequívoco a las mafias de que no vamos a dejar que se aprovechen de esta situación sus siniestros negocios de tráfico de seres humanos. Y por último, apoyo a Italia, que vive una situación difícil porque es en estos momentos la puerta directa a Europa”.

El temor de Italia
Italia se moviliza tanto internamente como a nivel europeo, para hacer frente a la crisis de la inmigración. El Gobierno italiano teme que a sus costas lleguen 300.000 norteafricanos, especialmente libios, según declara el ministro de exteriores Franco Frattini. “Nos espera un éxodo bíblico”, afirma Fratini. Precisa el ministro que un tercio de la población que vive en Libia procede de países subsaharianos, es decir, son dos millones y medios de personas, los más expuestos a quedarse sin trabajo y sin recursos, dispuestos a embarcarse a cualquier precio para llegar a Italia.

A pesar de que Italia es el país europeo con más lazos con Libia, el ministro Frattini reconoce que existe un profundo desconocimiento ante la evolución que pueden tener los acontecimientos en Libia: El problema con Libia es que aparte de Gadafi, no conocemos a ninguna otra personalidad. Ningun político o partido. Y ahora nos es imposible imaginar un futuro, después de él. La enigmática naturaleza de este país nos impide hacer razonamientos análogos a los que hemos hecho con los otros países del Magreb también implicados en revueltas. Nos lo impide a nosotros, así como a los demás países considerados por Libia amigos: España, Portugal, Malta, Chipre.”

El ministro del Interior, Roberto Maroni, habla de escenario apocalíptico, que Italia no puede afrontar sola: “Si permanecemos aislados –dice Maroni–, no estamos en condiciones de afrontar la crisis. Europa no puede quedarse parada ante esta emergencia gravísima. Para Maroni, se trata de un grave problema político y como tal debe ser afrontado por toda Europa. La misma línea sostiene el ministro de Economía, Giulio Tremonti, quien refiriéndose a la crisis libia, advierte de las consecuencias desastrosas que puede tener para los grandes grupos industriales, italianos y extranjeros, así como para las bolsas de todo el mundo. “Se debe analizar globalmente la situación –añade Tremonti–, valorando también las maniobras especulativas que ciertamente están teniendo un peso muy consistente”. La inquietud del mundo economico italiano es grande. La presidenta de Confindustria, Emma Marcegaglia, ha pedido al Gobierno que “adopte una posición de firmeza en la defensa de los intereses italianos. Exportamos a Libia –subraya Marcegaglia– 2.500 millones de euros e importamos 10.000 millones de euros”.

Bases italianas en alerta
Mientras Italia confirma el estado de alerta en todas sus bases, el Gobierno ha enviado tres naves militares con el objetivo de interceptar embarcaciones cargadas de inmigrantes en aguas internacionales.

El Gobierno italiano está poniendo en alerta a las autoridades de Sicilia para hacer un censo de las estructuras disponibles, tanto hoteles, albergues, residencias y centros religiosos, para la acogida de inmigrantes. Los entes locales y ministerios afectados se preparan con la mente puesta en el peor de los escenarios posible, es decir, que se supere la cifra de 300.000 inmigrantes.

Los organismos internacionales también lanzan la voz de alarma. Naciones Unidas teme un “éxodo significativo” de libios que huyen de la represión. Sybella Wilkes, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha declarado que “hasta el momento no hemos visto un éxodo enorme, pero estamos muy preocupados por los informes que estamos recibiendo sobre la violencia generalizada y la persecución a personas específicas, lo que podría provocar un éxodo significativo”.

La ONU pide a los países del entorno de Libia y a los europeos que acojasn a los refugiados. Las fronteras de Túnez y Egipto serían las vías de escape principales. ACNUR, agencia de la ONU, elabora planes ante una posible emergencia humanitaria.
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