No por muerto el perro se acabó la rabia, dice el refrán cuando la rabia continua como pandemia a pesar de la muerte del canino que la diseminó por doquier.
La muerte de Hugo Chávez no será el fin del chavismo en Venezuela. Nicolás Maduro seguirá al frente del gobierno con asesoría directa desde La Habana. Durante su gobierno despótico Chávez centralizó el poder, dividió a la familia y al pueblo venezolano, acabó con el estado de derecho, promulgó leyes y creó instituciones estatales para manejar las leyes a su antojo, a imagen y semejanza de los hermanos Castro en Cuba.
Supuestamente nombró a Nicolás Maduro como su sucesor, cuando ya estaba en su lecho de muerte, en contra de lo establecido por la Constitución venezolana que, en su artículo 233, establece que «cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión [...] se encargará de la Presidencia de la República el Presidente o Presidenta de la Asamblea». De acuerdo con ese artículo le corresponde a Diosdado Cabello asumir la presidencia en los siguientes 30 días durante los cuales, además debe convocar al pueblo a elecciones para nombrar al nuevo presidente.
Se comenta que habrá elecciones, y me pregunto :
¿ Está el pueblo venezolano preparado y capacitado para ponerle fin al chavismo?
Hoy he visto llorar a cientos de miles de venezolanos desconsolados por la muerte de su líder pero no por ese "dolor" han dejado atrás el odio contra aquellos compatriotas que nunca apoyaron la cacareada revolución bolivariana promulgada por Hugo Chávez . Sienten odio, desprecio y rabia contra todos los que abiertamente se manifestaron en contra de las decisiones unilaterales tomadas por él para implantar el llamado socialismo del siglo XXI. Los chavistas están manifestando abiertamente que continuarán y defenderán con la vida, si es preciso, la revolución iniciada por Chávez y que hoy está en manos de su sucesor.
Muchos venezolanos, cientos de miles de ellos, no lamentan la muerte de Chávez porque confían en que, sin él, Venezuela retomará el camino hacia la democracia y esperan con ansiedad una solución pacífica al conflicto que los ha mantenido divididos por más de una década.
Los chavistas están de lutos, pero más rojos y más rabiosos que nunca antes, parecen fieras defendiendo las supuestas decisiones del mando chavista encabezado por Maduro con la venia del propio Diosdado Cabello, el Ejercito y el Tribunal Supremo.
Hay miles de conjeturas sobre el presente y el futuro inmediato de Venezuela, pero por lo que vislumbro el chavismo no será derrotado tan fácilmente por la oposición, entre otras cosas porque la comunidad internacional, cada vez más izquierdista, se ha manifestado a favor de los seguidores de H. Chávez.
Barack Hussein Obama, presidente de EE.UU., ya manifestó su apoyo a las decisiones del gobierno chavista e incluso manifestó que espera estrechar las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. Obama ni siquiera ha dado una respuesta a las declaraciones de N. Maduro culpando a EE. UU. de haber inducido el cáncer que le costó la vida al mandatario venezolano, ni tampoco ha pedido explicaciones por la expulsión de dos de sus diplomáticos acreditados en Venezuela, a raíz de la muerte de Hugo Chávez.
Esperanza E Serrano
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Chávez elevado a héroe nacional
Por: Ludmila Vinogradoff
El cortejo multitudinario formará parte del mito y la leyenda que han construido alrededor de su figura
Ningún otro líder venezolano como Hugo Chávez, que murió este martes a los 58 años, había tenido un funeral tan emotivo y multitudinario como
el que ha recibido en su cortejo fúnebre por las calles de Caracas,
llevado casi en hombros por cientos de miles de simpatizantes desde el
Hospital Militar hasta la Academia Militar, un largo trayecto de más de 5
kilómetros.
El recorrido fúnebre pareció un largo rio rojo que desfiló lentamente por las calles de la capital venezolana en su última despedida. Ningún otro presidente que ha muerto
en los últimos años por mencionar a Carlos Andrés Pérez y Rafael
Caldera había recibido un homenaje de esa magnitud. Chávez realmente
debe estar orgulloso de la despedida que le brindaron,
acompañado además de presidentes extranjeros como el boliviano Evo
Morales, que marchó a brazo partido con los caraqueños, bajo un sol
implacable.
Sus restos nunca se mostraron al público. El ataúd estuvo
siempre cubierto con la bandera tricolor desde que salió del hospital
militar, llevado en el techo de una camioneta que recorrió a menos de 5
km el trayecto, hasta la Academia Militar. El cortejo multitudinario formará parte del mito y la leyenda que
han construido alrededor de su figura. Los artistas hollywoodenses Sean
Penn, Oliver Stone y Danny Glover ya se encargarán de producir alguna
película del personaje.
Entre los artistas venezolanos, el conductor de televisión
Winston Vallenilla dijo desde el hospital militar que «Debemos mantener todos los logros que ha dejado el Presidente y seguir batallando con el corazón que ha sido la mejor arma que hemos tenido los revolucionarios».
«Cada uno de nosotros somos Chávez»
Acotó que Chávez dejó en su persona, «un sentimiento de amor por todo lo nuestro,
de lucha, batalla, esperanza, de que sí se puede lograr las cosas
cuando se trabaja con mística, honestidad y honor. Él rescató ese pueblo
que era invisible durante muchos años, nos devolvió el amor y la
esperanza a cada uno de nosotros».
«Ningún gobierno me había dado tanto»
En la céntrica Avenida Lecuna, una mujer de tez morena de
unos 35 años exclamaba gritando por los micrófonos de Venezolana de
Televisión: «Chávez me dio una vivienda, le estoy muy agradecida y doy mi vida por el comandante. Ningún otro gobierno me ha dado tanto».
Joanny Becerra, un vendedor ambulante, hizo su agosto ayer
en la marcha fúnebre vendiendo gorras, fotografías, pegatinas,
pancartas, muñecos con la imagen de Chávez, relojes con la cara de
Chávez, pitos, banderas, y toda suerte de recuerdos y souvenirs
alrededor del comandante.
Jacqueline Faría, la autoridad municipal de Caracas,
nombrada por Chávez para desplazar al alcalde opositor Antonio Ledezma,
dijo «Yo soy Chávez, hay que ser como él y parecerse a él,
trabajador y cumplidor como él solo. Vamos a seguir defendiendo la
patria. Esa semilla que Chávez sembró la vamos a hacer crecer millones
de venezolanos que vamos a continuar su obra. Vamos rumbo al socialismo.
Esta patria es socialista».
Una anciana de 73 años se abría paso entre la multitud
hasta acercarse a los micrófonos de la cadena de televisión pública. «He
recibido una vivienda y medicinas. Ningún gobierno antes me había dado tanto».
La mitología de Chávez, cuyo carisma y simpatía ningún otro
político ha podido superar, se ha construido sobre la base de ingentes
recursos del Estado, la hegemonía de los medios de comunicación y el
control sobre los medios independientes.
La estructura de los medios públicos abarca más de 400 medios que
incluyen canales de televisión, emisoras de radio, periódicos, revistas
y el monopolio de la Televisión Digital Abierta, que ponen en
desventaja a los medios privados. Además hay una ley que restringe la
libertad de expresión y los avisos publicitarios.
En sus 14 años de poder Chávez habló más de 5.000 horas por
los medios de comunicación, entre cadenas obligadas de transmisión de
la radio y televisión y sus programas «Aló Presidente». Con este poder comunicacional fue construyéndose el mito del líder bolivariano
en el plano nacional e internacional. Ninguno como él fue tan mediático
aunque su sucesor Nicolás Maduro le sigue los pasos como una mala
copia.
En la marcha los seguidores chavistas ya mencionaban a
Maduro como el heredero natural y designado de Chávez. La frase «Todos
somos Chávez», «Amo a Chávez», «Chávez es todo corazón», «Chávez vive» y
«Maduro es Chávez, vamos a votar por él»
ha calado hondo entre sus simpatizantes. Su imagen de generoso
comparable a la de Jesucristo fue gracias a los altos precios del
petróleo. Sin petróleo regalado a manos llenas nunca hubiera conquistado
tantos corazones dentro y fuera del país, sin contar la incontrolable
corrupción que se generó con el asunto.
El entierro
Al concluir el tercer día del velatorio al público en la
Academia Militar, es decir, el viernes cuando se celebre la ceremonia
con los mandatarios invitados que han venido a Caracas para despedirse
de Chávez, anunciarán dónde va a ser enterrado.
Hasta ahora ninguna autoridad ha revelado el misterio de su entierro
por lo que se especula que sería en el Mausoleo que construyó la
Presidencia de la República con el fin de destinarlo al Libertador Simón
Bolívar, cuyos restos reposan en su cripta del Panteón Nacional.
Por la red han circulado muchas versiones de los chavistas
que piden que Chávez sea colocado en el Panteón Nacional al lado de la tumba de Bolívar
o que estrene el Mausoleo con forma de una ola blanca gigantesca. En
todo caso el Chávez religioso y místico ha sido elevado a la categoría
de héroe nacional o padre de la patria socialista y no hay duda que su
heredero continuará alimentando ese mito.
El cofre con sus restos tardó más de seis horas en llegar a la capilla ardiente de la Academia Militar.
El periplo caribeño de los últimos días de Hugo Chávez
Por:EMILI J. BLASCO
En enero ya se dictaron las medidas del sarcófago; el «embalsamador de los Papas» fue visto en Cuba
Llevado de aquí para allá, los últimos días de Hugo Chávez no son de gran épica. Su negativa a apearse del poder a pesar de su incapacidad manifiesta para el cargo,
la necesidad de los cubanos de prolongar la vida del comandante al
menos hasta tener más o menos asegurada la coronación del vicepresidente
Nicolás Maduro y la dificultad familiar, sobre todo materna, de aceptar
una despedida prolongaron una situación al final excesiva.
Desde las complicaciones del postoperatorio, la previsión de la muerte de Chávez estaba ya en la agenda del Gobierno. A principios de enero, desde el Palacio de Miraflores venezolano se dieron ya las medidas para el sarcófago, que ABC
obtuvo, pero nunca reprodujo. Durante esas semanas de la convalecencia
de Chávez en Cuba, visitó la isla Massimo Signoracci, conocido como “el embalsamador de los Papas”. Este diario obtuvo confirmación de su presencia, pero no pudo determinar si guardaba o no relación con el caso.
Estabilizado una vez superada la infección del largo
postoperatorio, el 18 de febrero comenzó el periplo de Chávez en camilla
por el Caribe. Su llegada al Hospital Militar de Caracas pretendía
encontrar un momento de oportunidad para juramentar como presidente,
algo que se estimaba esencial para que a su muerte o renuncia Maduro se
hiciera cargo del país hasta las elecciones. Al final, al no poder
producirse la juramentación, Maduro ha buscado la fundamentación
jurídica frente a su rival, Diosdado Cabello, en otro criterio.
Nuevo tumor
A la espera de esa oportunidad, su diagnóstico empeoró. El 22 de febrero un último examen médico diagnosticó una nueva tumoración cancerígena que
afectaba ya el 35% del pulmón izquierdo. Fue un diagnóstico devastador,
que indicaba un definitivo avance de la enfermedad e hizo desistir de
intentar la juramentación.
Ese mismo día Chávez fue trasladado a la residencia presidencial de la isla venezolana de La Orchila,
donde la familia podía vivir junto al paciente y además sin la
publicidad a la que estaría expuesta en el Hospital Militar. Era destino
final, pero nuevas crisis llevaron a un cambio de última hora. El viernes 1 de marzo Chávez fue transportado a Cuba.
Una versión apunta a que fue la propia madre del presidente la que
suplicó un postrer esfuerzo. Tanto desplazamiento –posible, pero no
aconsejable- es inusual en un enfermo terminal, sin embargo el jefe de un régimen con formas autoritarias nunca es un paciente común.
Este diario no ha podido constatar que en este tramo final a
Chávez se le aplicara quimioterapia. Los médicos generalmente lo
descartarían. “Es absolutamente improcedente que le apliquen ningún tipo
de quimioterapia. Solo puede entenderse como un típico caso de
obstinación terapéutica. Ningún tipo de quimioterapia puede ofrecerle
beneficio. Ya se ve que hay otros factores que llevan a esa actitud,
quizás el deseo de los familiares o el entorno político”, afirma el oncólogo español Joan Janáriz.
En su opinión, probablemente ni siquiera la última operación se le
tenía que haber hecho: solo ganó tres meses de sufrimiento, sin salir de
la cama.
El pasado lunes, en cualquier caso, se tiró la toalla. La
familia convino en que por la noche se le retirara la asistencia
artificial, como previamente dijo ABC. La muerte del presidente se produjo sobre las 7 de la mañana del martes.
La cara de Maduro y otros dirigentes chavistas delataba el
fallecimiento cuando a media jornada protagonizaron un acto político.
Mientras este acaparaba la atención de los medios en Caracas, el cuerpo
del difunto dirigente fue transportado desde La Habana a la capital venezolana
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