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martes, 1 de noviembre de 2011

Cuba, un país diferente.

Temor en Cuba a poner en orden compras ilegales de coches

Cuba es un país diferente, es el país de los absurdos más increíbles y de las violaciones y delitos más fantasiosos que puedan existir en todo el orbe. Un buen ejemplo de esto es todo lo relacionado con la compra venta de vehículos automotrices desde 1959 hasta nuestros días.

Las nuevas leyes recién aprobadas (puestas en vigor en estos días) relacionadas con la compra - venta de carros en Cuba, son un buen ejemplo de la absurda cotidianidad cubana. Esas nuevas leyes reflejan en sí mismas una nebulosa cortina sobre las supuestas buenas intenciones de los cambios bajo el raulismo. Cambios que, desde luego, solo entretienen a los ilusos cubanos (y extranjeros) que siguen creyendo aquello de "Ahora sí vamos a construir el socialismo, ahora sí todo cambiará, porque con Raúl, todo es diferente".

Absurdos y más absurdos de la vida cotidiana. Un gobierno que hace lo que le da la gana y un pueblo carnero que desconoce sus derechos como seres humanos, o por lo menos permite que se violen hasta en cosas tan elementales como esta de poseer legalmente un carro viejo comprado con dinero propio.

Todo aquel que compró ilegalmente cualquier tipo de vehículo, ahora al tratar de legalizarlo tendrá que rendir cuentas de a quién, cuándo, con qué y cómo lo compró. Buena trampa tendida por el raulismo y sus acólitos defensores que aplauden desaforadamente las nuevas medidas de control. Buena trampa para cazar intrépidos, irreverentes y arriesgados que alguna vez actuaron en contra de lo legalmente establecido.

Entiéndame, el lector, que no defiendo el mercado negro, lo que trato de señalar, entre otras, es que nunca debió existir esa ley absurda que prohibía la compra venta de carros entre ciudadanos particulares, ya que la misma impedía legalmente  a los dueños legítimos de cualquier tipo de vehículo en Cuba, disponer de ellos libremente y venderlos cuando mejor lo entendieran a quienes quisieran comprarlo. Por esa ley absurda y violadora de los derechos humanos, el Estado cubano, durante más de medio siglo ha sido el único comprador y vendedor de vehículos nuevos o de uso, a través de sus instituciones  estatales.

A través de esas instituciones, por decreto y asignación, durante algún tiempo, el Estado Cubano "vendió" a determinados deportistas destacados , artistas cubanos  famosos, residentes en Cuba y fieles al régimen, asi como a profesionales y trabajadores vanguardias nacionales, algunos autos procedentes fundamentalmente del extinto campo socialista de Europa del Este. Los seleccionados, los escogidos por sus "méritos" laborales, sus funciones y sobre todo por su aval de fidelidad a la revolución, podían comprar el carro que se les había asignado, pagándolo con su dinero, pero no podían disponer de ellos libremente ya que no podían venderlos ni regalarlos a otras personas. En la práctica no eran dueños del vehículo comprado a tan alto precio. Y peor aún, los dueños de vehículos comprados antes de 1959, tampoco podían libremente disponer de ellos, no podían venderlos ni traspasar la propiedad a sus herederos o a quienes estimaran pertinentes. Como las leyes absurdas nadie las cumple, el mercado negro se encargó de violarlas.

Aplaudo que hayan quitado esa ley absurda, pero ¿Cómo y bajo qué circunstancias se legalizarán esas compra- ventas practicadas ilegalmente por más de medio siglo, si la gran mayoría de esas transacciones realizadas entre ciudadanos carecen de documentos legales que las avalen?

Los implicados que posean algún tipo de vehículo para uso personal o comercial, tendrán que declarar con qué, cómo, cuándo y a quien le compraron el carro, almendrón, camión o motocicleta, que ahora tienen, y reconocer públicamente que, como no fue directamente asignado y autorizada su tenencia y uso por el estado cubano, ha estado violando hasta este momento las leyes existentes anteriormente.

Tremenda complicación, sobre todo porque saldrán a la luz ante funcionarios estatales, notarios públicos, etc., los delitos cometidos por el que vendió y por el que compró ilegalmente. Delitos que probablemente serán perdonados de acuerdo con el nivel de compromiso que cada uno de ellos tenga con el gobierno, de acuerdo con sus niveles de fidelidad al castro comunismo y de la fiabilidad demostrada ante los agentes de la seguridad del estado de su localidad.

En un país donde impera la corrupción a todos los niveles, se puede esperar cualquier cosa, desde la distorsión de los hechos hasta la extorsión de "los culpables" por esos funcionarios  encargados de legalizar la propiedad y por los segurosos encargados de aprobarla.

Todo esto sin obviar que se mantienen las restriciones para la compra de  vehículos nuevos. No todo el que quiera y tenga  dólares, podrá comprar uno de esos nuevos autos que se están vendiendo en Cuba  a través de las agencias extranjeras radicadas en el país como socios del Estado Socio Capitalista Cubano. La venta es restringida. Sólo los que cumplan ciertas requisitos,  podrán comprarlos.

Esperanza E Serrano.

Más sobre este tema en:

-temor-cuba-poner-orden-

Fragmentos del artículo publicado en  http://abc.es/

 Temor en Cuba a poner en orden compra ilegales de coches

Se cumple un mes de la legalización de la compraventa de vehículos entre particulares sin que se conozcan cifras oficiales de las transacciones.

La legalización de la compraventa de vehículos entre particularesen Cuba cumple este martes un mes sin que se conozcan de momento cifras oficiales de las transacciones realizadas y con dificultades para algunos cubanos que no pueden o no se atreven a poner en orden antiguas compras ilegales.
El decreto del presidente cubano, Raúl Castro, que entró en vigor el 1 de octubre eliminó décadas de prohibición o restricciones en la transacción de automóviles, al autorizar su donación y compraventa entre cubanos y extranjeros residentes en el país y flexibilizar los traspasos de propiedad para quienes abandonan la isla con carácter definitivo.
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Abundan los «Almendrones»

El parque automotor privado de la isla se calcula en unos 300.000 vehículos, entre los que abundan los estadounidenses fabricados antes de 1959 y conocidos popularmente como «almendrones», y los procedentes del antiguo bloque socialista.
Hasta ahora, los cubanos realizaban las transacciones de coches soviéticos o de fabricación más moderna ilegalmente y mediante «pactos de confianza» en los que el comprador pagaba por el automóvil sin que su nombre pudiera aparecer en la propiedad.

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Siguen las restricciones

La restricción para que los cubanos compren coches nuevos se mantiene y el Gobierno sigue controlando esas adquisiciones mediante un permiso que otorga el Ministerio de Transporte a ciudadanos específicos.
Ese beneficio sólo se contempla para quienes hayan obtenido ingresos en divisas o pesos convertibles «como resultado de su trabajo en funciones asignadas por el Estado o en interés de este».

1 comentario:

  1. los absurdos de querer poner un orden absurdo en el pleno Absurdo, como bien dices.
    saludos blogueros

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