25 de febrero 2014 - 00:01
¿Recuerdan que al ingresar a la Fuerza Armada juraron defender a su patria de toda injerencia extranjera?
¿Conservan la N de Nacional (venezolana) en su sigla, o ya pasaron de la personalista FACHavista a la revolucionaria FACC (castrocubana)?
¿Comparten la ideología de Fidel, el Che, Raúl y sus bandas que fusilaron a quienes no obedecían sus órdenes y medio siglo después golpean y encarcelan a quienes piden libertad, pan y trabajo?
¿Están de acuerdo y quieren imitar el método de ese régimen isleño que usa como mercenarios y esclavos a sus habitantes hambreados y reprimidos?
¿Contaron la cantidad de dólares venezolanos recibidos por la dirigencia fidelista a cuenta de cada cubano ingresado en este, su glorioso Ejército, camuflados con los uniformes de ustedes, que según nuestra Constitución deben preservar paz, integridad, independencia y soberanía de la República?
¿Quieren protestar por la reciente llegada de rifleros y similares cubanos destinados a reprimir a sangre y fuego, sin misericordia, la gigantesca, pacífica y continua protesta popular de los opositores a este régimen con valientes y desarmados estudiantes a la vanguardia?
¿Qué sienten cuando su Guardia Nacional Bolivariana, obedeciendo a sus llamados superiores, protege y secunda robots paramilitares, entrenados por la cubana G2 para emboscar y asesinar a sus paisanos, entre los cuales puede haber familia, amistades y vecinos suyos, gente indefensa que reclama sus derechos, autorizados por las leyes republicanas?
¿Están informados de que algunos de sus comandantes en puestos de rango superior tienen graves señalamientos por narcotráfico mundial y otras corruptelas?
¿Se dan cuenta de la rapidez con la que muchos de ese comando principal se han enriquecido y suben el escalafón militar sin cursos de mejoramiento ni muestras de capacidad alguna en su oficio?
¿El cargo y título de Alto Mando puede darse a quien carece de altura en su comportamiento para con sus hermanos y en definitiva tampoco manda porque obedece órdenes foráneas o las impone a sus subordinados?
¿Ellos acatan el artículo 328 de la Constitución, donde se garantiza que ustedes son una institución esencialmente profesional sin militancia política?
¿Les han advertido que los disidentes de cualquier gobierno democrático pueden aplicar el artículo 350, la desobediencia civil, cuando las condiciones lo exigen y ameritan?
¿Son de verdad pueblo y les duelen los muertos, mutilados, heridos, humillados y ofendidos por componentes de su institución que atacan a quienes protestan por la ausencia de alimentos, seguridad, empleo, medicamentos y salud asistencial?
¿Aceptan que sus compañeros de armas respondan con balaceras, amenazantes aviones de combate y tanquetas, patadas, tortura y los más perversos vejámenes contra quienes reaccionan en legítima defensa de su derecho a protestar: tiran piedras, bombas Molotov y queman cauchos?
¿Conocen que esos delitos van contra los básicos derechos humanos, no tienen fecha de vencimiento en los supremos tribunales internacionales y por eso ustedes no están obligados a obedecer esa violación?
¿Pueden comprender la diferencia entre lo legal castrense y lo ilegítimo castrador de la dignidad personal y corporativa para evitar la maldición bolivariana sobre el soldado que dispara contra su pueblo?
¿Alguna vez pudieron estudiar los auténticos detalles del 23 de enero de 1958?
¿Saben que hasta hace 15 años eran queridos, admirados y respetados por la ciudadanía?
¿Tienen conciencia de hasta qué punto este país, al borde mismo del precipicio, les demanda apego a la legalidad y humanismo porque el futuro de Venezuela depende en mucho de su conducta frente a los mandatos de la genuina Constitución?
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