Un buen día descubrí
que tu voz no era sabia,
que tu mirada se extraviaba,
perdiéndose en el momento preciso;
que tu sonrisa es vaga,
como vagas son las historias
que cuentan las almas que viven en el desierto.
Ese día también descubrí
que tus manos no están hechas
para acariciar sueños,
ni tus pies para gravitar en el aire.
Ese día sentí que mi ídolo
se estrellaba en mi pecho,
volviéndose añicos,
polvo... nube... humo
perdido en el viento.
Ese día entendí mejor
a los faltos de fe,
a los que dudan de todo,
hasta del sol que alumbra y calienta
las mañanas frías del invierno.
Comprendí mejor a los que dudan,
del pan que ponen en la mesa,
los fabricantes de vinos
y de canciones hermosas.
Descubrí, y me dolío entender,
que la luna tiene más de una cara,
que no deslumbra todo lo que brilla,
y que a veces el gusano horrendo,
vale más que la mariposa preciosa
que, orgullosa, vuela entre las rosas.
Descubrí que el insonnio
es el antídoto de la ternura,
que el desengaño duele,
duele... Duele porque su fuerza
arrasa con todo.
A su paso,
el amor se muere,
lentamente...
Se acaba,
y nada perdura...
Esperanza E serrano
No hay nada tan fuerte y doloroso como la decepcion, la frustracion , la deseseperanza.Descubrir que amar tenia tambien otros ingredientes pendientes...nos deja un poco vacios. Pero de todo aprendemos, nos recuperamos, verdad?
ResponderEliminarLindo poema Esperanza,
Saludos
Muy lindo su poema Esperanza, gracias por compartirlo .
ResponderEliminarAlgo me dice que Usted no a vivido desengaños , que alguien tan especial nunca sufre .
Si me equivoco es porque pienso que las penas son para los guajiros sin atractivo como este Ranulfo lloron. Saludos y abrazos.
http://www.youtube.com/watch?v=-nISfrG3XOQ&feature=related
ResponderEliminarGracias, amigos, por sus visitas y comentarios.
ResponderEliminarAsí es, fermina, aprendemos de cada golpe que recibimos en la vida. Gracias a Dios el tiempo pasa y al pasar, todo lo cura.
Mi buen Ranulfo, gracias por considerarme alguien especial, pero creo que no lo soy.Todo ser humano alguna vez ( o veces ) en su vida, sufre desengaños, desilusiones, decepciones. A veces cometemos el error de ilusionarnos con algo que no tiene fundamento ni lógica, y peor aún, a veces nos enamoramos de la persona equivocada y ponemos en ese sentimiento lo mejor de nuestras vidas, y luego resulta que, con dolor, reconocemos que nos hemos equivocado de rumbo, porque no supimos escoger, o porque le atribuimos cualidades y méritos, que no tiene, a esa persona objeto de nuestro amor o de nuestra ilusión.
Yo he sufrido duros desengaños en mi vida, y no solo de tipo amoroso. Pero mi padre, un guajiro como tú (y como yo), antes de morir, me enseñó que la vida es dura, que hay que enfrentarse a ella con valentía y no dejarnos vencer por los tropiezos o caídas que tengamos en el camino de nuestra efímera existencia. Recuerdo que me decía "el coraje o valor de una persona no se mide por las veces que se cae, sino por las veces que se levanta. Si te caes, levántate, sacúdete el polvo y sigue caminando, que esa caida te hará más fuerte"
¿Quiere decepción mayor que la que estamos sufriendo todos los hijos de Cuba que andamos desterrados, exiliados, gracias a las órdenes de un tirano y a la complicidad de nuestros propios hermanos que han aplaudido y apoyado tales decisiones?
Un abrazo para ti también
Espe
¡Hasta que al fin comprendiste
ResponderEliminarque ese tipo no te merecía!.
Llora, llora niña, y verás que, con tus lágrimas, se irá todo tu dolor.
Mañana renacerás de ti misma
y verás que el sol te llenará de alegrías.
Suerte y en horabuena por tu desengaño
Jacob