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miércoles, 19 de enero de 2011


Condeno todo tipo de dictadura. Odio cualquier tipo de totalitarismo, sea de izquierda o de derecha. Los dictadores deben ser barridos de la faz de la tierra. Ningún país debe permitir que un individuo o un solo partido gobierne por más de seis años. El poder corrompe. La dulzura de la miel que liban quienes lo ostentan, hace mucho daño porque engorda el ego de los gobernantes de tal manera que en poco tiempo se convierten en tiranos absolutistas que creen que son ellos los únicos con derechos a gobernar y a decidir el destino de su pueblo.Todo tipo de tiranía es una amenaza para el estado de derecho, pisotea la democracia, ultraja la libertad y viola criminalmente los derechos humanos de los ciudadanos

Por eso me alegro infinitamente que el pueblo tunecino derrocara a Ben Ali, pero siempre tuve la sospecha de que detrás de los amotinamientos y revueltas en Tunez, se escondían los intereses de la Internacional Socialista.

Hoy lo he podido confirmar al leer esta noticia.

EFE
La Internacional Socialista ha expulsado al partido del recientemente depuesto presidente de Túnez, Zine el Abidide Ben Alí, confirmó hoy el líder de los socialistas europeos, Martin Schulz.

"De vez en cuando uno se da cuenta de que hay ciertos integrantes de la propia familia y se sorprende. Ha sido expulsado, pero sí, era miembro y su partido era miembro", dijo Schulz en rueda de prensa.

La Internacional Socialista también ha informado en su sitio de Internet de la decisión y ha explicado que "refleja los valores y principios" que definen al movimiento y su postura "sobre los acontecimientos en el país".

Mientras tanto, la Agrupación Constitucional Democrática (RCD) sigue apareciendo en la web de la Internacional Socialista como "miembro pleno" de la organización.

El RCD ha controlado Túnez durante décadas y ha mantenido estrechas relaciones con un buen número de países y formaciones políticas europeas.

Schulz, de hecho, ha recordado hoy que el pasado año la formación de Ben Alí selló un acuerdo de cooperación con el Partido Popular Europeo (PPE), el grupo mayoritario en la Eurocámara y que reúne a los principales partidos conservadores de los Veintisiete.

"Eso explica al menos que el PPE no nos haya atacado por el momento", ironizó el líder socialdemócrata.

Preguntado al respecto, el eurodiputado italiano Mario Mauro -miembro de la Mesa del PPE- ha recordado que todos los países de la UE y el bloque en su conjunto mantenían hasta hace pocos días sus relaciones con Túnez.

"Ahora parece que nadie conocía a Ben Alí", ha criticado


Tomado de:
http://www.libertaddigital.com/mundo/la-internacional-socialista-expulsa-ahora-al-partido-de-ben-ali-1276412180 /
Dentro de muy poco veremos en Tunez:

domingo, 16 de enero de 2011

"Dile a Mubarak que tiene un avión esperando"


Imagen:Hosni Mubarak

«Dile a Mubarak que tiene un avión esperando» La chispa del cambio que ha prendido en Túnez pone en alerta a otros dirigentes árabes

No habrán sido pocos los líderes del Magreb y Oriente Próximo que pasaron la noche del viernes con un ojo abierto y otro cerrado. Inquietos por el murmullo popular. Pendientes de si el azúcar ha subido o de si han conseguido transmitir el mensaje de que la economía marcha bien y se van a crear nuevos empleos. Los dirigentes de los países árabes han visto cortar las barbas de un vecino demasiado cercano y han podido comprobar que las revoluciones no necesitan de una oposición política fuerte, ni de líderes carismáticos.
Cientos de egipcios lo tenían muy claro: «¡Escuchad a los tunecinos. Egipto, es tu turno!», gritaban jóvenes y mayores a las puertas de la Embajada de Túnez en El Cairo. El mensaje, repleto de picardía egipcia, no podía ser otro: «¡Ben Ali, dile a Mubarak que tiene un avión esperándole también!». En Casablanca, Rabat, Amán o Argel, muchos jóvenes brindaron ayer por el fin de la era Ben Ali, y soñaron, felices y esperanzados, con que la chispa de la revolución democrática prenda en el mundo árabe.
Las manifestaciones también se sucedieron en otras capitales árabes con diversa intensidad, pero siempre vigiladas muy de cerca por las fuerzas de seguridad. «Creo que la mecha puede prender en muchos otros países, empezando por Egipto, que está preparado para recibir el espíritu de la revolución tunecina», aseguraba por teléfono Emad Gad, del cairota centro de Estudios Estratégicos y Políticos Al-Ahram.
Las circunstancias que han hecho estallar la olla a presión de Túnez no son ajenas al resto de países de la región. Empezando por la población, jovencísima, cada vez está más formada y cultivada. Si hasta hace pocos años solo las élites árabes podían acceder a una educación superior, cada vez más son las clases medias quienes envían a sus hijos a la universidad, muchos de ellos para descubrir, como le ocurrió a Mohamed Buazizi, el mártir de la revolución tunecina, que la formación no les garantiza el trabajo. La crisis ha cerrado además las puertas de la emigración a Europa, antes válvula de escape.
Lo mismo ocurre con la corrupción, una de las peores lacras de Marruecos a Siria, desde la élite del poder al último funcionario. Comunes son también la omnipresencia de las fuerzas de seguridad, la censura de los medios de comunicación, la represión de la oposición. Por no hablar de los líderes, aferrados al poder durante tantos años que la mayor parte de sus ciudadanos no han conocido a ningún otro gobernante. Cada país tiene sus particularidades, pero ninguna de estas lacras son ajenas a los vecinos del Mediterráneo sur.
«Muchos en Oriente Próximo, sobre todos los líderes de los países árabes, van a reflexionar muy seriamente sobre los eventos de Túnez, ya que muchos países comparten las condiciones sociales que han ocasionado las revueltas», opinaba, desde El Cairo, Mustafa Kamel, director del Instituto de Oriente Medio para los Estudios de Desarrollo.
Los líderes toman nota
Las pistas están ahí. El viernes, unas 5.000 personas se manifestaron en Jordania para protestar por la subida de los productos básicos, lo mismo que hicieron en 2008 y 2009 miles de egipcios en las revueltas de Mahalla Al Kubra, las peores que ha vivido el país del Nilo en los últimos años. En Argelia, las protestas por el aumento del coste de la vida han causado en las últimas semanas al menos dos muertos. En Rabat, un colectivo conocido como Los diplomados en paro se manifiesta cada miércoles ante el Parlamento marroquí.
Los líderes árabes han tomado nota del caso tunecino, señala el politólogo marroquí Mohamed Darif. Muchos países se han adelantado a los acontecimientos y han anunciado, como Marruecos, que los precios del azúcar y otros productos básicos no van a subir. Los titulares del diario egipcio 'Ajbar el Yun' recordaban ayer en portada que se ha reducido la deuda externa, así como que han engordado las arcas de la seguridad social y las pensiones. En Jordania, el rey Abdalá ha pedido una bajada de los precios y de los impuestos.
«Hay similitudes en los diferentes países árabes, pero Túnez siempre fue una excepción», manifestaba a este diario Darif. «Mientras que las demandas de los tunecinos han sido muy políticas, en Marruecos o Argelia las protestas casi siempre son socioeconómicas», advierte el analista, para quien los dos países con más papeletas de vivir un caso parecido al de Túnez son Egipto y Yemen.
Que la primera revuelta popular que derroca a un dictador árabe haya tenido lugar en Túnez ha sorprendido a muchos, ya que Ben Ali, aliado de Occidente por su mano dura con el islamismo y sus medidas liberales, parecía intocable. Hoy, sin embargo, algunos se han dado cuenta de que «no tiene por qué suceder con una invasión como en Irak. Es una gran lección para los regímenes autocráticos de la región», afirmaba a la agencia AFP Amr Hamzawy, del Centro Carnegie de Oriente Próximo, con sede en Beirut.
tomado de:
http://www.elcomerciodigital.com

sábado, 15 de enero de 2011

El presidnte de Tunez huye del país tras violentas protestas





Imagenes: Disturbios en Tunez.(Enfrentamientos con la policía)

Presidente tunecino deja el poder entre disturbios tras 23 años

TUNEZ (AP) - Después de 23 años de gobernar con mano de hierro, el presidente de Túnez fue depuesto el viernes por una serie de violentas protestas contra el creciente desempleo y la corrupción.

En un hecho prácticamente sin precedentes en la historia árabe, el levantamiento populista envió un mensaje a los gobiernos autoritarios que dominan la región.


La oficina del rey saudí Abdalá confirmó el sábado por la mañana que el presidente depuesto Zine El Abidine Ben Alí y su familia habían llegado a Arabia Saudí, tras horas de misterio sobre su paradero.


"Como resultado del respeto que tiene el reino saudí por las circunstancias excepcionales por las que pasa el pueblo tunecino y por su deseo de que vuelvan la paz y la seguridad a Túnez, le hemos dado la bienvenida a él", señaló el comunicado.


Pese al júbilo que mostraron muchos manifestantes tunecinos por la caída de Ben Alí, el país enfrentaba incertidumbre. La nación quedó provisionalmente a cargo del primer ministro. Se desconocía el papel del ejército en la transición o si la salida de Ben Alí bastaría para restaurar la calma.


Miles de manifestantes de todas las clases sociales se congregaron en la capital el viernes para exigir la salida de Ben Alí, tras semanas de protestas en todo el país. El primer ministro Mohamed Ghannouchi anunció en televisión estatal que tomaba el poder.


El cambio de mando en la nación norafricana, conocida por sus ruinas antiguas y playas sobre el Mediterráneo, seguramente tendría repercusiones en los países árabes y en todo al mundo, al demostrar que la furia de la población puede derrocar a un mandatario tan poderoso como Ben Alí.


El presidente intentó en vano mantenerse en el poder cuando los disturbios sacudían al país el viernes. Declaró un estado de emergencia, disolvió el gobierno y prometió elecciones parlamentarias en menos de seis meses.


El jueves, había prometido no presentarse a la reelección en 2014 y redujo los precios de alimentos básicos, como el pan, la leche y el azúcar.


Aún así, el viernes se produjeron las manifestaciones más grandes en varias décadas. La policía chocó en repetidas ocasiones con los manifestantes y algunos de éstos se treparon a las paredes del temido ministerio del Interior, donde según denuncias se torturaba a los detenidos durante años. Nubes de gas lacrimógeno y humo negro pendían sobre la ciudad, mientras las compañías turísticas evacuaban a miles de extranjeros.


Horas antes, el aeropuerto había sido cerrado en medio de versiones no confirmadas de que Ben Alí había dejado el país.


"Asumo en forma temporal las responsabilidades de conducir al país en este momento difícil para ayudar a que vuelva la seguridad", dijo Ghannouchi en un discurso solemne. "Prometo, al tomar esta responsabilidad, respetar la Constitución y trabajar para reformar los temas económicos y sociales con cuidado y consultar a todas las partes".


Ben Alí, de 74 años, llegó al poder en un golpe de estado no violento en 1987, cuando tomó el gobierno de manos de Habib Bourguiba, fundador del país que ostentaba el título de "Presidente de por vida". Luego que Túnez se independizó de Francia en 1956, Bourguiba intentó acercar al país musulmán a Occidente.


Ben Alí derrocó a Bourguiba por "incompetencia", al decir que se había vuelto demasiado viejo y enfermo para gobernar. Prometió que su gobierno "abriría los horizontes de una vida política verdaderamente democrática y evolucionada".


Sin embargo, tras un breve período de reformas iniciales, la evolución política de Túnez se detuvo.


Un despacho diplomático estadounidense filtrado por el sitio WikiLeaks dijo que Túnez era un "estado policial" y que Ben Alí no estaba al tanto de las preferencias de la población.


Ben Ali se refugia en Arabia Saudí tras huir de Túnez · ELPAÍS.com

Sigue en directo la última hora sobre la crisis política en Túnez

El 14 de enero de 2011 será una fecha que, probablemente, dará nombre a plazas en Túnez. El presidente Zine el Abidine Ben Ali, abandonó el país ante la imposibilidad de frenar las protestas y aterrizó unas horas después en Jedda, en Arabia Saudí, tal como ha confirmado la casa real saudí en un comunicado oficial [aquí, en árabe]. El mandatario huyó ante la imposibilidad de frenar las protestas populares que exigían su dimisión. La aeronaba que le transportaba despegó a las 18.15 del aeropuerto internacional de Túnez-Cartago escoltado por la Fuerza Aérea tunecina y sin rumbo anunciado. Hacia la medianoche del sábado, hora española, la cadena Al Arabiya anunció que el avión presidencial había aterrizado en la península arábiga. Los jeques se apresuraron en anunciar que daban la bienvenida al mandatario y a su familia, que se instalarían allí "por un periodo de tiempo indeterminado".



La oposición denuncia una veintena de muertos en las protestas de Túnez
El Gobierno reconoce 14 fallecidos en las ciudades de Thala, Rgeb y Gassrine, según información de la agencia de noticias oficial
EL PAÍS - Madrid - 09/01/2011