A veces...
A veces quisiera perderme en la selva,
vagar entre ramas y dormirme en un río.
A veces quisiera perderme
más allá de mis manos,
más allá de mi cuerpo,
más allá de mí misma,
más allá de ti, y de todos...
En días aciagos de dolor y de angustias,
de esperanzas perdidas y de ilusiones idas,
me pierdo en mi misma, navegando por dentro,
como un barco a la deriva... a la merced del viento.
A veces la olas me llevan a un abismo
y no encuentro la brújula para enderezar mi rumbo.
Cuando creo cerca la inevitable caída,
Cuando creo que todo está perdido,
entonces, recobro el equilibrio y logro,
después del sufrimiento,
enderezar mi camino.
Pero con todo y eso, hay días de desvelo,
en los que siento rabia y no encuentro consuelo.
Son días en que el odio se acuesta
aquí, a mi lado, oprimiéndome el pecho,
robándome el aire, y todo lo veo deshecho.
Es como si sintiera la pena de quien ara
en el mar un día,y otro día, inútilmente...
Como si la vida no fuera otra cosa
que este constante vivir y morir de una rosa.
que se ha quedado sola,
con su efímera existencia,
abandona a su suerte,
en un vaso olvidado
al cerrarse la puerta.
A veces el tiempo me conmueve,
solidario con mis penas,
y me regala las horas,
y la calma me vuelve,
para bien de mí misma..
Y ya no estoy tan sola
porque veo al amor
florecer en las ramas,
en el nido, en las rosas,
en la música del aire,
en la soledad de las rocas,
en las profundidades de los mares azules...
¡Y en el brillo de tus ojos ardientes...!
Esperanza E. Serrano
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