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jueves, 7 de enero de 2010

Castrismo y revolución cubana


Definiciones que ayudarán a muchos a entender ese fenomeno llamado castrismo-revolución cubana


autor: Jorge Salcedo

(fragmentos)

"Si volvemos la vista a 1959 y repasamos los eventos ... encontramos a Fidel tomando medidas tendientes a concentrar en sus manos el poder absoluto –político y militar, económico y social– pero presentado cada una de sus maniobras de avance como un esfuerzo por salvar una supuesta aspiración o conquista popular gravemente amenazada por las figuras, organizaciones e instituciones que se propone liquidar o someter a su dominio. Puede ser la Presidencia provisional de la república o el Directorio Revolucionario, la división de poderes o los partidos políticos, el ministro Cardona o el presidente Urrutia, las elecciones generales o el comandante Húber Matos, una empresa, una emisora, un sindicato, un periódico… Cada medida contra ellos va acompañada de un discurso donde Fidel le narra al pueblo, le interpreta y le "explica" la realidad nacional, la naturaleza y los términos del conflicto presente, y obtiene, mediante el aplauso, la sanción popular para consumar su propósito. Es mediante el ejercicio del poder carismático que su decisión se transmuta en voluntad popular o, al menos, en su apariencia. El 1ro de enero Fidel declara, por ejemplo, que Urrutia "es el presidente proclamado por el Movimiento y por todas las organizaciones revolucionarias…" En realidad, el magistrado de la Audiencia de Oriente ha sido seleccionado unilateralmente por el 26 de Julio, como puede comprobarse en la carta Contra el Pacto de Miami que Fidel escribe en diciembre de 1957, sin consultar con ninguna otra organización revolucionaria y con la oposición expresa del Directorio. Dice igualmente que Urrutia es el presidente legal, aunque según la Constitución del 40, la única legalidad incontestada por las fuerzas revolucionarias hasta entonces, corresponde al juez Piedra, el de mayor antigüedad en el Tribunal Supremo, ocupar la Presidencia. Fidel propone por último que Urrutia es el presidente legal porque cuenta con el apoyo del pueblo: "¿Cuenta o no cuenta con el apoyo del pueblo el doctor Urrutia? (APLAUSOS y GRITOS.)" La voluntad del pueblo cubano son los gritos y aplausos que el público tributa al líder en un parque de provincia al calor de la victoria; un modo algo primitivo de determinar la opinión de una república de varios millones de habitantes dispersa por seis provincias, pero perfectamente consistente con la tradición del mando carismático de los caudillos latinoamericanos. Es siguiendo su dinámica que se instaura en Cuba el régimen de economía estatal, partido único y liderazgo absoluto, personal y vitalicio que conocemos por castrismo. Es atendiendo a su despliege que se forma la noción de Revolución Cubana.
...El aporte del castrismo a la vida política latinoamericana es haber divisado una organización institucional del estado adecuada al ejercicio del poder carismático. La organización republicana, con su separación e independencia de los poderes del Estado y la limitación de éstos por los derechos ciudadanos, la descentralización económica, la pluralidad de partidos, medios de prensa y organizaciones civiles independientes, restringe, por su propia estructura, el poder caudillista. De aquí nuestra justa impresión de que los caudillos de antaño, por más despóticos que fueran, contaban en realidad con muy poco poder. La organización comunista, en cambio, se ajusta al mando carismático, lo potencia y le ofrece una nueva legitimidad que le permite superar su carácter limitado de régimen de excepción. Más que los enfrentamientos históricos con los Estados Unidos o la genuina persuasión ideológica, es esta adecuación institucional del centralismo comunista al mando caudillista el factor decisivo en la adopción del comunismo por Fidel Castro en 1959; y es esa misma adecuación la que determina hoy día la ascendencia del "socialismo del siglo XXI" en América Latina.

Pero el castrismo y la Revolución no son la misma cosa. El castrismo es un sistema de gobierno caudillista potenciado por la concentración de las fuentes de poder del estado socialista. Su contenido efectivo es la voluntad del líder. La Revolución Cubana es la consideración del castrismo como una realización de la voluntad popular, el destino nacional y la justicia social. No es un acontecimiento ni un periodo histórico, no es un hombre ni un gobierno, sino una interpretación de los acontecimientos históricos, de las acciones de un hombre y su gobierno en Cuba a partir del 1ro de enero de 1959.


...no pongo en duda la existencia de la Revolución Cubana. Solamente afirmo que ésta es una falsa creencia, una superstición mayormente superada por la población de la isla. En Cuba quedan hoy tantos revolucionarios como espectadores crédulos de la Mesa Redonda de la televisión nacional. Esto no implica, sin embargo, que estemos libres de su influjo.Cincuenta años de castrismo han tenido su efecto en la población de la isla y también en el exilio. Muy pocos cubanos perciben el carácter crediticio de la Revolución. Para la gran mayoría, nacionales y extranjeros, la Revolución es un hecho, o una serie de hechos, un período histórico, Fidel Castro y sus hombres. Tomando ventaja de esta percepción extendida, el castrismo califica a sus opositores de contrarrevolucionarios, deslizando por reflejo la interpretación de sí mismo como Revolución y aprovechando las connotaciones asociadas con ésta. La perspectiva de ser un opositor del pueblo, de las aspiraciones nacionales y de la justicia social tiene un efecto paralizador, inclusive entre aquellos que perciben claramente la mendacidad del gobierno y abiertamente se le oponen. La Revolución es el velo protector del castrismo –su resguardo, se diría– y el maleficio o bilongo sobre sus opositores. No hay ningún remedio mágico para romper el hechizo. Excepto, quizás, despertar.

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A los lectores les recomiendo leer el artículo completo para que tengan una idea más completa sobre este tema.

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