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miércoles, 22 de mayo de 2013

Rosa María Payá.Discurso pronunciado ante el Grupo Popular del Parlamento Europeo el 26 de marzo de 2013

Nuestro Fin es la democracia
Los cubanos no queremos este Cambio Fraude que viene acompañado del aumento de la represión contra los activistas de derechos humanos, que hoy son encarcelados, intimidados, golpeados y amenazados por su labor pacífica dentro de la isla.
Sr. Presidente Wilfred Martens, Sr. Secretario General Antonio López Istúriz, queridos amigos del Grupo Popular Europeo,
En mi país se viven momentos de incertidumbre e inestabilidad. Momentos que parecen el umbral de otra época.
El Gobierno Cubano ha puesto marcha una serie de reformas con la pretensión de mostrar una imagen de apertura que no es real, pues los cubanos seguimos viviendo sin derechos y bajo la opresión.
Al mismo tiempo, el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) junto a otras organizaciones de la oposición recogen miles de firmas en condiciones de represión para que la ley cambie y se garanticen derechos como el acceso libre a internet, el reconocimiento de los derechos ciudadanos de los exiliados y de su hijos, la libre movilidad dentro de la isla para que ningún cubano pueda ser llamado ilegal en su propio país y frenar las deportaciones nacionales.
Este proyecto, llamado Proyecto Heredia (PH) o Ley de Reencuentro Nacional también legisla sobre el derecho a entrar y salir libremente del país, sin condicionamientos discriminatorios como los que la nueva reforma migratoria impone para la obtención del pasaporte. (Esta propuesta fue entregada a la Asamblea Nacional en el 2007 junto con el anuncio de que se empezaría una recogida de firmas, coincidentemente el Gobierno ha hecho, a partir del 2008, reformas en la ley en los mismos puntos que el PH pide, pero sin garantizar los derechos que allí se demandan (la entrada a los hoteles y el acceso a la telefonía celular son exigencias del PH, junto al acceso a internet))
Más de 25 mil cubanos están demandando cambios en las leyes que garanticen la libertad de expresión, la libertad de asociación, las elecciones libres, la liberación de los prisioneros políticos pacíficos y la posibilidad de emprender y poseer empresas privadas. El gobierno Cubano viola su propia Constitución desde hace más de diez años, negándose a responder al llamado de sus ciudadanos, mientras intentan llegar a tratados económicos con Europa e incluso con Estados Unidos.
Pero ningún acuerdo económico será un paso hacia la prosperidad ni de mi pueblo ni de los inversores sino viene acompañado del reconocimiento de los derechos y de la autogestión de los cubanos.
SS Juan Pablo II, en su histórica visita a mi país en 1998, pedía que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Mas el primer paso debe ser que Cuba se abra a los cubanos.
Nosotros luchamos dentro y fuera de la isla por una transición verdadera y pacífica que conduzca a la democracia. Este es el objetivo del Camino del Pueblo, que ofrece una visión del proceso de transición. Cuyo primer paso es el reconocimiento delos derechos fundamentales que luego permitan un diálogo inclusivo y participativo, también con el Gobierno Cubano, pero sobre la base de la igualdad y la reconciliación. Para poder decidir y definir el futuro de nuestro país y realizar elecciones libres.
Esta iniciativa del camino del Pueblo es apoyada y sustentada por la mayor parte del Movimiento Democrático Cubano y por muchos ciudadanos y por otros que comienzan a conocerlo. Es la respuesta al Cambio Fraude que el Gobierno y algunos de sus cómplices pretenden vender para mantener el poder absoluto los unos y obtener o mantener algunos privilegios los otros, pero negando al pueblo cubano la libertad, cerrándole su futuro.
Nuestro llamado no es contra un acuerdo económico, pero este acuerdo no puede darse por encima de los derechos y la libertad de los cubanos. Nuestro llamado es a condicionar este acuerdo al respeto a los derechos humanos y a la participación de los cubanos en la vida económica, política y social de su país. Pero este condicionamiento debe ser efectivo y medible o no será real.
La Posición Común exige respeto a los derechos humanos, ese respeto solo puede ser medido con el cumplimiento de las demandas del pueblo cubano. Esperamos que cualquier acuerdo con la Unión Europea, incluya la obligación de la realización del Plebiscito del Proyecto Varela, que exigen legalmente miles de personas dentro de Cuba. Cualquier proceso de negociación con la Unión Europea mediante un diálogo respetuoso esperamos que tenga en cuenta las demandas del Camino del Pueblo.
Sólo así serán reales los postulados de la Posición Común, solo así se estará ayudando a la democratización y la prosperidad de mi país. Sólo así podremos constatar ese respeto a los derechos humanos que se encuentran en la base de la Unión Europea y que Europa decidió exigir al mundo y firmemente a Cuba con la Posición Común.
Lo contrario, acuerdos económicos que no contengan las condiciones que está demandando el pueblo cubano, con la realización del Plebiscito del Proyecto Varela y los reclamos del Camino del Pueblo (que son necesidades elementales comunes a todos los cubanos). Con un acuerdo bilateral que no exija estas demandas populares, Europa estará ayudando a condenar a los cubanos a la falsa transición que el Gobierno pretende efectuar.
Los cubanos no queremos este Cambio Fraude que viene acompañado del aumento de la represión contra los activistas de derechos humanos, que hoy son encarcelados, intimidados, golpeados y amenazados por su labor pacífica dentro de la isla.
Mi padre y Harold Cepero dedicaron sus vidas por la causa de la libertad. Hemos confirmado que sus muertes no fueron consecuencia de un accidente, no tenemos una versión de lo ocurrido, pero los he hechos confirmados demuestran que el auto en que viajaban fue intencionalmente golpeado por otro auto y los extranjeros que acompañaban a mi padre fueron forzosamente sacados del lugar.
Esperamos su apoyo para que este Parlamento implemente, o al menos exija la implementación, de una comisión de investigación internacional que aclare lo ocurrido. Una declaración será presentada con este fin y esperamos la respalden en coherencia.
Mi familia, el MCL, el pueblo cubano y los amigos de Harold y de mi padre entre los que se encuentran muchos de ustedes, tenemos derecho a saber. La verdad es esencial para el proceso de reconciliación que la transición democrática en mi país requiere.
Esta investigación debe acompañarse de un llamado de atención sobre la violencia que ejerce la seguridad del estado del Gobierno Cubano contra los miembros de la oposición pacífica. Hablo de las golpizas y las detenciones arbitrarias que sufren los miembros de nuestro movimiento, las Damas de Blanco, los periodistas independientes y muchos otros opositores. Pero hablo también y con especial preocupación de las intimidaciones y amenazas directas de muerte que se ejercen contra mi familia en la Habana que ha recibido llamadas telefónicas de la Seguridad del Estado diciendo: “te vamos a matar”.
Son las mismas amenazas que recibía mi padre. El desafió la cultura del miedo y diseñó muchas de las herramientas populares que hoy se erigen como la alternativa al Cabio Fraude y a un gobierno que ya no tiene nada que ofrecer. Él nos invita a no albergar odio en nuestro corazón pero a no dejarnos dominar por el miedo. Este Parlamento le reconoció hace 11 años con el Premio Sajarov a la libertad de conciencia y en ese momento reconoció la lucha del pueblo cubano por sus derechos (y la justeza y la legalidad del Proyecto Varela).
Esa lucha no termina, nos cuesta dolor y sufrimientos, pero también seguimos encontrando razones para la esperanza. Recuerdo que ante este Parlamento mi padre expresó: “Las dictaduras no son de derecha ni de izquierda, son, simplemente, dictaduras.”
Este parlamento tiene de nuevo la oportunidad de reconocer el trabajo de mi padre y de contribuir a la lucha de mi pueblo por superar esta dictadura. Puede hacerlo apoyando una investigación independiente, protegiendo a los activistas democráticos y apoyando las demandas plebiscito y de cambios apoyadas por el pueblo.
Los cubanos seguiremos trabajando por para vivir en libertad, para construir entre todos con amor, el futuro de prosperidad que queremos para nuestra familias y nuestro pueblo. Esperamos la solidaridad delos países democráticos en nuestro empeño. Pero nuestro camino será, en cualquier modo, un camino de esperanza y nuestros objetivos no serán pervertidos. Nuestro fin es la democracia y la otra época será la de la Liberación.
http://www.intereconomia.com/blog/y-ahora-libertad/nuestro-democracia-20130521 

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