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domingo, 2 de junio de 2013

De la componenda

 http://lagarto1949.files.wordpress.com/2010/09/valdes_zoe_5.jpg?w=460&h=345
Por Zoé Valdés
Desde que hace meses recibí un email donde se explicaba al exilio que todas las organizaciones de la disidencia interna se unirían en una sola vertiente supe que esto sucedería y acabaría mal. Mi respuesta fue de inmediato: “Aquel que los mandó a unirse en un solo movimiento es el chivato”. Me contestaron que no, que de ninguna manera, que lo hacía nada menos que Guillermo (Coco) Fariñas, y de tal modo decidieron unirse todos en una voz única. Eso mismo ya sucedió diez años atrás, cuando desde La Habana, Elizardo Sánchez exigió que nos uniéramos todos (disidencia y exilio) en un bulto tan “original” que denominaron Todos Unidos, bajo la égida suya, y desde el exilio bajo la égida de la hija de un militar castrista fusilado. No, no se les ocurrió nombrar a la hija de un fusilado “normal”, como ha habido tantos. Pero los fusilados “normales” ya ni siquiera cuentan.
No hay nada más evidentemente reaccionario que en el camino hacia la democracia se concluya que la solución pase por aliarse a un solo convoy. Fue, dicho sea de paso, la táctica que usó Fidel Castro para acabar con la democracia en Cuba: desbaratar primero toda la pluralidad a su alrededor.
La libertad estriba precisamente en la construcción de esa pluralidad, en la aceptación de la diversidad, en la cantidad de puntos de vista diferentes con los que reconstruiremos nuestro país. La democracia estriba en la variedad de ideas, de partidos políticos. Lo primero sería reconstruirse en partidos políticos y organizar varios proyectos políticos, y advertir a los cubanos, mediante movimientos de penetración a todo lo largo y ancho de la isla, para que los asimilen, los discutan, los voten… Eso es lo que hacían y hacen gente como Antúnez, Iris Tamara, y Sonia Garro Alfonso, y su marido Ramón Alejandro Muñoz, todavía encarcelados sin juicios. Así es que se prepara la libertad, por la vía de la democracia, sin los tiranos, aceptando a los demócratas de todas instancias y orígenes, excluyendo a los tiranos y a toda su parentela. Una democracia que se respete no aceptará a los tiranos en el poder, una cosa es tolerarlos en la vida, tolerar su existencia y hasta su participación social, pero no la política. No es lo mismo la aceptación que la tolerancia. La aceptación es natural, la tolerancia impuesta, por las leyes en la mayoría de las ocasiones, por lo que hay que acatarla.
Con pocas horas de diferencia salieron publicadas varias declaraciones. Como es habitual ya en los casos de Cuba, la declaración que a mi juicio tiene mayor importancia, por su madurez y esencialidad específica, ha sido bastante ignorada, para darle bombo y platillo al amarillismo de otras. Recomiendo leer Rosa María Payá, en exclusiva, en Cubanet.
He leído también con atención el artículo publicado en El Confidencial titulado La oposición cubana busca apoyo español para forzar a Castro al diálogo, con un subtítulo que añade “Fariñas viaja a España para buscar asesoramiento”. Espero que cuando Fariñas llegue a España visite antes que a nadie a los presos políticos desalojados y abandonados en las calles, que han tenido que pasar el rudo invierno de este año a la intemperie; puesto que si estas personas, incluidas niños y ancianos, han tenido que soportar estos percances en los que hubieran podido morir, es debido a las gestiones de Fariñas y su asistida huelga de hambre en combinación con el gobierno español, el régimen castrista y la iglesia castrista, en la que pidió, a pocas horas de morir Orlando Zapata Tamayo, negociar con el gobierno de Zapatero que los presos políticos y sus familiares partieran todos a España, como declaró a ABC y a la prensa internacional. Una negociación que hizo Fariñas, la que por cierto aprobaron los disidentes, y que el régimen de La Habana aceptó con los ojos cerrados y hasta con “benevolencia”, autorizando que el ex Coronel Fariñas discutiera con el embajador español, con el cardenal, y con cuanto personaje se le ocurrió a él (si es que fue a él a quien se le ocurrió), que estos inocentes fueran deportados bajo licencia extrapenal, que no es lo mismo que liberadas.
Y ya que no es lo mismo, tampoco es lo mismo poner su vida “en peligro” bajo una huelga de hambre asistida, la que sólo favoreció al régimen (algo que los cubanos han olvidado ya), que pasar un invierno de los más fríos que ha habido en Europa en muchos años, con frío, hambre, y sin casas. Espero que estos hombres y mujeres le pidan cuentas al gobierno español. Pero al principal que le tienen que pedir cuentas es a Fariñas que los envió a ese calvario, y que ahora se pasea como un héroe de la disidencia por el mundo, como otros, sin que nadie además pueda cuestionarlos, ni siquiera enfrentarse a ellos en una mesa redonda, con las razones que nos convocan a una gran cantidad de exiliados para no aceptar sus componendas con el régimen.
No, todavía a ninguno de los patrocinadores de este show mediático se le ha ocurrido que en alguno de esos eventos que muchos pagamos con nuestros impuestos, tenemos derechos a participar, y a discutir con ellos, de manera democrática. Los mismos derechos que debiéramos tener a reunirnos con las personalidades con las que ellos se reunieron, para exponer nuestros puntos de vista. Pero es que la democracia no entra en sus entendederas, o en las entendederas de los que organizan esos eventos, que a estas alturas todavía no sabemos quiénes son, ya que sus identidades no han sido reveladas.
De modo que al principal creador de la UNPACU, José Daniel Ferrer, no le permiten viajar –según el artículo de El Confidencial- pero sí se lo permiten a Fariñas. Vaya, qué cosa tan extraña, ¿verdad? Que  impidan viajar a una persona que es menos conocida que el otro, que al serlo como lo es Fariñas podría ser más peligroso para el régimen en el extranjero.
En el artículo se comienza explicando que la “novedad de este proyecto”, sin brindar el nombre del mismo, es la siguiente: “Ni Estados Unidos ni Venezuela ni ningún otro gobierno nos va a imponer reglas ni proyectos. Este es un proceso impulsado desde la disidencia interna cubana y basado en la soberanía del pueblo cubano, en el que no vamos a permitir ningún tipo de injerencia”, así habló José Daniel Ferrer, al que ya ese diario considera que podría ser cabeza de lista de ¡unas elecciones organizadas por el mismo Raúl Castro!
Señoras y señores, tremendas mazorcas de maíz que se están fumando en ese periódico o en el Oriente de Cuba. De modo que Raúl Castro organizará el mismo unas elecciones para que José Daniel Ferrer sea cabeza de lista. ¿Y por qué no aceptaron los Castro el Proyecto Varela con Oswaldo Payá Sardiñas a la cabeza? Se cae de la mata, ¿no?
Pero además, la UNPACU no aceptará que ni Estados Unidos ni Venezuela, ni ningún otro gobierno les imponga nada. ¿Y por qué entonces van a buscar apaños y ayuda con el gobierno español, con la que está cayendo en España? Pedirles apoyo, para colmo, después que el gobierno español no ha reparado en despreciar la causa cubana como les ha salido de sus verijas. Y de contra, pone en la misma balanza al gobierno venezolano con el gobierno norteamericano, es lo mismo que hizo Yoani Sánchez cuando le mandó siete preguntas al presidente Obama y las mismas siete a Raúl Castro, es decir: dar por descontado que el gobierno venezolano posee la misma legitimidad que el gobierno estadounidense, que no la tiene. Y de recontra, estamos nuevamente olvidando la historia, nuestra historia, o sea de la que debemos aprender y extraer experiencias.
Cuando España nos dejó en la miseria total y más aberrante (campos de concentración incluidos) tras una larga Guerra de Independencia, ¿quiénes construyeron escuelas, hospitales, carreteras? ¿Quiénes intervinieron para pactar una democracia? Democracia que después fastidiaron los cubanos mismos, por cierto. Pues, no fueron otros que los norteamericanos, a los que los cubanos debieran respetar un poco más, y no hacer el juego ni el discurso del régimen. Un discurso que es por demás hipócrita, porque mientras que la disidencia se permite esos planteamientos viejos y obsoletos, la hija del tirano recibe premios en el corazón de Filadelfia por “demócrata y amiga de los homosexuales castristas” y el hijo de Fidel Castro se nos hace campeón de golf vestido de Armani y con un tremendo Cohiba entre los labios.
De manera que es hora ya de que la disidencia tiene que aparte de sus labios ese enorme tabacón requemado de los Estados Unidos como enemigo y como no sé qué tontería, que no es más que un discurso obsoleto del castrismo dirigido al pueblo; sin embargo, a los demás, al resto del mundo, les están clamando como locos la presencia de Estados Unidos por debajo del tapete, todo lo contrario de lo que le pidieron al inicio: “Yanki, go home!” Ahora reclaman con lamentos: “Yanki, come back, please!” Cumpliéndose las palabras de Guillermo Cabrera Infante.
Y continúa José Daniel Ferrer soltando perlas: “Nuestro proyecto no tiene nada que ver con la resistencia de Miami. Es la oposición de los cubanos que nos hemos quedado en Cuba la que quiere impulsar esta idea. Aunque, evidentemente, no excluimos a nadie”.
Bien, siento informarle a José Daniel Ferrer que él ni nadie puede excluir a ningún cubano de ningún proyecto que tenga que ver con la libertad de Cuba, viva donde viva. Viva en Cuba, en Miami, o en La Conchinchina, y mucho menos en Miami, donde se encuentra la mayor cantidad de presos políticos, de víctimas del castrismo, y la mayor comunidad exiliada. Ignorarlos sería la muerte prematura de su proyecto. Cosa que, por supuesto, no ha hecho Fariñas, su portavoz -en apariencia-, que a donde primero fue a pedir apoyos fue a Miami, donde lo recibieron pese a su largo y grueso historial castrista, donde ha sido sumamente bien tratado junto a su madre, incluso por la viuda de uno de los líderes más radicales del exilio: Jorge Mas Canosa, quien como Martí, si se despierta en su tumba se vuelve a morir. Así que expresarse de esa manera tan díscola de la fuente que le da de beber, es querer morir de sed antes de que el chorro de la fuente asome.
Por supuesto, quien escribió la nota añade que Ferrer insiste en ello para desligarse de “los liderazgos urdidos desde Miami, siempre sospechosos de vasallaje con los intereses norteamericanos sobre el futuro de la isla caribeña”.
Dios santo, lenguaje más castrista que este habría que encargarlo directamente al Consejo de Estado. Fíjense bien, les ruego que se trasladen por un instante a la época de José Martí, ¿sus reuniones con los tabaqueros en Tampa, sus corretajes en el exilio de Nueva York, su preparación de desembarco por Playitas, fue solamente un liderazgo urdido en las entrañas del monstruo que él tanto conoció, interesado en nuestra isla cuando todavía tenía algo que ofrecer, una isla que hoy que no tiene nada más que ofertar que pobreza y mendigos jeremiquiantes? Vaya, por Dios, qué visión del futuro tienen los americanos… Pero además, los 200 mil dólares que recibió Fidel Castro de parte de Prío Socarrás desde el exilio miamense, para el desembarco del Granma, ¿qué fue, cómo lo llamamos? ¡Doscientos mil dólares de la época! ¿Y cómo llamamos a la ayuda “desinteresada de los hermanos soviéticos” que no fue más que una invasión sumamente interesada de los comunistas bolos por más de treinta años?
Pero aquí es donde está la perla de las perlas: “Pedimos el diálogo con el gobierno de Castro, tutelado o no por ONGs de calidad, y que ese diálogo sea público. Que la gente de Cuba y del exterior sepa que existe ese diálogo y que cada paso que se dé se vaya trasladando a la población y a los medios internacionales de forma objetiva”.
Bien, de lo que debemos interpretar fácilmente lo siguiente: que la UNPACU prefiere dialogar con los dictadores devenidos ahora presidentes de ONG’s (como la FMC se transformó en CENESEX), por obra y milagro del castrismo, antes que con los exiliados y con gobiernos demócratas como el de Estados Unidos, y que sepamos que eso es ya una cosa hecha y dada, sin que podamos oponernos, y tendrán la gentileza, (oh, gracias) además, de que se nos irá informando de “forma objetiva”. Nosotros, punto en boca. ¿Le preguntaron ellos al pueblo sobre esto, mediante elecciones o algo parecido? No, al igual que hizo Fidel Castro desde la Sierra Maestra, por sus timbales, esto es lo que hay y habrá. Lo que nos toca por la libreta porque ya ellos y unos cuantos, en posible diálogo con la tiranía lo decidieron. Y el resto, boca cosida, repito.
Entonces vuelven con lo tan trillado de que ellos obligarán al régimen cubano a sentarse a dialogar. ¿Qué le estarán inoculando a los boniatos por allá por donde vive José Daniel Ferrer? ¿De verdad cree que nos hará creer que el “gobierno” castrista está dispuesto a dialogar, a sentarse con la disidencia para cambiar lo que han hecho esos dos malditos en ese país? Y en caso de que lo lograran, cuáles serían las demandas de la UNPACU frente al régimen, qué le exigirían que cambie, cómo lo harán. ¿Piensan ellos que obtendrán puestos en la Asamblea, que podrán decidir por encima de los dictados de la tiranía? Bueno, es probable que semejante truco se produzca, visto el juego de espejos y espejismos que ha ido imponiendo la dictadura para que el mundo piense que ellos están haciendo cambios favorables. Pero, ¿por qué tenemos que aguantar como carneros nosotros que se nos engañe de ese modo? ¿Por qué Cuba debiera recorrer el camino de China o de la antigua URSS, hacia una nueva forma de dictadura? ¿Por qué no seguimos en el camino de la lucha por la libertad y la democracia sin los tiranos? ¿Por qué le están ellos insuflando más vida a ese régimen?
Más adelante, el cantinfleo continúa: “Es de vital importancia, en muchos de los procesos que queremos emprender, que nos ayuden desde fuera a plantear las cosas con criterios racionales. No es una petición de tutela. Es una petición de formación, de consejo, de asesoría. Tienen que tener en cuenta que la gente que ha estado en la lucha tampoco ha tenido mucho tiempo de formarse. No queremos que abogados, políticos y economistas de fuera lideren la transición”, resalta Ferrer”.
¿Qué es lo que esperan de nosotros en definitiva? ¿Les queda claro a ustedes? A mí no. O sí, a medias. No quieren que participemos, no quieren que nos impliquemos, sólo que toleremos sus imposiciones enviando de vez en cuando consejos y asesorías. ¿Se ha enterado Ferrer que los consejos y asesorías se pagan, que forman parte del trabajo de muchos de nosotros? ¿Se ha enterado que a diario en el exilio muchos exiliados se levantan a las cinco o seis de la mañana para doblar el lomo y trabajar para poder pagar las escuelas de sus hijos, los alquileres, los empleados, impuestos, y además de eso él le está exigiendo que manden consejos y asesoría en sus pocas horas de descanso? Consejos y asesorías que tal vez ellos aceptarán o no, en dependencia de si su principal partner: el régimen castrista, accediera a escucharlos o por el contrario a borrarlos del mapa cuando llegue el momento conveniente. Francamente, yo pensaba que Ferrer era una persona más inteligente, pero en este p’atrás y p’alante no lo entiende nadie, o quizás haya que entender lo que hay detrás, el veneno que hay en el fondo empozado.
Y vuelve a la carga con que  harán la transición a la española.
“…personalidades que han ocupado altos cargos en los distintos gobiernos españoles y algunos puestos de alta responsabilidad en el organigrama de la Unión Europea. Los primeros contactos ya se han establecido, aseguran. Y uno de los motivos del viaje a España de Guillermo Fariñas es apuntalarlos. Probablemente, a lo largo del mes de junio se irán conociendo las identidades de este oficioso think-tank político-económico. Un énfasis más: insisten en que en este grupo estarán representadas todas las ideologías democráticas. De nuevo, persistencia en recalcar que Unpacu se desmarca de la desprestigiada oposición anticastrista germinada de la derecha económica o el neoliberalismo estadounidense. De Miami. “Si ellos [los Castro] aceptan el diálogo, sencillamente el diálogo, podremos decir que estamos en sintonía con ellos. No abogamos por un proceso rupturista radical. Buscamos un proceso de reconciliación nacional”.
Con la que está cayendo en España y este disidente se baja con que serán los políticos españoles, de toda franja ideológica, los que ayudarán a los cubanos a conseguir el diálogo; no la libertad, no, el diálogo con el castrismo. Pero si ni el mismo gobierno español ha conseguido dialogar no ya con los Castro, con su mismo país, ¡con su mismo pueblo! Le recomiendo a Ferrer que se informe en qué punto se encuentra varada la investigación de la muerte de Oswaldo Payá Sardiñas y de Harold Cepero, qué ha hecho el gobierno español para que estas muertes se aclaren y al menos se haga justicia con dos ciudadanos españoles implicados, tanto Payá como Carromero.
Pero cómo se puede además decir que ellos oirán a estos políticos españoles y despreciar por otro lado la ayuda de políticos cubanoamericanos, por ejemplo, y de otras tendencias políticas que las del gobierno norteamericano actual. ¿O sea, prefieren oír a un político español antes que a Ileana Ros-Lehtinen o a Mario Díaz-Balart? ¿Por qué? Que alguien lo explique. Porque lo que no se explica es tanta sarta de incoherencias y de numeritos para encandilar de nuevo al exilio, en el peor estilo de la misma dictadura castrista.
Tres últimas cosas, una nueva recomendación, asesoría, o consejo, como mejor prefiera, que lea el reciente libro de Antonio Muñoz Molina: Todo lo que era sólido. Ahí se enterará de lo que es España hoy en día, y desde hace rato. Si eso es lo que él quiere para Cuba, estamos más perdidos que un pedo en un baile.
La gran mayoría de cubanos a los que el castrismo les quitó las propiedades en épocas de Batista ha muerto o están demasiado ancianos para ir a ripiarse por una casucha en ruinas, o por una mansión a punto del desplome. Sus hijos, nacidos en el exilio, son propietarios de mejores casas en diferentes partes del planeta, y de mejores negocios que los que tenían en Cuba. Cuba ya no es la Perla de las Antillas, Cuba es la pocilga de las Antillas. Invertir energías en ella con los tiranos en el poder es perder invariablemente. Como mismo acaban de perder otros pobres dementes buscando petróleo en terreno baldío. Hay más leche en la teta de una vaca muerta que petróleo en la isla.
Y para finalizar: lo que tenemos que buscar los cubanos no es un proceso de reconciliación nacional, es la libertad. La nación no se ha peleado con nadie. Ni podrá haber reconciliación hasta que no haya libertad. Mírense en el espejo de la misma España hoy en día, todo eran espejismos. Todo lo que era sólido es hoy endeble, frágil, humo y decadencia. España es otra vez una de las últimas pordioseras, no ya de Europa, del mundo, como escribe Muñoz Molina. Cuba nunca lo fue antes del castrismo, ni siquiera en la época en que luchaba en contra del dominio español. Con el castrismo no es más que la última de las putas de turno.
Han sido los Castro los que han destruido la nación, el país. Con ellos no puede haber reconciliación ninguna hasta que no sean ajusticiados por la enorme cantidad de vidas que se han perdido por su culpa y por la destrucción de una nación y de un país. Lo que tienen que pedir los cubanos al unísono, todos los disidentes del interior y los del exilio, frente a Naciones Unidas y frente al mundo, es un ajusticiamiento de la familia Castro por crímenes contra la humanidad, y que sean perseguidos y juzgados, allí donde se metan, para que Cuba sea libre de una vez y por todas. Y que todos los cubanos, todos, seamos los primeros protagonistas, los protagonistas privilegiados del único cambio irreversible, el que nos guiará hacia la democracia.
Zoé Valdés.
Añadido: Curioso que quieran liderear ese diálogo sin consenso con quienes los oprimen y no con quienes les desean la libertad, y sobre todo con quienes han tratado despiadadamente a presos políticos cubanos y sus familiares, dejándolos en las calles, y todo eso negociado mediante la persona que no ha hecho más que hundir a la disidencia. La misma persona que entregó 200 firmas falsas al Proyecto Varela según los mismos líderes del MCL.
Tomado de: 

martes, 26 de marzo de 2013

Carta abierta. Respuesta de Zoé Valdés a "Coco Fusco"



 Imagen: Coco Fusco. tomada de
...
Nota:
Esta carta  está estrechamente relacionada  con el articulo de Zoé Valdés


Desde el Comité Central hasta la casa Blanca: "Un solo pueblo"

Artículo con el que me identifico plenamente ya que considero que Zoé ha hecho un análisis muy acertado sobre la controvertida figurilla Yoani Sánchez  y las fuerzas ocultas que la han convertido en mito, y la hacen   gozar de una posición privilegiada, como si se tratara de  una  figura importante en la transición hacia la democracia en Cuba.
Esperanza E Serrano
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Leyendo un poema erótico en La Habana, 1981. Foto Sonia Pérez

Zoé  Leyendo un poema erótico en La Habana, 1981. Foto Sonia Pérez (imagen tomada de su blog)

Carta abierta dirigida a mí de parte de Coco Fusco colgada en Facebook, y mi respuesta.
Por Zoé Valdés



Coco Fusco responde a Zoé Valdes”, colgado en el Facebook de Geandy Pavón, a quien mi hermano y mi padre ayudaron a su llegada al exilio organizándole varias exposiciones en el edificio donde mi padre tenía su mueblería y mi hermano su galería Ars Atelier en New Jersey, y a quien siempre apoyé desde lejos y desde este blog, me ha empezado a hacer una guerra sorda y cochina porque no pienso como él y su grupo de jalalevas:

Carta de Coco Fusco:

“Estimada Zoe Valdes,
Muchas gracias por haberse recordado de mi rostro y mi nombre después de tantos años.
Me gustó mucho su novela La Nada Cotidiana.
Tristemente me parece que sus comentarios sobre la visita de Yoani Sánchez a Nueva York son muy confusas. Le recomiendo que preste más atención a los hechos y la información concreta.
Para empezar, puede ser que haya sido yo conocida en Cuba en los 80, y es verdad que viajé a la Habana varias veces en los 80 y los 90. Tengo familia en Cuba además de haber sido investigadora de la cultura cubana por treinta años. No era socia de Sandra Levinson pero en los 80, para viajar a Cuba desde los EU había que hacer gestiones a través del centro de estudios cubanos, que ella dirigía. En aquella época, fui coproductora de un documental sobre el arte posmoderno en Cuba que no fue bien recibido por la oficialidad cubana, y organicé varias exhibiciones de arte cubano en los EU, además de publicar muchos artículos sobre cultura cubana que molestaron a los oficiales lo suficiente para que me negaran una visa de entrada en el ’94.
Desafortunadamente, no tuve la oportunidad de conocerle en persona en los 80. Me acuerdo de un viaje que hice a Paris en el 87, cuando usted formaba parte de la delegación de Cuba ante la UNESCO y vivía ahí con su marido y Pepe Horta, que en aquel entonces era el asistente de Alfredo Guevara, fundador del ICAIC y militante del partido comunista. Un amigo mío que se estaba quedando con ustedes me explicó que no me podían recibir, porque siendo oficiales del gobierno cubano en el exterior, no les convenía acercarse a una cubana-americana. Hacerlo podría ser interpretado como un acto contrarrevolucionario.
Entiendo bien que desde esa época su posición con respeto a Cuba ha cambiado bastante.
Estuve en al aeropuerto de JFK para recibir a Yoani Sánchez porque le había hecho una invitación a Nueva York para que participara en la conferencia que organicé, titulada La Revolución recodificada, en la universidad del New School, donde soy profesora. Le ofrecí un poncho peruano de lana alpaca cuando aterrizó porque hacia muchísimo frío en Nueva York — -1 grado Celsius — el día de su llegada y ella venia de un clima mucho más caloroso. El choque del frío afecta a la mayoría de la gente que viene del caribe, incluyendo a todos mis parientes cubanos que emigraron al norte. Mi madre, una cubana que también conocía a Sandra Levinson pero no era comunista, vivió 56 años en Nueva York y nunca se adaptó al frío. Unos días antes, cuando llegó otro cubano que participó en la conferencia, al que también le llevé ropa de invierno, me dijo que le hacia falta tomar algo caliente antes de salir al frío. Tratar de proteger a alguien contra el frío solo podría ser interpretado como un gesto político por una mente un poco perturbada.
Me parece que sus comentarios sobre el viaje de Yoani Sánchez no revelan mucho más que una envidia que provoca pena ajena. Durante mis últimos viajes a Cuba he encontrado a varios intelectuales de la oficialidad cubana que hablan mal de Sánchez y los otros blogueros de la misma manera que la hace usted – es decir a través de la mentira y sin haber leído sus escritos. Existen mejores maneras de aumentar la cantidad de lectores en su blog.
Un saludo cordial,
Coco Fusco”



Mi respuesta:

Señora Coco Fusco:

Resulta raro que encabece usted su carta abierta llamándome “estimada” cuando por el tono de la misma se nota que usted no me estima ni me respeta en lo más mínimo.

Mi artículo, al que usted responde, publicado en Libertad Digital, en España, lo escribí con todo el derecho que me da vivir en un país libre donde la libertad de expresión es uno de las conquistas fundamentales del ser humano; y por supuesto aunque la mencioné de manera correcta no iba dirigido a usted, la mencioné de manera correcta reitero, y usted salta y me responde dirigiéndome una misiva colgada en su muro de Facebook, como para que no quede duda a nadie, a sus supervisores, promotores, patrocinadores o sponsores, o quienes sean, que usted está clara y firmemente en mi contra y a favor de la señora Yoani Sánchez.

Responderé a su carta, señora Fusco. Primeramente le diré que mis comentarios acerca de YS no son “confusas” como usted escribe, y mucho menos confusos que es como debió de haber escrito dado su gran cantidad de doctorados y estudios. Por otro lado, me alegra que le haya gustado La nada cotidiana, forma parte usted de un número amplio de lectores que en todo el mundo apreciaron esa novela y la siguen apreciando, como continúan apreciando las siguientes que escribí traducidas a diversos idiomas, que publiqué, y que han sido premiadas con el mejor premio que puede tener un escritor: el de ser reconocido por sus lectores desde hace ya casi veinte años, aunque escribo desde hace más de tres décadas, y que sus novelas sigan vendiéndose en los principales centros de ventas y existan en las bibliotecas de mayor afluencia en el mundo.

Señora Fusco, no se ofusque usted. Llevo prestándole atención a los acontecimientos relacionados con la bloguera Sánchez desde sus inicios, así como de las informaciones concretas acerca de su persona. Lo que dada mi enorme capacidad de trabajo tampoco me roba demasiado el sueño. Mi principal preocupación es mi trabajo y la libertad de Cuba. Fui de las primeras en apoyar a la señora Sánchez, y sin nada a cambio, de manera solidaria, como hago con muchas personas que en el mundo defienden los derechos humanos y se dedican a luchar por la libertad de expresión, de ello pueden confirmarle mi labor con Reporteros sin Fronteras, Amnistía Internacional, entre otras ONG’s con las que colaboro desinteresadamente desde hace décadas.

Cuando yo empecé a apoyar a Yoani Sánchez, a Claudia Cadelo, a Lía Villares, a Porno para Ricardo, entre otros, apoyo que como supondrá con mi nombre, mi firma, y mi curriculum vitae, constituyó un sostén importante para esta señora, usted no estaba ni por esos lares, de modo que usted empezó a apoyar a Sánchez públicamente a última hora, cuando ya muchos nos habíamos convencido del paquete que nos estaban queriendo meter como un supositorio en un trasero estreñido con la señora de marras, y ya nos estábamos retirando. Usted apoyó a Sánchez cuando se hizo superfamosa, y devino la superbloguera que es hoy.

Sí, usted era muy conocida en Cuba en La Habana de los ochenta y de los noventa, yo no. Yo era una cubana del montón, una habanera del montón, vista desde otros ángulos, claro. Usted, una cubanoamericana que regresaba a Cuba amparada por el régimen -¿cómo si no?- y cuya importancia al lado de cualquier cubano del montón cobraba fuerzas descomunales por lo que no podía usted reparar en gente como yo.

Por cierto, yo investigo la cultura cubana y la vivo, la viví in situ desde que esa cultura que usted investigaba de manera folklórica a nosotros se nos prohibió de forma contundente. Y sin embargo, muchos de las personas anónimas que se encontraban oprimidos trabajando con la cabeza gacha colaboramos sin que siquiera usted y otros se enteraran de que lo hacíamos, y sin ser remunerados por nuestras colaboraciones. De tal modo siendo yo jefa de redacción de la Revista Cine Cubano, me dieron la tarea de hacerle fotocopia a usted de algunos trabajos suyos, transcribí también cintas para un libro de María Luisa Gómez Mena, y le hice varias gestiones burocráticas a la señora Sandra Levinson, todas encomendadas por la oficina de la Presidencia del ICAIC y los que ordenaban y mandaban en el ICAIC, sin que ninguno de ustedes pagara por ello, ni lo agradeciera. De manera que muchos de nosotros, entre ellos yo, les servimos de esclavos a ustedes. Supongo que conozca lo que eso significa en el país donde usted vive, y lo que significa usar la mano de obra de un individuo que no ha sido remunerado. De manera que usted debiera como mínimo agradecerme mi colaboración desinteresada y anónima en sus investigaciones.

En las investigaciones que yo hice por mi cuenta, muchas veces tuve que contactar con mi familia en el exterior, en el exilio, en New Jersey, a riesgo de perder mi trabajo y mi libertad, y a escondidas, por supuesto. Nunca le pedí nada a ninguno de ustedes. La señora Sandra Levinson, una vez llegó al ICAIC con un paquete enorme de galletitas dulces y viendo que yo estaba embarazada y con un hambre de tres pares en pleno Período Especial, en el año 1993, exclamó: “¡Mira lo que te traje!” Yo pensaba que me traía ese gran paquete de galletitas de María para mí sola, pues no, sacó una galletita y me la dio, largándose con el paquete hacia el despacho de Alfredo Guevara. No la boté porque tenía hambre. Pero no sabe usted cómo me he arrepentido de haberme comido esa galletita mierdera.

De modo que todos los que trabajamos en el ICAIC en aquella época de los noventa (yo solamente trabajé cuatro años) tuvimos que meternos a la Levinson y a toda la retahíla de gente bajo los nombres de maceítos y los tantos “itos” que viajaron a Cuba y que debimos recibir en silencio. Su relación con ella seguramente fue diferente. A usted, ella le resolvía los viajes a Cuba, a nosotros nos traía una galletita baratucha del peor supermercado de Nueva York para humillarnos.

Conozco sus peripecias en Cuba, señora Fusco, fui una de las mejores amigas del poeta Osvaldo Sánchez, juntos hicimos una gira en el año 1986 por una gran cantidad de universidades francesas, él le podrá contar de mis enfrentamientos políticos con los organizadores del evento, recalcitrantes castristas, con el embajador de Francia en la época, y con Alfredo Guevara, quien para decir la verdad, era el que menos nos controlaba y vigilaba, pues él en lo que estaba era para comprar muebles antiguos y lámparas Gallé con el presupuesto del pueblo cubano.

En efecto, desde el año 1983 hasta el año 1988 trabajé bajo contrata ganando 632 francos mensuales a pleno tiempo, en la oficina cultural de la UNESCO de la Misión Cubana de esa institución internacional, no es algo que yo haya ocultado, he escrito varias novelas donde hablo abiertamente de esa época de mi vida, entre esas novelas La nada cotidiana y La cazadora de astros; la primera la leyó según me cuenta, la segunda todavía no. Nunca he escondido para nada el poco tiempo que trabajé en Cuba y para Cuba bajo contrata, para Cuba, no para el régimen, hacer una revista de Cine no me sitúa en el peor de los trabajos que puede tener un cubano en Aquel Vómito de Mofeta: el de terrorista, por ejemplo. Y por Miami pululan.

Nueve años en total trabajé en la cultura, con los pro y los contra que hacerlo suponían de manera callada y honesta, y siempre por contrata, me exilié con 34 años en el año 1995. Jamás fui militante comunista, ni pedí paredón para nadie, aunque sí pude saborear el privilegio de viajar a París, lo que sucedió porque el señor Alfredo Guevara sentía una gran debilidad y lo unía una gran amistad por y con el que era mi esposo en la época, el señor Manuel Pereira, quien gozaba de un nombramiento de diplomático, lo que no nunca ocurrió en mi caso, yo, señora Fusco, viajé como esposa acompañante, por si usted no lo sabía, y no sé si tampoco sabe lo que eso significa en el medio diplomático castrista. Para viajar nos hicieron verificaciones políticas y no dudo de que la prisión de mi padre por cinco años haya salido, pero Guevara estaba tan interesado en llevarnos con él, perdón, en llevar a Manuel Pereira con él, que no dudo que haya borrado ese “pequeño detalle”, puedo imaginar que conocerá usted cómo se manejan las cosas en el castrocomunismo cubano, cómo se “arreglan” los problemas e inconveniencias entre esos viejos camajanes.

No sé si usted quiso verme a mí cuando vino a París, lo dudo, ya le digo que yo no era nadie. Seguramente deseó usted ver a Guevara, a Horta, y a mi esposo. A mí nadie pedía verme, le reitero que no era nadie. Sólo una joven poeta escondida. Sin embargo, todo el que quiso verme en la época me vio, le puede preguntar a mis amigos venezolanos que me apoyaron, que me vieron, que me ayudaron, y que son testigos del enorme padecimiento de esos años en este país siendo controlada y acosada por un régimen machista-leninista y por un machista, lo que no viene al caso. Me dirá usted que por qué no regresé a Cuba, eso hice. No podía hacer de otra manera porque el gobierno norteamericano no me hubiera dado asilo, yo no era nadie. Y además, cómo brincar la verja dorada que rodea al consulado norteamericano en París, lo que me pasó mil veces por la cabeza y que en múltiples ocasiones consulté con otra persona de la Misión de Cuba ante la UNESCO. Mi pasaporte, además, estaba guardado, como el resto de los pasaportes, en la Oficina de Cubana de Aviación, así como mis documentos de identidad, y con lo único que contaba para identificarme era con una carta del metro, que hoy conservo todavía, como mismo conservo la libreta de racionamiento, no por masoquismo, si no para nunca jamás olvidar los instrumentos del terror, los menos peligrosos y menos dañinos.

El señor Manuel Pereira, quien al parecer olvidó aquellos años o no quiere rememorarlos, está en su derecho de ser desmemoriado, es por cierto una de las personas que presentó a Yoani Sánchez en México. Su historial revolucionario es muchísimo más grueso que el que usted me quiere endilgar sin pruebas y que yo no tuve. Porque además, cuando me nombraron redactora en jefe de Cine Cubano, así como subdirectora después, lo hice sustituyendo al escritor y poeta, gran periodista, fallecido en Miami, en el exilio, Antonio Conte, también con un historial de revolucionario que yo no tuve, pero quien, por el contrario, jamás renegó de su pasado.

Muchos han sido los escritores que fueron revolucionarios y fueron nombrados diplomáticos y luego se exiliaron; desde el corazón del castrismo enfrentaron la máquina del terror, y también desde el exilio. Si usted no lo sabe debiera saberlo, porque usted ha presentado varias convenciones relacionadas con Cuba y con instituciones norteamericanas recientemente, donde se han mostrado en pantallas imágenes de terroristas connotados, como el Che Guevara y Leila Khaled, y usted no ha protestado por ello, tampoco la señora Sánchez lo hizo, ignorando que el pueblo de Cuba padeció los crímenes del asesino argentino, así como tuvimos que tolerar que muchos de esos terroristas palestinos se entrenaran en nuestro país y usaran las casas expropiadas de los exiliados y se comieran nuestra cuota de comida.

De modo que si no me vio en París fue porque no preguntó por mí, como hicieron tantos, por diferentes vías. No sé si Manuel Pereira la recibió, supongo que tampoco, en aquella época él estaba escribiendo la gran novela de la literatura cubana y no tenía tiempo para nadie, entonces pregúntele a él por qué no lo hizo. Supongo que siendo amigo de la bloguera Sánchez, y su cicerón en México, es probable que le responda mucho más rápidamente de lo que yo con esta carta.

En cuanto a su relación con la señora Levinson es su problema, no el mío. Siento mucho que su mamá haya tenido que pasar tantos años de frío en el exilio, mi padre y mis hermanos también, en New Jersey. Y yo desde hace 18 años en este país. Por cierto, mi hija cumplirá 20 años en este país en abril, nació en Cuba, y no puede regresar allí, ni quiere. No encuentra inspiración en las dictaduras, eso lo aprendió en libertad. El precio es no conocer su país, en el que nació y debió criarse. Nos tienen todavía a todos en una lista negra, al cineasta Ricardo Vega por su película Fiel Castro, mi esposo, y quien fue disidente en Cuba del Grupo ARDE (Arte y Derecho) en los años ochenta y noventa, pero que creo que usted tampoco lo conoció, no sé por qué, porque era artista, era cineasta, era disidente, tal vez por esto último. Una de sus películas El Informe se exhibió en Nueva York gracias a Néstor Almendros, no sé si usted estuvo en el cine aquella noche. Tampoco vi a Sandra Levinson, ella estaba del lado de nuestras películas, las del ICAIC, las oficiales.

En cuanto a la mantita de lana y el gesto de rechazo de la Sánchez, es su problema, no el mío, pero no es el único gesto maleducado que hace la señora Sánchez, quien tiene por costumbre no responder emailes ni responder al teléfono y dar la callada por respuesta. A ella sólo le interesa, me imagino que como a usted en una época, la gente importante.

Mire usted, respetando el orden de su misiva, yo escribí varios libros de poesía y una novela antes de La nada cotidiana, esos libros se leyeron por un grupo reducido de personas en La Habana, enseguida me convirtieron en autor de culto en aquella ciudad turbulenta y promiscua de los ochenta donde el erotismo era considerado raro y contestatario, hasta que años más tarde empecé a vender libros a montones y empezaron los ataques, que si me había convertido en una escritora comercial, que si esto o lo otro. Siempre he recibido las buenas críticas como las infamias con el mejor de los rostros, y he seguido trabajando y escribiendo. Mis lectores me importan no por la cantidad sino por el amor con el que reciben mi trabajo. Si mañana tengo que escribir un libro para leerlo yo sola lo haré, porque primero que todo escribo para amar la vida, para reinar poéticamente en los sueños, para reinventar la existencia, y para reafirmar mi libertad.

Llevo mi blog desde el año 2004 y nunca he traficado las entradas ni he aumentado mintiendo la cantidad de visitantes. Los que me visitan a diario llevan años conversando en mi portal como si fuera en un portal habanero, el que nunca pude tener allá en nuestro país. La cifra de mis entradas está a la vista, en mi blog de WordPress como en los que tuve anteriormente en Skyrock.

En relación a la envidia que dice usted que le tengo yo a Yoani Sánchez, señora, por favor, usted es profesora de alto nivel, es artista, ha viajado el mundo, como hemos hecho unos cuantos. ¿Qué envidia puedo tenerle yo a la señora Sánchez? Mi marido es seis años más joven que yo, voy a cumplir 54 años y me siento saludable y con ganas de seguir escribiendo libros y poesía, desde hace 18 años he publicado mínimo un libro anual, poseo un tesoro: amigos artistas e intelectuales así como gente sencilla entrañables en todas partes del mundo que han buscado mi amistad no para sacarme nada a cambio, por amor, lealtad, admiración, como yo me he acercado a ellos; trabajo, vivo en París, frente al Sena, mi familia es honesta, mi marido y yo fundamos varios proyectos, entre ellos la productora de cine y video
Lunáticas Prod, un viejo deseo. Y tengo lo más preciado, mi mayor virtud y mi más hermosa riqueza, que no son solamente ni antes que nada mis libros ni mi blog, no: Tengo una hija, por la que me fui definitivamente de Cuba el 22 de enero del 1995, para salvarla del horror. Por ella he hecho todo, como también lo hace su padre. Estamos orgullosos como seguramente lo está su madre de usted, y satisfecha de haberla criado lejos de la tiranía; ella es libre, inteligente, transparente, solidaria con los demás, es totalmente bilingüe, y habla dos idiomas más. Ha viajado el mundo con solo veinte años, conoce los museos más importantes como los hogares más humildes de los rincones más bellos del mundo como los más sombríos; hace cine, estudia en La Sorbonne, una de las universidades más prestigiosas, y nunca, nunca, me pasó por la cabeza sacrificarla a ella y a su futuro para brillar yo en su lugar. O sea que esa palabra “envidia”, usada por los detractores y depredadores de la libertad de expresión como mismo usan otras y usaron en el pasado cuando gritaban “¡P’a lo que sea, Fidel, pa lo que sea!”, sin que nadie pudiera emitir la más mínima queja porque los fusilaban o los encarcelaban, como fusilan y encarcelan todavía, no va conmigo, y no se lo permito ni a usted ni a nadie.

Ahora me despido, creo que no he dejado nada en el tintero. Si pasa nuevamente por París y si yo no estoy muy ocupada como he estado hoy aunque sin embargo me he detenido a responderle, puede llamarme y con gusto la veré, como la hubiera visto en París antes, como la vi yo a usted en La Habana, pero fue usted quien no me vio a mí.

En una Cuba democrática y libre será el pueblo de Cuba quien elija a sus líderes, a sus políticos, no lo olvide. No necesitamos que nos impongan a más figuras inventadas por los americanos, o por los raulistas ahora, o por los oportunistas de toda la vida, como ya nos impusieron una vez en el pasado los americanos a Fidel Castro y a toda su parentela. Y ya llevamos más de medio siglo sufriéndolo.

Sin más,

Zoé Valdés

Escritora cubana en el exilio.

viernes, 22 de marzo de 2013

Desde el Comité Central hasta la casa Blanca: "Un solo pueblo"

 
Por Zoé Valdés
La señora Yoani Sánchez, que según ella estudió Filología en la Universidad de La Habana, quien también según su propia presentación ha sido y es profesora de Español para turistas, y un sinfín de cosas más, devenida periodista por obra y gracia del Premio Ortega y Gasset, periodista virtual será el caso (ya sabemos lo que es la prensa en Cuba), autora de un blog titulado Generación Y (que debiera llamarse Generación Yo), más famoso en el extranjero que dentro de Cuba, ha podido por fin salir de la isla, llevaba años intentándolo, tras haber regresado a Cuba y después de haber vivido durante dos años o más en Suiza, en fin, que la historia, como toda historia cubana, es larga y compleja.
Resumiendo, la señora Sánchez, cuya historia larga y compleja ella solo muestra fragmentariamente, lleva dándole la vuelta al mundo desde hace algunas semanas. En esos pocos días ha estado en Brasil, en varios países europeos, en México, y seguidamente se dirigió a Estados Unidos, donde actualmente se halla. En México, la presentaron varias personalidades, entre ellas el escritor Manuel Pereira, cuya historia, también larga y compleja, se desvela esta semana también a la mitad en la revista Cubaencuentro, en una entrevista que le hace un joven mexicano (aquí y aquí). Pero eso no viene al caso ahora. Lo cierto es que la señora Sánchez llegó a Estados Unidos, y ya en el aeropuerto new-yorquino la estaban esperando Coco Fusco (muy conocida en la Cuba de los ochenta, como también se conocía a Sandra Lewinson, pro castrista), así como Ted Henken, y una figura emérita de la universidad de Columbia cuyo nombre no se anunciaba en el video que yo vi. Coco Fusco, solícita, por no decir guataca, le fue a colocar una mantita en la espalda a la señora Sánchez, pero la señora Sánchez alegó con un gesto despótico, que no, que no la necesitaba, que ella no sentía frío, que recordara que ella venía directico de Europa. No, ella venía directico de México, pero esta señora al parecer tiene la memoria larga en Twitter y corta en la vida real.
En Nueva York, en la Universidad de Columbia, la presentaron Ted Henken y la periodista cubanoamericana Mirta Ojito, llevaba, dicen, seis guardaespaldas. Ni Aung San Suu Kyi cuando estuvo en París y fui a verla y a saludarla, lo que hice personalmente sin ningún tipo de contratiempo. También la entrevistaron varias cadenas televisivas, y la periodista cubanoamericana María Elvira Salazar se deshizo en egolatrías suyas, a las que fue respondida con más gestos ególatras de la entrevistada (aquí y aquí).
Mentiras y más mentiras. Y ni un solo periodista ha hecho el trabajo que le corresponde como periodista. Desvelar la verdad.
Yoani Sánchez dijo en Brasil, primer país que visitó durante esta gira que todavía continúa, que ella no tenía miedo, para luego no cansarse de repetir en una sarta infinita de contradicciones que tiene miedo del regreso, lo que es natural, pero si solo se contradijera en ese tema; más tarde añadió que ella estaba en contra del "bloqueo" norteamericano por considerarlo injerencista, que además pedía la liberación de los Cinco Espías (que en realidad son 4, porque ya uno ha sido liberado y vive cómodamente protegido en Miami, pagado todo por el contribuyente norteamericano), y ni siquiera mencionó a los presos políticos ni a los jóvenes pilotos de Hermanos al Rescate, a pocos días de que se conmemorara, el asesinato de estos jóvenes valientes en manos de los castristas y delatados por esta misma red de espías, la Red Avispa, que operaba en varios dominios de la política y la sociedad estadounidense. La señora Sánchez llamó "gobierno" al régimen tiránico de La Habana, no una, en varias ocasiones, y además mencionó en diversas oportunidades el "bloqueo" y no el embargo, sutil diferencia. Nadie le preguntó por qué se expresó de esa manera en Brasil, todo fueron alabanzas, elogios, y pedestales inmerecidos. Sin embargo, pese a este comportamiento tan polí­ticamente correcto, una serie de personas le hicieron mí­tines de repudio y la llamaron mercenaria y agente de la CIA, lo que han dicho siempre de los cubanos exiliados.
Más tarde, en México y Nueva York, nadie le preguntó por qué durante su periplo ha ido variando su lenguaje y se ha dedicado a decir lo que han querido oír cada uno de sus anfitriones en los distintos países que ha ido visitando, pero siempre manteniendo un lenguaje ambiguo y dentro de los márgenes que hoy en día son considerado autorizados por el régimen, quien tras la muerte de Hugo Chávez solamente busca desaforadamente una cosa: a quién cogen de mingo, quién será el próximo Sugar Daddy o comemocos que los mantendrá en vida de por vida, y en la relación desigual que entablarán con posibles chulos a los que arrimarse; y por supuesto que en esa lista está la opción norteamericana como una de las más jugosas posibilidades. Porque como profetizó Guillermo Cabrera Infante en el pasado, ya no dirían para nada "Yanki, go home!" en un viril clamor general, sino ahora que mendigarían más bien "Yanki, come home!" en un gemido entre desesperado y soberbio.
La bloguera Sánchez, que ya se define como escritora, cuando solamente ha reunido en uno de sus libros las viñetas de su blog y en el otro libro da lecciones a los utilizadores de Wordpress de ¡cómo usarlo!, que también se describe como una maga que usa internet sin internet, no fue jamás interpelada por la prensa en ninguna de las cuestiones que muchos hubiéramos querido que se aclararan públicamente, sobre todo porque nosotros sí pagamos impuestos, porque somos contribuyentes, y porque vivimos en países donde lo primero que el pueblo tiene derecho a exigir es la transparencia de las figuras públicas políticas, eso es lo que al menos sucede en Francia, donde un ministro de Finanzas acaba de dimitir por tener cuentas escondidas en Suiza y en Singapur, y ahora mismo les está requisicionando el apartamento a la presidenta del FMI, la señora Christine Lagarde, nada más y nada menos.
La señora Sánchez, periodista según ella, ha hecho más política en esta gira que periodismo. Ha sido ella el centro de la noticia, cosa de la que éticamente un periodista siempre debiera huir. Un periodista verdadero debe mantenerse distante y discreto para poder hacer su trabajo de periodista. Pero por lo que podemos intuir, y ya somos muchos en hacerlo, la señora Sánchez pretende ser lo que no es, o lo que es y todavía no ha confesado porque nadie se lo ha preguntado. ¿Es periodista, es escritora sin libros literarios, es periodista, es política, es todo eso a la vez? Ya en una ocasión se confesó poeta. También se definió como una especie de compendio o multi-oficio (concepto castrista donde los haya) del siglo XXI. ¡Qué espanto, de todo lo que los seres normales y aspirantes a la belleza, a la paz, a la cultura, a la libertad, a la democracia, a la poesía, debiéramos huir de inmediato si queremos salvar este mundo desbordante de idiotas o aprovechados que quieren convertirse en personajes touche à tout!
Pero lo peor no ha sido la prensa adocenada, que la califica como antes hicieron con Fidel Castro, de buena, calmada, hermosa, pacífica, educada, maravillosa, y todos esos epítetos que luego usan, pero en sus variantes antónima en contra de los que con todo el derecho que confiere la libertad de expresión se preguntan: ¿esto de qué va? ¿De qué va esta señora?
Porque desde que esta señora salió de Cuba lo que sí no hemos dejado de ver porque ella no ha cesado de resaltarlo, es que ha salido con una misión fija. Y esa misión ella la ha dicho, repetido y subrayado (nadie se lo ha inventado) con sus palabras. Pidió a Obama un diálogo con Cuba, pidió el levantamiento del embargo por injerencista, ¡eliminar la Base Naval de Guantánamo, por nada lo olvido! Y no más llegar al Congreso Norteamericano, en el que la prensa también se dedicó a enmascarar el verdadero carácter de su visita dando a entender que había sido importantísima cuando en verdad sólo estuvo con cuatro políticos cubanoamericanos máximo, con el demócrata pro raulista Joe García, con los republicanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, y no sé quién otro u otra más. No habló frente a cientos de personas, pero al mismo tiempo pasó, con vaselina esta vez, su mensaje misionero: el gobierno norteamericano tiene que trabajar más "pueblo a pueblo".
Tal vez la presencia de los republicanos en esa reunión fue lo que hizo que bajara el perfil y se acocara un poco. De cualquier modo, la foto, esa foto, es muy valiosa para su regreso a Cuba. Es una foto que le levantará el nivel, frente a los opositores, frente a los disidentes, y también frente a "su gobierno".
"Pueblo a pueblo". Esa frase ya lo resume todo. Es una frase que recuerda uno de esos lemas castristas o de viejos himnos castristas revestidos de canciones populares, que rezaban disimuladamente que desde tal punto del país hasta tal otro punto de la isla, o de otro país, o de otro continente, éramos: "Un solo pueblo". O sea, que ella ha venido a proponernos, ella o quien esté detrás de ella, lo que proponen es que desde el Comité Central hasta la Casa Blanca, o hasta el Congreso Norteamericano, exista "un solo pueblo". El mismo lemita de Hugo Chávez: Cubazuela o Venecuba, un solo pueblo. De pueblo a pueblo, bah...
Todavía la prensa no se ha dignado a preguntar a la señora Sánchez qué hay detrás de esas palabras, no creo que lo hagan. Como tampoco sabremos cuáles son sus relaciones con Carlos Saladrigas, el hombre de negocios que quiere que Cuba se convierta en Singapur, y cuáles son sus relaciones con el gobierno de Barack Obama, puesto que en varios cables de Wikileaks se ventilaron sus visitas y relaciones, de ella y de su marido, con varios funcionarios y políticos norteamericanos. Pero sobre todo, lo que queremos saber los cubanos es por qué ella, en lugar de hacer su trabajo de periodista, de escritora que dice que es, de filóloga, dado que ha visitado tantos países con tantas lenguas diferentes, en vez de dedicarse a lo de ella, en suma, por qué se vende como la representante única y exclusiva de toda la oposición cubana, por qué se vende como la representante de los cubanos en general, incluso de los del exilio, cuando ella no ha sido elegida por nadie para tal tarea, pero todavía más, queremos saber si es que ella ha salido con una misión encomendada por su "gobierno", tiranía para muchos, y por supuesto con un mensaje específico de parte del raulismo.
Un detalle, desde hace al menos un año la señora Sánchez anuncia que hará un periódico en Cuba, dijo que sería el primero, lo que es falso, porque como podemos comprobar aquí, en Cuba y fuera de Cuba existen medios de prensa que entran y salen de la isla. Todos sabemos que para hacer un periódico a lo grande se necesitan millones de euros. ¿Es eso lo que busca Sánchez, ingresar en la isla millones de euros para convertir su sueño o el sueño de otros en realidad de otros en realidad, y romper por fin el embargo norteamericano, abriendo la brecha en el muro, o extrayendo un fragmento del edificio –según sus propias palabras– para que se derrumbe entero, no el régimen precisamente, sino el embargo? Tampoco nadie se lo ha preguntado.
De momento, el exilio la recibirá en la Torre de la Libertad el 1ro de abril, pero ya ella dio el mensaje principal en Washington. En Miami se dedicará a lo que mejor sabe hacer: Twittear en medio de un acto público, como hizo en Columbia mientras sus presentadores se dirigían a ella, recaudar dinero en una cena donde se exigirán 100 dólares por cabeza y 1.000 dólares por mesa (todavía no sabemos oficialmente a dónde irá a parar ese dinero, ojalá sea para la oposición), y contentar con su muela infatigable, porque en eso sí que es maestra, en hablar por los codos sin decir nada que valga la pena a sus adulones y halagadores. No sé si allí podrá estar, en esa cena, la madre de Orlando Zapata Tamayo, la señora Reina Loina Tamayo, no creo que pueda costearse una cena a esos precios. Y no sé si por fin, allí, por conveniencia o por lo que sea, mencione finalmente que la Dama de Blanco Sonia Garro Alfonso lleva ya un año en prisión sin juicio, en lugar de afirmar como se apresuró a afirmar ya no sé en qué país de los tantos que ha visitado, que Miguel Díaz-Canel podía ser el Gorbachov cubano. Puaf!
Entretanto, pasa lo que siempre ha pasado con los cubanos, que apoyan al primero que se vende como mesías, sin conocerlo, y sin preocuparse por averiguar. Y luego se lamentan de haberse comido el millo. Y ni siquiera tienen memoria para recordar que con Castro la mala digestión ya les dura más de medio siglo.
  http://www.libertaddigital.com/opinion/zoe-valdes/un-solo-pueblo-67838/

martes, 4 de septiembre de 2012

La apacible firmeza de Rosa María Payá Acevedo

Por la destacada escritora cubana Zoé Valdés
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Rosa María Payá, en la ceremonia fúnebre de su padre.

Yo también había oído hablar de ella, a través de su padre, brevemente, cuando mencionó a su familia en una conferencia que dio en París hace algunos años. Pero la he conocido ahora, desafortunadamente en un momento terrible para todos los cubanos, y sobre todo para ella, su madre y hermanos, la pérdida de su padre, Oswaldo Payá Sardiñas, Premio Sajarov por los DDHH, y el líder del Movimiento Cristiano Liberación, y de su amigo Harold Cepero Escalante, también activista del movimiento.
Por la manera de comportarse desde que ocurrieron los hechos puedo percibir que se trata de una joven diferente, de modales dulces y apacibles, aunque de carácter firme. No se ha separado de los suyos ni un momento y salta en su defensa sin ningún temor. Su lenguaje es correcto, sencillo, claro. Me gustaría conocer más a la hija de un hombre en cuyo corazón palpitaba la paloma de la paz y de la dignidad.
Le envié un cuestionario en forma de entrevista hace algunas semanas. Acabo de recibir sus respuestas, y quedo admirada y agradecida con ellas. Acompañándolas, también una carta, que no habla más que de su magnífico equilibrio y de sus buenas maneras y educación. En medio de su dolor, ha tenido tiempo no sólo para responderme, además para escribirme lo siguiente:
Querida Zoé,
Espero que esté muy bien.
Lamento mucho tanta demora, se me rompió la memoria donde guardaba mis respuestas y tuve que conseguir un programa para recuperar la información que allí tenía, pero sé que eso no es excusa que justifique tanto tiempo perdido. Imagino que usted es una mujer muy ocupada y agradezco toda la solidaridad que ha mostrado a mi familia en estos desolados momentos. Sé que ya me he demorado mucho, pero si hay algo más que usted quiera saber, algo que no haya quedado claro o cualquier asunto en lo que yo o mi familia podamos servirle, por favor solo dígame. (Nota mía: Me envía su teléfono y su email).
Quedo a su disposición, gracias de nuevo,
Rosa María Payá Acevedo.
Llevo años oyendo hablar de usted a mis amigos, gracias por la oportunidad.”
La oportunidad es mía, lástima que sea en las condiciones actuales. Y soy yo quien de nuevo le agradece.
ZV: -Es usted muy joven, 23 años solamente. Creció en un hogar donde siempre se luchó por la libertad y por la democracia, ¿cómo fue su infancia sabiendo que crecer de este modo bajo un régimen totalitario no sería nada fácil?
RMPA: -Supongo que mi infancia, en términos materiales, no fue muy distinta a la de otros niños que, como yo, fueron a la primaria durante el absurdamente llamado período especial. He estado viendo unas fotos de esos años en estos días y me he espantado un poco de lo flacos que estaban mis padres. He pensado en lo difícil que debió ser cuidar de tres niños pequeños en medio de la escasez y la represión añadida que sobre ellos existía. Recuerdo mi niñez como un período muy feliz, imagino que los adultos de mi casa se afanaban porque no notáramos su esfuerzo.
Las navidades eran de fiesta y villancicos, es que mi papá adora los villancicos.
Siempre sentí que mi familia era especial, pero es posible que así se sientan todos los niños. Mis hermanos y yo no hacíamos guardias pioneriles, ni asistíamos a la mayoría de las actividades políticas, y digo la mayoría porque en las escuelas cubanas es muy difícil que termine el día sin haber presenciado algún acto que no esté contaminado con el mensaje del régimen. Ese comportamiento y la advertencia que sabemos tenían nuestros maestros, debido a las visitas de intimidación que la Seguridad del Estado ha venido haciendo desde que existimos a nuestros centros de trabajo o estudio y a los hospitales en los que nos atendemos, nos hacían diferentes a los ojos de los demás.
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Oswaldo Payá Sardiñas frente a su casa pintada por los esbirros del régimen con insultos a su persona.

En Julio de 1991, en la que era nuestra casita de la calle Santa Teresa en el Cerro, el MCL recogía firmas para un Programa Transitorio que se proponía entre otros objetivos destituir de su cargo a Fidel Castro. Un número considerable de personas acudían allí para dar su firma de respaldo. Brigadas de respuesta rápida asaltaron la casa, destruyeron mucho, se llevaron las firmas e hicieron un gran acto de repudio. Dejaron grandes carteles con pintura negra que cubrían toda la fachada. Decían cosas como: Payá Gusano, Abajo Payá … Yo no recuerdo estos hechos porque era muy pequeña, mi mamá estaba embarazada de mi hermano menor en ese entonces y nosotros no estábamos viviendo allí. Mis padres decidieron no pintar la casa y aquellos letreros negros permanecieron así por más de ocho años. No tengo memoria exacta de los acontecimientos de mi infancia, evoco mejor las sensaciones, solo creo recordar que sentí una mezcla de vergüenza y orgullo, en las escasas ocasiones en que mis padres me llevaban por allí mientras duraron los carteles. Hasta hoy no le había puesto nombre a ese sentimiento.
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Con sus padres y hermanos.

ZV: -¿Puede hablarme de su padre en familia, cómo era Oswaldo Payá Sardiñas con sus hijos, qué enseñanza y legado les dejó? Me sorprende su lenguaje, para nada viciado con la forma de hablar de la mayoría de los cubanos que toman un micrófono…
RMPA: -Mi papa es el centro de mi hogar, él disfruta pasar tiempo en familia y compartir con los amigos, pero también con nuestros amigos, no recuerdo una sola fiesta nuestra en la que él no haya participado.
Se mete en todo, a veces demasiado, quiere conocer hasta el más mínimo detalle de nuestras vidas. Adivina nuestros pasos, cosa que no nos gusta mucho. Está siempre preocupado por nuestra seguridad, y eso provoca discusiones con nosotros, no duerme, ni deja dormir a mi mamá, hasta que el último hijo llega a casa. Él sabe que el peligro acecha, pero nosotros no lo comprendíamos del todo.
Tener un padre como el nuestro paradójicamente nos aseguraba no estar jamás demasiado preocupados, porque él siempre encuentra una solución para los problemas. Nada es tan terrible si cuentas con su ayuda y siempre puedes contar con su ayuda. Él es todo el tiempo optimista, constructivo, sabe casi todo lo que se puede saber y está esperando la oportunidad para transmitir sus conocimientos. A su lado, los momentos son para aprender, también a ser feliz.
No sé hablar de mi papá en pasado y es difícil hablar por mis hermanos, diré lo que creo que ellos también sienten. Mi padre nos deja su amor por la vida, por los otros y por Cuba, su fe profunda, su confianza en que vivimos y morimos en las manos de Dios y ese es el mejor de los lugares. Nos deja la experiencia de la familia, imperfecta, pero real y amada, extremadamente amada. El coraje para seguir viviendo a pesar de las circunstancias, para esperar contra toda esperanza. Nos enseña a vivir en libertad, esa que garantiza la paz interior y nos lega la sensibilidad para no despreciar nunca al prójimo por muy despreciable que ante la sociedad parezca. Finalmente, aunque sé que aun no lo he dicho todo, nos deja una vida, que no ha sido jamás aburrida, que no conoce la mediocridad, llena de recuerdos plenos que nos servirán para buscar y encontrar la felicidad nuestra y ajena, durante todos los años que nos queden por vivir.
… No entiendo bien su sorpresa, habiendo escuchado durante tanto tiempo a mi padre hablar.
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Rosa María Payá con sus hermanos y con Harold Cepero, durante la reciente visita del Papa a Cuba.

ZV: -En una foto, durante la última visita del Papa a Cuba, se le ve a usted, con sus dos hermanos, y con Harold Cepero Escalante, portando un cartel, donde dice “La verdad los hará libres”. Usted está muy sonriente. ¿Qué recuerda de ese día? ¿Por qué el mundo no se hizo eco de ese cartel que sacaron ustedes en ese momento?
RMPA: -Esa foto fue tomada alrededor de las cuatro de la mañana. Harold, mis hermanos y yo nos habíamos ido a encontrar bien tarde en la noche anterior con los jóvenes católicos, que estaban en la catedral y saldrían en la madrugada caminando hasta la Plaza, donde tendría lugar la misa.
El plan era salir en peregrinación a las 5am, pero se filtró entre nosotros que ya desde más temprano habían llenado la plaza con personas que el gobierno había traído forzosamente y que no respetarían el lugar para los jóvenes, así que salimos todos antes, a las 3am, con la esperanza de conseguir llegar a tiempo para poder estar cerca del altar. Hasta hoy estoy orgullosa de la forma en que todos esos muchachos se comportaron en medio de aquel ambiente hostil, pues desde que llegamos a la catedral pudimos ver que junto a los pocos cientos de jóvenes católicos había un número similar de personas que a corta distancia, por momentos peligrosamente corta, hacían “guardia”.
Cuando los jóvenes llegamos al lugar de la misa fue peor, nos detuvieron entre las obscenas barandas  de hierro y las innumerables personas que ya a esa hora el gobierno había vomitado allí. Algunos de ellos nos exigían que abriésemos nuestros carteles para revisar lo que decían. Después de un tiempo que a mí me pareció eterno, abrieron una pequeña entrada y en medio del desorden y la carrera, los jóvenes logramos hacernos de un lugar y sentarnos para esperar la misa. Nuestro espacio se iba reduciendo casi mágicamente para el momento de la homilía estábamos tan apretados que si mi hermano se sentaba yo tenía que pararme.
Recuerdo la alegría de encontrar a nuestros padres y a mi tía, después de aquella jornada tan absurda y tirarnos fotos, reír y hacer el signo de Liberación entre los amigos, impunemente, frente al desconcierto de todos los agentes de la Seguridad del Estado que desde temprano seguían a mis padres, sumados a los que nos seguían a nosotros.
ZV: -¿Por qué el mundo no se hizo eco de ese cartel que sacaron ustedes en ese momento?
RMPA: -Esa última pregunta deberá hacérsela usted al mundo, pero sospecho que los cubanos no deben esperar por ese mundo para tomar el camino de la verdad, ese que nos conduce a la liberación. De hecho, no creo que estemos esperando.
ZV: -Usted forma parte del Movimiento Cristiano Liberación, y ahora su madre ha quedado como líder única, ¿compartiría usted ese liderazgo con su madre?
RMPA: -El Movimiento Cristiano Liberación está dirigido por un consejo coordinador, del que mi padre y Harold formaban una parte muy importante. No es un movimiento familiar, aunque mi familia se encuentre, tan implicada y comprometida con su trabajo y sus objetivos. Este consejo coordinador continúa dirigiendo el MCL, ahora tan acosado y vigilado a lo largo de toda la isla. 
La estrategia, suscrita por la mayor parte del movimiento democrático cubano y por otras muchas personas de buena voluntad, está descrita en el “Camino del Pueblo”, que renace hoy con más fuerza ante los desafíos de estos días. Continuamos trabajando en el “Proyecto Heredia” que es la iniciativa de ley de reencuentro nacional y contra la discriminación de los cubanos en su propio país.
No creo que los cubanos, ni el MCL, necesiten ahora un líder único, queremos los derechos, para poder escoger libremente un gobierno que responda a las necesidades del pueblo y para poder cambiarlo si se pervierte. Y mi padre, junto a otros, nos ha dejado el camino y las herramientas para obtenerlos, seguimos trabajando.
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Rosa María Payá con su abuela.

ZV: -¿Qué piensa de la juventud cubana y cómo veía Oswaldo Payá a esa juventud?
RMPA: -En los últimos años el Movimiento Cristiano Liberación se ha nutrido de jóvenes, aunque no exclusivamente. Mi padre siempre está acompañado de chicos, también en su trabajo como especialista en electro-medicina, su tono pedagógico y radical es cautivante para la juventud. El día de su muerte, viajaba rodeado de muchachos.
Mi papá mira con esperanza hacia la juventud. No desconoce las presiones a las que los jóvenes estamos sometidos. Muchas veces me ha dicho que el de los universitarios es uno de los grupos más indefensos y chantajeados de la sociedad cubana. Pero él confía en la frescura de los jóvenes y en esta generación que no para de dar muestras de inconformidad, que no tiene patológicos compromisos impuestos con este gobierno, que quiere vivir y ser feliz.
Yo pertenezco a esa generación que no se cree más las mentiras de su infancia. Es cierto que entre nosotros aún hay mucho miedo: el temor de ser expulsados de la universidad, o a perder el trabajo, o a que la familia pague las consecuencias. Mas los jóvenes cubanos no tenemos nada, o casi nada. Salvo privilegiadas excepciones, estamos condenados a la pobreza, a sobrevivir robando o entrar en el juego de la corrupción. Es cierto que muchos ven como única solución abandonar el país, pero también están los que prefieren quedarse y los que no cuentan ni contarán nunca con la opción de irse. Este panorama me sugiere que a los jóvenes cubanos nos va quedando poco que perder, lo que significa que tenemos todo por ganar, esta es una situación muy delicada para un sistema que no tiene nada que ofrecer. Nosotros lo sabemos, ellos lo saben: a pesar del miedo, el tiempo, la razón y la acción están de nuestro lado.
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Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante.

ZV: -¿Me puede describir el carácter de Harold Cepero Escalante? Sabemos poco de él…
RMPA: -Harold es la persona joven más libre que he conocido. Su vida ha sido tan plena, tan llena de significado que los que están relacionados con su muerte no saben, realmente no pueden imaginarse, lo que hicieron, lo que le hicieron a Cuba y a sí mismos. 
Harold conserva la inocencia  del guajiro de Chambas mezclada con más agudeza y preparación de la que quisieran gozar muchos afamados políticos de la actualidad. Es una de las pocas, poquísimas vidas de las que uno puede decir, realmente vive según decide. Él decidió firmar el Proyecto Varela cuando era un estudiante de tercer año de veterinaria en la Universidad de Camagüey, pero en su historia no hay nada hecho a medias, y él no solo lo firmó, sino que comenzó a difundirlo entre sus compañeros. La envidia y la cobardía se unieron para expulsarlo a empujones de aquel centro. Hecho que solo sirvió para avivar en él el ideal de liberación y para ejemplificar la perversión de un sistema incapaz de asimilar la diversidad. Harold continuó trabajando en el MCL hasta que entró al Seminario de San Carlos y San Ambrosio, donde permaneció en fidelidad hasta que decidió que su fe lo llamaba a un servicio diferente. Y volvió a vincularse al MCL, nunca se había ido del todo. Su discurso, su audacia y su sensibilidad para descubrir y socorrer la necesidad del prójimo nos inspiran a todos dentro del movimiento. Se hace imprescindible, en algunos aspectos se parece tanto a mi padre…
Cuando digo vida plena lo digo conscientemente, pues Harold también trabaja, se enamora, tiene novia, baila rock and roll y salsa, lee sin parar. Un vez mientras intentaba enseñarme a fumar tabaco, me dio una explicación larguísima y divertida sobre la composición del Habano, después de confesarme que no tenía la más mínima idea previa de lo que estaba diciendo, salvo algunos términos que alguien le había mencionado unos días atrás.
Dicen que a los hombres se les conoce por sus amigos y él era amigo de todos. Desde que estaba en el seminario, lo mismo salía a jugar football con los descalzos niños de la Habana Vieja que almorzaba con obispos y periodistas. Nosotros, sus amigos, no podremos olvidarlo, ni reemplazarlo, mientras vivamos el vivirá.
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Rosa María Payá Acevedo con su mamá Ofelia Acevedo Maura y su abuela.

ZV: -Tanto usted como su mamá y muchos cubanos estamos convencidos de que la muerte de Payá y de Cepero no fue accidental, ni creemos que el régimen castrista ha dicho la verdad. Ustedes han presentado pruebas suficientes y han exigido una investigación por parte de personas que no respondan a los intereses del castrismo. ¿Por qué cree que países como España y Suecia, implicados en esto de manera indirecta, no han apoyado esta demanda?
RMPA: -El mensaje y las conversaciones que sostuvimos con nuestros amigos en Estocolmo y en Madrid, la historia de amenazas y atentados que sobre la vida de mi padre pesaban por parte de la Seguridad del Estado y todas las informaciones sobre los hechos que terminaron con la vida de mi papá y de mi amigo que han llegado a nuestras manos nos prueban que las cosas no sucedieron como la televisión cubana y Granma las cuentan. Las desesperadas y contradictorias explicaciones que el gobierno se ha forzado a sí mismo a ofrecer, nos vienen a confirmar que lo sucedido no fue accidental. Hemos recibido y agradecemos profundamente el apoyo de tantas personas, organizaciones y gobiernos en el mundo, que reiteran la necesidad de una investigación independiente del gobierno cubano, que nos ayude a encontrar la verdad de lo sucedido.
Pero señora, de nuevo, esa pregunta que usted me hace deben responderla España y Suecia, no yo. Usted vive en libertad, usted puede preguntarles y estos pueden responderle. Yo ya les he pedido la verdad, lo que saben –porque yo sé que saben- y al respecto solo he obtenido el silencio.
 … es la soledad a oscuras cuando los amigos callan.
ZV: -¿Ha podido ver las declaraciones de Aron Modig a la Televisión Nacional Sueca, qué piensa de ellas? ¿Seguirán ustedes pidiendo visitar a Ángel Carromero?
RMPA: -He podido ver algunas declaraciones, no sé si eso ha sido todo. Siento pena por Aron. Imagino que mintió en las declaraciones que hizo en Cuba porque estaba bajo las presiones de la Seguridad del Estado y no sé bajo cuantas presiones continúa estando hoy en día. 
Seguiremos pidiendo entrevistarnos con Ángel Carromero, aunque sabemos que está en las manos del gobierno cubano y después de un mes con la Seguridad del Estado, se puede esperar cualquier reacción.
ZV: -Por último, qué mensaje en relación a lo sucedido con su padre, con su pensamiento político, con el MCL, y el futuro de Cuba, le gustaría enviar al mundo, y a los cubanos de adentro y del exilio?
RMPA: -Vuelvo a agradecer la solidaridad que desde muchas partes del mundo y desde Cuba mi familia y el MCL han recibido. Recuerdo a todos nuestros amigos y a todas las personas de buena voluntad que nuestra lucha por conocer la verdad de los hechos que pusieron fin a las necesarias vidas de mi padre y de Harold no ha terminado. Necesitamos de su apoyo, en la página www.oswaldopaya.org pueden encontrar los pasos que vamos dando encaminados a realizar una investigación independiente y también la forma en que pueden ayudarnos, respaldando nuestra demanda.
Usted me pregunta qué mensaje me gustaría enviar al mundo, pues mi esperanza es que el mensaje de mi padre, de Harold y del MCL llegue a todos y continúe fecundando:
“Es momento de construir la nueva era para Cuba, con respeto a todas las personas de todas las ideas y creencias, de todas las razas y regiones del país, de todas las historias, posiciones políticas y experiencias, todos como hermanos, sin exclusiones, con derecho y oportunidades para todos, fraternalmente, en esta bella isla que Dios nos dio.” Porque, “si de todos es el problema, de todos es la esperanza y la solución. Por eso exigimos transparencia para Cuba, porque el pueblo tiene derecho a saber y a decidir. Ese será el inicio de la solución pacífica y así, con el aporte de todos, alcanzaremos los cambios buenos para todos.
Eso es Liberación”
Oswaldo Payá Sardiñas
Julio/2012

Desde aquí, una vez más, lanzo la pregunta a los gobiernos de España y Suecia, ¿por qué razón no ha habido una exigencia de parte de estos gobiernos para que se lleve a cabo de manera inmediata una investigación exhaustiva sobre el “accidente” que le costó la vida a dos demócratas cubanos?