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viernes, 13 de junio de 2014

Postura crítica genera tensión en la iglesia católica cubana

ngameztorres@elnuevoherald.com

Las diferencias políticas dentro de la Iglesia Católica cubana vuelven a estar en el centro de atención, tras la renuncia el martes de dos editores de la influyente revista eclesiástica Espacio Laical.
En una declaración circulada el miércoles por la noche, los editores Roberto Veiga y Lenier González Mederos explicaron que los motivos de su renuncia tenían que ver con “la polémica que genera, en determinados sectores de la comunidad eclesial, el perfil socio-político de la publicación”, lo que había causado tensiones que se habían también proyectado sobre el cardenal Jaime Ortega y Alamino, arzobispo de La Habana.
Veiga y González Mederos señalaron además “que no era moralmente adecuado seguir conduciendo una publicación que provocaba divisiones dentro de la propia comunidad eclesial, donde se encuentran las posiciones de quienes piensan que la Iglesia no debe inmiscuirse ‘en política’ y los que creen que no debe abrir sus espacios a todos los actores de la sociedad civil cubana”.
Orlando Márquez, director de la revista Palabra Nueva y portavoz del Arzobispado, declinó comentar sobre el tema. La oficina del Arzobispado no ha contestado a las llamadas telefónicas de el Nuevo Herald.
Algunas fuentes han señalado que la crisis de la revista había comenzado el año pasado, cuando altos miembros de la jerarquía católica habrían pedido a los editores suavizar el tono de sus artículos. Y en su declaración, Veiga y González Mederos hacen alusión a otros dos intentos de renuncia que no fueron aceptados.
En una nota inicial dirigida a algunos colaboradores el martes, los editores habían expresado que después de una década al frente de la revista, “en la que pretendimos ayudar a construir caminos de prosperidad y estabilidad para nuestra patria”, habían sido “liberados de sus cargos”, lo que generó especulaciones sobre una posible destitución. Pero una declaración posterior del recién nombrado director de la revista, Gustavo Andújar, advertía que ellos habían presentado su renuncia desde el 2 de mayo, la cual había sido finalmente aceptada por el Arzobispado de La Habana.
La noticia constituye un duro golpe a un sector moderado de intelectuales y académicos dentro y fuera de la isla que, sin proponer un cambio de régimen, intentaban presionar al gobierno para impulsar una reforma política que acompañara la reforma económica emprendida por Raúl Castro.
Tras la muerte de monseñor Carlos Manuel de Céspedes, fundador del laboratorio de investigación social Casa Cuba, el proyecto de Espacio Laical había perdido un importante apoyo. Los editores afirmaron en su declaración que ya era imposible “mantener el cauce editorial” de la revista, que se había convertido en un importante foro de debate público en la isla, donde escasean las publicaciones que se atreven a discutir temas sociales y políticos.
‘Oposición leal’
Los editores de la revista habían logrado poner sobre la mesa temas como el pluripartidismo, la reforma constitucional y la legalización de la oposición, a partir de un debate sobre la “oposición leal”.
El concepto, cuyo origen se remonta a la temprana monarquía parlamentaria británica para referirse a una oposición “leal a su majestad pero crítica del gobierno”, ha sido utilizado en Ciencias Políticas para describir a la oposición que respeta las reglas del sistema democrático liberal.
Aunque su uso en el caso cubano ha sido duramente criticado porque podría entenderse como una división artificial de la oposición o un cuestionamiento a posiciones más radicales que buscan el cambio de régimen, reclamar un espacio legítimo para la “oposición leal” en Cuba sin dudas resultaba subversivo, pues en la isla no existe ningún otro partido o fuerza política legal más allá del Partido Comunista.
En febrero de este año, en un panel sobre la reforma constitucional organizado por la revista, Veiga había sugerido modificar el artículo 5 de la Constitución actual, que convierte al Partido Comunista “en una fuerza de control, más allá de ser una fuerza política”, y la implementación de la elección directa del jefe de estado, pues “quien venga a sustituir a Fidel y Raúl no contará con el capital político de estos para su legitimación”, según comentó a el Nuevo Herald.
En el 2013, Espacio Laical había publicado un documento que reclamaba además el libre acceso a la internet, la autonomía universitaria, el uso del referéndum y del plebiscito, la elección directa de todos los cargos públicos así como la eliminación de medidas discriminatorias en el código penal cubano, como el llamado “estado peligroso”.
Debido al férreo control ideológico sobre la prensa y las Ciencias Sociales por el Partido Comunista, desde la década de los noventa del siglo pasado han surgido al amparo de la Iglesia Católica varias publicaciones con vocación política y social en la isla.
Presión del gobierno
Pero eventualmente los editores de las revistas tropiezan con las presiones del gobierno o los temores de la propia iglesia de dañar su relación con las autoridades cubanas.
Dagoberto Valdés, fundador de la revista Vitral publicada por la diócesis de Pinar del Río, también dimitió como director en el 2007 por discrepancias sobre la futura línea editorial de la revista, tras la llegada a Pinar del Río del nuevo obispo Jorge Serpa. Valdés declinó comentar a el Nuevo Herald sobre el cambio en la dirección de Espacio Laical por “razones obvias”, dijo.
Gustavo Andújar, el nuevo director de la revista Espacio Laical posee un alto rango dentro de la jerarquía de laicos asociados a la Iglesia pues fue recientemente electo como presidente de SIGNIS, la Asociación Católica Mundial para la Comunicación. Su nueva condición le convierte en miembro ex oficio del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales de la Santa Sede.
Veiga y González Mederos lamentaron el “tono agresivo y desproporcionado” de la nota de Andújar, en la que el nuevo director afirma: “Siempre es duro decirlo, pero nadie es imprescindible. Espacio Laical seguirá adelante, con un nuevo equipo de realización”.
Pronto se espera un cambio de dirección en la Iglesia Católica Cubana pues el cardenal Ortega presentó su dimisión en el 2011 como titular del Arzobispado de La Habana, aunque se ha mantenido en su puesto gracias a una licencia papal de tres años, que debe expirar muy pronto.
Ortega, quien estuvo internado en las llamadas Unidades Militares de Producción (UMAP) entre 1966 y 1967, ha tenido un rol protagónico en el acercamiento entre la Iglesia y el gobierno cubano en los últimos años. La Iglesia intercedió para la liberación de 115 presos presos políticos en el 2010 y el 2011, entre ellos 52 que pertenecían al grupo de los 75 que fueron detenidos en marzo del 2003.
Por su parte, el gobierno permitió por primera vez desde 1959 una peregrinación nacional de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, que culminó en el 2011. Además, ha restituido festividades religiosas como el Viernes Santo, ha otorgado permisos de construcción de nuevos seminarios y devuelto propiedades confiscadas a la Iglesia. El papa Benedicto XVI visitó Cuba en marzo del 2012.
 http://www.elnuevoherald.com/2014/06/13/1771447/surgen-tensiones-en-la-iglesia.html#storylink=cpy



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