Maduro ahora denuncia que lo quieren envenenar
El presidente de Venezuela afirma que su
par de Colombia, Juan Manuel Santos, participa de un plan para
inocularle una enfermedad y derrocarlo.
CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,
anunció que evaluará todas las relaciones con el gobierno de Colombia y
denunció complicidad de Bogotá en un plan armado para derrocarlo e
inocularle una enfermedad, tras el encuentro que el presidente Juan Manuel Santos sostuvo con el líder de la oposición, Henrique Capriles.
Maduro
dijo que su par colombiano le metió "una puñalada" a Venezuela al
recibir en una reunión privada a Capriles, y que lamenta "que el
presidente Santos le haya lavado la cara a la derecha fascista
venezolana".
Agregó que Capriles fue a dar su
visto bueno a un plan de sabotaje y operación psicológica ideados por el
expresidente colombiano Álvaro Uribe, el estadounidense Roger Noriega y un venezolano que identificó como JJ Rendón, que aseguró es asesor de Santos.
"Este
plan contempla sabotajes a la disponibilidad de divisas y a la oferta
de productos de consumo masivo e incluye una adicional infiltración en
su país de un grupo de sicarios con el objetivo de asesinar a soldados
venezolanos", denunció en un discurso transmitido por la emisora Telesur.
Se trata de "un plan de conspiración contra la paz de Venezuela desde
Bogotá, y lamentablemente cuenta con el apoyo del más alto nivel de
algunas instituciones del Estado colombiano", remarcó inicialmente, pero
luego acusó a "todo el Estado colombiano".
La
denuncia tomó mayor amplitud por la noche, cuando afirmó que que a
Colombia llegó un equipo desde Miami con expertos con un veneno. "Están
preparados para venir a Venezuela a inocularme el veneno a mí. No para
que me muera en un día, no, para enfermarme en el transcurso de los
meses que están por venir. ¿Me quedo callado? Tengo que denunciarlo y
enfrentarlo. Ellos no lo van a lograr, tengan la seguridad de que no van
a lograrlo, porque yo voy a vivir muchos años y voy a ser presidente de
este país por muchos años", subrayó.
Por otro
lado, reiteró que tiene dudas sobre la participación de Venezuela en el
proceso de paz que mantiene la guerrilla de la FARC con el gobierno
colombiano en Cuba, pues -dijo- no confía en las intenciones del
presidente Santos. Destacó que el acuerdo de Santa Marta, entre el
fallecido Hugo Chávez y Santos fue "violado".
"Cuando
era vicepresidente recibí enviados del presidente Santos y autorizado
por él, hice gestiones con la guerrilla para ayudar a la paz; ahora nos
van a pagar de esta forma con la traición", destacó.
Capriles
fue recibido el miércoles por Santos en Bogotá en una reunión privada,
lo que causó la airada reacción del gobierno de Caracas. Precisamente,
el presidente de Colombia calificó de "descabelladas" las acusaciones de
su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, sobre un supuesto complot del
que haría parte Bogotá para desestabilizar al gobierno del vecino país.
"Es
descabellado pensar que el gobierno colombiano está enterado o, peor
aún, que esté apoyando algún tipo de acción para desestabilizar el
gobierno de Venezuela", dijo Santos durante un acto público.
El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón,
respondió anoche que su país mantiene el interés en fortalecer las
relaciones bilaterales con Venezuela. Señaló que el presidente Santos
"tiene la autonomía de recibir a las personas que considere" y apuntó
que el Gobierno colombiano rechazaría cualquier complot o planes de
conspiración contra un gobierno democráticamente electo en América
Latina y el Caribe. (Télam-DPA)
Venezuela, el personaje más ridículo del año: Nicolás Maduro
El Próximo Magnicidio.31.05.2013
12:41 PM
Esta es la última conspiración que denunció ante el país lo que se supone es la primera autoridad de la Nación: "Llegó un grupo de expertos, con un veneno, y están preparados para venir a Venezuela a inocularme el veneno a mí. No para que me muera en un día, no, para enfermarme en el transcurso de los meses que están por venir. ¿Me quedo callado?, tengo que denunciarlo y enfrentarlo", aseguró.
Luego reiteró "ellos no lo van a lograr, tengan la seguridad que no van a lograrlo, porque yo voy a vivir muchos años y voy a ser presidente de este país por muchos años también junto al pueblo venezolano. Tengan la seguridad de eso".
Claro que muchos no pudieron contener la risa, pero a la gran mayoría le causó una mezcla de indignación con sorpresa que conduce directo al ridículo. No puede ser que a estas alturas, ya bien entrado el nuevo siglo, una persona imagine que los otros 29 millones son unos bolsas del tamaño de una pirámide. Es la manera más brutal de burlase de un país y, muy especialmente, de la inteligencia de todo un pueblo. Lo peor es que nunca dejó escapar ni siquiera una sonrisa, lo cual indica que el señor lo decía muy en serio. Es lo más grave. Cómo un ciudadano que se mete el cuento de que es el líder de todo un pueblo se atreve a tratarlo como bobos en fila. Es que ni siquiera la gente de lo que queda del partido, del muy golpeado PSUV, puede tomar en serio semejante estupidez.
En eso, y muchas cosas más, es cuando afloran las grandes diferencias del personaje que hace las veces de líder y Hugo Chávez, a quien también se lo apropió con carácter de papá eterno con la sola intención de montarse en la silla de Miraflores. La verdad es que no tiene nada propio este señor, el sustituto a juro. Cuando el finado hablaba de magnicidio, aunque nunca fue verdad, la cosa tenía un dramatismo que al menos para el chavista de base, a quienes Maduro llamó pata en el suelo, pudiera resultar creíble el cuentico. Pero no es lo mismo decir que por ahí viene Roger Noriega con la mal sana intención de inocularlo, vaya a usted a saber cómo, dónde y con qué, que inventarse un ataque tipo paracachitos, con muchachos disfrazados de soldados invadiendo desde Colombia, echando gasolina en Fuerte Tiuna, en caravana militar, con fusiles viejos y hasta chopos; pero era un buen cuento. De hecho terminó con presos, huidos del país, juicios en ausencia, confiscación de finca, una bolsa de panadería con cachitos grasientos como prueba, un montón de muchachos con enfermedades venéreas luego de estar presos por más de un años y estrechando amistades más allá de lo aconsejado y de lo que la naturaleza manda. Como sea fue un cuento que tuvo en el fiscal general de la época a un buen partero, como en todas las cosas en que se necesitaba su sabia ayuda jurídica. Comparen esa poderosa historia con la de Maduro: me van a inocular un veneno. Ridículo realmente.
Cualquiera de los cuentos de Chávez que incluyeron misiles, morteros, lanzacohetes, lanzallamas, bombas, peligrosos virus y hasta maridos celosos gatillo alegre, se lleva en los cachos los hilarantes atentados que se inventa Maduro. Lo van a inocular. Caramba. El próximo magnicidio que tenga algo de carácter al menos.
Y cuidado. Si ven a Noriega por ahí, cúbranse, echen en carrera, anda buscando a alguien para inocularlo. Las cosas que es capaz de hacer el imperio.
Twitter: @ejrlara
http://blogs.eluniversal.com/blogs/sobre-la-marcha/130531/el-proximo-magnicidio