Esperanza
Sagrado nombre mío,
de pequeña no te entendía,
de adolescente te aborrecía.
de adulta te perseguía,
y de vieja sin ti no viviría
Te abrazo en mis sueños,
te abrazo en mis desvelos,
contigo me acuesto,
contigo me levanto.
Noche y día, día y noche,
te atesoro, te idolatro,
pues sin ti la vida mía
se pierde en los laberintos.
Contradictorios laberintos
del querer y no poder
o del poder y no querer,
que dominan mis instintos .
Con razón dice el refrán:
"Mientras hay vida hay esperanzas"
Lo último que se pierde,
lo que consuela y ayuda
a enfrentar los descalabros
que a veces nos da la vida.
Sagrado nombre mío
que mi padre me otorgó,
muy seguro de que sería
la esperanza de su vejez.
La vida me ha enseñado
que la esperanza es la ilusión
que alimenta la obsesión
de alcanzar lo que anhelamos.
Padre, el destino nos castigó,
te fuiste antes de tiempo,
no me viste crecer,
que pena, no pude ser
la esperanza de tu vejez.
Esperanza E Serrano
Brandon, Fl 2018
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