El legado de Fidel Castro

Otra vez la momia parlante ha vuelto a ser noticia. Ha presidido el acto de los CDR con una alocución muy original en la que repitió, a modo de remembranza, textos extraídos de los discursos pronunciados en aquella época de fervor, cuando la mayoría del pueblo, a pesar de los fusilamientos masivos, creía en sus promesas y lo aplaudía entusiasmado como si fuera el redentor de todos los males, el mesías, el super héroe que acabaría en Cuba con la miseria, las desigualdades sociales, las injusticias, la delincuencia, la prostitución, la mendicidad en las calles, el desempleo...Fidel prometía y el pueblo le creía, lo apoyaba en sus locuras, en sus caprichos, en sus arbitrariedades e injusticias. El auto nombrado comandante en jefe ordenaba defender su robolución y el pueblo enardecido le aplaudía y le seguía...

Del discurso de aquel 28 de septiembre de 1960 citó:

"Nosotros vivimos en toda la ciudad. Que todo el mundo sepa quién vive, qué hace y que relaciones tuvo con la tiranía, y a qué se dedica, con quién se junta, en qué actividades anda, porque si creen que van a poder enfrentarse con el pueblo, tremendo chasco se van a llevar, porque para que el pueblo observe, vigile, para que cuando vean que la masa del pueblo se organiza, no hay imperialista, ni lacayo del imperialismo, ni instrumento que pueda moverse"


El líder, promotor de tanta miseria, con la demencia senil que lo delata, se vanogloria rememorando el pasado. El viejo loco piensa que sus palabras tienen el don de continuar engañando al pueblo cubano, al ingenuo y tonto Liborio que en medio de sus desgracias, todavía hace caldosas a nivel de cuadras y pone música salsosa y se ríe y baila a pesar de su miseria, para celebrar el día en que el coma andante legalizó la chivatería mezquina y barata a nivel de cuadra.

Medio siglo de castrismo, de dictadura, y el saldo es una Cuba destruida fisica y moralmente, un país en ruinas como si realmente estuviera en una larga guerra. Pero para Fidel todo está muy bien. Todo está como él lo programó, por eso, orgulloso de su obra le dice a los entusiastas cederistas que aún lo escuchan:

"Somos algo más que nosotros mismos, somos un pueblo, una esperanza"

Aqui tienen una muestra de ese legado. Saquen sus propias conclusiones