fotografía tomada por Carlos Serpa Maceira, periodista independiente.
El mundo es ciego y sordo a nuestros reclamos. Por eso sigo pensando que los problemaqs de Cuba los tenemos que resolver nosotros: los cubanos.
Si los casi tres millones que andamos regados por el mundo como exiliados, nos hubiéramos quedado en nuestra patria y nos hubiéramos unidos por la libertad de Cuba, las cosas serian diferentes.
Le fallamos a la Brigada 2506 cuando desembarcaron en Playa Girón, le fallamos a los alzados del Escambray y le seguimos fallando a los que arriesgándolo todo, se oponen enérgicamente, al macabro sistema y a su cúpula gobernante.
Los que estamos acá prácticamente perdimos la batalla, porque al salir de Cuba nos robaron nuestros derechos ciudadanos como cubanos, y cualquier cosa que hagamos o digamos nos califican como vendidos a los intereses de este país. Otra gran mentira porque lo menos que le interesa a Estados Unidos es acabar con la dictadura castrista.
La mayoría de los que están allá, no quieren buscarse problemas o están demasiado ocupados en resolver el mendrugo de pan del día a día.
Y mientras seguimos maniatados, indiferentes o enajenados, un grupo de cubanos dignos están sufriendo los horrores de la prisión.
Y el pueblo, por órdenes superiores, seguirá amarrándose el cinturón, para aguantar los apagones, para soportar la hambruna que los voceros del régimen están anunciando amparados en la crisis económica internacional, y sobre todo, ajustandose hasta el último hueco para seguir esperando lo que nunca llegará mientras estemos con los brazos cruzados.
Esperanza E. Serrano
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