Entrevista a Guillermo Fariñas
http://los4gatos.wordpress.com/
Te pido disculpas por las faltas de respeto hacia
ti, las ideas preconcebidas y comentarios despectivos incluidos en la
introduccion de esta proxima pregunta, Cuando sugeri a su autora que
los quitara dejando solo la pregunta en esencia, que es valida, me acuso
de que yo estaba condicionando las preguntas para hacerte solo las
comodas para ti…
GF: Ah… entonces las otras eran las comodas?! (risas)
L4G: Eso por lo menos sugirio la autora. Te la hago “incomoda”… tal como la hizo:
¿Es Guillermo Fariñas protagonista y / o parte del cambio fraude que se está gestando en Cuba?
http://www.anhelos-y-esperanzas.com/2013/08/es-guillermo-farinas-protagonista-y-o.html
La verdad no sé, pero sus palabras como portavoz de la UNPACU me
hacen dudar de sus verdaderas intenciones y de sus compromisos con la
causa de la libertad de Cuba.
Jaime Bayly entrevista a Guillermo Fariñas, a quien considera “el Nelson Mandela de Cuba”.
Al final de la entrevista, parte 4/4, minuto 8: 23
Bayly, a modo de cierre pregunta:
- ¿Cuál es tu sueño en Cuba y cual es el sueño de la UNPACU.
Fariñas, responde (textualmente)
La UNPACU, la organización de la cual es vocero ” es una alianza,
organización que está aspirando a aglutinar a la mayor cantidad de
opositores pacíficos dentro y fuera de Cuba, para que, en el momento en
que Fidel y Raúl Castro desaparezcan , por vías naturales, del escenario
político cubano, de pronto, nosotros estemos unidos y seamos tenidos en
cuenta, porque si no, tanto a los exiliados como a los disidentes nos
van a ignorar si no estamos unidos, como ocurrió en Rusia y en
Bielorusia…” (corte brusco del programa. Posiblemente al entrevistador
no le gustó del todo esa respuesta de cascarita de piña podrida).
Me pregunto:
¿Sabe Guillermo Fariñas cómo se está preparando la cúpula del poder
para ese desenlace natural? ¿Conoce los planes, proyectos, programas,
etc, de las fuerzas gobernantes, influyentes y determinantes que se
están atrincherando para la etapa del post castrismo, del socialismo
cubano sin los hermanos Castro Ruz?
¿A quién o a quienes se refiere Fariñas cuando dice: “nos van a ignorar
sino estamos unidos, como pasó en Rusia y en Bielorusia ”
Guillermo Fariñas en el programa de Bayly 4/4 minuto 8:23
Respuesta de Fariñas
GF: Lo que sucedio en Rusia y en Bielorusia es el
mismo cambio fraude que intentan en Cuba…tan grave como eso. Yo no formo
parte del cambio fraude, de hecho no he cesado de denunciarlo, no formo
parte de la componenda que esta haciendo el gobierno castrista para
instalar el putinismo a lo cubano y estoy arriesgando mi vida, mi
integridad fisica y mi salud para que esto no ocurra en Cuba, no porque
nadie me obliga, sino porque lo considero como el deber de cualquier
cubano patriota, que no desea que continue la angustia en que vive el
pueblo cubano. Desgraciadamente hay personas prejuiciadas con mi pasado,
no puedo responsabilizarme con esos prejuicios, no soy yo quien los
tiene, hay otros a los que a lo mejor no le gusta mi forma de ser u otra
banalidad. Les pido a todos que examinen sus sentimientos
prejuiciados, mis declaraciones, mis hechos y mi trayectoria y
resuelvan ellos mismos que pesa mas en su juicio.
Por lo menos, puedo decir que no he tenido varias condenas por
delitos comunes y eso se oculta porque le conviene a determinados
sectores de la oposicion, conozco opositoras que fueron prostitutas de
prision y trataron de introducirse en la oposicion a traves de varios
presos politicos, algunos de los cuales residen aqui y nadie lo
menciona, se de opositores que estuvieron en escuelas militares y lo
ocultan y nadie lo dice, nadie quiere caerle mal a ciertos sectores en
el exilio. Yo, Guillermo Farinas, he dicho todo lo que fui, para que
cada cual me juzgue como estime pertinente, porque esa es mi naturaleza,
la transparencia. Yo rompi con la mentira cuando rompi con el gobierno
castrista. El dia que me asesinen o triunfemos, espero que esas mismas
personas que me atacan reconoceran su equivocacion. Algunas de las
personas y organizaciones que mas atacaron a Oswaldo Paya son hoy de las
que mas hipocritamente apoyan a la familia…o a lo mejor es porque se
sienten culpables…en fin, lo importante aqui es que cada cual tenga
derecho a decir lo que realmente piense.
La pregunta, ofensas aparte: Yo se algunas partes de lo que esta
haciendo el gobierno. Tengo amigos que fueron companeros de armas, su
amistad esta por encima de las ideologias, son amistades nacidas entre
la vida y la muerte en circunstancias de extremo peligro. Tengo amigos
que hoy son altos oficiales y que estan defraudados, porque por decadas
les ensenaron a creer en el marxismo y ahora les ensenan algo a lo que
no llaman capitalismo, sino putunismo, asi mismo, y todo lo que les
sembraron como malo y enemigo ahora es bueno y amigo. Se han encontrado
con que perdieron familia, amigos, relaciones, comunicacion con sus
hijos, arriesgaron sus vidas para defender lo mismo que ahora se
desecha y por combatir lo mismo que ahora se quiere implantar. Se
jugaron la vida en misiones internacionalistas y ahora resulta que
tienen de mision instalar el capitalismo en Cuba y el capitalismo en su
peor variante. Estan frustrados y avergonzados con ellos mismos, pero
ademas con terror de que el gobierno se entere de como piensan y los
maten o les fabriquen delitos comunes para encarcelarlos o dejarlos sin
trabajo. De ellos tengo informacion de como se esta ensenando putinismo
dentro del MINFAR… a ellos les estan dando seminarios de como mantener
el poder con una oposicion debilitada o falsa y con un exilio penetrado y
debilitado. Estudiaron Rusia, Ucrania, Bielorusia, estudiaron al PRI en
Mexico,
Si tuviera exito el cambio fraude nos van a ignorar el gobierno nuevo
producto de las componendas, todo el que participe de la componenda nos
va a ignorar y va a ignorar al pueblo, no solo a nosotros, los
gobiernos de izquierda de America Latina nos van a ignorar, los
gobiernos inescrupulosos que quieren resolver sus intereses a costa de
los derechos de los cubanos, las organizaciones internacionales, los
parlamentos y nos va a ignorar el propio pueblo cubano como los
legitimos representantes de sus intereses, porque lo van a tratar de
conformar con las migajas de un cambio sin derechos politicos y sin
libertad como ya estan haciendo."
......
Notas aclaratorias.
1.
La autora de la pregunta irrespetuosa a la que se refiere el entrevistador del blog http://los4gatos., soy yo.
Soy tan irrespetuosa que aún sigo pensando que la respuesta que dio Guillermo Fariñas a la pregunta final de la entrevista que le hiciera Jaime Bayly (la cual me llevó a escribir el post de referencia) es muy superficial, ya que no ayuda a esclarecer las verdaderas intenciones de la UNPACU y de la propia labor del Guillermo como su portavoz. Por superficial la tildé de cascarita de piña podrida. Es mi criterio y como tal lo mantengo.
Creo que que una respuesta errada o superficial se le escapa a cualquiera, pero cuando se es una figura pública de la cual se esperan muchas cosas, es obvio que ese tipo de respuesta provoque dudas.
Quiero aclarar que no es precisamente esa respuesta cortada bruscamente en el video lo que define mis criterios sobre Guillermo Fariñas como líder de la oposición interna en Cuba.
En los archivos de mis blogs hay muchos post dedicados a G. F. Incluso su biografía la publiqué el
martes, 16 de marzo de 2010Miscelaneas Cubano Americanas: ¿Quién es Guillermo Fariñas ...
En ese mismo blog también publiqué
En serio peligro la vida de Coco Fariñas. Ciber Campaña de ...
Será Guillermo,Coco Fariñas la próxima víctima de la tiranía castrista?
Miscelaneas Cubano Americanas: Guillermo Fariñas responde al ...
2.
Dice el entrevistador en su presentación de la pregunta:
"Te pido disculpas por las faltas de respeto hacia ti, las ideas preconcebidas y comentarios despectivos incluidos en la introduccion de esta proxima pregunta, Cuando sugeri a su autora que los quitara dejando solo la pregunta en esencia, que es valida, me acuso de que yo estaba condicionando las preguntas para hacerte solo las comodas para ti…"
Parece que las neuronas no le están funcionando muy bien al Sr. Justo Ruiz,
o tal vez no captó la esencia del debate que tuvimos en su blog cuando le dejé el post.
A continuación les copio el debate que nos distanció:
iyamiami
08/08/2013 a las 6:28 PM | #12
Cita
Mi estimada moderadora esperanza, si su pregunta a farinas no incluyera lo de la cascarita de pinia, de seguro no correria el riesgo de que, en su respuesta, el le mandara a usted a dejar de hablar cascarita de pinia. Su pregunta se veria mejor sin esa parte, porque a pesar de que esta interrumpido lo que dice farinas, ya usted esta enjuiciando lo que no oyo de su explicacion. Nada personal, tenemos normas en el blog. Cualquier pregunta, esa misma, dele forma y se la hacemos. Puedo adelantarle que lo que paso en bielorusia fue que los pepitos de la oposicion prefabricada se hicieron con el poder pactando con el gobierno, porque ya me lo respondio a mi personalmente. Eso es justamente el cambio fraude que esta en curso en Cuba. Eso es lo que farinas no quiere que ocurra, no quiere ese futuro que es hoy bielorusia y la misma rusia.
Respuesta
Esperanza E serrano
08/08/2013 a las 7:07 PM | #8
Cita
iyamiami
"Mi estimada moderadora esperanza, si su pregunta a farinas no incluyera lo de la cascarita de pinia, de seguro no correria el riesgo de que, en su respuesta, el le mandara a usted a dejar de hablar cascarita de pinia."
….
La diferencia entre Guillermo Fariñas y yo es abismal. El es una personalidad, un líder de la oposición pacífica en Cuba, premio Sajarov, etc, etc.
Yo soy una simple cubana de a pie, más conocida en mi casa que en mi barrio.
Yo puedo darme el lujo de hablar cascarita de piña podrida cuantas veces mi estado de ánimo y mi ofuscación me lo permita, eso no daña a nadie. No soy líder de nada.
Desgraciadamente, las cascaritas de piña podrida se me escapan de vez en vez, Yo se lo achaco a que llevo una espina clavada en mi alma que no logro sacar por más que lo intente.
No sabes mi buen Iyamiami, la de veces que me he parado frente al espejo y me he recriminado a mí misma por esta maldita manía que tengo de seguir pensando que Cuba es mi patria cuando en realidad no lo es porque de allí me botaron, me desecharon como basura por no estar de acuerdo con la política oficialista a la que asiduamente criticaba severamente a todas horas y en cualquier lugar. Lo cual me dio fama de problemática, de no confiable, de rebelde sin causa, de mal agradecida y de muchos epítetos más que llenaron páginas en mi expediente de ciudadana. Como no soy líder nunca tuve seguidores. Nunca tuve apoyo de nadie. Los hechos hacen las diferencias.
Guillermo Fariñas para un buen grupo de personas es un héroe, no lo envidio, le agradezco su sacrificios y sus luchas en aras de una Cuba mejor, No tengo preguntas importantes para él. Probablemente hasta el cambio fraude sea mejor que lo que ha existido y existe ahora.
Leeré la entrevista cuando la pongas, puedes estar seguro, ya que leo todo lo que aquí se publica.
Ah, otro gran defecto que tengo, además de hablar cascarita de piñas podridas, es que me encanta leer entre líneas.
Un abrazo
Espe..
Esperanza E serrano
08/08/2013 a las 7:48 PM | #2
Cita
iyamiami
“Amigos del blog, Guillermo farinas es simplemente un tipo que esta dentro de Cuba en la oposicion y trajo mucha informacion importante. Pueden preguntarle o cagarse en su madre, depende de si lo que necesitan son respuestas o que les saquen el dedo.”
…….
jajajajaja
¡Buen señalamiento!! Lo cual yo interpreto asi:
O me haces una buena pregunta, una que a mi me acomode, me guste o esté a mi alcance responderte ooooooooooooooooooooo Te saco el dedo!!!
¿Cuál, ¿ el del medio?.
.
Amigo Iya, un buen politico no pierde la calma tan fácilmente. No creo que Guillermo Fariñas se atreva a sacarle el dedo a nadie. Segura estoy que tiene respuestas para todo, lo cual no significa que yo esté 100 por 100 de acuerdo con él.
……
Un beso y no me hagas reir con tu carita de niño bravo. Tal vez soy especialista en sacar de quicio a cualquiera, pero no lo tomes tan a pecho.
Saludos a tu esposa
Espe
Esperanza E serrano
08/08/2013 a las 8:32 PM | #43
Cita
iyamiami
"Quien no sabe preguntar que no espere respuestas, son normas elementales. Si no le gusta mi cara de ninito bravo no venga.
….
A lo que respondí:
Bueno, ya esto es algo muy serio. Chao
Chaohttp://los4gatos.wordpress.com/2013/07/24/de-ineptocracia-a-jetsetla-obvia-transicion-de-la-elite-castrista/comment-page-15/#comments
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martes, 20 de agosto de 2013
lunes, 19 de agosto de 2013
Rumores de mi tierra: ¿Devaluación del CUC o fin de la doble moneda?
Los cubanos se preparan para el esperado fin de la doble moneda.
En la isla conviven el peso cubano, con el que la mayoría cobra sus míseros salarios, y el CUC, equivalente al dólar
Los cubanos están empezando a tomar medidas ante los rumores de una posible devaluación del CUC, equiparable al dólar, como paso previo hacia la unificación monetaria en la isla.
«Yo me quiero sacar todos los CUC y quedarme solo con moneda cubana»,
explicó a Efe Marcia, una jubilada de 62 años de la localidad de
Candelaria, después de haber sido alertada de los rumores por uno de sus
sobrinos.
En Cuba conviven dos monedas:
el peso cubano, con el que la mayor parte de la población cobra sus
salarios y paga productos y servicios básicos, y el CUC, convertible en
divisas -creado en 1994-, que es equivalente a 24 pesos cubanos y equiparable al dólar.
En desuso
Pero uno de los principales problemas, como indicó a Efe
Isabel, de 64 años, mientras compraba en una cooperativa alimentaria en
La Habana, es que el peso cubano en muchos casos «ya ni se usa».
Ella cambia a CUC su salario mensual cuando lo recibe y vive «al día» con la ayuda de una hija que reside en España desde hace 25 años.
«Yo estoy intentando ahorrar para no quedarme en
bancarrota», comentó a Efe por su parte Hilda, un ama de casa de 51
años, que cree que la situación debe cambiar porque «dos monedas no puede haber» siempre.
Castro admite que es uno de los «obstáculos para el progreso»
El plan de reformas económicas
puesto en marcha por el general Castro incluye entre sus objetivos
avanzar hacia la unificación monetaria en un proceso que, por su
«complejidad, exigirá una rigurosa preparación».
En las últimas semanas han aumentado entre la población los rumores acerca de una posible devaluación del CUC, la moneda fuerte del país, aunque varias fuentes consultadas por Efe consideran que el cambio no se producirá al menos hasta 2014.
El problema «es que hay dos monedas y un solo precio», resumió a Efe un chófer que no quiso dar su nombre.
Veinte dólares mensuales
Y ese precio que hay que pagar por casi todo, incluidos los
productos básicos, es «extremadamente alto» y «no se corresponde» con
los salarios medios,
que rondan los 466 pesos (unos 20 dólares) en el caso de los empleados
públicos, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e
Información (ONEI).
Así lo destaca a Efe «Sinsonte», el alias del regente de 37
años de un puesto de venta de carne en una cooperativa alimentaria en
La Habana.
El salario del mes les da para comprar jabón, aceite y pollo
Además, explica que en su puesto «no hay mucha venta»
porque para un trabajador medio «es caro» pagar unos 40 pesos cubanos
por medio kilo de carne.
El Gobierno de Castro reconoce la situación de los bajos salarios como un problema «general»
en la isla, pero la matiza con el argumento de que los cubanos no pagan
servicios básicos como la salud y la educación, en tanto que otros
muchos tienen precios subsidiados.
En 2005 el Gobierno revaluó en un ocho por ciento el CUC y
en 2011 lo devaluó y equiparó de nuevo al dólar, lo cual fue una
decisión positiva yrealistatendente a incentivar las exportaciones, favorecer el turismo y animar la inversión extranjera, de acuerdo con los expertos.
Ahora, bajo la premisa de que «cuando el río suena, agua
lleva», algunos se preparan para un nuevo cambio y otros hacen caso
omiso. «El dinero que tengo lo tengo en el banco. Hace rato que está ese
rumor pero no pienso que sea cierto», sostiene Ariel, un vendedor de
frutas de 33 años.
Etiquetas:
Cuba. Actualidad. Dos monedas
martes, 13 de agosto de 2013
Alcholismo, corrupción y otros demonios
Por Miriam Celaya
La sorpresiva divulgación en los medios oficiales de algo que ha ocurrido silenciosamente en ocasiones anteriores (envenenamiento por etanol), pudiera responder a varios factores relacionados entre sí: la conveniencia de cumplir la orientación gubernamental a la prensa acerca de dar cobertura informativa a la “lucha contra la corrupción”, el interés de ofrecer la imagen de un gobierno sensibilizado con lo que acontece en la sociedad, mostrar la presunta efectividad de las instituciones de la salud y del orden interior para enfrentar estas adversidades , aprovechar los hechos como escarmiento moralizante, entre otros motivos que seguramente se me escapan.
Por supuesto, noticias como éstas deben divulgarse siempre en la prensa, amén de segundas o terceras intenciones relacionadas con las coyunturas políticas y estratégicas del gobierno, solo que sería mucho más efectivo hurgar en la esencia del asunto y no solamente en su efecto externo e inmediato. Porque de lo que se trata aquí no es del simple caso de personas inescrupulosas que trafican sustancias tóxicas para el consumo de algunos grupos de individuos de los sectores menos favorecidos de la sociedad, sino de la conjunción de muchos males de la realidad cubana actual, expresados en una situación de la cual autoridades y medios oficiales son también parte y corresponsables.
Este suceso ocurrido en un barrio habanero nos coloca ante la punta de un iceberg de una crisis generalizada por el descalabro económico, el fracaso de la utopía, la ausencia de perspectivas, la desesperanza y la pérdida de valores. La descomposición general del sistema se refrenda en todas las esferas y niveles de la vida nacional, superando con creces la capacidad gubernamental para enfrentar la crisis. Es la metástasis de un “modelo” mortalmente enfermo, imposibilitado de curar la insalubridad moral de la nación.
Esta vez se combinaron la corrupción galopante, la extendida adicción al consumo de alcohol y el bajo poder adquisitivo de sectores muy humildes de la población, factores todos que favorecen el tráfico de diversas sustancias tóxicas, así como de otros productos de índole tanto o más macabra, como el conocido caso del tráfico de grasa humana sustraída del crematorio de Guanabacoa y comercializada como grasa comestible en el mercado ilegal, ocurrido pocos meses atrás, o de la venta de carne de animales robados de laboratorios y portadores de diversas enfermedades. Solo en las deterioradas condiciones de Cuba o en sociedades tan deformes como la nuestra se podrían producir hechos similares.
El comercio ilícito de alcohol está ampliamente extendido en la Isla. En la capital, casi la totalidad de los barrios populares cuentan con uno o varios expendedores de estas bebidas, procedentes tanto de alambiques clandestinos como del robo de las redes legales de almacenes y comercios. El gracejo criollo ha bautizado estos brebajes con diferentes nombres que traducen en la norma del lenguaje marginal los efectos de su ingestión: mofuco, risa e’tigre, el hombre y la tierra, chispa e’tren, y otros similares. Se trata de un tráfico y consumo que, si bien siempre han existido, se expandieron a partir de la crisis de la década de los 90’, cuando incluso la cartilla de racionamiento, incapaz de mantener los relativamente considerables subsidios de años anteriores, garantizaba una cuota de ron mensual para cada núcleo familiar.
El alcohol afecta la memoria
Por eso, pocos cubanos recuerdan aquellas reuniones semanales de los dirigentes del Partido y del Poder Popular, televisadas cada martes, a las que el ingenio popular bautizó como “Reunión de los Gordos” debido al rozagante aspecto de sus protagonistas en contraste con la población enflaquecida y hambrienta, en una de las cuales el entonces Primer Secretario del Comité Provincial del PCC, Jorge Lezcano, expresó cínicamente que “lo que no podía faltar a la población era el ron”. El consumo de alcohol fue, pues, una política oficial destinada a embotar el pensamiento de las masas: alcohol para olvidar las frustraciones en medio de las peores carencias que recuerda la historia cubana de la última centuria.
Con el paso de los años no han mejorado las expectativas sociales y se ha incrementado el consumo de alcohol, a la vez que ha disminuido notablemente la edad promedio de sus consumidores. En un país donde la vida ofrece más frustraciones que expectativas no es de extrañar que el alcoholismo haya alcanzado niveles francamente alarmantes.
Por ahora, el caso de los beodos de La Lisa ya ha salido de los medios y pronto será olvidado entre efluvios etílicos y otros imperativos. No sabemos si las víctimas sobrevivientes serán los cornudos y apaleados del momento, y como tales, inculpados por el delito de receptación. Tal vez los trabajadores que sustrajeron el alcohol metílico de un almacén propiedad del Estado y los encargados de la dirección y administración del mismo serán los chivos expiatorios más castigados en esta ocasión. Las responsabilidades serán depuradas solo hasta un nivel razonable. De cualquier manera, cada quien volverá a beber lo que pueda y la saga de ilegalidades continuará su marcha indetenible, mientras los máximos culpables de tanto desastre continuarán impunes.
http://www.cubanet.org/
La sorpresiva divulgación en los medios oficiales de algo que ha ocurrido silenciosamente en ocasiones anteriores (envenenamiento por etanol), pudiera responder a varios factores relacionados entre sí: la conveniencia de cumplir la orientación gubernamental a la prensa acerca de dar cobertura informativa a la “lucha contra la corrupción”, el interés de ofrecer la imagen de un gobierno sensibilizado con lo que acontece en la sociedad, mostrar la presunta efectividad de las instituciones de la salud y del orden interior para enfrentar estas adversidades , aprovechar los hechos como escarmiento moralizante, entre otros motivos que seguramente se me escapan.
Por supuesto, noticias como éstas deben divulgarse siempre en la prensa, amén de segundas o terceras intenciones relacionadas con las coyunturas políticas y estratégicas del gobierno, solo que sería mucho más efectivo hurgar en la esencia del asunto y no solamente en su efecto externo e inmediato. Porque de lo que se trata aquí no es del simple caso de personas inescrupulosas que trafican sustancias tóxicas para el consumo de algunos grupos de individuos de los sectores menos favorecidos de la sociedad, sino de la conjunción de muchos males de la realidad cubana actual, expresados en una situación de la cual autoridades y medios oficiales son también parte y corresponsables.
Este suceso ocurrido en un barrio habanero nos coloca ante la punta de un iceberg de una crisis generalizada por el descalabro económico, el fracaso de la utopía, la ausencia de perspectivas, la desesperanza y la pérdida de valores. La descomposición general del sistema se refrenda en todas las esferas y niveles de la vida nacional, superando con creces la capacidad gubernamental para enfrentar la crisis. Es la metástasis de un “modelo” mortalmente enfermo, imposibilitado de curar la insalubridad moral de la nación.
Esta vez se combinaron la corrupción galopante, la extendida adicción al consumo de alcohol y el bajo poder adquisitivo de sectores muy humildes de la población, factores todos que favorecen el tráfico de diversas sustancias tóxicas, así como de otros productos de índole tanto o más macabra, como el conocido caso del tráfico de grasa humana sustraída del crematorio de Guanabacoa y comercializada como grasa comestible en el mercado ilegal, ocurrido pocos meses atrás, o de la venta de carne de animales robados de laboratorios y portadores de diversas enfermedades. Solo en las deterioradas condiciones de Cuba o en sociedades tan deformes como la nuestra se podrían producir hechos similares.
El comercio ilícito de alcohol está ampliamente extendido en la Isla. En la capital, casi la totalidad de los barrios populares cuentan con uno o varios expendedores de estas bebidas, procedentes tanto de alambiques clandestinos como del robo de las redes legales de almacenes y comercios. El gracejo criollo ha bautizado estos brebajes con diferentes nombres que traducen en la norma del lenguaje marginal los efectos de su ingestión: mofuco, risa e’tigre, el hombre y la tierra, chispa e’tren, y otros similares. Se trata de un tráfico y consumo que, si bien siempre han existido, se expandieron a partir de la crisis de la década de los 90’, cuando incluso la cartilla de racionamiento, incapaz de mantener los relativamente considerables subsidios de años anteriores, garantizaba una cuota de ron mensual para cada núcleo familiar.
El alcohol afecta la memoria
Por eso, pocos cubanos recuerdan aquellas reuniones semanales de los dirigentes del Partido y del Poder Popular, televisadas cada martes, a las que el ingenio popular bautizó como “Reunión de los Gordos” debido al rozagante aspecto de sus protagonistas en contraste con la población enflaquecida y hambrienta, en una de las cuales el entonces Primer Secretario del Comité Provincial del PCC, Jorge Lezcano, expresó cínicamente que “lo que no podía faltar a la población era el ron”. El consumo de alcohol fue, pues, una política oficial destinada a embotar el pensamiento de las masas: alcohol para olvidar las frustraciones en medio de las peores carencias que recuerda la historia cubana de la última centuria.
Con el paso de los años no han mejorado las expectativas sociales y se ha incrementado el consumo de alcohol, a la vez que ha disminuido notablemente la edad promedio de sus consumidores. En un país donde la vida ofrece más frustraciones que expectativas no es de extrañar que el alcoholismo haya alcanzado niveles francamente alarmantes.
Por ahora, el caso de los beodos de La Lisa ya ha salido de los medios y pronto será olvidado entre efluvios etílicos y otros imperativos. No sabemos si las víctimas sobrevivientes serán los cornudos y apaleados del momento, y como tales, inculpados por el delito de receptación. Tal vez los trabajadores que sustrajeron el alcohol metílico de un almacén propiedad del Estado y los encargados de la dirección y administración del mismo serán los chivos expiatorios más castigados en esta ocasión. Las responsabilidades serán depuradas solo hasta un nivel razonable. De cualquier manera, cada quien volverá a beber lo que pueda y la saga de ilegalidades continuará su marcha indetenible, mientras los máximos culpables de tanto desastre continuarán impunes.
http://www.cubanet.org/
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Cuba. Actualidad. Miriam Celaya
lunes, 12 de agosto de 2013
Carromero: "Fui obligado a firmar un video estilo Al Qaeda"
Imagen de Angel Carromero en un vídeo de la dictadura cubana (Archivo)
Ángel
Carromero reitera que su juicio en Cuba por la muerte de los disidentes
Oswaldo Payá y Harold Cepero fue una farsa y que en la isla, como en
toda dictadura, los asesinatos de Estado son práctica común. “Cuba es
una dictadura comunista en la que no existe Estado de Derecho” y “entre
otras muchas tropelías, el Poder Judicial depende del Consejo de Estado,
presidido por el hermano Castro de turno”, dice este lunes Ángel
Carromero en una nota que publica el diario español El Mundo.
La
nota responde a un comentario aparecido el viernes pasado en el mismo
periódico y firmado por Enrique Gimbernat, catedrático de Derecho Penal
en la Universidad Complutense.
Carromero
dice haber leído con asombro el comentario en el que se asume que él
fue sometido en Cuba a un juicio justo con todas las garantías
procesales, que se suscribió un convenio entre dos países con Estado de
Derecho y que se trató de un simple accidente de tráfico en el que
perdieron la vida los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero.
“Nada
más lejos de la realidad (…) Fui retenido, incomunicado, obligado a
grabar un video propio de secuestrados de Al Qaeda. De hecho, no tuve
acceso a un abogado hasta 20 días después de ser injustamente
encarcelado”, señala.
Carromero,
quien ha dicho que fueron los servicios secretos cubanos los que
mataron a Payá, recuerda a Gimbernat que “en las dictaduras los
asesinatos de Estado son una práctica común. La familia de Oswaldo lo
sabe”.
Además
le aclara que los encuentros que tuvo durante su encarcelamiento con el
cónsul general de España en la isla “nunca fueron a solas. Siempre
estaba presente un teniente-coronel de la Seguridad del Estado que
supervisaba lo que decíamos”.
También
señala que lo mismo sucedía con la poca comunicación que le permitieron
tener con su madre y un amigo. “El teléfono estaba pinchado—dice—y no
sólo tenía al mismo teniente-coronel vigilando lo que hablaba, sino que
también era grabado con una cámara mientras estaba al teléfono”.
Luego
pone de manifiesto que “cuando el Estado cubano te señala, ya sabes que
estás condenado. Por ello, no tiene lógica recurrir ninguna sentencia.
Ellos son juez y parte. No hay posibilidad alguna de contradicción”.
Carromero
precisa que en cuanto al traslado a España para que cumpliese allí el
resto de la condena que le impuso un tribunal cubano por “homicidio
imprudente”, tanto el gobierno español como él aceptaron entonces el
fallo como la única forma que había para que pudiese regresar a su país
y “pudiera hacerse justicia”.
Puntualiza
que entonces se suscribió un memorando complementario al Convenio de
Traslado en el que quedó claro que la parte española asumía “el
compromiso de comunicar a la parte cubana la concesión de indulto”, un
beneficio que desde el principio estaba previsto, por lo que no corre
riesgo, dice, la palabra dada por España.
Aron Modig, respalda a Carromero

Preguntado sobre el dinero que llevó a Cuba, expresó que era para los familiares de los presos políticos, y que además no era primera vez que lo hacía, con anterioridad lo había hecho con otras organizaciones, ya que, según apuntó, llevar ayuda a los cubanos es “muy importante”.
Tomado de
CubaNet
sábado, 10 de agosto de 2013
Desempolvando archivos. La Cuba donde nací ya no existe

1. Cuando La Habana era una fiesta / Se acabó la diversión...
El
6 de enero de 1959, día de Reyes, el Diario de la Marina publicó el
siguiente anuncio: “La Unión Nacional de Empresarios Cinematográficos de
Cuba ha acordado [...] abrir las puertas de todas nuestras salas,
absolutamente gratis, a todos los miembros de las valerosas tropas que
integran el Ejército de la Libertad, para que
disfruten de nuestros espectáculos mientras estén acampados en La
Habana.”El negocio del cine se unía así al fervor generado por aquella
revolución que prometía devolver las libertades políticas perdidas siete
años antes, con el golpe del general Fulgencio Batista.
La Habana era
por aquel entonces una de las capitales mundiales del séptimo arte. La ciudad,
alardeaban los cubanos, tenía más cines que Nueva York: 135 salas para
una población que no llegaba al millón de habitantes. Grandes estudios
como Warner, Twenty Century Fox, Columbia o Metro habían abierto centros
de distribución y talleres donde se formaban decenas de técnicos.
El
cine no era sólo un motor cultural sino una industria de primer
orden.Pero resultó que los dirigentes revolucionarios no supieron
apreciar el apoyo del gremio. Resultó, incluso, que eran alérgicos a esa
forma de entretenimiento
burgués. Y aquellas salas, las señoriales y las modestas de barrio,
fueron sucumbiendo a la construcción del socialismo. Hoy apenas
sobrevive unaveintena, para una población que rebasa los dos millones.
Las demás, enmudecidas, están cayéndose a pedazos, como todo en esa ciudad.
Y en la isla.
La Habana, dicen ahora pesarosos los cubanos, es un
cementerio de cines. Como también es un cementerio de librerías, de
mercados, de comercios... De esperanzas.Sobrevive algo de humor, cada
día más negro, en espera de la muerte del caudillo, ese desenlace
biológico que nunca llega. “Lo tienen " apuntalao" –comentan–, como los
edificios de La Habana Vieja.”
Calle Diez de Octubre con Santos Suárez.
El imponente cine Apolo se erige frente a la parada de la guagua. ¿Qué
dan ahora? La pregunta desencadena una cascada de reacciones.“¡Uyyy, no!
–dice un mulato–. ¡Hace años que está cerrado! Se rompieron las
máquinas y más nunca lo abrieron. Un cine hermoso era, con fuente de
soda y rositas de maíz.” “Y tenía aire acondicionado
–interviene una señora canosa–. Lo dejaron morir, como a todos. Sólo
han mantenido los de la calle 23 y la Rampa, en el Vedado.” Y las
vecinas, entre suspiros, hacen un repaso de las salas que había en la
colonia donde nació la inolvidable Celia Cruz: “El Moderno, el Dora, el
Atlas, el Fénix, el Santos Suárez...”, mientras señalan a todos los
puntos cardinales. “Ya no hay ni cartelera en el periódico.”
Algunos
blogueros cubanos documentan con fotos
el triste destino de los cines más emblemáticos: el Cuatro Caminos es
un aparcamiento, como el Shanghai. El Majestic, un almacén. El Rex y el
Dúplex, prodigios de la tecnología en los cuarenta, se hunden “en aguas
albañales”. El Capitolio es un almacén de construcción. El Campoamor,
un estacionamiento de bicicletas. El Cerro Garden, un taller mecánico.
Cuatro celebradas salas art decó han corrido suertes dispares: el
Infanta se incendió. El Manzanares se vino abajo. El Astral es utilizado
por la Unión de la Juventud Comunista, y el América ofrecía, cuando
pasamos ante él, un espectáculo humorístico titulado La esquina de
Mariconchi.
El cine había llegado a Cuba con la guerra de independencia y
el estreno de la república. La primera sala abrió sus puertas en el
Paseo del Prado en enero de 1897. Durante cinco décadas los habaneros
devoraron filmes estadounidenses, italianos y franceses, en doble
sesión. Las estrellas internacionales se paseaban por la ciudad. En el
barrio de Colón, el de los grandes estudios, los niños recogían del
suelo los descartes de las películas parafabricar petardos. Y los
vendedores esperaban con sus cestos de comida a la salida del pase de
medianoche. El cine era parte indisoluble de la vida de La Habana.Hasta
que “se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar”. Tenía
razón el cantante Carlos Puebla. Se apagaron los proyectores. Se
confiscaron las películas. Las productoras abandonaron la isla. Las
salas fueron intervenidas por el Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematográficos (icaic). Casi un tercio cerró los primeros años.
El
nuevo gobierno se encargó de seleccionar las películas en función de
criterios ideológicos. Cintas soviéticas, checas y polacas subtituladas
se adueñaron de las pantallas, aunque nunca se prohibió deltodo el
“decadente” cine capitalista. El público desertó. Sin mantenimiento de
ninguna clase, el deterioro de las salas fue imparable.Nada queda del
eje cinematográfico por excelencia, Paseo del Prado y Parque Central,
jalonado por el Fausto (tan caro a Cabrera Infante), el Galatea, el
Capitolio, el Montecarlo, el Niza, el Sevilla o el Royal. Han
sobrevivido al cinecidio el Yara, el Payret o la gigantesca sala del
Karl Marx, antiguo Teatro Blanquita, todos construidos antes de 1959. El
régimen revolucionario los ha convertido en una vitrina internacional
donde se celebradesde 1979 el festival anual del Nuevo Cine
Latinoamericano. El principal responsable de esa estrategia ha sido
Alfredo Guevara, el gran santón de la cultura oficial cubana y censor
implacable desde la presidencia del icaic, que ocupó durante más de
cuarenta años. Guevara pasará a la posteridad por el demoledor retrato
que de él hizo Guillermo Cabrera Infante en su relato Delito por bailar
el chachachá.
2. El Carmelo de Cabrera Infante
Guevara
vino a interrumpir una tarde las ensoñaciones de Cabrera Infante, que
imaginaba entre el humo de su tabaco casamientos inmediatos con cuanta
hembra jacarandosa entraba en El Carmelo. En aquella cafetería, toda una
institución habanera, el escritor barruntaba lo que se avecinaba en
Cuba, mientras observaba las idas y venidas de egregios miembros de la
nueva casta política, que acababan de salir de un concierto en el
Auditórium, rebautizado Amadeo Roldán tras la Revolución.Entre ellos
estaba ese comisario de las artes y las letras, que se abrió paso hasta
él “como Bette Davis en Now Voyager”, con su traje de seda y su corbata
francesa, con su sonrisa gelatinosa, derramando efluvios de L’Air du
Temps. La Dalia, le había apodado Néstor Almendros. De cara a la
galería, Guevara ejercía de comunista virtuoso, al que disgustaba
sobremanera un Cabrera Infante fuera de su control. Quería, le dijo,
unirlo a su causa.Necesitaba su inteligencia. Y que dejara esa revista
cultural, Lunes de Revolución,
que difundía contenidos inapropiados como el arte “akstrakto”, la
literatura “biknik” o el jazz, productos todos del imperialismo.
La
escéptica respuesta del escritor fue su sentencia: seis meses después,
el aparatchik cerraba la revista.Cabrera murió en el exilio y es hoy uno
de los muchos autores proscritos en Cuba. Guevara es un anciano (ya murió) al que
pasean bajo palio y que se lamenta de que “La Habana está sumergida en
la chusmería y en la vacuidad”. Y El Carmelo languidece en la misma
esquina de Calzada con la calle D, víctima del perverso sistema de la
doble moneda.
Aquí se impone una pequeña digresión técnica para explicar
la insólita política del Banco Central. Los cubanos reciben sus salarios
en pesos (veinte dólares mensuales en promedio), pero la moneda
nacional sólo sirve en las bodegas de alimentos
básicos subsidiados por el Estado, en algunos restaurantes baratos, en
lo que queda de los cines, en el transporte público o en las tiendas de
ropa reciclada. En cambio, la carne de res, la mayoría de las medicinas,
la ropa decente, los televisores, los teléfonos celulares y un sinfín
de productos se pagan en cuc o peso convertible, también llamado dólar
cubano o chavito, en alusión a los billetes del juego del Monopoly. El
caso del pollo es de lo más ilustrativo. El gobierno lo trae congelado
de Estados Unidos y lo descuartiza con criterios clasistas: manda los
muslos a las bodegas en pesos, y destina las pechugas a las tiendas
encuc (oficialmente, “tiendas de recuperación de divisas”; popularmente,
chopin). Y sólo los cubanos que reciben remesas de sus familiares
exiliados, los empleados de empresas mixtas o los que tienen contactos,
formales o informales, con el turismo tienen acceso al cuc, que fue
creado en 2004 y equivale a 24 pesos nacionales. El resto de la
población, incluidos médicos y maestros, sólo dispone de moneda nacional
y pasa verdaderas carencias. La brecha social es cada vez más evidente:
hay una nueva clase de cubanos, vinculados al establishment, que gastan
en un solo almuerzo en restaurantes de lujo lo que otros ganan en varios
meses.
Regresemos ahora a El Carmelo, donde una camarera nos conduce a
una sala lúgubre y destartalada, con neones escasos y tan vacía como las
bandejas del autoservicio:–¿No tienen nada?–Sí, bueno, antes era bufé,
pero ahora servimos en las mesas.–Nos vamos a sentar afuera, en la
terraza.–Sí, pero tiene que ser en este lado, que es pago en divisa.
Aquel lado es para moneda nacional.–¿Y qué diferencia hay?–Que en moneda
nacional se da comida y bebidas nacionales.Su tono no deja lugar a
discusión. Nos sentamos en el lugar asignado, también vacío, lejos de
los cubanos que ocupan algunas mesas en el otro lado de la terraza. En el área de pagos en pesos cubanos supuestamente tienen para comer arroz, pollo,sopas...–¿No nos había
dicho que de este lado se pagaba en divisa?–En divisa no hay comida,
sólo emparedados.–¿Hay pollo en moneda nacional y no hay en divisa?–Así
es.–¿Y por qué?–No pregunte. No hay respuesta. No funciona, le digo tal
cual nos han dicho.–Bueno, pues tomaremos una cerveza.–¿Cristal o
Bucanero?–¿Pero no decía que la cerveza nacional era en el otro
lado?–Allí no servimos Cristal ni Bucanero sino otra peor, la que
tomamos los cubanos.–¿Pero no es la misma fábrica?–Ese ya es un tema que
yo no domino.–¿Y si queremos tomar una Cristal, pero estar sentados con
los cubanos?–No se puede porque... las sillas son distintas. Oiga,
usted no ha venido pa comel, sino pa hacel preguntas, y aquí no se puede
preguntar.Finalmente nos informan que podemos pedir comida en pesos y
pagarla en divisas. Nos ofrecen arroz con verdura.Sea. Cuesta imaginarse
que aquella terraza desolada, cubierta con plástico verde y amueblada
con un puñadode mesas metálicas hubiera sido escenario luminoso de la
vida social habanera de los cincuenta y refugio de animadas tertulias.
No hay agua en el baño, y los manteles rojos lucen manchas de grasa. La
comida es un rancho cuartelero. Ni en el peor de sus presagios hubiera
imaginado Cabrera Infante la suerte de su santuario. Y Lezama Lima,
visitante ocasional de El Carmelo y connotado glotón, penaría sin
consuelo.
3. Réquiem por las librerías“
La
Habana era la voz de Lezama”, dice Cintio Vitier, el viejo poeta que se
convirtió en un triste paladín del poder hace tres décadas. Mucho antes
de dedicarse a la propaganda oficialista, Vitier formó parte de la
redacción de la revista Orígenes, fundada en 1944 por Lezama y otros
intelectuales. Ese grupo tenía sus tertulias en la cafetería La Lluvia
de Oro y la librería La Victoria, ambas en la calle Obispo, en el
corazón de La Habana Vieja.“En la diminuta trastienda de La Victoria
podía uno asistir a las tertulias del autor de Paradiso. Con su enorme
tabaco entre los dedos, se solía imponer con su maravillosa
conversación”, cuenta el poeta y sacerdote Ángel Gaztelu, otro de los
fundadores de la revista. Y cuando un joven escritor le pedía consejos
para sus lecturas, Lezama le contestaba: “Muchacho, lee a Proust.”Hoy
nadie pide consejo en las pocas librerías que han sobrevivido al
vendaval revolucionario.
La Victoria, ese “punto de reunión de la
intelligentzia cubana”, como la describió el dramaturgo Virgilio Piñera,
sigue en el nº 366 de Obispo. Tras muchos avatares, el local, en estado
ruinoso, ha retomado su antigua función y vende libros usados,
cubiertos de polvo. No hay textos de Lezama, pero sí las Obras completas
del Che. Una pareja de nórdicos despistados, conducida por el inevitable
jinetero que trabaja a comisión, mira unos carteles del guerrillero y
se va sin comprar nada.
La Lluvia de Oro también pervive, un poco más
adelante, pero el camarero no sabe quién es Lezama. Una orquesta toca
son y salsa para los turistas. Es uno más de esos lugares sin gracia que
han proliferado en los últimos años para hacerse con las divisas de los
visitantes extranjeros.Sólo en Obispo había ocho librerías-editoriales
cuando Fidel Castro entró en La Habana en enero de 1959. Todas habían
sido fundadas por españoles, entre ellos un exiliado republicano, y
todas fueron “intervenidas” por las autoridades y clausuradas en su
mayoría.
El monumental edificio art decó en la esquina de Obispo y
Bernaza, construido en 1935, sigue albergando La Moderna Poesía, pero el
buque insignia del mundo editorial cubano se ha convertido en un
cascarón vacío. Los escaparates son el reflejo fiel de la política
cultural del gobierno. En uno dominan los libros de cocina, astrología,
autoayuda o decoración. La presencia de la literatura cubana se limita a
los dos tomos de las Obras poéticas de Nicolás Guillén y una novela de
la joven escritora Ena Lucía Portela. El otro está dedicado a la
chemanía: doce títulos sobre el “guerrillero heroico”, en español,
francés e inglés.La Moderna Poesía, como el puñado de librerías de La
Habana, es más bien un depósito arbitrario de libros donde los
dependientes, todos funcionarios del Estado, se aburren soberanamente a
la espera del improbable comprador. La presencia de un manual sobre
“estrategias de supervivencia empresarial” desconcierta casi tanto como
la indigencia de los estantes de literatura cubana, donde faltan la
mayoría de los grandes escritores.Con todo, el establecimiento mantiene
la noble función para la que fue creado en 1890. De su socia, la
librería Cervantes, con la que llegó a abrir sucursales en Sudamérica,
no queda rastro.Y el local de su vecina, Ediciones Montero, creada en
1937 y especializada en temas de derecho, lo ocupa hoy el Comité Militar
Municipal. El escaparate está tapado con tela verde, y en el cristal
hay una foto del Che. En la acera de enfrente, la Librería Internacional
ofrece al Che en todos los formatos posibles y la Ateneo Cervantes está
invadida por manuales revolucionarios en desuso de los cinco
continentes.
Para los aficionados a la lectura, los libreros de ocasión
de la Plaza de Armas constituyen el último recurso. Son una veintena e
instalan sus puestos cuatro días a la semana en ese hermoso parque.Un
primer vistazo puede ser decepcionante: Fidel, el Che y la Revolución
copan las estanterías, por obligado protocolo, pero también por negocio.
“A los jóvenes europeos lo que más les interesa son las obras del Che”,
comenta uno de ellos. Pero las miles de bibliotecas privadas
desmanteladas y vendidas en Cuba dan para mucho, y todavía hoy puede
encontrarse alguna pequeña joya. Nada de Cabrera Infante, Reinaldo
Arenas o Virgilio Piñera, ni de los autores de la nueva generación, como
Leonardo Padura y Pedro Juan Gutiérrez, que viven enLa Habana pero
publican en el extranjero. Parapetados en sus puestos, los libreros, que
además suelen ser lectores, saben sin embargo dónde conseguir la
mercancía prohibida.
4. Los vestigios de Galiano
La
calle Obispo, arteria cultural y comercial, hervidero de estudiantes y
empleados de banca, de funcionarios y gacetilleros a la carrera, cedió
protagonismo en los años cuarenta al distrito de Centro Habana, a
espaldas del Capitolio. Las calles Galiano, Neptuno y San Rafael, sedes
de los primeros grandes almacenes, se convirtieron en el corazón
vibrante de la capital moderna. No hay habanero que no evoque la
elegancia de sus tiendas, el brillode los escaparates o las meriendas en
las amplias cafeterías.Hoy Centro Habana parece una ciudad bombardeada,
con pestilentes contenedores de basura y edificios ruinosos donde se
hacinan las familias en cuartos oscuros. En este barrio, en la calle
Trocadero, tenía Lezama Lima su casa, convertida en museo hace una
década. De haberle tocado vivir en esta época, el escritor, después de
haberse quedado con hambre en El Carmelo y sin tertulia en Obispo,
habría regresado a su vivienda esquivando las montañas de escombros de
los inmuebles vecinos.Pero si hay un lugar que representa la destrucción
impenitente de la ciudad, ese es la calle Galiano, otrora “torbellino
de curvas, de miradas, de piropos ásperos”, como la describiera Jorge
Mañach en sus entrañables Estampas de San Cristóbal.
Hacia el Malecón,
Galiano está salpicada de desperdicios en charcos lodosos. Viejas
farolas, hoy decapitadas, jalonan el recorrido. El antiguo Casino
Regina, con su portentosa fachada de azulejos,amenaza con derrumbarse,
como el bloque de diez pisos del número 310, que ya ha sido desalojado.
Justo al lado estaban los grandes almacenes La Ópera, que se vinieron
abajo. En la antigua joyería Montané se ha instalado el Comité de
Defensa de la Revolución del barrio, cuyo cometido es delatar a los
“enemigos” del régimen.
Galiano llegó a concentrar catorce
establecimientos de alhajas. Del espectacular edificio de EL Trianon
sólo queda la fachada, que ampara un solar donde se estacionan los
bicicarros. Ribas tiene los portones sellados. De la joyería El Cairo se
adivina la ubicación por el rótulo incrustado en el suelo de piedra,
bajo los soportales: “El templo de los enamorados”.La otra atracción de
Galiano eran los grandes almacenes. El Ten Cents, que la cadena
estadounidense Woolworth había abierto en 1924, ofrecía mercancías
importadas a módicos precios. “Vendían todo lo que puedas imaginar,
cinco plantas con mostradores de vidrio y madera. Era precioso –recuerda
Martha, que trabajó como administradora cuando fue intervenido tras la
Revolución–. Todo lo desbarataron. Fue tristísimo.” Woolworth explicaba
con orgullo en sus folletos la filosofía del comercio a gran escala, que
les permitía bajar costes. “Nuestra orientación es beneficiosa para las
clases populares, que pueden obtener artículos que antes les eran
inaccesibles.” En su lugar, la Revolución ha abierto una gran ferretería
en divisas y precios fuera del alcance del cubano. La tienda Trasval
ocupa dos plantas y vende artículos de plástico, juguetes, herramientas y
pequeños electrodomésticos, en su mayoría made in China. Desde
martillos –el más barato, de pésima calidad, a 9.60 cuc (11.50 dólares)–
hasta un pequeño y vulgar estante de mimbre, a 55 cuc (66 dólares). La
gente acude de visita, como a un planeta de fantasía al que se ingresa
después de dejar los bolsos y la identificación en una consigna. Para
evitar cualquier descuido, su recorrido es seguido por “cámaras de alta
tecnología”, según advierten los carteles. Y a la salida un ejército de
fornidos vigilantes registra al cliente.Para evitar tan incómodo
marcaje, nada como acudir a una tienda en moneda nacional, que no se
llaman tiendas sino “unidades de ventas”.
Impagable resulta la que hoy
ocupa el local del antiguo Bazar Inglés, puerta con puerta con el
Trasval. “Cadena exclusiva. Ropa reciclada de primera calidad”, reza la
pintura de la pared azul. Todo es siniestro: desde el maniquí del
escaparate a las dependientas, pasando por los desechos que cuelgan de
cinco percheros: camisas, pantalones y faldas desgastados, posiblemente
restos de las pacas de ropa de segunda mano, procedente de Estados
Unidos, que se vende en Centroamérica.Tampoco exigen el bolso ni la
identificación en la antigua Berens Moda, en la calle Neptuno, cuyo
escaparate merece el paso a la posteridad. Veamos: un “blúmer” (braga),
tres tarjetas del Che, dos botellas de desinfectante, una junta de
cafetera, un peine sucio, una junta de olla, dos cascos de moto, un
sobre de “polvo facial”, una cazuela, dos budas chinos de colores y un
cartel que reza “Se arreglan pies y manos. Uñas postizas”. Estos son los
reductos de los cubanos sin divisas.
5. Lucha de clases en El Encanto
La
joya de la corona de la calle Galiano era, sin duda, los almacenes El
Encanto, “más que una tienda, una institución nacional”, como decían los
anuncios de entonces. Abierta en 1888 por tres inmigrantes asturianos
como una modesta sedería, para 1950 ocupaba ya una manzana entera, en la
esquina con San Rafael. Las fotos de la época muestran un edificio
moderno de siete plantas, con relucientes escaleras mecánicas,
amplios vestíbulos con ascensores y “artísticas vitrinas”. La publicidad
no exageraba: la fama de El Encanto, templo del refinamiento y el buen
gusto, había cruzado fronteras. Christian Dior visitó en 1956 el
establecimiento y le dio en exclusiva la representación de sus
productos.
El Encanto tenía oficinas de compras en todo el mundo, además
de sus propios diseñadores de moda. María Félix y John Wayne encargaban
ropa a medida y Tyrone Powerrodó un anuncio del almacén.Todo en El
Encanto era moderno: el aire acondicionado perfumado, el sistema de
control y reposición de mercancía, la venta a crédito, su mecenazgo
cultural y, sobre todo, su política de personal. La filosofía del
negocio era implicar al millar de empleados, que recibían los mejores
salarios del gremio, contaban con servicio médico y club social y podían
seguir cursos de ortografía, contabilidad e inglés.Pepe Solís, Aquilino
Entrialgo y Bernardo Solís, los fundadores, “bajaron a la tumba seguros
de que El Encanto, proyectado al futuro, enlazaría sus nombres
perpetuamente a la obra que ellos iniciaron y engrandecieron”, aseguraba
un texto de los cincuenta.
Sin embargo, el 13 de octubre de 1960, el
nuevo gobierno publicó la ley 890 de “expropiación forzosa de todas la
empresas industriales y comerciales”. Las huestes milicianas tomaron
control de El Encanto, que se convirtió en escenario “de la lucha de
clases que en esos años se apreciaba en toda la sociedad”, según la
prensa oficial.El 13 de abril de 1961, exactamente seis meses después de
la expropiación, cerrado ya el establecimiento, un humo denso y unas
llamaradas empezaron a brotar del segundo piso. El fuego se expandió a
toda velocidad. Al amanecer, El Encanto había quedado reducido a
escombros. Entre las cenizas, los bomberos recuperaron los restos de Fe
del Valle, que esa noche hacía su guardia miliciana. Tres días más
tarde, fue detenido Carlos González Vidal, un joven empleado católico que
había apoyado la Revolución, pero que repudiaba el rumbo comunista que
estaba tomando. Interrogado por la G-2, confesó haber provocado el fuego
con dos petacas incendiarias, pero sin intención de causar
víctimas.Fidel Castro atribuyó el atentado a la cia. En realidad, el
cerebro de ese y otros sabotajes no era otro que un ex colaborador suyo,
Manuel Ray Rivero, ministro de la Construcción del primer gobierno
revolucionario. Opuesto a la orientación totalitaria del régimen, Ray
Rivero había fundado el Movimiento Revolucionario del Pueblo (mrp), en
cuya “sección obrera” se integró González Vidal.El joven, héroe para
algunos, terrorista y mercenario para otros, fue fusilado el 20 de
septiembre de 1961 en la Fortaleza de la Cabaña, donde cientos de
cubanos cayeron ejecutados por el régimen castrista. Sus últimas
palabras, dicen las crónicas, fueron: “¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Cristo
Rey!” Y Fe del Valle, heroína para unos, “comunista rabiosa” para otros,
engrosó el panteón de los Mártires de la Revolución y tiene una estatua
en el parque que hoy ocupa el solar de El Encanto.
6. Y Coppelia desplazó a La Gran Vía
Si
El Encanto era “la joya” de La Habana, la dulcería La Gran Vía era el
“legítimo orgullo para la industria cubana”, según reza el Libro de
Cuba, una gigantesca enciclopedia ilustrada sobre la vida republicana
publicada en 1953. Sus fundadores eran también españoles, tres hermanos
toledanos que habían aterrizado con lo puesto en Güines, allá por los
años veinte. Pero quien mejor puede contar la historia es Bartolo Roque,
un anciano enjuto y vivaracho de 78 años cuya vida está unida a La Gran
Vía;
“Allí entré chamaquito, con 16, como ayudante de caja. Ellos eran
pichones gallegos. El mayor era José García Moyano. Pedro era el más
chico. Y Valentín, el mediano. Empezaron haciendo dulces de bodega para
los comercios del área campesina. Tenían gran aceptación, porque
trabajaban sabroso. Yo fui a verles. Me recibió Pepe. Dígole: quiero
aprender un oficio. Díceme: Ven pa ca. Empecé fregando latas, y luego me
pusieron con el maestro repostero. Me formé como dulcero en poco
tiempo, porque me gustaba y aprendí rápido.”La fama de los dulces se
expande por la isla y en los años cuarenta deciden dar el salto a La
Habana. Allá se instalan en la calle Santos Suárez. “El negocio marchaba
muy bien, así que compraron el solar de enfrente, toda una manzana, e
hicieron un parqueo y una tienda, que inauguraron en 1952. Éramos 120
trabajadores.”Bartolo saca una carpeta de viejas fotos. Una pastelería
reluciente y luminosa. Las cocinas con los hornos. Cinco elegantes
señoritas muy atareadas recogiendo encargos por teléfono. Flota de
camionetas de reparto, con sus choferes uniformados. Bartolo haciendo un
pastel. Y en otra, 37 operarios y ayudantes, todos con largos
delantales y gorros blancos, posan frente a incontables pasteles de
nata. “Hacíamos de todo: tartaletas de guayaba y queso, pasteles de
carne, pero los cakes eran la gran especialidad. Traían la leche en
cántaros, para hacer la nata. La Habana entera compraba allá.” Debe de
ser cierto, porque no hay habanero de cierta edad que no suspire y mire
al cielo cuando se menciona La Gran Vía.En la siguiente foto, unos
dirigentes sindicales hablan a los empleados desde una tarima. “La
pastelería fue intervenida muy pronto –recuerda Bartolo–. Los hermanos
se marcharon en 1959 a Puerto Rico. Muchos maestros dulceros también se
fueron.” Bartolo no. Él apoyó la Revolución y siguió trabajando
hasta1984, cuando se alistó en la zafra y un accidente lo dejó con una
mano paralizada y una magra pensión de invalidez. “Después del
accidente, seguí trabajando como voluntario. No era fácil.” Tesonero
como es, dio clases en la escuela de dulcería. Y hoy, ya viudo, acude
cada día a la tienda a ayudar en lo que puede.La Gran Vía conserva su
local, a unas cuadras de la casa de Bartolo, con el mismo rótulo y el
cartelito de madera del año de la fundación. Ahí terminan las
similitudes. La otrora rutilante calle Santos Suárez es un estercolero,
con la basura apilada alrededor de contenedores a rebosar. En el
interior, lleno de humo, unos clientes beben cerveza. Los vecinos compran
chucherías, cigarrillos y latas de refrescos. Todo en divisas.El “Mural
de Emulación” destaca a los mejores trabajadores, agrupados por
“brigadas”. Las vitrinas refrigeradas han dejado paso a cuatro
mostradores con cakes de intensos colores amontonados en cajas y cuatro
bandejas de pastelillos. “No se hace lo que se debe hacer porque
carecemos de materia prima”, dice Bartolo, que culpa de inmediato “al
bloqueo”. La animadversión hacia Estados Unidos no se ve matizada por el
hecho de que tres de sus seis hijos se hayan marchado allá, y que le
ayuden a completar su pensión de 240 pesos mensuales (12 dólares). “Mi
mujer fue alguna vez a visitarlos, pero yo no. Yo, como decía el Che, no
quiero ni tantito así con ellos.”Como maestro repostero, en los años
cincuenta, Bartolo ganaba 81 pesos al mes. “¡Y entonces el peso valía
más que el dólar, era una moneda fuerte y reconocida en todo el mundo!
–dice sin poder disimular el orgullo–. Entonces, claro, comprábamos más
cosas y vivíamos mejor. Mi padre era agricultor, ganaba 40 céntimos la
jornada y con eso le daba pa comprar comida pa dos días. Hoy, como todo
viene desde China, tiene que salir más caro. A ver si Obama arregla el
bloqueo.” El anciano combina su profesión de fe revolucionaria con
destellos de nostalgia. “Los dueños eran buena gente. Eran los que mejor
pagaban de las dulcerías y se portaban bien con los empleados: te
resolvían problemas, te hacían préstamos.”
En el Libro de Cuba, los
propietarios de La Gran Vía, quizá por sus propios orígenes, dejan
patente su rechazo a cualquier connotación elitista: “En esta casa no
hay preferencias clasistas. Igual se hace un cake por valor de 1.50
pesos que otro de 500. Todos ellos de la mejor calidad. Lo mismo acuden a
la casa los ricos y gentes de la alta sociedad que personas modestas y
de condición humilde.”Pero como, en la nueva Cuba, sólo el Estado
revolucionario podía contribuir a la felicidad del pueblo, las
autoridades se apoderaron de La Gran Vía y decidieron crear su propio
símbolo: la heladería Coppelia.
Al poco tiempo de abrir sus puertas, en
junio de 1966, el lugar había adquirido tal fama que cualquier
extranjero de visita en La Habana no podía obviar una parada para
saborear alguno de los veintiséis sabores en oferta. “Fidel me manda
helados Coppelia”, alardeaba Hugo Chávez hace un año. Había hecho lo
propio con Ho Chi Minh en los años sesenta, en aras de la solidaridad con
Vietnam.
Con su forma de platillo volador, rodeado de jardines, Coppelia
ocupa dos mil metros cuadrados en pleno corazón de La Habana y tiene
capacidad para atender a mil personas a la vez. Fue un encargo de Fidel
Castro y se construyó en apenas seis meses.
La “Catedral del Helado”,
que inspiró el título de la más famosa película cubana, Fresa y
chocolate, es apenas la sombra de lo que fue. Desde fuera, todo parece
igual. Día tras día, de diez de la mañana a diez de la noche, miles de
personas, jóvenes en su mayoría, esperan su turno durante horas bajo el
sol o la lluvia. “Es que no hay otro lugar en moneda nacional donde
sentarse con los amigos o la novia –dice Miguel–. El helado es pura
escarcha (agua congelada), pero se pasa el tiempo.” Nadie se queja
cuando los guardias de seguridad dan la prioridad a los extranjeros. Nos
derivan a una parte más tranquila, un espacio recoleto con una pancarta
del Che y media docena de mesas, casi todas libres. Aquí se paga en
divisas. ¿Son los mismos helados? “Nooo, este es mucho mejor que el
helado nacional y hay más variedad”, nos asegura el dependiente.Ese día
sirven chocolate, avellana, naranja-piña y vainilla. Bastante mediocres.
Y a precios altos: 3 cuc (3.60 dólares) por dos bolas. En el sector en
pesos sólo hay naranja-piña. Cinco bolas cuestan cinco pesos (0.25
dólares), o sea, veinte veces menos. ¿Cuál es la diferencia entre los
dos productos? “Los helados de moneda nacional –nos explican– vienen de
otra fábrica que se llama Varadero y están hechos con leche en polvo y
saborizantes. Los de divisas son de crema de leche y fruta.”Colas y
escarcha insípida para los cubanos; prioridad y helado cremoso para la
“élite” con divisas. ¿Dónde quedó la “igualdad” que justificó la
construcción de Coppelia? . Joseluisito lo explica mejor que nadie en un
blog en que los jóvenes manifiestan su solidaridad con Gorki Águila, el
roquero encarcelado en dos ocasiones por ridiculizar al hasta ahora
intocable “Coma Andante”. “Coppelia –escribe Joseluisito– es el símbolo
perfecto de la dictadura socialista. La colectivización, la
rebañización, todos al mismo lugar para comer los helados, pobres, mal
hechos,con cucharas socialistas, con silencio castrista, todos obligados
a sentarse en las mesas que no puedes escoger, todos haciendo colas,
todos discriminados, cubanos de un lado, extranjeros del otro. Yo quería
sentarme donde me daba la gana, harto de esas colas interminables,
quería poder sentarme en cualquier cafésin que nadie me dijera dónde,
libre. Esa enorme heladería colectivista me da asco.”
7. Pantomima revolucionaria
30
de diciembre de 1958. Vísperas de la toma de La Habana por los
revolucionarios. El Diario de la Marina anuncia: “Aumentan las
exportaciones de frutas y vegetales a Estados Unidos. [...] También se
han reportado grandes embarques de dulces y confituras [...], de carnes y
pescados.”31 de mayo de 2007, año 49 de la Revolución. El órgano
oficial Granma informa: “Empresarios estadounidenses concertaron la
venta a Cuba de 318,000 toneladas de alimentos y otros productos
agrícolas [...]. El 95% de esas importaciones tiene como destino la
canasta básica de la población.”Noviembre de 2008, año 50 de la
Revolución. Lisette, militante revolucionaria de toda la vida, se
lamenta: “Boniato,boniato y boniato. No hay más que boniato. No hay
yuca, la fruta bomba (papaya) está amarilla; la piña, ácida. Los
tomates, verdes. Las zanahorias, negras. No hay lechuga. Hoy sólo he
encontrado acelga.”Lisette está avinagrada porque no encuentra lo que
quiere en el mercado de la calle 14. El desabastecimiento es
generalizado y, para “resolver” la comida de cada día, hay que recurrir a
la “bolsa negra”, a precios mucho más altos. El mercado de la calle 19,
el mejor, ofrece un poco más de variedad: un puesto de berenjenas de
aspecto muy cansado, otro de berros y otro con tres manojitos de
espinacas. La culpa, esta vez, la tienen loshuracanes. En el agromercado
de la calle 17 con K, en la parte más noble del antiguo barrio burgués
del Vedado, el espectáculo es desolador. Boniatos, otra vez. Minúsculas
cabezas de ajo a un peso cada una. Pepinos marchitos.El único mercado
bien surtido lo hemos encontrado en la calle Cuba, delante de la iglesia
de Belén. Tiene puestos de jamones y salchichones, lomos de res,
quesos, estupendos tomates rojos que no se ven en ningún otro lado,
plátanos, cocos...Es un atrezo, todo de plástico. Estamos en pleno
rodaje de una coproducción hispanocubana sobre la juventud de José
Martí. “Se va a llamar El ojo del canario”, explica un extra vestido con
harapos, acodado en una esquina.El gran país agrícola que siempre fue
Cuba producía en 1958 casi el 80% de los alimentos que consumía la
población y era el principal proveedor de hortalizas y tubérculos para
Estados Unidos. Hoy es al revés: la isla importa más del 80% de la
canasta básica de sus habitantes, sometidos además a una dieta austera y
desabrida. La Revolución ha destruido el campo y no ha desarrollado la
industria. Cuba vive –muy mal– delturismo, de las exportaciones de
níquel, de las remesas de los exiliados y de los subsidios, soviéticos
hasta 1991 y venezolanos desde 1999, que compensan el enorme déficit de
la balanza comercial.Ante las pruebas fehacientes de su fracaso en todos
los sectores, el régimen se ha dedicado a crear una Cuba virtual, de
presente heroico y pasado miserable. Los medios de comunicación, el
cine, los libros, las escuelas y las universidades, los centros de
investigación científica y los museos son instrumentos de propaganda de
la llamada “batalla de ideas”, que consiste en fabricar “los logros” de
la Revolución. Las “dificultades”, el eufemismo para hablar del
hundimiento de la economía, las achacan todas al “bloqueo criminal y
genocida impuesto por Estados Unidos a Cuba”. ¿Cómo justificar entonces
que “el imperio” sea desde 2003 el principal proveedor de productos
alimenticios de la isla, con ventas de 600 millones de dólares al año? A
los cubanos de a pie no hay que explicarles nada. Saben que el embargo
comercial, decretado por Washington en 1962en el contexto de la Guerra
Fría, ha perdido gran parte de su vigencia y que La Habana lo utiliza
como cortina de humo para desviar hacia otros la responsabilidad del
naufragio.Los subterfugios estadísticos y el valor ficticio de la moneda
nacional han ocultado la realidad durante décadas, pero ya nadie se
cree los datos oficiales, cuando los hay. El desastre es demasiado
obvio. Los indicadores socioeconómicos que ilustran el hundimiento del
país están a mano en las páginas web de las organizaciones
internacionales y de los centros especializados.Baste señalar que en los
años cincuenta, con seis millones de habitantes, Cuba era la tercera
potencia económica de América Latina, después de Venezuela y Uruguay, y
la trigésima en el mundo. Hoy, la economía cubana es la penúltima del
continente, sólo por delante de Haití, y la número 140 en la
clasificación internacional.Un repaso de la prensa de antes de la
Revolución –había cerca de cien publicaciones en el país, incluyendo
unos veinte diarios en La Habana, en español, chino e inglés– da una
idea de la prosperidad económica en esa época, más allá de los
tradicionales clichés sobre la mafia y la prostitución. La sección de
“clasificados” del Diario de la Marina –unas diez páginas cada día–, es
particularmente ilustrativa, tanto en “Alquiler de casas”, como en
“Venta de automóviles” o “Empleos”.“Se ofrece matrimonio español sin
hijos, juntos o separados, ella para cuartos, sabe lavar y planchar,
ropa fina, y él para el comedor. Buenas referencias.” Anuncios como
este, publicado el 12 de diciembre de 1958, aparecían todos los días en
“el periódico más antiguo de habla castellana”, fundado en 1832 y
expropiado en 1960 (no le sirvió de mucho ponerse “a la orden de la
Revolución y de su líder máximo”). Los inmigrantes españoles competían
por los empleos domésticos con la población negra. Coincidían en la
misma página las ofertas de trabajo para una “cocinera color”, una
“muchacha parda” o una “manejadora española experiencia cuidar bebitos”.
En la primera mitad del siglo xx Cuba fue un imán de trabajadores
españoles. En 1958 el ingreso por habitante en la isla duplicaba al de
la antigua metrópoli. Había desigualdad y mucha miseria en el campo, es
cierto, pero también “una gran movilidad social, y el país progresaba
económicamente a pesar de los políticos y de la dictadura”, recuerda el
editor Pío Serrano, que apoyó la Revolución antes de exiliarse a Madrid
en 1974. A partir de 1959 el nuevo régimen decreta la igualdad y acaba
con la economía. Cuba se derrumba, mientras España entra en el círculo
virtuoso del progreso: el ingreso por habitante alcanza rápidamente al
de la antigua colonia y actualmente lo supera siete veces (27,000
dólares frente a 4,000).Si el 25 de marzo de 1952 los diarios cubanos
informaban que España había “suprimido el racionamiento de pan”, en Cuba
el racionamiento es hoy la regla. No hay prensa que no sea oficialista,
no hay anuncios clasificados, no hay ofertas de trabajo. En cambio, hay
más de 60 mil médicos, la mitad de ellos en “misiones
internacionalistas”.Cuba “vende” sus médicos a cambio de petróleo
venezolano y no tiene medicinas ni ambulancias para su propia población,
pese a lo cual mantiene vivo el mito de la superioridad de la
Revolución en materiade salud. Desde que Carlos Finlay descubriera, a
finales del siglo xix, el modo de transmisión de la fiebre amarilla,
Cuba siempre ha sido una potencia médica en América Latina. En 1952 la
isla ya tenía la tasa de mortalidad infantil más baja de todo el
continente y también la esperanza de vida más alta.Había 37 hospitales
generales en todo el territorio, y en 1954 fue inaugurado en Topes de
Collantes (sierra del Escambray) un centro ultramoderno para
tuberculosis que ayudó a acabar con la enfermedad y que, como tantas
otras cosas en Cuba, está hoy abandonado.“Esta revolución ha llevado al
país cincuenta años atrás –comentaba una vecina de Santos Suárez–. Han
logrado tres cosas: destruir todo lo que había construido el
capitalismo, romper las familias y acabar. Todas las revoluciones
destruyen para construir un orden nuevo. Los dirigentes cubanos,
escribió el arquitecto comunista italiano Roberto Segre, se propusieron
“borrar las imágenes formales de la sociedad anterior, [...] destruir
los símbolos existentes de la estratificación social” y “manifestar
visiblemente la capacidad creadora implícita en el pueblo en acción”. El
problema es que olvidaron la segunda parte. Si el éxito de una
revolución se determina por lo que construye sobre las cenizas del
anterior régimen, la cubana es un fracaso lamentable. Su “capacidad
creadora” se ha circunscrito a los bloques prefabricados soviéticos o
las viviendas chapuceras de las “microbrigadas” de voluntarios, los
hoteles de lujo para turistas, ungigantesco mausoleo para el Che, “el
primer monumento a Lenin en América” y muchas cárceles. Donde antes
había centrales azucareras, fábricas, empresas, tiendas o cines, hoy
sólo quedan vestigios, testigos mudos de la pujanza creativa del pasado y
del empeño destructivo de un caudillo megalómanoque ha dedicado su vida
a “la construcción de ruinas”, según el luminoso oxímoron acuñado por
el escritor cubano Antonio José Ponte en su libro La fiesta vigilada
(2007).La Habana se llevó la peor parte. La Revolución se ensañó con
ella porque representaba todo lo que odiaba. La Habana efervescente de
las mil tertulias literarias, abierta a la cultura y a la inteligencia,
que recibía a Einstein, a la Pavlova o a María Guerrero; la capital
mundial del ajedrez de la mano de Capablanca,la capital de la
arquitectura que atrajo a Mies van der Rohe, Franco Albini o Walter
Gropius... Aquella ciudad innovadora es hoy un fantasma gris.La
Revolución intenta ahora devolverle un poco del esplendor de antaño
convirtiendo a La Habana Vieja en un decorado de cartón piedra para el
turista. “Esto no tiene arreglo”, se lamentan los cubanos. La
xpectaciónpor las reformas anunciadas por Raúl Castro al sustituir a su
hermano se ha diluido ante la evidencia. “Fidel sigue mandando y todo
está paralizado”, reconoce Gustavo, cuyas simpatías por el régimen no le
han borrado el pragmatismo. Todos, castristas y anticastristas, confían
en que ocurra algo, pero medio siglo de represión y castración política
han hecho del cubano un pueblo apático. “Lo mejor –dicen– es no coger
lucha, porque esto se va a caer por su propio peso.” Y expresan su
hartazgo a través de una permanente huelga de brazos caídos, escribiendo
un blog o huyendo en una balsa. Mientras, siguen esperando el regresode
los Reyes Magos, tal y como lo había anunciado en la prensa cubana la
juguetería de los Almacenes Ultra: “Imposibilitados de llegar a todos
los hogares en su fecha tradicional, con motivo de la situación nacional
que ha devuelto la libertad a Cuba, los Reyes Magos prometen su visita
el sábado 10 por la noche.” Fue el 8 de enero de 1959, y aún no han
vuelto. ~
Bertrand de la Grange y
Maite Rico
Letras Libres.
tomado de
viernes, 9 de agosto de 2013
Cuba duele, duele y seguirá doliendo
Generación del Picadillo de Soya hace memoria
Viernes, Agosto 9, 2013 | Por Frank Correa

Comenzó en agosto del 1993, cuando el ex secretario del Consejo de Ministros Carlos Lage anunció que la economía cubana tocaba fondo, y con ella los preceptos y las actitudes. Los estantes empezaron a vaciarse. El valor del peso cubano se volvió una broma cuando salió el dólar a la luz, para convertirse en el sueño y la pesadilla a la vez.
La tenencia del dólar fue perseguida como un virus. Se decomisaban todos los dólares ocupados a los individuos. A algunos les impusieron condenas largas. Fue despenalizado en 1994 por la presión popular del “maleconazo” y paradójicamente algunos de los sancionados aún siguen presos, porque durante la condena se complicaron con delitos inherentes a la cárcel.
La verde cara de Washington, viajó de mano en mano con suma premura por esos días, con sigilo, con susto, escondida en las medias o los zapatos, detrás del tanque del retrete o aprisionada dentro del calzoncillo. Había que encontrar un extranjero, que se dignara a comprarnos en las tiendas los productos prohibidos.
Utilizando el argot popular, podemos decir que muchos cubanos se transformaron en ratas. Comían desperdicios, hurgaban en los latones de basura, engullían pizzas que en vez de queso llevaban condones derretidos y también “bistecs” empanizados de colcha de trapear, según leyendas urbanas de la época. La capacidad de depredación llegó a niveles límites. Perros, gatos, auras, totíes, morena de mar. Hasta el pez león, una extraña especie del océano Índico que osó acercarse a la orilla de un país donde se libraba una batallaba campal por la supervivencia. Fue extinguido.
Los vagabundos pulularon, igual que dementes y suicidas. En la sociedad comenzó a crecer y desarrollarse la enfermedad del alcoholismo, como vía de escape contra los caminos sin salidas. El alto costo de la vida obligó al padre de familia que no podía comprar ron bueno para olvidar sus penas, a beber alcohol de farmacia. Apareció una maquinaria clandestina de producción de barbaridades como chispa de tren, gualfarina, calambuco. Aquellos borrachos frustrados, sin fuerzas ni carácter, ni incentivos para educar a sus hijos, no los atendieron y ellos, desde temprana edad perdieron cualquier esperanza de futuro y siguieron a sus padres por el camino del alcohol, acabando con sus destinos.
Algunos la llaman la Generación del Picadillo de Soya, que disparó a cifras incalculables la estafa y el robo de carteras. El trapicheo, la venta ilícita. Impusieron dos monedas, una débil con la que pagaba el estado los salarios y una insultante con la que se compraban las cosas. De repente todo tuvo un precio altísimo en el mercado negro. Una pecera sin uso en un rincón llegó a costar ochocientos pesos y una libra de arroz cincuenta y cinco. La inflación.
En el campo se cambiaba una tonga de ropa usada por un carnero, así como un par de botas por un puerco. Muchos individuos caminaban en caravana por los campos de Pinar del Río como zombis, cambiando jabón y detergente por arroz viandas. El trueque.
Antes que se liberara el mercado agropecuario en el 94, en Marianao había que hacer una cola desde la noche anterior para comprar carne cuando alguien mataba un puerco en el barrio.
Para subir a un ómnibus se escenificaron verdaderas tramas de películas trágicas. El aceite destinado a la producción de pan y dulces se vendía en el mercado negro, también la sal, el azúcar, y cualquier cosa que reportara dinero. Los trabajos más buscados fueron aquellos donde se pudiera robar, o cargar comida. El jineterismo instauró una verdadera revolución en la concepción de la familia. Viajar al extranjero se convirtió en una condición de vida.
Los puestos de trabajo en los centros laborales donde se operara con turismo, adquirieron precios. Operador de una gasolinera: trescientos dólares; dependiente en una tienda de divisas: doscientos; cocinero: cien. La diferencia en las posibilidades para enfrentar la crisis, entre de los que podían acceder al dólar, ahora cuc, y los que debían inventar para conseguirlos se abrió como una brecha en la identidad cubana.
En 1997, el ex secretario Lage dijo, en una aparición en público, que la economía cubana había terminado de tocar fondo y comenzaba a subir. Luego Machado Ventura y Marino Murillo lo han ido repitiendo muchas veces, pero la realidad aún espera por el milagro a la alza. Hoy la mitad de los hombres en edad laboral, que son los llamados a propiciar la emersión, “trabajan” sentados en un taburete en las puertas de sus casas, vendiendo barajitas confeccionadas por cuentapropistas con materiales robados al estado, o traídas del extranjero por mulas.
Una medalla merecemos, por empeñarnos en sobrevivir durante estos absurdos veinte años “especiales”.
.....
¿Cómo ven su futuro los cubanos?
Miércoles, Agosto 7, 2013 | Por Martha Beatriz Roque Cabello

La muestra tomada fue de 105 personas, aleatoriamente entrevistadas en la calle. A los que llevaron a cabo la tarea fueron preparados con antelación. El margen de error se calculó del 5 por ciento.
Para la pesquisa se dividió a los encuestados en 4 grupos de edades, entre 18 y 30 años, 31 y 45, 46 a 60 y más de 60 años; también se determinó el sexo. La única pregunta a responder: ¿Cómo ve su futuro?
El número de personas contactadas por edades y sexo, resultó de la siguiente forma:
Entre 18 y 30: 48
Entre 31 y 45: 30
Entre 46 y 60: 21
Más de 60 años: 6
Mujeres: 51
Hombres: 54
A continuación se muestran algunas de las respuestas, por sexo y grupos de edades, que tipificaron el estado de opinión:
Hombres entre 18 y 30 años
- A 90 millas para ejercer mi profesión de ingeniero.
- En el norte junto a mi familia de Miami.
- No pienso en el futuro, vivo al día.
- Si siguen apretando, en prisión.
- Depende de las amistades y lo que pueda conseguir.
- Con la guataca en el campo para poder sobrevivir.
- Cuando me gradúe pienso que mejorará algo.
- No lo sé.
- Eso depende de mí.

- No tengo futuro, soy hija de pobres.
- Los únicos que tienen futuro son los hijos de Fidel y Raúl.
- Ser cantante e irme para la Yuma.
- Luchar en la Yuma para fiestar.
- Lo que me depare la vida.
- Mi futuro es empatarme con un Yuma.
- Si las cosas salen bien, prospero.
Hombres entre 31 y 45 años
- En este país no hay porvenir ni futuro.
- Aquí no existe futuro.
- Es incierto.
- Mi futuro en este sistema es negro, negrísimo.
- Mi futuro aquí es malo.
- Mi único futuro es estar en los Estados Unidos.
Mujeres entre 31 y 45 años
- En Cuba no hay futuro.
- En Cuba no veo mi futuro.
- Rezo todos los días para que dé un vuelco mi vida y todo lo que me rodea, todo.
- Mi futuro es impredecible.
Hombres entre 46 y 60 años
- Donde me encuentre, aquí no tengo ninguno.
- Nuestro futuro está en manos yanquis.
- En Cuba no hay futuro para mí.
Mujeres entre 46 y 60
- Pasar mi vejez con tranquilidad.
- Donde no hay libertad no hay futuro.
- En constantes cambios.
- Mi futuro está en Miami.
Mujeres más de 60 años
- Es incierto, no existe.
- Se quedó en el pasado.
Relacionado: Distribuidores de la verdad
jueves, 8 de agosto de 2013
Declaraciones de Jorge Luis García Pérez, Antunez, en Miami
"El cambio debe venir del
pueblo, y no vamos a esperar que el régimen que tanto ha matado,
oprimido y asesinado venga a dictarnos las pautas del cambio que
queremos", exclamó.
Antunez llama a paro Nacional en Cuba
Antunez llama a paro Nacional en Cuba
"Va a ser un proceso gradual, paciente y arduo. No pensamos en paralizar al país mañana".
agosto 08, 2013
El líder opositor
cubano Jorge Luis García Pérez "Antúnez" llamó hoy en Miami (Florida) a
un "gradual" Paro Nacional en Cuba que paralice las "estructuras del
régimen castrista" y le "prive" de su capacidad de represión del pueblo.
Como continuación de la campaña de resistencia y de no cooperación con el régimen comunista cubano, esta iniciativa del Paro Nacional ha tenido ya su reflejo, según dijo "Antúnez", en el "abstencionismo" que se registró en 2012 en las votaciones para las Asambleas municipales del Poder Popular.
"Va a ser un proceso gradual, paciente y arduo. No pensamos en paralizar al país mañana", pero se trata de una iniciativa que ha sido clave para la resistencia cubana de dentro y fuera de la isla, señaló "Antúnez" en una conferencia celebrada en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos.
El exprisionero político y líder del Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo llegó a Miami el domingo pasado junto con su mujer, Yris Pérez Aguilera, en su primera salida fuera de la isla.
Resaltó con optimismo que el denominado Paro Nacional está logrando "movilizar al pueblo" cubano para que se adhiera a los movimientos opositores que exigen un cambio democrático en la isla, para lo que es de vital importancia el respaldo del exilio.
"El incremento de las protestas y la simpatía del pueblo por la oposición" se ha ido haciendo más visible. "Nunca como antes ha estado tan cerca la libertad de Cuba", afirmó el disidente cubano de 49 años.
La salida del líder opositor se produce en el marco de la nueva reforma migratoria que ha flexibilizado los movimientos de los cubanos fuera de la isla y que ha permitido salir ya a disidentes como la líder del movimiento opositor cubano Damas de Blanco, Berta Soler, Guillermo Fariñas o Yoani Sánchez.
Pero, para "Antúnez", se trata sólo de una "maniobra y estrategia del régimen" para "confundir" a la comunidad internacional y la opinión pública con un mecanismo "maquiavélico" de mera apariencia reformista.
"Esto que les estoy diciendo ahora a ustedes, si lo digo en Cuba me cuesta golpizas", aseguró este disidente que estuvo preso 17 años.
"Sólo quieren legitimar y dar continuidad a la dictadura", hizo hincapié el disidente, quien criticó el periodismo domesticado que desarrollan a menudo los medios extranjeros en la isla.
Así, por ejemplo, "hay un evento oficial y los medios son los que lo promueven, como si al pueblo de Cuba le importara. Al pueblo cubano le importa un bledo", porque sólo es para "la represión y el continuismo" del sistema, dejó claro.
La resistencia cubana está convencida de que el "cambio debe venir del pueblo, y no vamos a esperar que el régimen que tanto ha matado, oprimido y asesinado venga a dictarnos las pautas del cambio que queremos", exclamó.
De igual manera, calificó de "trampa" para retener el poder la llamada "actualización" del modelo económico socialista, una serie de reformas emprendidas bajo el Gobierno del general Raúl Castro.
"Son trampas. No hay ninguna actualización ni la queremos. Al cubano sólo le interesa la libertad", apostilló el opositor, quien aseguró que la pretendida división de la oposición interna que circula fuera de la isla es una afirmación falsa.
Sobre los comentarios de Ángel Carromero, el dirigente español de Nuevas Generaciones del gubernamental Partido Popular (PP) que afirmó recientemente en una entrevista con el diario El Mundo que "los servicios secretos cubanos asesinaron a disidente Oswaldo Payá", aseguró: "Todos los opositores en Cuba estamos en peligro de muerte".
"Lo que le hicieron a Payá y (Harold) Cepero es poco para lo que es capaz de hacer el régimen. El asesinato de Payá es una manifestación más del sistema perverso que impera en Cuba y no será nada extraño que al regresar a Cuba nos pudiera suceder algo", alertó.
Como continuación de la campaña de resistencia y de no cooperación con el régimen comunista cubano, esta iniciativa del Paro Nacional ha tenido ya su reflejo, según dijo "Antúnez", en el "abstencionismo" que se registró en 2012 en las votaciones para las Asambleas municipales del Poder Popular.
"Va a ser un proceso gradual, paciente y arduo. No pensamos en paralizar al país mañana", pero se trata de una iniciativa que ha sido clave para la resistencia cubana de dentro y fuera de la isla, señaló "Antúnez" en una conferencia celebrada en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos.
El exprisionero político y líder del Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo llegó a Miami el domingo pasado junto con su mujer, Yris Pérez Aguilera, en su primera salida fuera de la isla.
Resaltó con optimismo que el denominado Paro Nacional está logrando "movilizar al pueblo" cubano para que se adhiera a los movimientos opositores que exigen un cambio democrático en la isla, para lo que es de vital importancia el respaldo del exilio.
"El incremento de las protestas y la simpatía del pueblo por la oposición" se ha ido haciendo más visible. "Nunca como antes ha estado tan cerca la libertad de Cuba", afirmó el disidente cubano de 49 años.
La salida del líder opositor se produce en el marco de la nueva reforma migratoria que ha flexibilizado los movimientos de los cubanos fuera de la isla y que ha permitido salir ya a disidentes como la líder del movimiento opositor cubano Damas de Blanco, Berta Soler, Guillermo Fariñas o Yoani Sánchez.
Pero, para "Antúnez", se trata sólo de una "maniobra y estrategia del régimen" para "confundir" a la comunidad internacional y la opinión pública con un mecanismo "maquiavélico" de mera apariencia reformista.
"Esto que les estoy diciendo ahora a ustedes, si lo digo en Cuba me cuesta golpizas", aseguró este disidente que estuvo preso 17 años.
"Sólo quieren legitimar y dar continuidad a la dictadura", hizo hincapié el disidente, quien criticó el periodismo domesticado que desarrollan a menudo los medios extranjeros en la isla.
Así, por ejemplo, "hay un evento oficial y los medios son los que lo promueven, como si al pueblo de Cuba le importara. Al pueblo cubano le importa un bledo", porque sólo es para "la represión y el continuismo" del sistema, dejó claro.
La resistencia cubana está convencida de que el "cambio debe venir del pueblo, y no vamos a esperar que el régimen que tanto ha matado, oprimido y asesinado venga a dictarnos las pautas del cambio que queremos", exclamó.
De igual manera, calificó de "trampa" para retener el poder la llamada "actualización" del modelo económico socialista, una serie de reformas emprendidas bajo el Gobierno del general Raúl Castro.
"Son trampas. No hay ninguna actualización ni la queremos. Al cubano sólo le interesa la libertad", apostilló el opositor, quien aseguró que la pretendida división de la oposición interna que circula fuera de la isla es una afirmación falsa.
Sobre los comentarios de Ángel Carromero, el dirigente español de Nuevas Generaciones del gubernamental Partido Popular (PP) que afirmó recientemente en una entrevista con el diario El Mundo que "los servicios secretos cubanos asesinaron a disidente Oswaldo Payá", aseguró: "Todos los opositores en Cuba estamos en peligro de muerte".
"Lo que le hicieron a Payá y (Harold) Cepero es poco para lo que es capaz de hacer el régimen. El asesinato de Payá es una manifestación más del sistema perverso que impera en Cuba y no será nada extraño que al regresar a Cuba nos pudiera suceder algo", alertó.
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Jorge Luis García Pérez Antúnez
¿Es Guillermo Fariñas protagonista y / o parte del cambio fraude que se está gestando en Cuba?
La verdad no sé, pero sus palabras como portavoz de la UNPACU me hacen dudar de sus verdaderas intenciones y de sus compromisos con la causa de la libertad de Cuba.
Jaime Bayly entrevista a Guillermo Fariñas, a quien considera "el Nelson Mandela de Cuba".
Al final de la entrevista, parte 4/4, minuto 8: 23
Bayly, a modo de cierre pregunta:
- ¿Cuál es tu sueño en Cuba y cual es el sueño de la UNPACU.
Fariñas, responde (textualmente)
La UNPACU, la organización de la cual es vocero " es una alianza, organización que está aspirando a aglutinar a la mayor cantidad de opositores pacíficos dentro y fuera de Cuba, para que, en el momento en que Fidel y Raúl Castro desaparezcan , por vías naturales, del escenario político cubano, de pronto, nosotros estemos unidos y seamos tenidos en cuenta, porque sino, tanto a los exiliados como a los disidentes nos van a ignorar sino estamos unidos, como ocurrió en Rusia y en Bielorusia..." (corte brusco del programa. Posiblemente al entrevistador no le gustó del todo esa respuesta de cascarita de piña podrida).
Me pregunto:
¿Sabe Guillermo Fariñas cómo se está preparando la cúpula del poder para ese desenlace natural? ¿Conoce los planes, proyectos, programas, etc, de las fuerzas gobernantes, influyentes y determinantes que se están atrincherando para la etapa del post castrismo, del socialismo cubano sin los hermanos Castro Ruz?
¿A quién o a quienes se refiere Fariñas cuando dice: "nos van a ignorar sino estamos unidos, como pasó en Rusia y en Bielorusia "
Esperanza E Serrano
Jaime Bayly entrevista a Guillermo Fariñas, a quien considera "el Nelson Mandela de Cuba".
Al final de la entrevista, parte 4/4, minuto 8: 23
Bayly, a modo de cierre pregunta:
- ¿Cuál es tu sueño en Cuba y cual es el sueño de la UNPACU.
Fariñas, responde (textualmente)
La UNPACU, la organización de la cual es vocero " es una alianza, organización que está aspirando a aglutinar a la mayor cantidad de opositores pacíficos dentro y fuera de Cuba, para que, en el momento en que Fidel y Raúl Castro desaparezcan , por vías naturales, del escenario político cubano, de pronto, nosotros estemos unidos y seamos tenidos en cuenta, porque sino, tanto a los exiliados como a los disidentes nos van a ignorar sino estamos unidos, como ocurrió en Rusia y en Bielorusia..." (corte brusco del programa. Posiblemente al entrevistador no le gustó del todo esa respuesta de cascarita de piña podrida).
Me pregunto:
¿Sabe Guillermo Fariñas cómo se está preparando la cúpula del poder para ese desenlace natural? ¿Conoce los planes, proyectos, programas, etc, de las fuerzas gobernantes, influyentes y determinantes que se están atrincherando para la etapa del post castrismo, del socialismo cubano sin los hermanos Castro Ruz?
¿A quién o a quienes se refiere Fariñas cuando dice: "nos van a ignorar sino estamos unidos, como pasó en Rusia y en Bielorusia "
Esperanza E Serrano
Guillermo Fariñas en el programa de Bayly 4/4
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