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martes, 28 de febrero de 2012

El cáncer de Chávez vuelve a ocupar las primeras planas...

Chávez siembra el desconcierto en Venezuela
 Desconcierto en venezuela por la salud de Chávez
A poco más de 6 meses para las elecciones presidenciales, Venezuela entra en un periodo de creciente incertidumbre. El inesperado viaje a Cuba del presidente Hugo Chávez, para ser intervenido por la aparición de un nuevo tumor (que podría ser cancerígeno), ha cambiado tanto el escenario, que hoy no se podría hacer alguna previsión sobre el futuro político y electoral de ese país.
Para comenzar, la falta de información con respecto a la gravedad de la situación y a la complejidad de la intervención quirúrgica y el periodo de recuperación emerge como el principal factor de incertidumbre y preocupación. La razón es evidente. En un país en el que la dinámica institucional y las reglas de juego político están tan determinadas por el poder personal del Presidente, su ausencia (no esperada) altera la toma de decisiones y tiende a paralizar el aparato gubernamental (no está el que decide) y luego a propiciar un vacío político que desata una multitud de tensiones y conflictos entre aquellos que quieren copar los espacios dejados por el líder.
Eso fue lo que vivió Venezuela el mes de junio pasado, cuando la repentina ausencia de Chávez, lejos de reflejar un régimen fuerte y consolidado institucionalmente, dejó ver fue un escenario frágil de pugnas por el poder, en el que cada quien buscó acomodarse reclamando para sí la sucesión.

El poder de Maduro

El anuncio de la enfermedad de Chávez en junio del 2011 y su posterior ausencia provocaron tales tensiones que tuvo que ser el canciller Nicolás Maduro quien entrara a terciar para poner orden interno. Su ascendiente fue tal que en las comunicaciones y los mensajes relevantes fue siempre el portavoz gubernamental.
Es evidente que el Presidente es consciente tanto del riesgo de las tensiones internas como del papel catalizador que puede jugar Maduro. No de otra manera se explica cómo el discurso en el que anuncia su viaje a Cuba para someterse a una intervención quirúrgica, no solo pone en evidencia los bloques que aspiran a sucederlo, sino que da directrices claras para evitar la parálisis. Con esto busca inmovilizar a los aspirantes internos y dejar sin argumentos de ataque a los opositores.
Por ahora no es claro quién se podría beneficiar de la ausencia de Chávez. Pese a que algunos analistas insisten en que el presidente venezolano va a tratar de sacar el máximo provecho de la situación, los escasos niveles de institucionalización no le permiten contar con un equipo y un aparato de gobierno capaz de producir resultados o mantener la estabilidad si él está ausente o está debilitado.
Pero la oposición tampoco cuenta con la capacidad para sacar provecho de la situación. No obstante haber demostrado un importante repunte electoral, sobre todo desde septiembre del 2010, cuando le quitó el poder absoluto al chavismo en el control de la Asamblea Nacional, en la realidad su capacidad es muy limitada. La falta de estructuras y, sobre todo, de un plan que vaya más allá del propósito de derrotar a Chávez, no les ha permitido a los opositores concebir un proyecto político alternativo para el país.
El esfuerzo que tendrán que hacer para ganar el gobierno será muy duro. Los 3 millones de votos obtenidos en las primarias deberán multiplicarse por mucho más que dos veces, al menos, para poder constituirse en una verdadera amenaza que pueda enfrentar y derrotar los 7 millones 300 mil votos obtenidos por Chávez en las elecciones pasadas.
Sin este, Venezuela vive una especie de empate agónico. Ni los chavistas tienen la fuerza y la maquinaria para mantener el control de todas las variables con la holgura requerida, ni la oposición está estructurada como una fuerza compacta, consistente y coherente de propuestas políticas que transciendan el objetivo de derrotar a Chávez.
No hay duda. La fragilidad de las instituciones, la inestabilidad de las reglas de juego jurídico y la precariedad electoral de los grupos de los opositores impiden decir quién se beneficiará de la situación.
Entre tanto, todo estará pendiendo del hilo de la gravedad del estado de salud de Chávez. Si las condiciones son favorables, el mandatario estará de primero en el punto de partida para la carrera electoral. Pero si la situación no es buena, las tensiones y conflictos por la sucesión no tardarán en estallar. En este último escenario, no hay que perder de vista el nombre de Nicolás Maduro. Si por motivos de salud Chávez tiene que renunciar, no dudará en entregarle la sucesión.
PEDRO MEDELLÍN TORRES
Especial para EL TIEMPO
Características de su padecimiento y detalles sobre el tipo de tratamiento que está recibiendo.
¿De qué tipo de cáncer se trataría?
Chávez debió someterse a varias sesiones de quimioterapia, lo que no corresponde al tratamiento inicial que suele prescribirse a los afectados por cáncer de próstata. Tampoco se trataría de un carcinoma de colon o recto, pues en general sus tratamientos no provocan la caída del pelo.

¿Por qué se presume que la vejiga sería el órgano afectado?
No solo porque se supo que al Presidente le fue practicada una cirugía en este órgano, sino porque los indicios descartan otros órganos de la pelvis. La vejiga suele verse afectada por dos tipos de cáncer: los carcinomas y los sarcomas. Los datos clínicos y el tratamiento agresivo que recibe llevan a pensar en la posibilidad de que se trate de un sarcoma.

¿Qué tratamiento ha estado recibiendo?
Se cree que en junio los médicos intentaron hacer una resección o retirada completa del tumor; pero se habría presentado una complicación por cuenta de una perforación en la parte baja del tubo digestivo. Esto habría atrasado los otros tratamientos que debía recibir, como la radioterapia y la posterior quimioterapia

¿Por qué es una reaparición del tumor y no metástasis?
A diferencia de los tumores del tubo digestivo, pocas veces los sarcomas de vejiga presentan metástasis al hígado. Los sarcomas son tumores que se reproducen más fácilmente en el área que primero afectan; esto es más común que las metástasis.

¿Qué vendría para Chávez en materia de tratamiento?
Intentarán extraer totalmente la nueva masa, lo cual puede ser difícil por el tamaño del tumor o el uso previo de radioterapia.

¿Por qué Chávez se ve tan voluminoso?
Porque estaría recibiendo tratamiento con corticoides y esteroides anabólicos, fármacos que algunos deportistas usan para ganar peso y que también mejoran el apetito en pacientes con cáncer. Además, dan este aspecto de cara de luna llena por retención de líquidos y fallas en las glándulas suprarrenales.

¿La situación actual de Chávez empeora su pronóstico?
El pronóstico del Presidente es reservado, incluso si logra extraerse el tumor en su totalidad.
Carlos Francisco Fernández
Asesor médico de EL TIEMPO

3 comentarios:

  1. Ojalá sea la "última" recaida.

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  2. Dios todo lo puede . Hojala salve a Venezuela !!! Ranulfo

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  3. Como dice Jaime Bayly, hay que rezar para que Dios le de vida a ese cáncer, un cordial saludo!!!

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