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viernes, 5 de marzo de 2010

Una opinión para reflexionar: "Las huelgas de hambre, un arma de doble filo"


SANTIAGO DE CUBA – 4 de marzo, 2010 –
Por: Víctor E Sanchez,
Periodista independiente
La huelga de hambre, es el recurso supremo para demandar un derecho. Si con ella se trata de alcanzar un propósito, entonces hay varios elementos que se tienen que tener en cuentas, para que la huelga no se convierta en un rotundo fracaso.
El propósito tiene que ser medible, medianamente posible y con una razón moral, que comprometa la moral pública de todos los que de una forma u otra, entren el juego de una verdadera huelga hambre. Además, esa razón moral es la que empodera al demandante, para llevar la huelga a sus máximas consecuencias. Todo huelguista debe tener voluntad de mártir, para soportar el sufrimiento y los riesgos que una huelga de hambre demanda, más cuando los síntomas de la muerte comiencen a aparecer.
Muchas veces he oído cuestionar la efectividad de las huelgas de hambre. Incluso, qué si son un medio efectivo de propaganda contra el régimen castrista. Todas las huelgas de hambre deben tener un propósito diferente, porque deben hacerse bajo circunstancias muy bien determinadas. Si la huelga no tiene la suficiente justificación moral, se desmorona la voluntad del o los huelguistas. Y si se convierten en una rutina, pueden convertirse en un arma de doble filo. La huelga de hambre no puede ser un show mediático, ni un medio de propaganda. Las huelgas son efectivas si rompen el esquema de medidas disciplinarias o castigo, lo que deja a los opresores sin sus principales herramientas de fuerza o presión para amedrentar a sus víctimas. Las víctimas pueden lograr en ocasiones, ciertas reivindicaciones, que sobre pasan la voluntad política de sus victimarios.

La fuerza espiritual de un huelguista está en su convicción, cuando está convencido que le asiste la razón moral, para lo que hace. No es justo, que sus partidarios les menoscaben esa fuerza que tanto necesita, suficiente ya tiene con enfrentar las campañas negativas y tendenciosas de sus adversarios. Los huelguistas de principios y convicciones no abandonan una huelga por recomendaciones de amigos, familiares o seguidores. Los pronunciamientos y llamamientos públicos y privados para que los huelguistas cambien su posición y depongan las huelgas, son contraproducentes y negativos, favorecen los intereses de sus represores.


3 comentarios:

  1. Buen analisis que llama a reflexionar. Gracias.

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  2. Desde mi punto de vista, Victor ha hecho una valoracion muy correcta sobre este metodo de lucha.
    Gracias por tu visita y por comentar.
    Un abarzo
    Espe

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  3. Nota
    El comentario anterior y el abrazo fraternal es para Lazaro.
    Una respuesta pero tambien es una valoracion muy personal sobre lo escrito por Victor.
    Esperanza

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