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miércoles, 24 de octubre de 2012

Un sueco sueco y MISERABLE por demás

Modig dice que temió por su vida en Cuba
En una larga entrevista, el político sueco cuenta los detalles de su paso por la Isla, excepto el momento del accidente, del que sigue "sin acordarse."
Aron Modig. (POLITIKERBLOGGE.NYHETERNA.SE)
El político sueco Aron Modig, uno de los que viajaba en el auto en el que murieron Oswaldo Payá y Harold Cepero, relató este martes algunos detalles sobre su detención en la Isla, en la entrevista más extensa que haya concedido sobre el tema.
Modig dijo a la web Misceláneas de Cuba que "hubo dos momentos muy difíciles".
Cuando estaba en el hospital de Bayamo, "aturdido y con dolores de cabeza", "dos hombres armados y de uniforme verde" se sentaron junto a su cama.
"Estaba en un hospital, a 700 kilómetros del representante sueco más cercano. Estaba en el fin del mundo (…) Entonces se me ocurrió que podrían hacerme desaparecer allí mismo, si querían. En ese momento me sentí por primera vez desprovisto de todo poder", contó el político.
Luego, cuando lo trasladaron en avión de Bayamo a La Habana, "ellos no informaron a la embajadora sueca, ni a mí de hecho (…) No tenía idea alguna de qué iba a ocurrir. Terminé encerrado en una habitación, sin ninguna de mis pertenencias y con tres guardas armados vigilándome. Era una casa en La Habana con un muro muy alto a todo alrededor".
Modig pensó, que llegado a ese punto, "cualquier cosa" podría pasarle.
"Sin embargo, aunque al principio temí por mi vida, ya no temía, porque estaba seguro de que la Embajada sabía dónde estaba y que había sobrevivido al accidente. Pero también pensé que las cosas podrían ponerse feas, y tal vez podría ser encarcelado o castigado", explicó.
SMS desde Suecia
El sueco ratificó su tesis de que dormía cuando sucedió el accidente.
"No recuerdo justamente ese tramo de la carretera, dormía cuando esto ocurrió (…) El camino fue empeorando. La primera parte era una buena carretera, aunque vieja y desgastada, pero una buena carretera. Y luego, peor y peor", dijo.
Aron Modig se enteró en el hospital de la muerte de Payá y Cepero, pero no por boca de las autoridades.
"Lo supe a través de SMS enviados por amigos de Suecia. Allí nadie me dijo nada. Yo tuve mi teléfono conmigo en el hospital, durante un tiempo, y me enteré por gente en Suecia. Ningún cubano me contó en ese momento, ni después", apuntó.
Narró que los policías le sometieron a un "largo interrogatorio" durante el cual "filmaron" sus respuestas, avisándole de que podrían ser usadas en el juicio.
"Me llevaron a otra sala con dos mujeres, una para acusarme y la otra para defenderme. Cada una me hizo preguntas que yo respondí, pero no tengo idea si fueron utilizadas en el juicio", afirmó.
'Un futuro libre y democrático para Cuba'
Cuando iba a abandonar La Habana, ocho días después del choque, personal de la legación sueca lo trasladó a la residencia de la embajadora para una comida.
"Yo pensaba: 'puesto que estoy con personal diplomático y en esta residencia, nadie puede detenerme, pero todavía tengo que llegar desde el auto hasta el avión'. Me preocupaba que hubiesen cambiado de idea y volvieran a detenerme", señaló.
Entonces pidió a la embajadora que estuviera en el aeropuerto hasta que el avión despegara, lo cual ella hizo, aun cuando el vuelo se retrasó una hora y media. "Todo el tiempo estuve en mi asiento del avión esperando a que viniesen a buscarme".
Finalmente, Modig deseó un futuro libre y democrático para Cuba.
"Lo menos que puedo hacer es traer el tema cubano a la vida pública, decir cómo es que vive realmente el pueblo cubano. He escrito artículos y he aceptado muchas invitaciones a hablar sobre mi experiencia en Cuba con el fin de despertar una conciencia pública de la situación cubana en Suecia", explicó.
Oswaldo Payá y Harold Cepero murieron el 22 de julio pasado en un extraño "accidente" aún por esclarecer.
Ángel Carromero, el político español que conducía el auto, fue condenado a cuatro de años de cárcel por el Tribunal Provincial de Granma.
http://www.diariodecuba.com/

1 comentario:

  1. Hay varios detalles a tener en cuenta en esta historia del "sueco" sueco.
    Según sus propias declaraciones, fue a Cuba a llevar dinero a Payá.
    Se involucró en la problemática cubana al asistir a actividades políticas opositoras al ir con Payá y Cepero a Bayamo, en el oriente de Cuba, ese trágico día.
    Y se fue tranquilamente para su país pocos días después.
    Eso huele mal.
    Es muy raro que "lo hayan soltado".
    Por otro lado, se mantiene en la versión de "que estaba dormido" cuando el "accidente".
    Eso no se lo cree nadie.
    No es posible permanecer dormido en un automóvil que es perseguido por otros que terminan provocando "un accidente" que causa la muerte de dos pasajeros.
    Ese cuento está preparado para "pinareños", pero muy pocos de estos se lo creerán.
    Los cubanos sabemos muy bien como funciona "el infierno".
    Es mi opinión personal que el sueco juega "en las dos novenas" y asistió controlado para servir después como la carta castrista para "informar" a la opinión internacional y sembrar dudas entre nosotros.
    Así es como funciona "el infierno".

    Un abrazo a todos;
    Simón José Martí Bolívar.

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