Por Emili J Blasco
Susan Rice es la persona preferida por Barack Obama como nueva secretaria de Estado. Hillary Clinton sucedió a Condoleezza Rice y otra Rice le puede hora sustituir. Su nombramiento está siendo controvertido, por la personalidad de la propia Rice; por la valoración de su labor como embajadora ante la ONU, cargo que ahora ocupa; por sus inversiones personales en negocios que tuvieron algo que ver con Irán, y por su papel en la polémica en torno al ataque terrorista contra el consulado estadounidense de Bengasi. Las objeciones puestas por los republicanos no tienen un demostrado peso sustancial, aunque si quisieran pueden bloquear su designación.
Susan Rice es la persona preferida por Barack Obama como nueva secretaria de Estado. Hillary Clinton sucedió a Condoleezza Rice y otra Rice le puede hora sustituir. Su nombramiento está siendo controvertido, por la personalidad de la propia Rice; por la valoración de su labor como embajadora ante la ONU, cargo que ahora ocupa; por sus inversiones personales en negocios que tuvieron algo que ver con Irán, y por su papel en la polémica en torno al ataque terrorista contra el consulado estadounidense de Bengasi. Las objeciones puestas por los republicanos no tienen un demostrado peso sustancial, aunque si quisieran pueden bloquear su designación.
V E R E D I C T O : Con la principal objeción -Bengasi- sin propiamente sustanciarse, lo que más juega en contra de Rice son razones de estilo:
un carácter nada diplomático para quien debe dirigir la diplomacia.
Está por ver que lo abrasivo de su personalidad sea suficiente para
vetarla. La proximidad personal con Obama, mayor que la de este con
Hillary, puede facilitar una simbiosis Departamento de Estado-Casa Blanca, algo conveniente cuando se supone que el presidente, como ocurre en todo segundo mandato, se volcará en política exterior.
BENGASI. Es la principal argumentación de quienes se
pronuncian en contra. Sospechan que Rice participó en un encubrimiento
de aspectos del ataque contra el consulado que no beneficiaban a la Casa
Blanca. Varios días después del ataque, Rice fue envidada a diversas
televisiones. En sus apariciones insistió en que los incidentes habían
sido espontáneos, como reacción al polémico vídeo sobre Mahoma. Aunque
para entonces la CIA internamente ya hablaba de ataque terrorista
vinculado a Al Qaida del Magreb, sin relación con el vídeo, es dificil
determinar si la equivocada interpretación de Rice se debió a un
‘trabajo en proceso’ de la comunidad de inteligencia o a ‘spin’ de la
Casa Blanca.
CARÁCTER BRUSCO. Se le atribuye una tendencia al
‘bote pronto’, de ‘primero disparar’. Su estilo directo puede ganar
simpatía entre algunos interlocutores, pero también roces
contraproducentes. Algunos ven demasiada ambición en lo que otros
simplemente consideran autoafirmación.
GESTION EN LA ONU. Como embajadora ante la ONU, Rice
ha contado con éxitos como la amplio respaldo internacional a las
sanciones contra Irán y Corea del Norte. En Libia, encabezó la presión
sobre la Casa Blanca para la operación y sumó apoyos en el Consejo de
Seguridad. En cambio, sus encontronazos con Rusia no han ayudado a
cercar a Siria y podrían ser un handicap como secretaria. Hay quien la
considera poco sensible hacia Israel (se ausentó del famoso discurso de
Netanyahu con el dibujo de la bomba), lo que habría contribuido a una
falta de esmero para sumar más países contra el estatus de Palestina
como estado observador.
ACCIONES EN PETROLERAS. Junto con su marido, Rice
tiene acciones en compañías que hasta recientemente habían hecho
negocios con Irán. Según sus datos de 2011, tiene una inversión de entre
50.000 y 100.000 dólares en Shell, y otra algo menor en ENI, petrolera
italiana. Dado que esas compañías ya no vulneran las sanciones, no hay
nada propiamente repobable en esas inversiones, pero diversos expertos
han apuntado que alguien con una carrera política como la de Rice haría
mejor en tener el dinero ‘fondos ciegos’ o mutualizados.
[BIOGRAFIA. Nacida en una familia de Washington bien relacionada, Rice entró en la Administración Clinton amadrinada por Madeleine Albright. Como responsable de la política para Africa, defendió no utilizar la palabra 'genocidio' para Ruanda,
porque entonces quedaba en videncia política la inacción de EEUU (la
tardía reacción estadounidense es algo que luego Rice se juró no
repetir). Fue una de las primeras personas del entorno Clinton que se pasó a Obama ante la batalla de 2008. Su relació con Hillary Clinton fue fría y de cierta competencia al comienzo del primer mandato.]
Tres columnistas en el Washington Post. En apoyo del nombramiento ha escrito Robert Kagan, asesor de la candidatura de Mitt Romney. En contra, lo ha hecho Dana Milbank. David Ignatius se muestra indeciso.
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