Translate

Mostrando entradas con la etiqueta Crisis en el Norte de Africa.Libia. Gadafi.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Crisis en el Norte de Africa.Libia. Gadafi.. Mostrar todas las entradas

viernes, 28 de octubre de 2011

Libia, caos y un enorme peligro para todos

Ajusticiaron a Gadafi, ahora dicen que enjuiciarán a los que lo mataron.
El CNT asegura que los asesinos de Gadafi serán llevados ante la justicia

El Consejo Nacional de Transición responde con esta acción a las críticas en todo el mundo que ha suscitado la violenta muerte del dictador

¿Qué está pasando en Libia?
¿Quién entiende?
¿Quién tiene la razón?

Por el  momento, Libia es el imperio del caos.Pero es un caos muy peligroso. Si las armas abandonadas caen en manos de los terroristas extremistas islámicos, entonces sí que la cosa se pone color de hormigas para Occidente. Y serán las inocentes víctimas las que pagarán con sus vidas "los platos rotos" por otros.

Libia, un enorme arsenal sin control

Millones de armas en manos equivocadas amenazan la transición y la seguridad regional

Día 28/10/2011 - 17.53h
Libia, un enorme arsenal sin control
AP
  
Cuando la revolución Libia subió de tono y se convirtió en guerra civil a finales de febrero, las tropas rebeldes se hicieron en su avance con decenas de arsenales y con las armas de los cuarteles que el Ejército de Muamar Gadafi iba dejando atrás. La población sublevada se armó y el dictador armó a los suyos. No importaba que fueran militares o civiles; no importaba que supieran o no emplearlas. Cada cual tenía la suya sin importar el grado de experiencia. Y las siguen teniendo.
La ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que las nuevas autoridades libias siguen sin controlar los arsenales. Los últimos ejemplos se han hallado en Sirte, la ciudad natal de Gadafi, que ha quedado prácticamente en ruinas tras varias semanas de batalla. Allí han localizado misiles tierra-aire, munición para tanques y morteros, miles de armas aéreas guiadas y no guiadas y miles de armas automáticas.
El material encontrado como “los misiles tierra-aire pueden derribar un avión civil y los explosivos pueden con facilidad acabar convertidos en coches bomba como los que han matado a miles de personas en Irak o Afganistán”, reconoce Peter Bouckaert, coordinador de emergencias de HRW. “Hemos advertido desde hace meses al CNT y a la OTAN de los peligros que suponen los enormes arsenales de armas sin vigilancia y la urgente necesidad de asegurarlos”, añadió Bouckaert.
Muchos de esos almacenes han sido saqueados. Unos cien kilómetros al sur de esta ciudad de la costa mediterránea, HRW dio con 70 búnkeres con explosivos sin ningún tipo de vigilancia. En uno solo de esos almacenes un reportero de la agencia AFP contó unos 8.000 obuses de 100 milímetros; en otros había cientos de bombas de 250, 500 y 900 kilos entre otro armamento apilado en grandes cantidades. El CNT afirma por su parte haber puesto a buen recaudo las armas químicas que han encontrado del depuesto régimen.
Gran Bretaña, al igual que Estados Unidos, ha expresado su preocupación porque muchos de los aproximadamente 20.000 misiles tipo “Manpads” (Man Portable Air Defense Systems) han desaparecido de los arsenales y se desconoce en manos de quién están. Londres está colaborando con el CNT para tratar de poner orden en medio del caos.
para seguir leyendo

sábado, 22 de octubre de 2011

Los aliados de Gadafi en América Latina se niegan a reconocer al nuevo gobierno libio.




Castro, Chávez y Ortega, los amigos de Gadafi en A. L.

Con dinero y armas, el coronel libio premió la lealtad de tres aliados con quienes compartió un historial revolucionario pero, sobre todo, un enemigo en común: Estados Unidos
Sábado 22 de octubre de 2011

TEXTO JOSÉ MELÉNDEZ • CORRESPONSAL | El Universal
SAN JOSÉ, Costa Rica.— La revolución libia tomó el poder 10 años después del triunfo de la revolución cubana, 10 antes del ascenso de la revolución nicaragüense y 30 previo a la llegada de la revolución venezolana: 1959, 1969, 1979 y 1999 ligan en la historia a Cuba, Libia, Nicaragua y Venezuela y al comandante Fidel Castro, al coronel Muammar Gaddafi, al comandante Daniel Ortega y al teniente coronel Hugo Chávez.
Cifras aparte, Gaddafi convirtió a Castro, Ortega y Chávez en los principales aliados en América Latina y el Caribe de su régimen de poco menos de 42 años, con flujo de dineros, armas y lealtad política que inquietaron a Estados Unidos por factores como el impacto en las guerrillas izquierdistas de Colombia y Centroamérica y el eventual adiestramiento de terroristas.
El denominador común que les conectó fue político: señalar al gobierno de Estados Unidos y al imperialismo “yanqui” como su enemigo.
“Esa relación siempre fue vista con alguna suspicacia”, dijo la nicaragüense Elvira Cuadra, coordinadora del Centro de Investigación de la Comunicación (no estatal), de Managua. En entrevista con EL UNIVERSAL Cuadra explicó que, en el caso Ortega-Gaddafi, el nexo “nunca generó una percepción de amenaza tan grave, por la distancia geográfica y porque Nicaragua no fue un punto de importancia estratégica en Centroamérica” para el ahora fallecido líder libio.
Pero informes de que armas que Gaddafi envió a Nicaragua surtieron a la subversión comunista centroamericana abundaron en la década de 1980, época de guerras y tensión militar en Centroamérica con influyentes proveedores de armamento: Estados Unidos y sus aliados frente a Cuba, la ahora desaparecida Unión Soviética y el ya desintegrado campo socialista.
“Quizás las armas fueron enviadas desde Libia. No tenemos evidencia cierta ni un inventario de qué cantidad provenía de cada país del bloque socialista y menos a dónde fueron a parar. Ese ha sido uno de los secretos de Estado mejor guardados en Nicaragua”, afirmó.
Las insignias
Enormes fotografías de Gaddafi y de Castro y banderas de Cuba y Libia adornaron Trípoli en mayo de 2001, para recibir al entonces gobernante cubano. En un viaje por “Estados paria” de Asia y África, como Libia, Siria, Irán y Argelia, el comandante Fidel visitó al coronel. Castro —quien estuvo en Libia en 1977— relató que la visita era para “volver a ver” a uno de sus “viejos amigos”. Las “revoluciones cubana y libia tienen objetivos similares”, proclamó.
Libia y Cuba suscribieron numerosos acuerdos desde 1969 en rubros como construcción y salud. El régimen libio importó grandes cantidades de azúcar y café de la isla.
Pero ambos gobiernos tendrían otros enlaces secretos: con los “petrodólares” de Gaddafi, Castro “armó a Nicaragua y desestabilizó El Salvador, a cambio de buscarle armas de destrucción masiva al gobernante libio”, aseguró el politólogo y ex diplomático cubano Juan F. Benemelis, en un artículo en el diario El Nuevo Herald, de Miami. “Los cubanos sirvieron de instructores militares en los campos de terrorismo” en países como Libia, Argelia y Yemen, subrayó.
Al estallar la crisis libia, a inicios de este año, Castro denunció un complot de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para apoderarse del petróleo libio. El régimen cubano trató el conflicto con cautela y ante las denuncias de las atrocidades atribuidas a Gaddafi, los comentaristas oficiales subrayaron que el coronel quizás “tuvo excesos”, que en todo caso no justificaban la intervención de la OTAN. El gobierno cubano fue consultado por este periódico sobre las presuntas aventuras militares de Castro y Gaddafi, pero no hubo respuesta.
La espada
En una cumbre África-América del Sur, en septiembre de 2009, en la isla venezolana de Margarita, Chávez comparó a Gaddafi con el libertador venezolano Simón Bolívar. El coronel acudió a la cita y el teniente coronel —quien le obsequió una réplica de la espada de Bolívar y le condecoró con la Orden del Libertador— afirmó: “Lo que es Bolívar para nosotros, es Muammar Gaddafi para el pueblo libio”.
“Esta”, dijo Chávez, “es la réplica de la espada que libertó América hace 200 años. Es una joya, se la regalaron los pueblos a Bolívar (...) Esta espada está viva y hoy anda por América Latina (…) En nombre de nuestro pueblo, de la revolución bolivariana, te la entrego a ti (Gaddafi), soldado revolucionario, líder del pueblo libio, de la revolución libia, de los pueblos de África y líder también para los pueblos de América Latina”.
Gaddafi respondió que ambas naciones “tenemos” idéntica trinchera, destino y batalla “contra un mismo enemigo (EU) y vamos a vencer” y le entregó obsequios a Chávez: una silla de montar a caballo hecha a mano, con tejido en plata. “Hecho especialmente en su honor, presidente”, le contó, según la prensa venezolana.
En uno de los cinco viajes que hizo a Libia desde 1999, Chávez instó en 2006 en Trípoli a combatir la “hegemonía estadounidense”. Tras enterarse de la muerte de Gaddafi, Chávez lo calificó de “mártir” y advirtió que Washington está “incendiando al mundo”. Después de todo, el venezolano perdió a uno de sus grandes socios del Tercer Mundo, con el que impulsó la colaboración, (de 17 convenios bilaterales en 2005, en los últimos años se pasó a 150).
La billetera
Ortega y Gaddafi forjaron una fuerte amistad. En 1998, en una entrevista para un medio nicaragüense, habló de sus ingresos económicos y narró que el coronel “ha sido un soporte (financiero) muy importante en todos estos años (...) en carácter personal, pero también ha ayudado” al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
La relación creció en la revolución nicaragüense, de 1979 a 1990, cuando Libia otorgó ayuda agropecuaria, facilitó créditos, fundó un centro cultural, concedió becas e invirtió 15 millones de dólares en la firma Agropecuaria Árabe Libia (de capital de ambos países), según estudios de la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua.
Tras la derrota electoral sandinista de 1990, “al menos una o dos veces al año me he estado reuniendo durante estos 16 años con el hermano” Gaddafi, reveló el propio Ortega en marzo de 2007, al recibir a un diplomático libio en Managua.
En uno de esos viajes habría pedido dinero. Alias Raúl Reyes, segundo en las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y muerto en 2008 en un ataque colombiano a Ecuador, solicitó a Ortega en 2003 que intercediera para que Gaddafi prestara 100 millones de dólares a la insurgencia, pagaderos en cinco años, para comprar armas y enfrentar la ofensiva bélica gubernamental. Ortega negó la información, extraída de las computadoras de Reyes.
El lazo se intensificó a partir de 2007, cuando el sandinista reasumió la presidencia nicaragüense y realizó uno de sus primeros viajes extranjeros a Libia, en junio de ese año: Gaddafi le prestó un avión para una gira que incluyó a Cuba, Venezuela e Irán, entre otros destinos.
El nicaragüense viajó con su familia a Libia en diciembre de 2008, en otro periplo. En esa ocasión, Ortega pidió dinero en efectivo a Gaddafi, pero luego de tres citas “no obtuvo ni un dinar”, según cables del gobierno de Estados Unidos que la organización europea WikiLeaks reveló este año. Ni el FSLN ni Ortega respondieron consultas de EL UNIVERSAL sobre estos hechos.
Los cables, de un diplomático de EU que citó a autoridades libias, revelan que Gaddafi “lloró sobre los hombros” de su amigo e incluso llegó a “extender sus manos para recibir contribuciones”, que los libios ya no estaban dispuestos a entregar porque estaban concentrando la asistencia en África.
Fue el último viaje de los Ortega Murillo a la Libia de Gaddafi, pero la amistad perduró y en agosto de 2009, en un mensaje por el 40 aniversario de la revolución libia, la nicaragüense Rosario Murillo —esposa de Ortega y poderosa Primera Dama— aseguró que en Libia “se ha desarrollado un modelo extraordinario de poder para el pueblo, un modelo de democracia directa”.
“Es un modelo que catalogamos de libertades individuales”, puntualizó en El 19 Digital, una página oficialista en internet.
En febrero pasado, antes de estallar la crisis, Gaddafi condonó 195.8 millones de dólares de los 313.6 millones de dólares de deuda que Nicaragua acumula desde la década de 1980.
Al recrudecer los disturbios, Ortega llamó por teléfono a su amigo para expresarle solidaridad. En marzo aceptó la petición libia de que el ex sacerdote católico nicaragüense Miguel D’Escoto —quien fue su canciller de 1979 a 1990— se convirtiera en embajador de Libia en la Organización de Naciones Unidas, porque Estados Unidos negó la visa a un diplomático libio.
Ahora que el coronel ha sido asesinado, sus principales socios latinoamericanos se niegan a reconocer al nuevo gobierno libio. Pero los días de las cuatro revoluciones quedaron en el pasado.
fuente:
http://www.eluniversal.com.mx/internacional/74839.html

La muerte de Gadafi no significa que haya terminado la guerra en Libia.

Mahmud Jibril: «Muamar Gadafi no ha sido ejecutado»
Mahmud Jibril, con chaqueta, rodeado de milicianos tras la entrevista.
Tras de visitar el cadáver de Gadafi, el Primer Ministro del Consejo Nacional de Transición, Mahmud Jibril, insiste en que "la guerra aún no ha terminado" Que no acabará hasta que no caiga también el hijo del dictador, Saif Al Islam, y el jefe de la policía secreta.
 Entrevista.
Por: MIKEL AYESTARAN, enviado especial a Misrata (http://www.abc.es.com/ )
No se puede respirar en la sala. Medio centenar de milicianos rodean a Mahmud Jibril (Bani Walid, 1952) y le explican los detalles de la detención y muerte de Gadafi. El primer ministro del Consejo Nacional de Transición (CNT) acude para ver el cuerpo e interesarse por los pasos a tomar con el mismo en las próximas horas, uno de los secretos mejor guardados de Libia. Los milicianos de Misrata aprecian la visita porque en Libia el origen y la tribu de cada persona es su tarjeta de identidad y Jibril, antes que primer ministro, a ojos de estos hombres es original de Bani Walid, uno de los últimos feudos gadafistas —junto a Sirte donde las milicias de Misrata se han empleado a fondo. «Todos somos hermanos, somos libios y formamos parte del mismo país», repite el primer ministro ante la atenta mirada de los hombres allí reunidos. Poco antes de dirigir estas palabras el político ha tenido la oportunidad de visitar en solitario el enorme frigorífico donde descansa el cuerpo de Muamar Gadafi cuya muerte «no significa que esto se haya acabado».
—¿Ha visto el cadáver?
—Por supuesto, el objeto de esta visita era ver en primera persona el cuerpo de Gadafi.
—No está muy claro cómo se produjo la muerte, algunos dicen que le detuvieron malherido y que luego fue ejecutado…
—Es mentira, no hubo ejecución. Su muerte entra dentro de los estándares marcados por la ICC (Corte Criminal Internacional). Le vieron varios médicos cuando llegó a Misrata y he podido leer sus informes que avalan esta versión. No tengo dudas de que no hubo abusos de ningún tipo. Gadafi no fue ejecutado.
—¿Qué ha sentido al entrar a la cámara frigorífica?
—Lo mismo que todos los libios que hacen cola para verle, una sensación intensa.
—¿Qué piensan hacer con el cuerpo?
—Se le enterrará de la forma adecuada, como se entierra a cualquier musulmán en cualquier parte del mundo. Recibirá un trato islámicamente correcto.
—¿Cuándo?
—En las próximas horas.
—¿Se le mantendrá en secreto, o se le llevará de vuelta a su localidad natal de Sirte?
—Estamos debatiendo este punto y hay varias opiniones al respecto. Lo único que puedo hacer es insistir en la idea de que recibirá el trato que merece todo musulmán cuando muere.
—La OTAN prepara el inminente fin de su operación, ¿significa esto que ha terminado la guerra?
—No, aún nos quedan dos piezas muy importantes como Saif al Islam (hijo del dictador que estaba llamado a sucederle) y Abdulá Senusi (mano derecha de Gadafi y jefe de los servicios secretos), la guerra no ha terminado pero es cierto que con la muerte del dictador hemos dado un paso casi definitivo.
Los guardaespaldas cogen a Jibril en hombros y le suben hasta el todoterreno que le espera para regresar a Trípoli. Uno de los comandantes de las fuerzas de Misrata que se encarga de velar el cuerpo se acerca al periodista para decirle que «Jibril ha detenido el plan que teníamos: en unas horas teníamos previsto que tres de nuestros hombres se llevaran el cuerpo a un lugar secreto para enterrarlo, pero las autoridades opinan que es mejor hacerlo en un lugar que sea conocido, pero al que no tenga acceso nadie y que esté bien protegido», asegura antes de pedir que se mantenga su anonimato.
El Toyota arranca y se abre la verja del mercado central de Misrata donde ha permanecido el cuerpo del dictador desde su muerte. «Nosotros queremos que el cuerpo, de una manera u otra, permanezca en Misrata», asegura el oficial antes de volver a la misma sala de reuniones donde se tomará la decisión final.

miércoles, 24 de agosto de 2011

1,7 millones por la cabeza de Muamar Gadafi

miércoles 24 de agosto de 2011
Benghazi.- Los rebeldes libios anunciaron este miércoles una recompensa de casi 1,7 millones de dólares (2 millones de dinares) por la cabeza de Muamar Gadafi, vivo o muerto.

Esta iniciativa, financiada por hombres de negocios libios, cuenta con la aprobación del Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la rebelión, informó AFP.

"Los miembros del círculo cercano (de Muamar Gadafi) que lo maten o lo capturen tendrán una amnistía garantizada por el pueblo", indicó a la prensa el presidente del CNT, Mustafa Abdeljalil.

"El régimen de Muamar Gadafi no estará terminado mientras no sea capturado vivo o muerto", dijo, agregando que "su comportamiento nos hacer temer una catástrofe", sin dar mayores precisiones.

Agregó que soldados leales a Gadafi seguían combatiendo en la zona del complejo residencial del líder libio, caído en manos rebeldes. "Seguirán disparando mientras Gadafi no sea capturado", dijo Abdeljalil.

http://vozdesdeeldestierro.juancarlosherreraacosta.over-blog.es/article-rebeldes-libios-ofrecen-casi-1-7-millones-de-dolares-por-la-cabeza-de-gadafi-82384186.html

martes, 29 de marzo de 2011

Barack Hussein Obama, el presidente escurridizo y ambiguo.

Al parecer Obama no ha aprendido la lección de que se debe ir a la guerra a ganar y no a prolongar el conflicto y el sufrimiento de un pueblo entero.
Las bombas, los misiles y las balas no llevan nombres, ni seleccionan por sí mismas a quienes herirán o matarán al caer o chocar contra seres humanos.
La intervencion militar extranjera a cualquier país con la justificación de impedir masacres masivas,debe hacerse sobre la base de objetivos precisos, no ambiguos.
La intervención de las fuerzas de la OTAN en Libia con la participación activa de fuerzas militares estadounidenses, al parecer no tiene muy defenidos sus objetivos finales.
La ambiguedad de Obama al tratar de justificar lo ya hecho sin definir lo que pasará en caso de que Gadaffi se mantenga en el poder, está contribuyendo al caos que se ve venir en lo que pudiera ser una guerra prolongada, de desgaste, de costos de vidas humanas y de muchos millones de dolares que pagamos y pagaremos los contribuyentes de este país.
¿Quienes asesoran a Obama? Al parecer personas que no tienen ni la más mínima idea del concepto de que a una guerra se debe ir para ganar y no para perder.
A continuacion podrán ver una entrevista del periodista Jorge Ramos a Obama, durante su reciente visita a El Salvador. Visita que realizó como parte de una gira por Latinoamerica. Gira que tuvo mas importancia para Obama y sus asesores, que el emplazamiento fuerzas militares en Libia.
Esperanza E Serrano


lunes, 28 de marzo de 2011

Barack Hussein Obama justifica la intervención militar en Libia

.Obama explica la participación de EE.UU. en Libia "El presidente justifica la intervención contra Gadafi pero descarta implicarse en un forzado cambio de régimen como el de Sadam Husein"



Ante su primer y cuestionado conflicto armado al frente de la Casa Blanca, Barack Obama se dirigió anoche a sus conciudadanos en hora de máxima audiencia televisiva insistiendo en que el uso de la fuerza militar en Libia se encuentra moralmente justificado, tiene un carácter limitado a la protección de civiles y en ningún caso es comparable a la guerra iniciada por la Administración Bush contra Sadam Husein. Según el líder americano, se ha frenado el "avance mortal" de las fuerzas de Gadafi porque "sabíamos que si esperábamos un día más, la ciudad de Bengasi podría sufrir una masacre que reverberaría por toda la región y mancharía la conciencia del mundo".

Para el premio Nobel de la Paz, el participar en la campaña de Libia era un imperativo moral y una prueba del necesario liderazgo americano en el mundo: "Obviar la responsabilidad de Estados Unidos como líder y -más profundamente- nuestras responsabilidades hacia otros seres humanos bajos esas circunstancias hubiera sido una traición a nosotros mismos. Algunas naciones pueden ser capaces de ignorar las atrocidades de otros países. Estados Unidos de América es diferente. Y como presidente, me niego a esperar a las imágenes de carnicería y fosas comunes antes de pasar a la acción".

Entre las exigencias bipartidistas por parte del Congreso americano de una misión clara, y la impopularidad de una campaña con un respaldo muy por debajo del que en su día tuvieron Afganistán e Irak, Obama ha insistido en los aspectos meritorios de la intervención en Libia, empezando por la existencia de una amplia coalición internacional y un mandato de Naciones Unidas. Además de unas efectivas operaciones militares aliadas que han conseguido detener el avance de las fuerzas de Gadafi, evitar una masacre y establecer una efectiva zona de exclusión aérea. Todo eso en el plazo de tan sólo un mes, ya que como ha recordado el presidente "cuando la gente de Bosnia era brutalizada en los noventa, la comunidad internacional se demoró más de un año en intervenir".

En su discurso, pronunciado desde el campus en Washington de la Universidad Nacional de Defensa, el presidente Obama ha dejado claro también que la intervención en Libia no incluye un cambio de régimen por la fuerza. Con el argumento de que "no nos podemos permitir otro Irak en Libia", en referencia a la ofensiva impulsada por la Administración Bush contra el dictador Sadam Husein bajo acusaciones de poseer armas de destrucción masiva. De acuerdo al actual ocupante del despacho oval, aunque gracias a "extraordinarios sacrificios" ahora existen esperanzas sobre el futuro de Irak "ese cambio de régimen costó ocho años, miles de vidas americanas e iraquíes y casi un billón de dólares".

Con todo, Barack Obama ha repetido su deseo de impulsar a través de medios no militares un final para las cuatro décadas de brutal dictadura en Libia, con un Gadafi capaz de sobrevivir a siete presidentes consecutivos de Estados Unidos. Según Obama, para lograr ese objetivo se utilizará un estricto embargo de armas, el bloqueo de la financiación del dictador y toda la ayuda posible a la oposición. A su juicio, "con el tiempo y espacio que hemos facilitado al pueblo de Libia, ellos serán capaces de determinar su propio destino, y así debe ser".

Reforzar la alianza
Antes de su alocución de media hora, Obama tuvo oportunidad de comunicarse a través de una video-conferencia con el presidente Sarkozy, la canciller Merkel y el primer ministro Cameron. Según la Casa Blanca, los cuatro líderes mantuvieron una "amplia conversación estratégica", con respaldo a la cita diplomática convocada hoy martes en Londres en la que participarán representantes de la oposición libia. Según el presidente de Estados Unidos, ese foro servirá para formular una estrategia de acción política contra el régimen de Gadafi y respaldar una transición democrática.

Altos cargos de la Administración Obama han reconocido que pese a la rápida actuación de la comunidad internacional no es posible anticipar un pronto final a la operación "Odisea del Amanecer", barajándose un calendario de meses tras los primeros diez días de acciones armadas. El gobierno de Estados Unidos también está recalcando que la situación en Libia no es comparable a la de Siria, donde es verdad que el régimen de Damasco está ejerciendo acciones de represión brutales pero no hasta los niveles de atrocidades indiscriminadas atribuidas a Gadafi. Con insistencia en que la Casa Blanca no hace más que actuar de forma limitada y en sintonía con el resto de la comunidad internacional. Para ilustrar esa imagen multilateral, el presidente Obama tiene previsto inaugurar este martes en Nueva York la nueva misión de Estados Unidos ante la ONU.

http://www.abc.es/20110329/internacional/abci-obama-libia-201103290107.html
___________
Nota
Esperemos que la intervención militar en Libia no contribuya a aumentar los muertos, y si a ponerle fin a la dictadura de Gadafi. En caso de que los enfrentamientos entre los rebeldes y las tropas del dictador libio se convierta en una guerra civil prolongada, ¿Qué hará la OTAN, las fuerzas aliadas, Estados Unidos?¿Hasta cuándo permanecerán esas tropas aliadas en territorio libio? Realmente el discurso de Obama no satisfizo todas mis interrogantes. Para mi hay muchas cosas de esa guerra (en la que están involucradas las fuerzas armadas norteamericanas pagadas con el dinero de nosotros, los contribuyentes) que no estan claras. Si el objetivo no es derrocar a Gadafi ¡¿Que sentido tiene la intervención? Esperanza E Serrano

miércoles, 9 de marzo de 2011

"A los europeos les preocupa más el petróleo que la vida de los libios"



MIKEL AYESTARÁN.Mustafá Abdel Jalil
Mustafá Abdel Jalil, Presidente del Consejo Nacional de Libia (gobierno provisional de la revolución), pide que la comunidad internacional «cierre el espacio aéreo y detenga los bombardeos... Nada más»

MIKEL AYESTARÁN / ENVIADO ESPECIAL A BAYDA (LIBIA)
Día 10/03/2011 - 03.53h14 comentarios
MIKEL AYESTARÁN.Mustafá Abdel Jalil Mustafá Abdel Jalil dedica las 24 horas del día a la revolución. Este juez nacido en Bayda, doscientos kilómetros al noreste de Bengasi, es el presidente de la Asamblea Nacional y dirige el movimiento rebelde que desde hace cuatro semanas mantiene contra las cuerdas al régimen de Muamar Gadafi. Casado y padre de ocho hijos, en 2006 fue elegido ministro de Justicia, cargó que abandonó al inicio de la revolución «para unirme al pueblo frente a la masacre del régimen».

En voz baja, sin quitarse su inseparable «sanna» (gorro de fieltro) y con el rostro cansado recibe a este periódico en su cuartel general de Bayda, una sencilla habitación de hotel. Cumpliendo con la fama de hombre austero y honesto que no se enriqueció pese a ocupar un cargo de gran responsabilidad, sigue fiel a este establecimiento que desde el primer día abrió sus puertas a Abdel Jalil y a su equipo de colaboradores sin miedo a posibles represalias. Aquí se gestó el nacimiento del Consejo Nacional y desde aquí dirige la batalla contra Gadafi.

—¿Está negociando con Gadafi una salida dialogada al conflicto?

—No hablo directamente con Gadafi. En la televisión libia salió uno de sus más cercanos colaboradores, un hombre respetable, diciendo que era hora de poner fin a la guerra y nosotros compartimos esa visión porque no queremos que muera más gente, es lo único que tenemos en común hasta ahora. Los hombres del régimen que han contactado con la oposición de momento sólo hablan y nosotros pedimos hechos. Si Gadafi quiere la paz debe poner fin a los bombardeos, entonces creeremos en esas supuestas intenciones de diálogo. Esperamos su aparición en los medios para decir de forma clara y pública que quiere la paz, no por medio de intermediarios.

—¿Qué condiciones exigen a Gadafi?

—Le damos de plazo hasta el viernes para que abandone el país. Si lo hace no le denunciaremos ante ningún tribunal internacional, aunque la palabra final no está en poder del Consejo Nacional. Serán las familias de los mártires que han perdido la vida durante esta revolución quienes impongan las condiciones. Creo que sus días en Libia han terminado y sólo le queda el exilio en un país extranjero desde el que se debe comprometer a no interferir nunca más en la política interna de Libia.

«A Gadafi sólo le queda el exilio en un país extranjero»—¿Sera usted la persona que dirija Libia tras la caída del régimen?
—Este Consejo tiene fecha de caducidad. En el momento que caiga el régimen tenemos un plazo de seis o siete meses para convocar elecciones. Hasta entonces respetaremos todos los acuerdos internacionales, luego todo quedará en manos de los nuevos gobernantes. Nosotros nos iremos, ninguno de los actuales consejeros seremos candidatos a nada, Libia necesita nuevas caras y no habrá sitio para los políticos del régimen.

—¿Cuál es la prioridad para esa nueva Libia?

—Redactar una nueva Constitución que garantice un futuro democrático para un país en el que se respeten los derechos humanos y las libertades.

—¿Espera el apoyo de la comunidad internacional?

—De momento la comunidad internacional, y Europa, están más preocupadas del petróleo que de la vida de los libios. Sólo pedimos que tomen cuanto antes las medidas para cerrar el espacio aéreo y detener los bombardeos, nada más. Cada día que pasa aumenta el número de muertos y Gadafi aprovecha el aire para seguir trayendo mercenarios y armas para proseguir con su masacre.

—¿Hasta cuándo se puede alargar la actual situación?

—Estamos dispuestos a morir todos y cada uno de nosotros hasta que veamos al país libre de Gadafi. Esto no es una guerra civil, es una guerra por la liberación de un país. Todos sabemos de lo que es capaz Muamar y si no hay presión extranjera arrasará el país hasta quedarse el solo si hace falta.

«Libia necesita nuevas caras. No hay sitio para los políticos del régimen»—Usted fue ministro de Justicia del régimen durante cuatro años, ¿por qué decidió unirse a la revuelta?
—Trabajé como juez desde 1978 a 2006 y ese año el hijo de Gadafi, Saif al Islam, me eligió como ministro de Justicia porque era urgente acometer una serie de reformas para arreglar los problemas generados por la implantación de la doctrina del Libro Verde en el país. Temas relacionados con expropiaciones, encarcelaciones y demás que poco a poco fuimos corrigiendo con el pago de más de tres mil millones de dinares en forma de indemnizaciones. De verdad que creo que estaba haciendo un buen trabajo, pero luego estalló la revuelta y me di cuenta que debía dejar mi puesto.

—¿Qué ocurrió?

—Salí a las calles de esta ciudad (Bayda) a protestar de forma pacífica junto a miles de amigos y vecinos que pedían cambios en el sistema. De pronto las fuerzas de seguridad del régimen abrieron fuego de forma indiscriminada. El primer día mataron a quince personas, el segundo abrieron la prisión principal y enviaron a los presos a quemar los tribunales… me di cuenta de que los culpables actuaban con impunidad y respaldo de Trípoli así que presenté mi renuncia y empecé a trabajar con la oposición.

—Túnez, Egipto, ahora Libia, ¿qué está ocurriendo en el mundo árabe?

—La gente ha despertado. Se alza por su libertad y por la paz y estoy seguro de que con la lucha, al final, el pueblo logrará lo que busca.

Son casi las once de la noche. Una furgoneta pick-up y un pequeño Hyundai de color blanco esperan a Mustafá Abdul Jalil a las puertas del hotel para llevarle a una nueva reunión. Se arregla la corbata y, con educación, se despide pidiendo a Dios que les dé fuerza en esta lucha contra el régimen. Su primo y hermano, su escolta privada de confianza, le abren paso en la heladora noche de Bayda. Un joven con una gran metralleta en la mano y el cuerpo cubierto por dos cananas cruzadas en forma de equis cierra la comitiva del líder rebelde que, sin aspavientos, ni una palabra más alta que la otra ha logrado el respeto de todo un pueblo que confía en él en esta «guerra por la liberación» de Libia.

El rebelde más buscado
La semana pasada Gadafi envió a Bayda a catorce sicarios para acabar con su vida, pero no lograron su objetivo. Es el político más odiado por la dictadura. Tras ejercer de juez entre 1978 y 2006, Abdul Jalil fue elegido por Saif al Islam, hijo del líder, para dirigir el ministerio de Justicia. Natural de Bayda, 200 kilómetros al noreste de Bengasi, durante toda su carrera se ha forjado una reputación de hombre honrado que le ha llevado a convertirse en la referencia del bando rebelde. Durante su etapa en el ministerio fue el primero en reclamar reformas y el único que criticó abiertamente algunas decisiones de Gadafi.
El 17 de febrero se convirtió también en el primer alto cargo del régimen en unirse a la revuelta. Desde entonces comenzó a gestar el Comité Nacional que ahora suple al gobierno central en la Libia liberada. Casado y padre de ocho hijos, dos de los cuales viven en el Reino Unido, su seguridad personal la forman un hermano y un primo suyos. Viaja en una humilde furgoneta y vive en estado de alerta permanente porque sabe que su cabeza tiene precio. Pero, estando a su lado, parece increíble que un hombre tan calmado pueda ser ese «líder rebelde» por el que régimen está dispuesto a pagar casi medio millón de dólares.

http://www.abc.es/20110310/internacional/abci-entrevista-exclusiva-libia-201103100018.html

viernes, 25 de febrero de 2011

"El pueblo que no me quiere, no merece la vida"



Gadafi: «Preparaos para defender Libia, prepararos para defender el petróleo»
El líder libio, Muamar el Gadafi, ha instado desde la Plaza Verde a sus simpatizantes a aplastar cualquier intento de derrocarle

El líder libio, Muamar el Gadafi, ha explicado a sus simpatizantes a aplastar cualquier intento de derrocarle, tal y como "resistió el pueblo libio" a la colonización italiana y a los bombardeos estadounidenses.

"Prepararos para defender Libia, prepararos para defender el petróleo, prepararos para defender la dignidad", afirmó Gadafi en un discurso que dirigió desde un muro de la Plaza Verde de la capital libia, según imágenes difundidas por la televisión libia. "Nosotros podemos derrotarlos con el pueblo armado", agregó Gadafi, cubierto con un gorro de piel con orejeras, con el micrófono en la mano izquierda y gesticulando continuamente con el puño derecho alzado.

También pidió a los jóvenes "que vivan la vida con orgullo, que bailen, que canten". "Gadafi ha venido para saludaros, pese a que Gadafi no es presidente ni rey, ni tiene ninguna prerrogativa", agregó el líder libio ante centenares de seguidores que enarbolaban banderas y pancartas, según las imágenes de la televisión. "Estoy aquí en medio de la gente, en Trípoli -añadió-, y el pueblo que no me quiere no merece la vida". Dijo que la moral de los libios "es cada día más fuerte", comparada con la de los europeos y los estadounidenses.

"Con este pueblo, con entusiasmo, derrotaremos cualquier intento externo, como derrotamos el colonialismo italiano y los ataques de Estados Unidos", insistió el líder libio.

En directo: La ONU propone que la violencia en Libia sea considerada como crímenes contra la humanidad - ABC.es
-----------------
El titulo de este post, (palabras textuales expresadas por Gadafi ante sus simpatizantes este viernes) revela la verdadera identidad del lider libio.