No hay que matarlo...

Epitafio

No hay que matarlo en el día de su cumpleaños: ¡Ya está muerto!

Murió envenenado por su propia maldad, por el odio que le consumía el alma, complicado con su ensañamiento contra la humanidad, sus complejos, su impotencia, su megalomanía, su paranoía, y por el uso desmedido de la demagogia oportunista propia de los izquierdistas recalcitrantes, con la que llegó al poder prometiendo el paraiso terrenal en la isla caribeña . Su legado politico ha dividido, destruido y arruinado la tierra donde nació. Impuso leyes absurdas para violar impunemente los derechos humanos del pueblo cubano al implantar un regimen totalitario absolutista, dinástico, militarista. Fusiló inocentes y castigó severamente a sus adversarios políticos con la pena de muerte, la persecución, la cárcel, o el destierro. Se inventó un enemigo gigante con el que manipuló a los tontos útiles que lo adoraron ciegamente a pesar de ser el anticristo.
Traicionó al pueblo que confió en él. Mintió descaradamente para lograr sus macabros objetivos. Acumuló riquezas robando vilmente lo que debió respetar por el bien de la patria. Vivió como un rey bastardo rodeado de una corte de aduladores que lo ayudaron a esclavizar a más de once millones de cubanos...

Después de muerto sigue siendo útil a la caterva de corruptos que componen la nomenclatura del gobierno cubano que lo usan como"el poder oculto detrás de las bambalinas" , presentándolo como el autor de las reflexiones que ponen a correr a los lacayos y cómplices de la más larga y cruel dictadura de toda la historia...

Esperanza E Serrano