El escándalo en torno a la dimisión del director de la CIA, David Petraeus, se complica a medida que se conocen más detalles y crecen las críticas al FBI por no haber informado antes de la investigación que destapó su amorío, así como la preocupación sobre si su amante obtuvo información clasificada.
Pero los interrogantes no solo planean sobre el momento elegido para sacar a la luz la investigación y para la renuncia de Petraeus, sino también sobre la información clasificada a la que pudo tener acceso Broadwell durante su relación con el director de la CIA. Agentes del FBI encontraron en el ordenador que la amante de Petraeus entregó voluntariamente documentación clasificada que éste negó haberle facilitado.
Cómo el FBI descubrió la relación extramarital de Petraeus con su biógrafa, Paula Broadwell, ya no es un misterio, pero este lunes aumentaron las dudas sobre por qué el asunto no trascendió hasta la semana pasada pese a que responsables del Departamento de Justicia lo sabían desde el verano e incluso un congresista republicano desde octubre.
La prensa estadounidense ha identificado a la víctima del ciberacoso que destapó la infidelidad del general retirado y desembocó en su inesperada dimisión, anunciada el pasado viernes, como Jill Kelley, una mujer residente en Tampa (Florida) y amiga de la familia de Petraeus.
Por motivos que aún se desconocen, Kelley fue supuestamente acosada por Broadwell, quien mantuvo una relación hasta hace cuatro meses con Petraeus que había comenzado el año pasado cuando éste ya se había retirado de las Fuerzas Armadas.
La investigación contra Broadwell por ciberacoso sacó a la luz su relación con Petraeus, de la que altos responsables del FBI y el Departamento de Justicia fueron informados el pasado verano, según publica The New York Times.
Los republicanos lo supieron antes que Obama
El FBI "tenía la obligación absoluta de informar" de inmediato al presidente Barack Obama
de una investigación que involucraba al jefe de la CIA, sostuvo este
lunes el congresista republicano Peter King, miembro del Comité de
Seguridad Nacional de la cámara baja, en declaraciones a la cadena
MSNBC.Aunque trabaja para el gobierno de Obama, Petraeus es afín al partido republicano
Obama supo del asunto el pasado miércoles, un día después de los comicios en los que ganó la reelección, y aceptó la renuncia de Petraeus el jueves, según la Casa Blanca.
La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, dijo a la misma cadena que se quedó perpleja tras conocer que varios congresistas, entre ellos el líder de la mayoría republicana en la cámara baja, Eric Cantor, supieron del amorío y de la investigación a Broadwell antes que Obama.
Cantor fue informado en octubre por un empleado del FBI de la relación extramarital de Petraeus, según explicó un portavoz del congresista a CNN. En la recta final de una contienda electoral muy reñida, los republicanos podrían haber intentado usar esa información en contra de Obama; pero también podría herirles, ya que Petraeus es afín al partido republicano.
Michael Hayden, quien dirigió la CIA bajo el Gobierno de George W. Bush, calificó este lunes en la cadena Fox News de "misteriosa" la fecha escogida para el anuncio de la dimisión de Petraeus, que se produjo tres días después de las elecciones del 6 de noviembre.
No obstante, Hayden señaló que, a su juicio, probablemente el FBI trató de equilibrar la aplicación de la ley, que establece la comunicación de este tipo de indagaciones cuando la seguridad nacional esté en juego, con la privacidad de los implicados.
Ataque de Bengasi
En un discurso en la Universidad de Denver el pasado 26 de octubre, grabado en vídeo y que varios medios han divulgado, Broadwell hace afirmaciones sorprendentes sobre el ataque al consulado de EE UU en Bengasi (Libia), ocurrido el 11 de septiembre y en el que murieron el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses.Piden que Petraeus declare para "llegar al fondo" de lo ocurrido en Bengasi
Broadwell, exoficial de inteligencia militar, afirma en ese discurso que un grupo de libios atacó el consulado para rescatar a prisioneros de guerra custodiados en un edificio anexo de la CIA y sugiere que el propio Petraeus manejaba esa información, lo que implica que podría haber sido su fuente.
Un alto funcionario de inteligencia negó este lunes a la CNN la existencia de cárceles clandestinas de la CIA en Bengasi "antes, durante o después" de ese asalto al consulado.
Los motivos de ese ataque continúan bajo investigación, puesto que en un principio el Gobierno de Obama lo atribuyó a protestas por un vídeo antimusulmán y después ha defendido la teoría de un acto terrorista y lo ha vinculado a Al Qaeda.
Petraeus debía comparecer este jueves en una audiencia en el Congreso sobre el atentado en Bengasi pero lo sustituirá el recién nombrado director interino de la CIA, Michael Morell.
No obstante, congresistas tanto demócratas como republicanos han insistido en la necesidad de que Petraeus declare en algún momento para "llegar al fondo" de lo ocurrido en Bengasi.
http://www.20minutos.es/
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- El director de la CIA, David Petraeus, renuncia tras reconocer una relación extra matrimonial.
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- From left, Natalie Khawam, David H. Petraeus, Scott Kelley, Jill Kelley and Holly Petraeus at an event in Tampa in 2010. Imagen tomada de http://www.nytimes.com
La tercera mujer implicada en el escándalo es amiga del matrimonio
Jill Kelley, de 37 años, de origen libanés y residente en Tampa, recibió mails anónimos amenazantes enviados supuestamente por Paula Broadwell, biógrafa y amante del dimitido jefe de la CIA
afpImagen:
Petraeus jura su cargo como director de la CIA en sep/2011 en presencia de su mujer y de Joe Biden
La prensa estadounidense ha identificado a la víctima del ciberacoso que originó la dimisión del director de la CIA, David Petraeus, como Jill Kelley,
una mujer maronita de 37 años de origen libanés residente en Tampa
(Florida) y amiga de la familia del general retirado. Varios medios
publican fotos de la destinataria de los amenazadores correos electrónicos anónimos supuestamente remitidos por la amante del general Petraeus, su biógrafa, Paula Broadwell, y que originaron las primeras investigaciones del FBI que condujeron al correo del director de la CIA.
Petraeus, que presentó su renuncia al presidente estadounidense, Barack Obama,
tras admitir su relación extramatrimonial, cesó como director de la CIA
el pasado viernes y el domingo fue desvelada la identidad de la
presunta víctima del ciberacoso.
La prensa estadounidense difunde el comunicado de Jill Kelley y su esposo, el cirujano Scott Kelley, en el que señalan: «Nuestra familia ha sido amiga de la familia Petraeus durante cinco años. Respetamos su intimidad y la de su familia y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos»·
El «Tampa Bay Times» recoge una declaraciones el 31 de
enero de 2010 del general como huésped de la lujosa mansión de la
familia Kelley para presenciar con su esposa Holly el desfile del
festival «Gasparilla pirate» cuando dirigía el Comando Central de
Estados Unidos (Centcom) desde la base aérea de MacDill en Tampa.
Algunos medios citan a próximos al general retirado que describen como una simple amistad la relación con esta mujer
que, según la versión de la investigación conocida hasta ahora, recibió
los anónimos mensajes de amenaza por causas no aclaradas.
Controversia política
Además, el aparente retraso en la comunicación a la presidenta del comité de Inteligencia del Senado,
la demócrata Dianne Feinstein, de la investigación en curso ha desatado
la controversia política: la norma establece que la comunicación de
este tipo de indagaciones cuando la seguridad nacional esté en juego es
preceptiva.
Según «The New York Times», los altos responsables del FBI y el Departamento de Justicia fueron informados el pasado verano
de la relación extramarital de Petraeus confirmada por esa
investigación, desatada, siempre según esta versión, por las quejas a un
oficial del FBI amigo de la propia Jill Kelley. El diario precisa que
no es posible aclarar cuándo conocieron la investigación en marcha el
director del FBI, Robert S. Mueller, y el secretario de Justicia norteamericano, Eric H. Holder, pues ambos se han negado a comentar el asunto.
Petraeus, un general de cuatro estrellas considerado
«héroe» en Estados Unidos ha sido presentado reiteradamente en la prensa
norteamericana como el artífice de los «éxitos militares» en Irak y
Afganistán. Según la cadena ABC, Petraeus aseguró a sus amistades que la
relación con Broadwell comenzó después de retirarse del Ejército en agosto de 2011, algo que evitaría que pudiera ser considerado delito, pues «The New York Times» recuerda que el adulterio puede ser tipificado así por las normas castrenses.
En la CIA, aclara el diario, el hecho de causar de esta manera un
problema de seguridad por la vulnerabilidad al chantaje no es
considerado delito.
Broadwell, como biógrafa de Petraeus, tuvo un constante
acceso al alto mando militar durante el año que convivieron en
Afganistán, como parte del libro que ella preparaba sobre el rostro más
visible de Estados Unidos en las dos últimas guerras estadounidenses.
- Día 12/11/2012 - 17.27hPaula Broadwell sabía cómo impresionar, incluso más de la cuenta. Sus camisas y pantalones ceñidos en sus visitas a Petraeus en Afganistán obligaron al general a pedirle que rebajara el tono sexual de atuendo. «Parecía no tener sensación de la modestia en esa parte del mundo», asegura al «Washington Post» un ayudante de Petraeus. Con él se desplazaba en su avión personal y con él salía a correr, aguantando el ritmo de «milla por seis minutos» del alto militar: a su paso por West Point, Broadwell ganó premios por su forma física.Ambos se conocieron en 2006, cuando la joven llegó a la Kennedy School of Government de Harvard, tras sus estudios en la academia militar de West Point. A Harvard acudió Petraeus a explicar su intervención en la invasión de Irak y su manual sobre contrainsurgencia que estaba elaborando.
Pensó escribir su tesis sobre el liderazgo del militar, que luego convirtió en biografía
Los contactos entre autora y biografiado comenzaron a hacerse frecuentes. Broadwell era invitada a correr con el general por las orillas del Potomac, en Washington, o visitarle en su destino de Afganistán, ganando un acceso que el entorno de Petraeus consideró extraño, aunque al parecer nadie sospechó de algo impropio.Testimonios de ayudantes y colegas del entonces jefe de las tropas aliadas en Afganistán indican que entonces consideraron muy sospechoso que alguien tan celoso de su imagen y cuidadoso con qué periodistas se reunía, de pronto se mostrara tan abierto con alguien sin experiencia periodística y que no había escrito ninguna biografía previa. «Sus credenciales no estaban a la altura. Me sorprendía que ella fuera su biógrafa oficial; “por Dios, escoge a alguien que haya escrito antes una biografía o al menos un libro de historia”», son algunos de los comentarios de quienes estaban cerca de Petraeus.«Todos cometemos errores»
Durante esas visitas a Afganistán, Broadwell divulgó muchas veces datos operacionales sensibles en sus comentarios en Facebook. Quería exhibir su hilo directo con el jefe militar, así como sus peligrosas aventuras en una zona de combate. Durante las ausencias de su domicilio en Charlotte (Carolina del Norte), al cuidado de sus dos hijos pequeños quedó su marido Scott, que trabaja como radiólogo. Ella se felicitó de tener un «compañero que hace de señor mamá, tan sorprendente y que tanto apoya».Pocos días antes de que estallara el escándalo, Broadwell publicó en internet las «lecciones del liderazo» del general Petraeus, presentadas en doce puntos. «Todos cometemos errores», decía una de ellas. «En forma para el combate. Tu cuerpo es tu último sistema armamentístico», apuntaba otra.
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El pasado 11 de septiembre/2012 cuatro estadunidenses, entre ellos el embajador Christopher Stevens, murieron en un ataque contra los dos complejos diplomáticos de EU en Bengasi, Libia
(Los asesinados Chris Stevens Sean Smith Glen Dohert yT yroneWoods)
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