Quizás, como el padre Félix Varela, Oswaldo Payá Sardiñas fue, más que otra cosa, un
formador de líderes. Por lo que no es fortuito que el Movimiento
Cristiano Liberación emprendiera la acción civilista más importante del
último cuarto del siglo XX en Cuba, bajo la denominación de “Proyecto
Varela”.
Independientemente
de las más de 20 000 firmas acumuladas entre la población para
solicitar un plebiscito, Payá Sardiñas supo articular un movimiento
coherente que abarcó toda la nación y atrajo a la mayor parte de los
líderes disidentes de ese momento.
Pero
más importante fue la cátedra política y ética que ejerció sobre sus
seguidores para darle a su ideario una raigambre que lo ha trascendido.
Desde
la moralidad, la concordia, la confluencia de principios más que de
tendencias y la vocación democrática, Paya Sardiñas eligió y educó a los
continuadores de su pensamiento con el esmero del orfebre minucioso.
Rosa
María Payá, Regis Iglesias, Antonio Díaz Sánchez, entre una larga lista
de discípulos adelantados, forman hoy la columna vertebral del
movimiento, sin apartarse un ápice del origen de la agrupación
disidente.
Es la hora de los jóvenes y Oswaldo Payá Sardiñas los preparó de antemano y con su visión de adelantado para esta hora.
Quienes
lideran hoy el Movimiento Cristiano Liberación, tanto dentro como fuera
de la isla, no son unos advenedizos ni unos improvisados. Se fraguaron
en el fragor del activismo junto al líder/maestro y son hijos
directos de un pensamiento armónico, una plataforma sensata y un
accionar equilibrado que bebieron de la fuente primigenia. Son los
herederos de un ansia de libertad y de derechos inculcada desde la
nobleza, la limpieza y la sagacidad.
Fui
a la conferencia de prensa que ayer viernes, 12 de abril, propiciara el
Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de
Miami para que Rosa María Payá le hablara a esta parte de la nación
desgajada de la isla, y aquella visión favorable que Rosa María despertó
en mí desde sus primeras apariciones públicas, se convirtió en certeza
de que ella es la mejor heredera del legado de Oswaldo.
“Ninguna
muerte es necesaria”, respondió Rosa María Payá cuando un periodista le
preguntara si había sido necesario que Oswaldo muriera para que su
pensamiento, que fue y sigue siendo atacado por algunos sectores, se
valorara en su justa dimensión. Y con ello demostró, y en mí ratificó, la
dirección hacia la luz y hacia la vida que impulsa al Movimiento
Cristiano Liberación en su camino hacia la reconciliación nacional.
Tanto la pregunta como la respuesta me retrotrajeron a los días angustiosos en que, por desconocimiento, incomprensión o banal
protagonismo, Oswaldo, sin queja y sin rencores, padecía la soledad de
los grandes. “Cual un monstruo de crímenes cargado, todo el que lleva
luz se queda solo” pensé recordando al mejor de los discípulos de Varela
y puse mi atención en el legado político conque Oswaldo armó a su hija.
La escuché sin la unción de un feligrés pero con la cautela de un
investigador de laboratorio.
Delante
de mí había una mujer muy joven pero una política muy madura.
Moderación, aplomo, firmeza, confianza, sabiduría emanaban de ella. Hubo
preguntas escabrosas, capciosas, cómplices y hasta oportunistas, pero
ninguna logró sorprenderla, sobresaltarla, descarrilarla. Una leve
sonrisa y unos segundos para organizar el pensamiento y elegir las
palabras más sencilla conque se explica lo más complejo, le bastaban
para satisfacer al interpelante y, en muchas ocasiones, arrancar
aplausos de quienes, desde un silencio respetuoso y hambriento de
respuestas sin imposturas, la escuchaban.
Oírla,
sin necesidad de intérpretes ni analistas, me obligó a compararla,
aunque todas las comparaciones me resulten odiosas, pero sabiendo que la
analogía es la base del entendimiento y el conocimiento. La comparé. No
lo niego. Pero la comparé con un parangón a su altura. La comparé con
su padre biológico, espiritual y político. La comparé con Oswaldo Payá
Sardiñas y, en resumen, concluí que era una versión ampliada, corregida y
sin erratas de su padre. Y eso me hizo sonreír ante la frase cursi que
callé frente al poeta Regís Iglesia, pero que ahora digo: en Cuba, con
ella, habrá otra primavera desbordada de Rosas.
http://tintainfelizmierdaflorida.blogspot.com/2013/04/rosa-maria-la-compare-no-lo-niego.html
Cuba Independiente y Democrática: Carta de Huber Matos a Rosa María Payá

Estimada
compatriota, desde que llegó a tierras de libertad hemos visto con
admiración como cada declaración suya ha sido puntual, efectiva y
consistente. Con ellas ha honrado la memoria de su admirable padre, ha
elevado la estatura política del Movimiento Cristiano de Liberación y ha
servido a la causa de la libertad y la democracia de nuestro país.
Rosa María, usted ha ganado la simpatía del exilio cubano y de millones
de personas en el mundo.
Estamos viviendo momentos cruciales y
en el contexto en que se debate el castrismo y sus cómplices externos,
su viaje no podía haber sido más oportuno. La dictadura enfrenta un creciente descontento popular, una infatigable oposición y el descrédito internacional. Con
maniobras desesperadas trata de lograr que, si no se levanta el embargo
de los Estados Unidos, por lo menos el gobierno de Obama le permita a
los ciudadanos estadounidenses viajar como turistas a Cuba. Los miles
de millones de dólares que captaría la tiranía por el ingreso de
turistas de este país les ayudaría a continuar imponiendo un régimen de
fuerza e injusticia en nuestra patria, en lugar de obligarlos a una
transición auténticamente democrática.
Ante estas circunstancias y
en respuesta a sus declaraciones en Miami pidiendo la solidaridad y
unión del exilio cubano para apoyar la investigación internacional sobre
la muerte de su padre y del compatriota Harold Cepero, quiero hacerle
saber que Cuba Independiente y Democrática (CID) respalda su propuesta
incondicionalmente. Estamos dispuestos a firmar un documento de unidad
para este propósito y pueden contar con nuestros esfuerzos dentro y
fuera de Cuba.
Si por diferentes razones la unidad de los cubanos
ha sido un objetivo elusivo, la unidad a favor de una investigación
internacional como la planteada por ustedes es un paso que ningún
demócrata cubano puede eludir o rechazar. Creemos que ningún demócrata
del mundo puede esquivar un asunto tan grave, tan imparcial y tan
importante.
En consecuencia, empecemos por el principio e
insistir en la verdad de lo sucedido a dos patriotas que ya no están con
nosotros pero cuyo sacrificio, unido al de muchos otros, nos obliga a
que sumemos esfuerzos para que se exponga la mentira y el cinismo conque
el régimen ha manejado esta tragedia.
Atentamente,

Huber Matos B.
Secretario General
Cuba Independiente y Democrática (CID)
Miami, abril 12 de 2013