Translate

miércoles, 12 de junio de 2013

Rosa María Payá: "Puedo asegurar no me voy a ir definitivamente de Cuba"

Por Lilianne Ruíz

LA HABANA, Cuba, 11 de junio de 2013, Lilianne Ruiz/ www.cubanet.org.- En la casa familiar, situada en el barrio del Cerro, se percibe el vacío por la muerte de Oswaldo Payá.
Entrevistamos a Rosa María Payá para Cubanet. Ella nos pide que no publiquemos la noticia de que la familia se va de Cuba hasta que no estén fuera de la isla. Cumplimos su solicitud, por eso ahora publicamos la argumentación del viaje, en sus propias palabras.
Rosa María Payá dice: “En el futuro, voy a continuar trabajando en el Movimiento -por la investigación internacional, en cada uno de los proyectos, las herramientas legales, y en El Camino del Pueblo-,  con la misma intensidad que hasta ahora, o más”.
“Mi familia está en Cuba en este momento amenazada de muerte, por la Seguridad del Estado del gobierno cubano, que ha llamado a mi casa, la casa de mi familia, para decir: te vamos a matar. Las decisiones que nosotros tomemos, teniendo en cuenta las necesidades espirituales o riesgos reales, nos llevarán a pasar periodos dentro o fuera de Cuba en un momento determinado. Esto no quiere decir que yo abandone la labor política, ni quiere decir que nosotros nos vamos definitivamente de Cuba. Simplemente nosotros, o yo, como persona libre que soy, vivo o paso periodos en los lugares que decido, como lo hacen todos los seres humanos de los países democráticos del mundo. Y allí donde esté, seguiremos exigiendo, trabajando en la democratización, por los cambios y por los derechos dentro de Cuba”.
“Los cubanos tenemos la percepción de que las decisiones que se toman son definitivas, o que cada cosa que hacemos es para siempre. La tenemos porque un gobierno totalitario y dictatorial de 54 años ha acabado con la esperanza de muchos. Yo te puedo decir que ni mi familia ni yo nos vamos a ir definitivamente de Cuba nunca” –concluye Rosa María.
Las amenazas se han extendido a otros miembros del Movimiento Cristiano Liberación. Es el caso de Manolo Robles, que denunció recientemente cómo fue llamado a su teléfono por una persona que no se identificó y que le preguntó: ¿Ese es el teléfono del muerto? Esto se repitió dos veces.
La empresa ETECSA, encargada de la telefonía en Cuba, es propiedad del Estado. Y se reserva el derecho de cortar las comunicaciones de los clientes cuando así lo determina. Existen evidencias de cómo monitorean las llamadas telefónicas de los usuarios, cuando estos son personas incómodas dentro de un sistema que asfixia las libertades y los derechos.
En la página del MCL, WWW.oswaldopaya.org, consta que a principios de este mes, un miembro del Movimiento en Holguín -un joven de 30 años-, fue asaltado a machetazos. Sobrevivió al ataque y fue hospitalizado. Antes había sido amenazado.
Ninguna estrategia del gobierno cubano -que puede organizar a una parte de sus profesionales como si fueran huestes ideológicas, en esa maniobra conocida como “batalla de ideas”, dada la falta de independencia económica de los trabajadores con respecto al Estado- puede excusar, ante la opinión pública internacional lo que sucede.
Rosa María Payá no huyó del peligro. Se conoce que el campo de acción de la dictadura cubana sobrepasa los límites de la Isla. Frente a todos esos peligros, la joven hija de Oswaldo Payá ha aceptado el reto.
Su padre fue el gestor principal de los  Proyectos Varela y Heredia, concebidos como herramientas legales para conseguir pacíficamente una transición en Cuba, sin recurrir a la violencia. Al menos 25 mil personas dentro de Cuba son firmantes del Proyecto Varela. Esta cantidad duplica la señalada como condición en la Constitución vigente, para que los ciudadanos puedan introducir cambios en las leyes. Pero la Asamblea Nacional del Poder Popular hace oídos sordos; mientras en las calles, los agentes de la Seguridad del Estado hacen el trabajo sucio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario