





Hoy, desde acá, tan lejos de ti, pero tan cerca, te siento, te palpo y a pesar de todo, aún te quiero. Cómo me gustaría respirar otra vez tu aire peculiar, único, mezcla de olores y vapores que salen de los mogotes de mármol de la Sierra de Las Casas y de Sierra Caballo; vapor y aromas mezclados con salitre y con el olor que se escapa de los hogares donde se cuece cualquier cosa que sirva de alimento. Olor embriagador de esa pequeña ciudad bautizada por la gracia del mar. Mar fecundo, seductor, lleno de peces y langostas prohibidas en las humildes mesas de los barrios pobres. Isla de mis añoranzas otra vez quisiera embriagarme con el olor del inmenso mar que besa todas tus orillas; mar que se traga tu Rio Las Casas para traerte todos los barcos y veleros que quieran atracar a tu puerto, mar que te acaricia y te embellece, que te señala desde lejos invitando al forastero a recorrer tus calles, a sentarse en un viejo banco en alguno de tus viejos parques.





Isla de mis recuerdos, por 22 años te sentí mía, como mi pedacito de patria. Compartí tu brisa y tu historia con otros que, como yo, llegamos a ti desde otros confines de la Isla grande, para entregarte lo mejor de nuestros sueños. Te regalamos horas y horas de trabajos voluntarios. Construimos muchas de tus nuevas calles, tus nuevas escuelas, tus nuevos barrios, y alegramos un poco la vida de tus nuevos habitantes: tus niños , tus jóvenes a los que regalamos nuestras modestas obras... Han pasado muchos años y siento pena por ti, mi Isla querida, porque a pesar de todos nuestros esfuerzos, fuiste injusta con quienes tanto te dimos y tanto te queremos.
Sentí dolor y mucha pena cuando te volviste internacionalista, cuando tus escuelas en el campo se llenaron de estudiantes extranjeros: africanos, coreanos, latinos... Extranjeros que en un abrir y cerrar de ojos se adueñaron de tus calles, de tus rincones tan especiales, de tus muchachas y muchachos, de tus frutas y de tu fauna. Estudiantes pobres que tenían moneda dura y con ella compraban lo que a mi, por ser cubana, me negabas... Isla lejana, a pesar de las horas amargas que me diste, te recuerdo con nostalgia porque te asocio con mis años juveniles, los que te regalé confiada en que, al llegar la vejez, en ti estaría anclado mi nido. Hoy estoy lejos y proscrita de tus tierras, pero te siento como el pedazo de patria que unos brutos mafiosos me arrebataron.
¡Nueva Gerona, tan lejos, tan distante y aun persistes en adueñarte de mi memoria!...
Esperanza E Serrano









Esperanza perdone que demore tanto en dejarle un comentario a sus hermozas fotos , ! de veras que toda Cuba es como sus mujeres ! lo mas bello del Caribe . Saludos , y espero que pronto pueda volver a una Nueva Gerona vestida de democracia y llena de respeto para los humanos . como deve ser . Ranulfo Ramirez. E;mail . medardo.rodriguez@yahoo.com. vesos.
ResponderEliminarY este que hace dejandote Email aqui jajajajajajajajaja
ResponderEliminarNo me gusta eso
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