… y la rosa abandonada se convirtió en beso
Y el beso en un suspiro volando hasta tus labios.
Te sorprendió el silencio de la noche
Y el frío de la madrugada se cobijó en tu lecho.
Pensaste en aquel rostro pálido, tímido, suave, hermoso
Que alguna vez acariciaste mientras escuchabas
las notas tristes de un piano perdido en la distancia.
Otra vez tu costado izquierdo te castigo’fuerte
Y condenó tu desidia y tu falta de valor.
Te dibujó cobarde y te culpo’ por todo.
A pesar de sentirte culpable,
Agradeciste al viento, a la noche, a la memoria…
El beso te quemó los labios, te sacudió completo,
Y sonríes y tus ojos brillan porque
¡ Estás vivo a pesar de los años!…
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Anotaciones perdidas en gavetas ajenas
Esperanza E Serrano
Nueva Gerona, abril,1988
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