Una historia inconclusa.
Cerré mis ojos,
apreté mis labios.
crucé mis brazos,
y no te dije nada.
Saliste cauteloso
escondiéndote del alba,
parecía que tu mundo
estaba en otra parte.
La alondra en mi ventana,
cantó desesperada,
la luna presurosa,
escondió su cara.
Detrás de la montaña
te esperaba el barco,
el mar abrió sus puertas
y te marchaste lejos.
Han pasado los años,
el tiempo no perdona,
todavía no entiendo,
todavía me pregunto:
¿Por qué la madrugada?
¿Por qué cerré mis ojos?
¿Por qué no abrí mis brazos?
¿Por qué apreté mis labios...?
Todavía golpea mi garganta,
el grito desesperado,
el deseo reprimido,
las ansias de tenerte...
Han pasado los años,
volvimos a encontrarnos,
te miro y aún no entiendo,
las vueltas de la vida.
Daría cualquier cosa
por revivir la historia,
por escribir la leyenda
que pudo perpetuarse.
Hoy detendría el reloj,
borraría la luna...
Dejaría la alondra
sentada en la ventana .
Te estrecharía en mis brazos,
y sin que tú lo evitaras,
con el alba por testigo,
aún te estaría amando.
Esperanza E Serrano
Fort Myers
Julio, 2008
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