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jueves, 30 de junio de 2011

El General Fulgencio Batista Zaldívar

Foto de Fulgencio Batista Zaldívar tomada de internet

Las nuevas generaciones de cubanos nacidos después de 1959, entre las tantas desgracias que han padecido,  está también  la de ser víctimas del sistema educativo  castro comunista, (única opción dentro de la isla). Educación "gratuita" basada en la ideología sectarista que ha impuesto el régimen, con la consiguiente tergiversación, adulteración y negación, por más de medio siglo, del pasado histórico de nuestra nación cubana, fundamentalmente   durante la etapa republicana de 1902 a 1958. No solo ha tergiversado los hechos sino que también ha menospreciado y difamado a sus principales protagonistas.
Una de las figuras más vilipendiadas ha sido la del General Fulgencio Batista Zaldívar a  quienes muchos culpan de ser el causante de la desgracia actual de Cuba.
 Los jóvenes cubanos  en la isla lo identifican como el dictador sanguinario y cruel, "el malo de la película"  al que los rebeldes vencieron haciéndolo huir del país el nefasto 31 de diciembre de 1958. Por supuesto que esos jovenes jamas han leido la carta de Renuncia firmada por el presidente F. Batista, como tampoco conocen nada de lo que este hombre de origen humilde hizo por Cuba. No conocen su protagonismo en la politica cubana  durante el periodo de 1933 hasta 1958.
Es imposible en un post reflejar toda la verdad sobre la figura de aquel adolescente que se fue de Banes sin conocer absolutamente nada de la vida, y mucho menos de la politica de la recien estrenada republica de Cuba y que llegó a ser, por más de tres décadas figura cumbre  de la nación Cubana.
En este blog iré publicando documentos, que ayudarán a esclarecer muchas cosas relacionadas con ese período tan convulso de nuestra historia.
Hoy  les presento fragmentos del discurso pronunciado por Fulgencio Batista Zaldívar en la Conferencia de Presidentes Americanos celebrada en Panamá en 1956.  El lector inteligente sacará sus propias conclusiones...............
"Cuba cree que el bienestar y la seguridad futuros de los pueblos de las Américas pueden depender, en gran escala, del grado de cooperación que se alcance ahora entre las naciones de este hemisferio, y con el mayor respeto, estimamos que los líderes de los pueblos de las Américas pudieran dar los pasos apropiados para estructurar el vehículo que nos servirá para alcanzar cooperación tan necesaria.  Cuba se encuentra lista y dispuesta a prestar su plena ayuda y leal apoyo a cualquier proyecto que facilite la cooperación activa y viril que hará de las naciones de la América una verdadera familia de pueblos en la realidad y en la teoría.  Tal vehículo pudiera ser destinado para continuar la cooperación mas estrecha entre las naciones americanas.

Cuba siente que hoy, mas que en ningún otro período histórico reciente, existe la necesidad de cooperación entre los países de la América, debido a la amenaza constante del comunismo.  Gústenos o no, nuestro régimen de vida peligra y más vale que nos encaremos con los hechos.

Muy cierto que este asunto del comunismo internacional es algo desagradable para casi todos nosotros; por ser desagradable, quizá nos inclinemos a posponer para mañana la batalla contra esa enorme amenaza.  Pero ha llegado el momento en que tenemos que encarar el problema, y vamos a tener que aceptar el hecho, mas tarde o más temprano.  Cuba cree que mientras más rápidamente aceptemos este hecho y mientras más pronto demos los pasos para abatir esa gran calamidad, mejor será la oportunidad que tengamos para sobrevivir como naciones libres y soberanas.

Nosotros, como jefes de las naciones libres de la América, no podemos evitar la lucha.  No podemos evadirla.  No podemos permanecer apáticos, porque la historia nos dice que la apatía ha sido arma de gran efectividad en manos del comunismo.  Los hombres de Moscú siempre han alentado la apatía, en áreas que ambicionaban, porque saben muy bien que un pueblo apático es un pueblo fácil de conquistar.  No se nos puede escapar a los que tenemos el privilegio y el duro deber de gobernar que hemos de hacer por hallar los medios para eliminar la pobreza y la miseria de que se nutren esos sistemas extraños a nuestro sistema de vida.

Comprendemos que en esa lucha la democracia tendrá que vencer muchos obstáculos.  Los pueblos de las democracias son amantes de la paz.  Se les hace difícil pensar que un enemigo extranjero quiera destruirlos y destruir su modo de vivir.  No es fácil, en una nación democrática, alertar al pueblo a los peligros a menos que lleguemos a una guerra abierta, aunque los peligros de una guerra fría pueden ser igualmente reales y mortíferos.  Honradamente, creemos que es el deber de nuestros jefes de gobierno darle a conocer a nuestros pueblos que esos peligros son reales y perennes.  Queramos o no creerlo, el hecho es que el comunismo internacional ha penetrado ya ciertos sectores importantes de nuestras respectivas vidas nacionales.  Si permitimos que continúe esta penetración, sin evitarla, estaremos faltando a nuestros deberes para con nuestros países y nuestros pueblos.  El comunismo es polifacético.  Utiliza muchos disfraces.  Sus hombres pueden ser personas encantadoras hoy, para convertirse en verdugos mañana.  Sin embargo, su objetivo siempre es el mismo.

El asunto de la ayuda económica de los Estados Unidos a la América Latina, es cuestión compleja –en nuestra opinión- y no nos atrevemos a decir que tengamos una solución de problema tan importante.  Claro está, hemos prodigado considerable meditación al programa de ayuda que los Estados Unidos han estado manteniendo en distintas áreas del mundo y a través de un largo período de años.  Y en nuestro estudio del asunto, hemos tratado de considerarlo tanto desde el punto de vista de conjunto, o internacional, como desde el punto de vista de nuestra propia nación.  Cuba.

No abrigo la menor duda de que los Estados Unidos tienen pruebas satisfactorias de que sus programas de ayuda en Europa y en el Asia han resultado ser antídotos efectivos contra el empuje del comunismo internacional.  Y ciertamente Cuba, como una de las naciones libres del hemisferio occidental, jamás objetará la cantidad o calidad de la ayuda que los Estados Unidos distribuyan en otras partes del mundo.  Cuba, por supuesto, tiene tanto que perder como cualquiera otra nación libre, si el comunismo logra tener éxito en su campaña de conquista.

A mi manera de ver, la cuestión de si la cooperación económica directa a las naciones latino-americanas, en la forma de empréstito o de ayuda monetaria, ofrecerá una solución permanente a los múltiples problemas que afrontan algunos de nuestros países, es todavía una interrogación.  De lo único que me siento seguro es que si semejante programa de ayuda se lleva a cabo, deberá ser adecuado.  Y aún siendo adecuado, pudiera ser una gran carga para cualquier nación.
Durante los últimos cuatro meses, los cabecillas del comunismo internacional han tratado de convencer al mundo libre de que en la Rusia Soviética, y en los países satélites, se ha adoptado una política completamente nueva.  El fundamento de esta campaña para engañar al mundo fue una serie de ataques contra Stalin quien, hasta su muerte, fue idealizado como el salvador del mundo... ¡por los mismos individuos que hoy lo vituperan!  Creemos que la finalidad de esta novel campaña es distraer la atención de los verdaderos objetivos del comunismo internacional, dando la impresión de que sus actuales líderes son hombres humanitarios, liberales y de amplias miras, empeñados en corregir los males del pasado y brindarles una utopía a todas las naciones y a todos los pueblos del orbe.  Y los cabecillas comunistas creen que si ese objetivo no puede ser alcanzado, la nueva táctica servirá, por lo menos, para adormecer a los pueblos libres del mundo haciéndolos caer en un estado de apatía.

Pero existen ciertas discrepancias, entre la nueva táctica blanda de la Rusia Soviética... y algunos de los últimos acontecimientos.  Por ejemplo: las actividades de penetración soviética en el Cercano Oriente y en Asia, han sido aceleradas, y esto es cierto de manera especial en el Japón.  Los países de la Europa Oriental siguen bajo el guantelete de acero de la Rusia Soviética.  Nikita Krushchev, en persona, ha advertido recientemente que el comunismo internacional no tiene intenciones de abandonar las predicas de Marx, Engels, y Lenin y que la Rusia Soviética jamás abandonará la lucha en pro del triunfo comunista.  Y tampoco nadie, en Moscú, ha querido explicar por qué la Rusia Soviética, mientras habla de paz y buena voluntad, fabrica a ritmo acelerado la maquinaria bélica más grande que el mundo jamás ha contemplado.

Sería altamente interesante –en vista de las habladurías de esa Rusia Soviética en cuanto a sus anhelos de paz, oír una explicación moscovita de por qué Rusia se niega a aceptar un plan de unificación de Alemania.  A pesar de los esfuerzos de las naciones occidentales, en Berlín y Ginebra, Alemania sigue fraccionada y dividida.  La Rusia Soviética sigue oponiéndose a la celebración de elecciones en TODA Alemania mientras Rusia persiste en mantener a la Alemania Oriental desmembrada, aislándola del resto del país.  Es nuestra convicción que sería pura locura que nuestros líderes del mundo libre aflojaran su constante vigilancia sobre el comunismo internacional, en estos momentos.  Es mas, quizá este sea el momento más peligroso para las democracias, porque en el instante en que aflojemos la vigilancia –en cuanto dejemos de estar alertas- tan pronto caigamos en la apatía, los líderes del comunismo internacional nos tendrán a su merced.  Y si nuestras memorias son cortas, si hemos olvidado lo que puede sucederle a un pueblo en el momento en que se vuelve apático, no tenemos mas que recordar a Pearl Harbor.

La única modificación significativa que hemos podido advertir en la alta estrategia del comunismo internacional, es que sus cabecillas han variado sus ataques en pos del dominio mundial en el siguiente sentido: dondequiera que, por cualquier motivo, encuentren que les es demasiado difícil implantar el comunismo internacional en una de las áreas que codician, entonces se transan, al menos por el momento, por una forma de Titoísmo.  Y el Titoísmo, como todos sabemos, es una modalidad del comunismo nacional –a diferencia del comunismo internacional-.  En algunas naciones los esfuerzos por implantar el comunismo internacional han sufrido reveses debido al intenso nacionalismo del país.  La aceptación del Titoísmo por los líderes soviéticos vence el obstáculo nacionalista y les da a las víctimas la falsa sensación de que pueden controlar su propia marca de comunismo doméstico.

Pero... la realidad es que los líderes del comunismo internacional ven en el Titoísmo nada mas que una cuña, y una vez que esta cuña penetra por la puerta, el siguiente paso será la afiliación internacional con otros países comunistas.  Por tanto, el comunismo nacional es tan peligroso como el otro... y debe ser tan repulsivo para los hombres libres como el propio comunismo internacional.

La finalidad de elevar el nivel de vida de nuestros pueblos y la movilización de las fuentes de riqueza, corresponde a cada nacionalidad, y aunque la cooperación se deriva de la misma naturaleza de los convenios, acuerdos o negociaciones, no debe esperarse que la ayuda principal nos venga de afuera....
Para seguir leyendo..
PRONUNCIAMIENTO HISTÓRICO

Declaraciones dadas y discurso pronunciado por el Honorable Señor Presidente de la República de Cuba

General Fulgencio Batista y Zaldívar

CONFERENCIA DE PRESIDENTES AMERICANOS
Panamá, Julio de 1956

Si desea investigar más sobre el tema les recomiendo la lectura completa de "Un presidente Constructivo"

1 comentario:

  1. ¡Púdrase, imperialista de mierda!. ¡¡Qué viva la revolución!!

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