"A mí la vejez no me coge en este país."
" Voy a reir, voy a gozar, vivir mi vida..."
" Voy a reir, voy a gozar, vivir mi vida..."
Feliz nuevo engaño
LA
HABANA, Cuba, 6 de enero, 2014 / www.cubanet.org – Sonaron las doce de
la noche del 31 de diciembre, y se acabó el 2013. La Habana lo despidió
con sus calles semivacías en el Vedado y los bafles a todo Reggaetón en
el corazón indigente de Buenavista. Al parecer casi nadie le prestó
atención a la alocución televisiva, con la cual el gobierno pretendió
felicitar a los cubanos por el nuevo año.
Tampoco se escucharon vivas a la revolución, ni vivas a Raúl y mucho
menos a Fidel. A los fuegos artificiales en la zona del malecón, no les
respondieron demasiado los, prohibidos por la ley pero tradicionales,
disparos al aire.
Según me contaron amigos que anduvieron por los exclusivos clubes de
la zona de Playa: “La música se detuvo, pero para que todos pudiéramos
seguir a coro los últimos 10 segundos del año. A las 12, la gente
estalló en aplausos, se abrazó y luego siguió bailando”.
Durante toda la noche, una secuencia constante de pequeñas
explosiones, parecidas a las de los disparos de calibre 22, dominaba las
calles de Buenavista. Unas ”bombitas”, inventadas por los chicos quien
sabe cómo. Lo cierto es que sonaban y duro. Si ellos supieran que en
Cuba hace cinco décadas fusilaban por algo parecido…
La tradición de botar cubos llenos de agua para la calle se repitió.
La gente no pierde la esperanza de que, con el viejo año, lo malo se
vaya. Para otros el nuevo año, huele a nuevo engaño. La verdad está en
la calle y no en las reuniones del Consejo de Estado:“Cualquier motivo
es bueno para tomarnos una botella de ron o una tanda de cerveza, ¿Por
qué romperte la cabeza con lo que no tiene remedio?”- Así me
respondieron un grupo de jóvenes, a medio camino hacia la “curda”, el
primer día del 2014. Uno de ellos añadió: “A mí me cerraron el cine 3D
con el que me ganaba los pesos, vendí el Tv Plasma y las sillas, por
suerte me queda poco en Cuba”.
“Mi madre me puso el dinero para el negocio desde Francia pero me lo
advirtió. Que esta gente son unos tramposos, hoy dicen una cosa y
mañana otra. Ella siempre estuvo clara. No vale la pena invertir un
centavo en este país, ni un centavo, y mucho menos una gota de tu
tiempo. Al final te lo estafan”.
Les comente lo difícil que resulta encontrar a alguien menor de
cuarenta que no esté pensando en emigrar: “A quienes único les da la
cuenta aquí, es a todos esos viejos que están al lado de Raúl en el
poder”. “Fuera de ellos, más nadie tiene derecho a prosperar y tener una
vida decente”.
Otro del grupo dijo: ” Cuando estudiaba en la Vocacional Lenin, me
enteraba de a donde irían a pasar el fin de año los hijitos de papa,
Cancún México, Punta Cana Republica Dominicana. Y te lo soltaban
naturalmente, porque saben que la comedia de sus abuelos se acabó y
ellos viven convencidos de que van a heredar el país”.
“Le pedí a Ochun una jevita Yuma y parece que me escucho, estoy
“trabajando el paño”- me dice en tono semi-confidencial uno de esos
buscavidas que tanto abundan por acá. El y otro socio han enganchado a
dos amigas alemanas, encantadas con la gracia de los “cubaniches”. Le
pregunto por el futuro y lo que desea para el nuevo año: “Te lo puedo
resumir en una frase” -me responde- “que esa blanquita linda me resuelva
la visa y me garantice el pasaje de ida y sin retorno. A mí la vejez no
me coge en este país”.
El
muro del malecón es un ajiaco histórico de fiestas y lamentaciones.
Caminando por allí encontré un grupo conectado a un pequeño bafle,
bailando y tomando. Les pregunte sobre lo que esperan del naciente 2014:
” Nada nuevo, hay que seguir luchando con lo que hay”- me dijo uno-
“¡Que vuelvan los Cinco Héroes!”- bromeo otro y todos se echaron a reír.
En ese momento sonó el hit del momento en Cuba, en la voz del
puertorriqueño Marc Anthony: “Voy a vivir, voy a gozar, vivir la vida…” y
todos la corearon como si fuera un himno. Quizás esta canción resume, a
pesar de todo, lo que buena parte de los cubanos espera para el nuevo
año.