Foto: exiliados cubanos apoyando a la dictadura en una manifestación en el exilio.
El exilio cubano
Una incompleta mirada a los que viven fuera de la Isla.
Por: José E. Valladares Díaz.
Me llama demasiado la atención lo que ocurre en Canadá y lo mismo pasa en Los Estados Unidos de Norteamérica y supongo que sea igual en otros países, donde muchos integrantes de la diáspora cubana, han encontrado refugio, cuando logran salir del cerco de opresión establecido por la dictadura de los hermanos Castros alrededor de la isla. Lo he visto con mis propios ojos, lo he leído en no pocas declaraciones juradas y lo he escuchado en las vistas orales hechas por las autoridades migratorias de los dos colosos del norte y por eso el supongo, que debe ser lo mismo en España, Francia, México, Portugal y hasta en las tierras de Burundi. El cubano que llega a todas estas naciones lo hace escapando de las privaciones económicas, de la inexplicable y férrea represión y de las restricciones para expresarse con libertad o desarrollarse como mejor pueda. El 93% afirma ser un perseguido político en la isla del Caribe, una persona a la que la dictadura le hacía la vida un yogur y el porvenir una croqueta. Hablan de encierros en lóbregas mazmorras, de torturas físicas y psicológicas, de acosos a sus familiares y de pasada, como si no importara mucho, de las privaciones económicas y sentados babeantes ante las autoridades migratorias, intentan adivinar si sus leyendas de luchadores por la libertad han sido creídas o no, porque interiormente ellos saben que lo importante es obtener una tarjeta de residente permanente, que les permita más tarde, luego de cumplir los años reglamentados, obtener un acta de ciudadanía y así vivir en la nación escogida sin el temor a ser deportados y con los mismos derechos y deberes de todos los ciudadanos. No existe nada malo hasta aquí, lo vergonzante viene después, ya siendo un residente o un ciudadano, muchos de ellos lo primero que hacen es obtener su pasaporte cubano y solicitar que le estampen una visa de entrada a la misma isla, de la que salieron huyendo como ratas que escapan del buque carcomido, que se hunde tragado por las olas de un encrespado mar. Muy pronto se olvidan de las ficticias mazmorras, de las torturas, de las persecuciones familiares y de sus supuestas luchas en contra de la dictadura, poseen la excusa: que su familia necesita ayuda y la sangre pesa más que el agua. Hasta aquí tampoco es tan malo. Lo bochornoso viene después y lo hace por dos caminos distintos, pero convergentes en un mismo punto y es que se convierten en defensores del castrismo en unas tierras libres, hacen coros cantadores de loas a la inteligencia y valentía del Comandante en Jefe y lo hacen frente a cubanos que lo han dado todo por conseguir la verdadera y definitiva libertad de Cuba.
Fundan instituciones que persiguen como únicos fines aglutinar a otros como ellos y de manera abierta o solapada las ponen al servicio del castrismo y si uno es tan iluso que les reclama por sus aberrantes posiciones, entonces recurren al cuento mil veces repetido: « que la sangre pesa más que el agua » o pretenden dar lecciones de las versiones libre de la historia enseñadas por cincuenta años en los centros educacionales del país: « Batista era muy malo y en Cuba la educación y la salud son gratuitas », pura paparruchadas de cobardes arribistas, que toman las banderas del exilio decente para conseguir sus objetivos y luego se revuelven contra ese mismo exilio.
Nunca predicaremos doctrinas revanchistas que nos entierren más aun en el odio y las subestimaciones personales, eso ya lo vivimos en Cuba por muchos años, pero lo que si siempre estaremos dispuestos a denunciar es a quienes van a la isla en la que dicen que no podían vivir y es verdad, no tenían el valor para hacerlo como uno más del pueblo, a ver a sus familiares y de paso restregarles a los cubanos de a pie, sus supuestas o ciertas posiciones descollantes económicamente en países extranjeros. Solo hay dos tipos de exiliados y otro derivados de esos dos principales: El refugiado económico o el exiliado político, quienes estén en el primer grupo que lo reconozcan cuando son entrevistados por los agentes de inmigración del país escogido por ellos para vivir y si consiguen la residencia, al menos que tengan el decoro de callar ante quienes luchan contra el castrismo. Luego vienen los que dejaron a Cuba por amor a un extranjero o extranjera, esos no son ni económicos ni políticos, al menos en sus contratos matrimoniales no se mencionan esos puntos, a mí en lo particular no me molesta que defiendan al castrismo o lo odien, sus horizontes políticos están subordinados al amor, que tal vez sea el único atributo moral que pese tanto como la palabra Patria.
La mayor virtud o defecto del cubano es su mala memoria y casi generalizo en esta afirmación y pueden creerme que yo la he padecido muchas veces, pero eso no es óbice que me impida ver las realidades cotidianas de nuestro exilio. En los últimos años, hasta los hemos puesto en las páginas de nuestra revista, han llegado a la capital del exilio cubano no pocas personalidades del régimen castrista, que huyen de las injusticias del sistema implantado en la isla y la diáspora cubana, con esa facilidad criolla para el olvido, les abre los brazos como si fueran verdaderos héroes y no son más que un buen bando de arribistas y muchos traidores por partida doble, primero traicionaron a su pueblo cuando servían al tirano y ahora traicionan al dictador pretendiendo aliarse a los que siempre fueron sus enemigos
Me da tristeza y furia un Arturo Sandoval que lloraba como una plañidera ante las autoridades migratorias de USA, para obtener su ciudadanía, que le fue negada por haber militado en las filas del Partido Comunista Cubano y alegaba que: « esa militancia la obtuvo obligado por el gobierno ». Los que conocemos el sistema sabemos que eso es mentira. A nadie lo obligan a ser militante del partido. Si sabemos que cuando se es militante se gozan de mayores ventajas, ventajas de todo tipo y sobre todo la de aquellos que quieren hacer una excelente carrera profesional. Pero eso tiene un costo y lo quieras o no tienes que ser parte de la maquinaria trituradora de aquellos que no son militantes, las ordenes son dadas y las tienes que cumplir porque si no las cumples te trituran a ti. Si Arturo a muchos habrás tenido que destruir desde dentro del núcleo de militantes del ICRT, ese cuento el único que lo creyó fue Andy García, que te hizo una peliculita donde quiere presentarte como un ferviente luchador contra el castrismo.
Lo mismo sucede con el general Del Pino, un Padilla, con los ex escoltas de Fidel, con otros como ellos que mamaron las mieles de una dictadura con sus servilismo y temerosos ante una caída del sistema o las pérdidas de sus prebendas materiales, pusieron mar de por medio y vinieron a refugiarse dentro de la llamada mafia contrarrevolucionaria. Nadie en Cuba llega a general, o a escolta del número uno, sino tiene una trayectoria saturada de hputadas. No me molesta que sean acogidos con los brazos abiertos por mis compatriotas, todo lo contrario, me alegro que sea así y que tengan la oportunidad de rectificar sus conductas, lo que si es indigno es que ahora pretendan ser más anticastristas que nadie y quieran dictar cátedras de patriotismo dentro del exilio. No dudo que Felipe Pérez Roque y Carlos Lage un buen día se aparezcan en Miami como exiliados políticos y ese mismo exilio al que tanto daño hicieron, les dé una bienvenida triunfal y veremos a los perros defenestrados por el dictador dando charlas y concediendo entrevistas en los medios de difusiones masivas y pasen a integrar la parte rosa del exilio, esa donde vegetan los que vivieron muy bien la isla oprimida y continúan haciéndolo en tierras de democracia.
para seguir la rumba de Tumiami blog
ResponderEliminarDoce frases castrogenéticas del exilio
1- No se equivoque, usted no sabe con quien está hablando.
2- ¿Usted conto con los jefes de la disidencia o el blog genial de la yoani?
3- Aquí lo hay que tener las orientaciones bien claras y buscar consenso
4- Vamos a ver si suspendemos los anonimos de pasillo .
5- Ciudadano, eso es hacerle el juego a la propagandismo infantil, y al protagonismo de los otros.
6- No nos damos cuenta, pero es así, o yo lo digo o todo el mundo es malo.
7- Eso, compañero, se llama "disidente" diversionista ideológico.
8- Así que si tiene algo que decir diríjase a los blogueros con puesto en la disidencia.
9- Lo que dijo habrá que analizarlo con las instancias superiores, llevarlo a votacion y despues veremos como criticar la movilizacion.
10- La última palabra la tiene el que mas mienta.
11- ¡Cubanos de por ahi, oportunistas, gente de esquina, kitsch!
12- Eso vino de un grupusculo de blogueros y no lo hacemos pues no contaron conmigo para pensarlo..