Por Zoé Valdés
Desde que hace meses
recibí un email donde se explicaba al exilio que todas las
organizaciones de la disidencia interna se unirían en una sola vertiente
supe que esto sucedería y acabaría mal. Mi respuesta fue de inmediato:
“Aquel que los mandó a unirse en un solo movimiento es el chivato”. Me
contestaron que no, que de ninguna manera, que lo hacía nada menos que
Guillermo (Coco) Fariñas, y de tal modo decidieron unirse todos en una
voz única. Eso mismo ya sucedió diez años atrás, cuando desde La Habana,
Elizardo Sánchez exigió que nos uniéramos todos (disidencia y exilio)
en un bulto tan “original” que denominaron Todos Unidos,
bajo la égida suya, y desde el exilio bajo la égida de la hija de un
militar castrista fusilado. No, no se les ocurrió nombrar a la hija de
un fusilado “normal”, como ha habido tantos. Pero los fusilados
“normales” ya ni siquiera cuentan.
No hay nada más
evidentemente reaccionario que en el camino hacia la democracia se
concluya que la solución pase por aliarse a un solo convoy. Fue, dicho
sea de paso, la táctica que usó Fidel Castro para acabar con la
democracia en Cuba: desbaratar primero toda la pluralidad a su
alrededor.
La libertad estriba
precisamente en la construcción de esa pluralidad, en la aceptación de
la diversidad, en la cantidad de puntos de vista diferentes con los que
reconstruiremos nuestro país. La democracia estriba en la variedad de
ideas, de partidos políticos. Lo primero sería reconstruirse en partidos
políticos y organizar varios proyectos políticos, y advertir a los
cubanos, mediante movimientos de penetración a todo lo largo y ancho de
la isla, para que los asimilen, los discutan, los voten… Eso es lo que
hacían y hacen gente como Antúnez, Iris Tamara, y Sonia Garro Alfonso, y
su marido Ramón Alejandro Muñoz, todavía encarcelados sin juicios. Así
es que se prepara la libertad, por la vía de la democracia, sin los
tiranos, aceptando a los demócratas de todas instancias y orígenes,
excluyendo a los tiranos y a toda su parentela. Una democracia que se
respete no aceptará a los tiranos en el poder, una cosa es tolerarlos en
la vida, tolerar su existencia y hasta su participación social, pero no
la política. No es lo mismo la aceptación que la tolerancia. La
aceptación es natural, la tolerancia impuesta, por las leyes en la
mayoría de las ocasiones, por lo que hay que acatarla.
Con pocas horas de
diferencia salieron publicadas varias declaraciones. Como es habitual ya
en los casos de Cuba, la declaración que a mi juicio tiene mayor
importancia, por su madurez y esencialidad específica, ha sido bastante
ignorada, para darle bombo y platillo al amarillismo de otras.
Recomiendo leer
Rosa María Payá, en exclusiva, en Cubanet.
He leído también con atención el artículo publicado en El Confidencial titulado
La oposición cubana busca apoyo español para forzar a Castro al diálogo, con un subtítulo que añade
“Fariñas viaja a España para buscar asesoramiento”.
Espero que cuando Fariñas llegue a España visite antes que a nadie a
los presos políticos desalojados y abandonados en las calles, que han
tenido que pasar el rudo invierno de este año a la intemperie; puesto
que si estas personas, incluidas niños y ancianos, han tenido que
soportar estos percances en los que hubieran podido morir, es debido a
las gestiones de Fariñas y su asistida huelga de hambre en combinación
con el gobierno español, el régimen castrista y la iglesia castrista, en
la que pidió, a pocas horas de morir
Orlando Zapata Tamayo,
negociar con el gobierno de Zapatero que los presos políticos y sus
familiares partieran todos a España, como declaró a ABC y a la prensa
internacional. Una negociación que hizo Fariñas, la que por cierto
aprobaron los disidentes, y que el régimen de La Habana aceptó con los
ojos cerrados y hasta con “benevolencia”, autorizando que el ex Coronel
Fariñas discutiera con el embajador español, con el cardenal, y con
cuanto personaje se le ocurrió a él (si es que fue a él a quien se le
ocurrió), que estos inocentes fueran deportados bajo licencia
extrapenal, que no es lo mismo que liberadas.
Y ya que no es lo
mismo, tampoco es lo mismo poner su vida “en peligro” bajo una huelga de
hambre asistida, la que sólo favoreció al régimen (algo que los cubanos
han olvidado ya), que pasar un invierno de los más fríos que ha habido
en Europa en muchos años, con frío, hambre, y sin casas. Espero que
estos hombres y mujeres le pidan cuentas al gobierno español. Pero al
principal que le tienen que pedir cuentas es a Fariñas que los envió a
ese calvario, y que ahora se pasea como un héroe de la disidencia por el
mundo, como otros, sin que nadie además pueda cuestionarlos, ni
siquiera enfrentarse a ellos en una mesa redonda, con las razones que
nos convocan a una gran cantidad de exiliados para no aceptar sus
componendas con el régimen.
No, todavía a ninguno de los patrocinadores de este show
mediático se le ha ocurrido que en alguno de esos eventos que muchos
pagamos con nuestros impuestos, tenemos derechos a participar, y a
discutir con ellos, de manera democrática. Los mismos derechos que
debiéramos tener a reunirnos con las personalidades con las que ellos se
reunieron, para exponer nuestros puntos de vista. Pero es que la
democracia no entra en sus entendederas, o en las entendederas de los
que organizan esos eventos, que a estas alturas todavía no sabemos
quiénes son, ya que sus identidades no han sido reveladas.
De modo que al
principal creador de la UNPACU, José Daniel Ferrer, no le permiten
viajar –según el artículo de El Confidencial- pero sí se lo permiten a
Fariñas. Vaya, qué cosa tan extraña, ¿verdad? Que impidan viajar a una
persona que es menos conocida que el otro, que al serlo como lo es
Fariñas podría ser más peligroso para el régimen en el extranjero.
En el artículo se comienza explicando que la “novedad de este proyecto”, sin brindar el nombre del mismo, es la siguiente: “Ni
Estados Unidos ni Venezuela ni ningún otro gobierno nos va a imponer
reglas ni proyectos. Este es un proceso impulsado desde la disidencia
interna cubana y basado en la soberanía del pueblo cubano, en el que no
vamos a permitir ningún tipo de injerencia”, así habló José
Daniel Ferrer, al que ya ese diario considera que podría ser cabeza de
lista de ¡unas elecciones organizadas por el mismo Raúl Castro!
Señoras y señores,
tremendas mazorcas de maíz que se están fumando en ese periódico o en el
Oriente de Cuba. De modo que Raúl Castro organizará el mismo unas
elecciones para que José Daniel Ferrer sea cabeza de lista. ¿Y por qué
no aceptaron los Castro el
Proyecto Varela con
Oswaldo Payá Sardiñas a la cabeza? Se cae de la mata, ¿no?
Pero además, la UNPACU
no aceptará que ni Estados Unidos ni Venezuela, ni ningún otro gobierno
les imponga nada. ¿Y por qué entonces van a buscar apaños y ayuda con el
gobierno español, con la que está cayendo en España? Pedirles apoyo,
para colmo, después que el gobierno español no ha reparado en despreciar
la causa cubana como les ha salido de sus verijas. Y de contra, pone en
la misma balanza al gobierno venezolano con el gobierno norteamericano,
es lo mismo que hizo Yoani Sánchez cuando le mandó siete preguntas al
presidente Obama y las mismas siete a Raúl Castro, es decir: dar por
descontado que el gobierno venezolano posee la misma legitimidad que el
gobierno estadounidense, que no la tiene. Y de recontra, estamos
nuevamente olvidando la historia, nuestra historia, o sea de la que
debemos aprender y extraer experiencias.
Cuando España nos dejó
en la miseria total y más aberrante (campos de concentración incluidos)
tras una larga Guerra de Independencia, ¿quiénes construyeron escuelas,
hospitales, carreteras? ¿Quiénes intervinieron para pactar una
democracia? Democracia que después fastidiaron los cubanos mismos, por
cierto. Pues, no fueron otros que los norteamericanos, a los que los
cubanos debieran respetar un poco más, y no hacer el juego ni el
discurso del régimen. Un discurso que es por demás hipócrita, porque
mientras que la disidencia se permite esos planteamientos viejos y
obsoletos, la hija del tirano recibe premios en el corazón de Filadelfia
por “demócrata y amiga de los homosexuales castristas” y el hijo de
Fidel Castro se nos hace campeón de golf vestido de Armani y con un
tremendo Cohiba entre los labios.
De manera que es hora
ya de que la disidencia tiene que aparte de sus labios ese enorme
tabacón requemado de los Estados Unidos como enemigo y como no sé qué
tontería, que no es más que un discurso obsoleto del castrismo dirigido
al pueblo; sin embargo, a los demás, al resto del mundo, les están
clamando como locos la presencia de Estados Unidos por debajo del
tapete, todo lo contrario de lo que le pidieron al inicio: “Yanki, go home!” Ahora reclaman con lamentos: “Yanki, come back, please!” Cumpliéndose las palabras de Guillermo Cabrera Infante.
Y continúa José Daniel Ferrer soltando perlas: “Nuestro
proyecto no tiene nada que ver con la resistencia de Miami. Es la
oposición de los cubanos que nos hemos quedado en Cuba la que quiere
impulsar esta idea. Aunque, evidentemente, no excluimos a nadie”.
Bien, siento informarle
a José Daniel Ferrer que él ni nadie puede excluir a ningún cubano de
ningún proyecto que tenga que ver con la libertad de Cuba, viva donde
viva. Viva en Cuba, en Miami, o en La Conchinchina, y mucho menos en
Miami, donde se encuentra la mayor cantidad de presos políticos, de
víctimas del castrismo, y la mayor comunidad exiliada. Ignorarlos sería
la muerte prematura de su proyecto. Cosa que, por supuesto, no ha hecho
Fariñas, su portavoz -en apariencia-, que a donde primero fue a pedir
apoyos fue a Miami, donde lo recibieron pese a su largo y grueso
historial castrista, donde ha sido sumamente bien tratado junto a su
madre, incluso por la viuda de uno de los líderes más radicales del
exilio: Jorge Mas Canosa, quien como Martí, si se despierta en su tumba
se vuelve a morir. Así que expresarse de esa manera tan díscola de la
fuente que le da de beber, es querer morir de sed antes de que el chorro
de la fuente asome.
Por supuesto, quien escribió la nota añade que Ferrer insiste en ello para desligarse de “los
liderazgos urdidos desde Miami, siempre sospechosos de vasallaje con
los intereses norteamericanos sobre el futuro de la isla caribeña”.
Dios santo, lenguaje
más castrista que este habría que encargarlo directamente al Consejo de
Estado. Fíjense bien, les ruego que se trasladen por un instante a la
época de José Martí, ¿sus reuniones con los tabaqueros en Tampa, sus
corretajes en el exilio de Nueva York, su preparación de desembarco por
Playitas, fue solamente un liderazgo urdido en las entrañas del monstruo
que él tanto conoció, interesado en nuestra isla cuando todavía tenía
algo que ofrecer, una isla que hoy que no tiene nada más que ofertar que
pobreza y mendigos jeremiquiantes? Vaya, por Dios, qué visión del
futuro tienen los americanos… Pero además, los 200 mil dólares que
recibió Fidel Castro de parte de Prío Socarrás desde el exilio miamense,
para el desembarco del Granma, ¿qué fue, cómo lo llamamos? ¡Doscientos
mil dólares de la época! ¿Y cómo llamamos a la ayuda “desinteresada de
los hermanos soviéticos” que no fue más que una invasión sumamente
interesada de los comunistas bolos por más de treinta años?
Pero aquí es donde está la perla de las perlas: “Pedimos
el diálogo con el gobierno de Castro, tutelado o no por ONGs de
calidad, y que ese diálogo sea público. Que la gente de Cuba y del
exterior sepa que existe ese diálogo y que cada paso que se dé se vaya
trasladando a la población y a los medios internacionales de forma
objetiva”.
Bien, de lo que debemos
interpretar fácilmente lo siguiente: que la UNPACU prefiere dialogar
con los dictadores devenidos ahora presidentes de ONG’s (como la FMC se
transformó en CENESEX), por obra y milagro del castrismo, antes que con
los exiliados y con gobiernos demócratas como el de Estados Unidos, y
que sepamos que eso es ya una cosa hecha y dada, sin que podamos
oponernos, y tendrán la gentileza, (oh, gracias) además, de que se nos
irá informando de “forma objetiva”. Nosotros, punto en boca. ¿Le
preguntaron ellos al pueblo sobre esto, mediante elecciones o algo
parecido? No, al igual que hizo Fidel Castro desde la Sierra Maestra,
por sus timbales, esto es lo que hay y habrá. Lo que nos toca por la
libreta porque ya ellos y unos cuantos, en posible diálogo con la
tiranía lo decidieron. Y el resto, boca cosida, repito.
Entonces vuelven con lo
tan trillado de que ellos obligarán al régimen cubano a sentarse a
dialogar. ¿Qué le estarán inoculando a los boniatos por allá por donde
vive José Daniel Ferrer? ¿De verdad cree que nos hará creer que el
“gobierno” castrista está dispuesto a dialogar, a sentarse con la
disidencia para cambiar lo que han hecho esos dos malditos en ese país? Y
en caso de que lo lograran, cuáles serían las demandas de la UNPACU
frente al régimen, qué le exigirían que cambie, cómo lo harán. ¿Piensan
ellos que obtendrán puestos en la Asamblea, que podrán decidir por
encima de los dictados de la tiranía? Bueno, es probable que semejante
truco se produzca, visto el juego de espejos y espejismos que ha ido
imponiendo la dictadura para que el mundo piense que ellos están
haciendo cambios favorables. Pero, ¿por qué tenemos que aguantar como
carneros nosotros que se nos engañe de ese modo? ¿Por qué Cuba debiera
recorrer el camino de China o de la antigua URSS, hacia una nueva forma
de dictadura? ¿Por qué no seguimos en el camino de la lucha por la
libertad y la democracia sin los tiranos? ¿Por qué le están ellos
insuflando más vida a ese régimen?
Más adelante, el cantinfleo continúa: “Es
de vital importancia, en muchos de los procesos que queremos emprender,
que nos ayuden desde fuera a plantear las cosas con criterios
racionales. No es una petición de tutela. Es una petición de formación,
de consejo, de asesoría. Tienen que tener en cuenta que la gente que ha
estado en la lucha tampoco ha tenido mucho tiempo de formarse. No
queremos que abogados, políticos y economistas de fuera lideren la
transición”, resalta Ferrer”.
¿Qué es lo que esperan
de nosotros en definitiva? ¿Les queda claro a ustedes? A mí no. O sí, a
medias. No quieren que participemos, no quieren que nos impliquemos,
sólo que toleremos sus imposiciones enviando de vez en cuando consejos y
asesorías. ¿Se ha enterado Ferrer que los consejos y asesorías se
pagan, que forman parte del trabajo de muchos de nosotros? ¿Se ha
enterado que a diario en el exilio muchos exiliados se levantan a las
cinco o seis de la mañana para doblar el lomo y trabajar para poder
pagar las escuelas de sus hijos, los alquileres, los empleados,
impuestos, y además de eso él le está exigiendo que manden consejos y
asesoría en sus pocas horas de descanso? Consejos y asesorías que tal
vez ellos aceptarán o no, en dependencia de si su principal partner:
el régimen castrista, accediera a escucharlos o por el contrario a
borrarlos del mapa cuando llegue el momento conveniente. Francamente, yo
pensaba que Ferrer era una persona más inteligente, pero en este
p’atrás y p’alante no lo entiende nadie, o quizás haya que entender lo
que hay detrás, el veneno que hay en el fondo empozado.
Y vuelve a la carga con que harán la transición a la española.
“…personalidades
que han ocupado altos cargos en los distintos gobiernos españoles y
algunos puestos de alta responsabilidad en el organigrama de la Unión
Europea. Los primeros contactos ya se han establecido, aseguran. Y uno
de los motivos del viaje a España de Guillermo Fariñas es apuntalarlos.
Probablemente, a lo largo del mes de junio se irán conociendo las
identidades de este oficioso think-tank político-económico. Un
énfasis más: insisten en que en este grupo estarán representadas todas
las ideologías democráticas. De nuevo, persistencia en recalcar que
Unpacu se desmarca de la desprestigiada oposición anticastrista
germinada de la derecha económica o el neoliberalismo estadounidense. De
Miami. “Si ellos [los Castro] aceptan el diálogo, sencillamente el
diálogo, podremos decir que estamos en sintonía con ellos. No abogamos
por un proceso rupturista radical. Buscamos un proceso de reconciliación
nacional”.
Con la que está cayendo
en España y este disidente se baja con que serán los políticos
españoles, de toda franja ideológica, los que ayudarán a los cubanos a
conseguir el diálogo; no la libertad, no, el diálogo con el castrismo.
Pero si ni el mismo gobierno español ha conseguido dialogar no ya con
los Castro, con su mismo país, ¡con su mismo pueblo! Le recomiendo a
Ferrer que se informe en qué punto se encuentra varada la investigación
de la muerte de Oswaldo Payá Sardiñas y de Harold Cepero, qué ha hecho
el gobierno español para que estas muertes se aclaren y al menos se haga
justicia con dos ciudadanos españoles implicados, tanto Payá como
Carromero.
Pero cómo se puede
además decir que ellos oirán a estos políticos españoles y despreciar
por otro lado la ayuda de políticos cubanoamericanos, por ejemplo, y de
otras tendencias políticas que las del gobierno norteamericano actual.
¿O sea, prefieren oír a un político español antes que a Ileana
Ros-Lehtinen o a Mario Díaz-Balart? ¿Por qué? Que alguien lo explique.
Porque lo que no se explica es tanta sarta de incoherencias y de
numeritos para encandilar de nuevo al exilio, en el peor estilo de la
misma dictadura castrista.
Tres últimas cosas, una
nueva recomendación, asesoría, o consejo, como mejor prefiera, que lea
el reciente libro de Antonio Muñoz Molina:
Todo lo que era sólido.
Ahí se enterará de lo que es España hoy en día, y desde hace rato. Si
eso es lo que él quiere para Cuba, estamos más perdidos que un pedo en
un baile.
La gran mayoría de
cubanos a los que el castrismo les quitó las propiedades en épocas de
Batista ha muerto o están demasiado ancianos para ir a ripiarse por una
casucha en ruinas, o por una mansión a punto del desplome. Sus hijos,
nacidos en el exilio, son propietarios de mejores casas en diferentes
partes del planeta, y de mejores negocios que los que tenían en Cuba.
Cuba ya no es la Perla de las Antillas, Cuba es la pocilga de las
Antillas. Invertir energías en ella con los tiranos en el poder es
perder invariablemente. Como mismo acaban de perder otros pobres
dementes buscando petróleo en terreno baldío. Hay más leche en la teta
de una vaca muerta que petróleo en la isla.
Y para finalizar: lo
que tenemos que buscar los cubanos no es un proceso de reconciliación
nacional, es la libertad. La nación no se ha peleado con nadie. Ni podrá
haber reconciliación hasta que no haya libertad. Mírense en el espejo
de la misma España hoy en día, todo eran espejismos. Todo lo que era
sólido es hoy endeble, frágil, humo y decadencia. España es otra vez una
de las últimas pordioseras, no ya de Europa, del mundo, como escribe
Muñoz Molina. Cuba nunca lo fue antes del castrismo, ni siquiera en la
época en que luchaba en contra del dominio español. Con el castrismo no
es más que la última de las putas de turno.
Han sido los Castro los
que han destruido la nación, el país. Con ellos no puede haber
reconciliación ninguna hasta que no sean ajusticiados por la enorme
cantidad de vidas que se han perdido por su culpa y por la destrucción
de una nación y de un país. Lo que tienen que pedir los cubanos al
unísono, todos los disidentes del interior y los del exilio, frente a
Naciones Unidas y frente al mundo, es un ajusticiamiento de la familia
Castro por crímenes contra la humanidad, y que sean perseguidos y
juzgados, allí donde se metan, para que Cuba sea libre de una vez y por
todas. Y que todos los cubanos, todos, seamos los primeros
protagonistas, los protagonistas privilegiados del único cambio
irreversible, el que nos guiará hacia la democracia.
Zoé Valdés.
Añadido: Curioso que quieran liderear ese diálogo sin consenso con
quienes los oprimen y no con quienes les desean la libertad, y sobre
todo con quienes han tratado despiadadamente a presos políticos cubanos y
sus familiares, dejándolos en las calles, y todo eso negociado mediante
la persona que no ha hecho más que hundir a la disidencia. La misma
persona que entregó 200 firmas falsas al Proyecto Varela según los
mismos líderes del MCL.
Tomado de: