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lunes, 19 de julio de 2021

Declaración de la Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba


Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba

Tomado de un post del amigo Pedro Camacho.

DECLARACIÓN OFICIAL 

La Habana, Julio 18 de 2021.

Referencia Expediente… No. 2-00-0017

Observando con tristeza y consternación los acontecimientos que cada día se agudizan en nuestra nación, el Comité Ejecutivo General, en representación del cuerpo ministerial y la feligresía nacional, declara:


1. Confirmar la misión cristocéntrica de la iglesia, con el firme compromiso de amar, orar, predicar y servir a nuestra nación en medio de cualquier circunstancia. Nuestros objetivos concuerdan con la voluntad de Dios de salvar al hombre creado a su imagen y semejanza, por lo que cualquier acto que vaya en detrimento de esto, no goza de nuestra simpatía y aprobación.


2. Aclarar que, aunque la iglesia de Cristo no milita en bandos políticos, debe ser sensible y responsable en medio de las crisis sociales que le rodean. Por tanto, levantar su voz profética es un digno compromiso que ha de asumir delante de Dios y de los hombres. Aunque no tomamos armas, pues honramos a Jesús y su Palabra, no podemos permanecer callados cuando hay personas gimiendo y llorando en angustia. Somos parte de esta nación cubana, pacificadores sí, pero responsables de ayudar al bienestar espiritual y físico del pueblo.


3. Respaldar el derecho de los ciudadanos cubanos a manifestarse pacíficamente, derecho inherente a la libertad de expresión contenida en el texto constitucional. El gobierno cubano debe cumplir su responsabilidad de escuchar la voz del pueblo y atender a sus reclamos en medio de una crisis prolongada que se agudiza cada día más.


4. Repudiar los actos violentos y vandálicos realizados por personas irresponsables que han

aprovechado esta crisis social para satisfacer sus propios intereses personales. Estas acciones demuestran la falta de valores y principios morales en un sector de la sociedad cubana que no tiene temor de Dios ni respecto por sus semejantes.


5. Rechazar la actitud del Presidente de Cuba al declarar: “La orden de combate ha sido dada”, lo cual ha desatado violentos enfrentamientos en todo el país. Un gobierno que proclama la inclusión y equidad de todos los ciudadanos ha de tener la sabiduría de propiciar el diálogo y no la confrontación entre cubanos. Creemos que consignas y convocatorias que enardezcan al pueblo, carentes de paz y cordura, no resolverán la situación en la que el país se encuentra, sino que destina a la nación a un total caos y destrucción.


6. Denunciar las represalias violentas desatadas por las fuerzas gubernamentales para dispersar a los manifestantes en todo el país, de lo cual hay miles de testimonios evidentes, a pesar de los inverosímiles argumentos de los medios oficiales. Esta represión violenta en las calles de Cuba es indignante, cuando siempre se ha censurado estas acciones en otras naciones y en etapas pasadas de nuestra propia historia. Manifestamos total desacuerdo con la acción de golpear, encarcelar y atentar contra la vida de cualquier cubano que disienta con los ideales del gobierno.


7. Censurar la decisión arbitraría del gobierno cubano de interrumpir las comunicaciones de internet en nuestra nación, lo cual constituye otra violación de los derechos humanos.


8. Reafirmar, en medio de esta situación actual, nuestra posición oficial de rechazo a la enseñanza de la educación sexual con enfoque de género y su imposición en las escuelas. Creemos que es sabio detener estos proyectos que provocarán más confrontaciones.


9. Decidir mantener nuestros templos abiertos para ministrar a los líderes y feligreses de nuestras congregaciones, cumpliendo responsablemente las medidas sanitarias que requiere la actual situación pandémica. No aceptamos que se siga usando el argumento de la crisis epidemiológica para mantener los templos cerrados, cuando se realizan por el gobierno movilizaciones  multitudinarias sin medidas sanitarias ni distanciamiento social.


10. Convocar a toda la iglesia cubana a perseverar en la oración delante del trono de Dios para que los gobernantes y el pueblo de Cuba puedan reconocer el Señorío de Jesucristo. Solamente una actitud de arrepentimiento nacional proveerá la paz, justicia, gozo y bienestar que todos los cubanos anhelamos.

“Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice Jehová; pondré en salvo al que por ello suspira” (Salmo 12:5).

Comité Ejecutivo General 

Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba (Asambleas de Dios)

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