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lunes, 27 de septiembre de 2010

Felicidades, Venezuela


Felicidades Venezuela.!

"Ganó Venezuela porque quiere una Asamblea Nacional pluralista y así lo ha elegido" Expresó Ramón Guillermo Aveledo, el vocero de la MESA de la Unidad Democrática.

Con una participación en la jornada electoral de un 66.45 % de los votantes, el pueblo venezolano ha decidido el futuro de la nación.
Los abstencionistas pudieron haber hecho la gran diferencia, pero otra vez prefirieron quedarse en casa; no obstante y a pesar de eso, los resultados son muy alentadores. Vendrán cambios legislativos. EL partido oficialista de los chavistas ha perdido la mayoría necesitada para decidir en la Asamblea Nacional. Las manos de Chavez están perdiendo sus dedos , su escaso cerebro está perdiendo sus pocas neuronas, por lo que también perderá completamente el equilibrio mental que necesita parta ejercer como estadista. Ya no podrá imponer su voluntad absoluta. Tendrá que escuchar las voces de la oposición y gobernar con cautela.Ya lo veremos nervioso, más agresivo y más venenoso de lo que acostumbra a ser.

El 26 de septiembre del 2010 quedará como un día histórico para Venezuela. Con el 52% del voto popular, y a pesar de todas las trabas e irregularidades, la oposición logró 64 curules en las elecciones legislativas.

Ha comenzado el desmenbramiento del castro chavismo en Venezuela y en América Latina.
A pesar del abstencionismo de más de cinco millones de venezolanos que no quisieron ejercer sus derechos al voto, el país ha echado a andar, con nuevos derroteros, mas bríos y más madurez política que años atrás. Se avecinan nuevas luchas. Ya veremos a Chavez desesperado cometiendo más atropellos, más aberraciones y más meteduras de pata.

La mafia de la Habana tendrá que ajustarse el cinturón. Las prebendas venezolanas comenzarán a escasear. Las tropas de choques cubanas -profesionales en misiones internacionalistas- comenzarán a regresarár a sus casas con las manos menos cargadas y la cabeza más revuelta.
Tengo todas mis esperanzas puestas en la nueva Asamblea Nacional venezolana que comenzará a regir al país a partir del próximo enero. Espero, entre otras cosas, que logren combatir con eficiencia la corrupción y la criminalidad para que se acaben, o por lo menos disminuyan, los muertos en las calles de Caracas y en otras ciudades importantes del país.

¡Adelante, Venezuela.! Unidos, con firmeza y valentía, lograrán expulsar de Miraflores al micopresidente, a su clan y a todos los títeres de la mafia castrista que han estado saqueando el patrimonio de la nación, aprovechándose de sus recursos económicos con fines lucrativos personales, a la vez que respaldan las ambiciones de Hugo Chavez Frías en su afán perverso de entronizarse en el poder como dueño absoluto de Venezuela. La nueva Asamblea Nacional tendrá la responsabilidad histórica de destruir ese eje del mal.
Estoy segura de que lo lograrán para el bien de toda la humanidad.
E.E.Serrano

lunes, 20 de septiembre de 2010

Elecciones en Venezuela.

"Si consideras que el votar no se justifica, dime cómo participar, pero que no me lo digas desde la confortabilidad de tu habitat"
Informaciones sobre las elecciones en Venezuela. Click en la flecha para ver todas las paginas de este documento.



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viernes, 17 de septiembre de 2010

Los errores de la oposición venezolana

14 ERRORES DE LOS OPONENTES DE CHÁVEZ

Por Alberto Mansueti

“El neocomunismo aparece como algo fresco e inédito, sin pasado cuestionable; y ha calado muy Hondo en vatos sectores de la población…Y también en Buena parte de los cuadros opositors. Irónicamente, estos pretenden combatir a Chavez hablando ¡un eco de su mismo lenguaje!”

"La ciencia de la oposición es más difícil que la ciencia del gobierno" (A.M.)

En Venezuela, la tesis del fraude le viene muy cómoda a la dirigencia opositora. Le evita el penoso deber de tener que revisarse y cuestionarse.

Muy supeditados a los medios de comunicación y a sus criaturas -principalmente los periodistas, el ejército de sesudos analistas, la "sociedad civil" y las ONG-, hallamos lo que queda de los viejos partidos. Y sus recientes desprendimientos. En su conjunto, todos estos factores constituyen la oposición al chavismo. Y buena parte de la clase media profesional -empobrecida por el estatismo- es su principal fuente de sustentación social y cantera de liderazgo.

A la dirigencia opositora -con el debido respeto y consideración- cabe señalarle ciertos errores, a saber:

1. No entender el chavismo, expresión local del neocomunismo. ¿Qué cosa es el neocomunismo? Es la expresión más moderna del estatismo. Es el viejo comunismo, actualizado con la nueva ola ecofemindigenista, posmoderna y antiglobalizadora (corriente que paradójicamente también ella viene globalizada). No es comunismo marxista sino gramsciano. La actual oposición venezolana parece ignorar este complejo fenómeno de la izquierda políticamente "correcta" y New Age, que trasciende con mucho las fronteras del país, de Latinoamérica, e incluso del Tercer Mundo. La oposición enrostra a Chávez, entre otras cosas, el ser muy provincial y aldeano, muy de Sabaneta, su pequeño pueblo natal. ¡Pues eso mismo parecen los opositores, comparando a Chávez con Pérez Jiménez! ¿Es esa su única referencia? ¿Los años ’50? Parecen no haber leído a la pareja Michael Hardt-Toni Negri, no saber quién es Bové, ni pasearse por los Websites de la nueva izquierda mundial, apoyada y financiada por las Agencias de la ONU.

2. No entender a Chávez. Aunque típico y folklórico, y muy pintoresco, Chávez no es un simple caudillo local; es uno de los epígonos neocomunistas más emblemáticos del mundo de hoy, junto con Lula de Brasil, Mugabe de Zimbabwe, la Bonafini de Argentina, y la Menchú de Centroamérica; por cierto, todos muy parecidos a Chávez en su forma de pensar, hablar y actuar. Son los guevaristas exitosos, los setentosos que han triunfado, los Bill Clinton y Al Gore de por aquí. Los jefes opositores venezolanos no los reconocen. Es que los opositores no parecen actualizados -¿es casual que su media etaria casi duplica a la de la cúpula chavista?-, y no saben qué cosa enfrentan ni cómo combatirla.

3. Olvidar que el adoctrinamiento de las izquierdas produjo sus frutos. En Venezuela, y desde hace décadas, las izquierdas están infiltradas en los medios masivos, y en todos los niveles de la educación venezolana. Desde allí han hecho un paciente, y muy crucial e influyente trabajo de "formación" ideológica, desacreditando al mercado, los EEUU, la empresa privada, la economía y el capital, descalificando la "democracia formal" (representativa), y endiosando al Estado, la "justicia social" y la "redistribución de la riqueza" … Buena parte de la opinión pública confiesa hoy ese credo socialista y antiimperialista patriotero -insuflado por cantores populares como Alí Primera, caricaturistas como Zapata y los de la revista el "El Camaleón"-, y Chávez es quien lo encarna y personifica de manera más completa y coherente. El adoctrinamiento se ha potenciado y actualizado recientemente. Mucho material catequético neocomunista se ha propagado, conservando en parte el viejo discurso populachero, obrerista y antipatronal de las izquierdas de antes, pero en conjunción con los nuevos temas, mucho más resaltados: terrorismo ecológico, "género", "exclusión-inclusión", racismo, oposición cerril al progreso y vindicación del atraso, relativismo, "nueva espiritualidad" y todos los demás clichés de la colección. Chávez ha comprendido a la perfección este discurso, lo ha adoptado y hecho suyo, y lo practica todos los días. Y encuentra aceptación y resonancia en muchos ambientes. (Incluye la versión para los empresarios criollos mercantilistas, proteccionistas y contratistas, con su "responsabilidad social empresarial".) Y la oposición no tiene respuesta: plagada de grupos y personajes de izquierda -algunos muy "aggiornados" también ellos, otros menos-, no acierta a una clara definición ideológica de signo opuesto.

4. Pretender combatir a Chávez siendo como Chávez. El neocomunismo aparece como algo fresco e inédito, sin pasado cuestionable; y ha calado muy hondo en vastos sectores de la población … y también en buena parte de los cuadros opositores. Irónicamente, éstos pretenden combatir a Chávez hablando ¡un eco de su mismo lenguaje! Esto es trágico, salvo poquísimas excepciones los "caudillos" de oposición parecen querer emular a Chávez, ser más populistas que él, transformarse en clones suyos. Sin embargo, ¿quién quiere copias, teniendo el original?

5. Exigir la unidad con cualquiera y a toda costa; aún al precio de tener que permanecer en un vacío ideológico que le deja el terreno totalmente libre al chavismo en ese campo. Libres de ataduras y compromisos frustrantes y castradores, los chavistas tocan absolutamente todos los temas divinos y humanos, mientras la oposición sólo habla monotemática y obsesivamente de Chávez, o se mantiene en el terreno superficial de las platitudes y los deseos píos. De esta manera la fórmula ideológica chavista no tiene rival, es el único discurso político completo -con su componente doctrinario entero- que puede escucharse en Venezuela, porque los medios de comunicación cercenan y censuran cualquier manifestación ideológica opositora con la excusa de que "rompe la unidad" y "distrae los esfuerzos".

6. Criticar a Chávez pero no al socialismo. Y si hay crítica al socialismo es sólo por el aspecto dictatorial, no por el totalitarismo. Es más, ¡la oposición propone sólo medidas "redistributivas", "sociales", etc.! Sin embargo Venezuela ya tiene una fuerza socialista en el poder, y esos programas populistas llamados "Misiones", y un Presidente socialista. ¿Para qué quiere más?

7. No hablar casi de política con mayúsculas. Es decir, hablar hasta la saturación del tamaño de las marchas y de las máquinas electorales, y demás detalles y minucias por el estilo; pero apenas una que otra palabra sobre privatizaciones (o estatizaciones), regulaciones (o desregulaciones), leyes malas (o buenas), inflación (o deflación), deuda externa, funciones del Estado, gasto fiscal, impuestos, crimen, droga, familia, regiones, municipios, obras públicas, etc. Muchos ciudadanos tomamos esto como un insulto a nuestra inteligencia y madurez. En realidad, las jefaturas oposicionistas parecen desconocer que los problemas que a ellos más les afectan (Chávez y el chavismo) no necesariamente son los mismos ni más graves que los problemas que nos afectan a los venezolanos de a pie (principalmente económicos y de inseguridad.) Y seguramente desconocen que esos problemas son consecuencia del sistema (estatista) de Gobierno y no del gobernante de turno.

8. Mostrar las heridas en lugar de convocar a la creación de riqueza y bienestar. Así como el chavismo se parece al castrismo, la oposición antichavista se parece al anticastrismo, en sus inefectivas estrategias. ¿Qué han ganado los anticastristas con ese permanente lamento quejoso, mostrando continuamente las heridas? ¿Qué hubieran podido ganar convocando a la prosperidad mediante una economía de mercado? Mostrando heridas la discusión política se degrada y pervierte, y el debate sobre los problemas de fondo y sus verdaderas soluciones brilla por su ausencia.

9. Practicar un activismo agotador y estéril, en lugar de trabajo político. O sea: interminables marchas y concentraciones -muchas veces prepotentes, agresivas y arrogantes-, en lugar de formar y organizar a la gente según preferencias ideológicas estatistas de izquierda, o de derecha, o liberales; es decir, concepto del mundo y de la vida, de la sociedad y del Estado, del Gobierno y la economía, etc.

10. Desacreditar (o consentir en el descrédito) a los partidos, ensalzando a los medios de comunicación y sus criaturas, los periodistas y las ONG. Se olvida que Chávez es precisamente producto y consecuencia del descrédito de los partidos. Y con esta desacreditación, los partidos MVR -la agrupación partidista de Chávez- y los demás de su coalición se enfrentan a unos homólogos rivales (los partidos opositores) muy minados y menoscabados. Como a la descalificación de los partidos se acompaña la de la actividad política en general -ensalzando la enteléquica "sociedad civil"-, los emeverristas son los únicos que pueden desarrollar actividades políticas y partidistas sin verse aquejados de la "mala conciencia" que indefectiblemente afecta a sus opositores cuando lo hacen.

11. Alegar a los gritos que se tiene mayoría, y olvidarse si se tiene o no razón. En este rasgo y en muchos otros la oposición incurre en los mismos defectos y vicios que critica al oficialismo. Se parecen demasiado. Por ejemplo, y a propósito de parecidos y semejanzas; si uno se toma el trabajo de comparar el "Plan Consenso País" (de la oposición) con el "Plan de Desarrollo Económico-Social de la Nación 2001-2007" (del Gobierno) va a encontrar no pocas -mas no sorprendentes- similitudes de fondo, en concepto y lenguaje, más allá de ciertas diferencias menores en forma y estilo.

12. Creer que el país se divide en dos sectores, cuando en realidad las franjas son tres: chavistas, antichavistas, y un "tercer sector" que simple y llanamente vive de su trabajo y para su familia, y no se identifica con unos ni con otros -reluctante siquiera a votar, es abstencionista por principio-, y que los militantes de oposición se empecinan en fingir que no existe. (Los chavistas terminaron por admitir que existe, lo tomaron en consideración y cuenta, y a él se dirigieron; tal vez ese reconocimiento sea uno de los secretos de su triunfo.)

13. Olvidarse de medir los rechazos. Cuando los jefes opositores encargan encuestas, no miden los rechazos, en muchos de ellos más numerosos que las aceptaciones. ¿Por qué rechazos? Por el golpe de estado del 11-Abril 2002, por el salvaje paro petrolero que le siguió, por las "guarimbas" (corte de calles con quema de cauchos) y tantas otras acciones de fuerza, propias de quienes no tienen razones ni argumentos para declarar, convencer y atraer. Estas acciones violentas no le simpatizaron a la gente, incluyendo el tercio de población que no se reconoce en el chavismo pero tampoco en el antichavismo militante y virulento. En una elección con múltiples opciones o candidatos, los rechazos tienen importancia menor; pero un referendum es una opción dicotómica, en la cual un rechazo muy fuerte puede pesar más que una preferencia. En tiempos del bipartidismo AD-Copei nos acostumbramos los venezolanos a votar "en contra" de una opción más que a favor de la otra, si hay sólo dos viables para escoger.

14. Por último: repetir con obcecación que el 11-Abril no hubo golpe de estado sino vacío de poder; y ahora, que el 15-Agosto de 2004 no hubo fracaso y derrota de la dirigencia opositora sino fraude y contubernio del oficialismo. En esta obcecación que no reconoce las verdades incómodas, también la oposición se parece al chavismo. Casi podría uno enunciar y seguir una regla infalible para distinguir la verdad de la mentira: "verdad es lo que cada bando dice del contrario; mas no lo que afirma de sí mismo ..." En fin, la elite opositora no quiere admitir humildemente las realidades aún cuando no gusten, ni reconocer honestamente los errores. ¡Ese es su mayor error!

http://revista.libertaddigital.com/los-errores-de-la-oposicion-venezolana-1276229181.html

La oposición en Venezuela se une contra Chavez

La oposición de Venezuela se une contra Chávez

Partidos de izquierdas y derechas se presentan bajo un mismo bloque en las elecciones legislativas del día 26

MAYE PRIMERA - Caracas - 13/09/2010

Hugo Chávez y sus leyes electorales han unido a los partidos de oposición de un modo que la ideología no habría logrado. Veintidós organizaciones políticas nacionales y una decena de regionales, de derechas y de izquierdas, se han aliado en un bloque al que han llamado la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para enfrentarse al oficialismo en las elecciones parlamentarias del 26 septiembre próximo. Bajo el lema Para vivir y progresar en paz, la coalición espera ganar poco más de las dos quintas partes de la Asamblea Nacional para reconquistar el terreno político que abandonaron hace cinco años y reestablecer el control Legislativo sobre el Poder Ejecutivo.


"Nuestra alianza no es ideológica. Coincidimos en el modelo de país que propone la Constitución: democrático, descentralizado, de derecho y de justicia", explica el diputado Ismael García, secretario general del partido Podemos y antiguo aliado del Gobierno. Se alejó el chavismo en 2007 por tres razones: la reforma constitucional propuesta por Chávez para establecer su reelección indefinida, el cierre del canal Radio Caracas Televisión y la petición de Chávez de que disolviera su partido y se sumara a las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). "Creo en un socialismo democrático que atienda a la pobreza y a los sectores productivos. Pero lo que ha impuesto Chávez en Venezuela es un capitalismo de Estado donde el Gobierno controla todo: vende desde carros hasta arepas", dice García.


La oposición ya había ensayado antes la unidad. En 2002, una pléyade de partidos políticos, asociaciones civiles y gremiales y de organizaciones no gubernamentales que se oponían al Gobierno se unieron en la Coordinadora Democrática. En 2008, estos partidos también suscribieron un Acuerdo de Unidad Nacional para presentar candidaturas a las elecciones de gobernadores y alcaldes que se celebraron en noviembre de ese año.


A las últimas elecciones parlamentarias, en 2005, la oposición no se presentó. Entre los partidos que se enfrentaban al presidente Chávez, triunfó la idea de que retirándose del proceso lograrían "deslegitimar" a la Asamblea Nacional que resultase electa. Pero la expectativa nunca se cumplió. Aun a pesar de una abstención electoral del 75%, el oficialismo se hizo con el Poder Legislativo. Desde entonces, esa mayoría ha dotado al Gobierno de todas las leyes necesarias para construir el socialismo del siglo XXI que propone el "comandante-presidente", la manera con la que diputados llaman a Chávez.


La MUD ha admitido aquella retirada como un error. Desde mediados de 2009, cuando se fundó, la nueva alianza comenzó a debatir las condiciones de la coalición electoral. Los partidos estaban convencidos de la necesidad de oponer a Chávez un Poder Legislativo autónomo.


Esta vez, la oposición ha logrado consensuar el 98% de las candidaturas a nivel nacional, a través de acuerdos políticos o de elecciones primarias en aquellos municipios donde no funcionó la negociación. Aunque cada partido estará representado por sus propios colores y símbolos en las papeletas electorales, los votos que obtenga cada uno se sumarán a favor de la lista de aspirantes previamente acordada. Los partidos que apoyan al Gobierno se han asociado del mismo modo: el Partido Socialista Unido de Venezuela, el Partido Comunista y la Unión Popular Venezolana conforman el bloque oficialista.


Este esquema polarizado bajo el cual los venezolanos elegirán a 165 diputados a la Asamblea Nacional con sus suplentes y sus representantes a los parlamentos Latinoamericano e Indígena, no es solo reflejo de la división política país. También es la adecuación de los partidos a unas normas electorales que privilegian la representación de las mayorías, en detrimento de las minorías. Gracias a la reforma a la Ley del Sufragio y Participación Política aprobada en diciembre pasado por la mayoría chavista en el Congreso, la alianza de partidos que obtenga el 51% de los votos obtendrá más del 70% de los escaños.


Un voto tampoco vale lo mismo en el campo que en la ciudad: mientras un diputado del despoblado Estado de Amazonas requiere solo 20.000 votos para ser electo, uno que se postule por el petrolero Estado de Zulia necesitará 400.000; y es en las zonas rurales del país donde el chavismo cuenta con mayor fuerza. De allí también la necesidad de unirse.


Existe, sin embargo, una tercera opción que pretende capitalizar los votos de un 37% de los electores que no se declaran ni a favor ni en contra del Gobierno y que las encuestadoras han bautizado como los "ni-ni". Esa es la apuesta de Patria Para Todos: un partido de centroizquierda, del que formaron parte varios de los ministros más influyentes del Gobierno y que en 2009 rompió definitivamente de Chávez. "Si el país sigue dividido no va a ser posible el cambio. Por eso nosotros comenzamos a transitar el camino para romper la polarización", dice José Albornoz, secretario general del PPT. El 60% de los aspirantes a diputados del PPT son independientes: sindicalistas, académicos y personalidades que nunca antes habían hecho política. En estas elecciones, ellos aspiran a obtener entre 11 y 19 escaños y servir de "bisagra" entre los dos grandes bloques que dominarán el Parlamento. Su proyecto a largo plazo es llevar una candidatura propia a las presidenciales de 2012: la de Henry Falcón, gobernador del Estado centrooccidental de Lara, electo con un 74% de los votos.


 


Una alianza de distintos signos


Los principales partidos de oposición son estos:


- Acción Democrática. Sus adeptos lo llaman el Partido Blanco. Es socialdemócrata.


- Copei. Partido de centroderecha, inspirado en la democracia cristiana.


- Primero Justicia. Centroderecha. Promueve la economía de libre mercado.


- Un Nuevo Tiempo. Partido de centro con algunos dirigentes de Acción Democrática.


- Movimiento al socialismo. Nació de una división del Partido Comunista en los setenta.


- Podemos. Es un partido de centroizquierda, aliado del Gobierno hasta 2007.


- Alianza Bravo Pueblo. Liderado por el alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, figura clave de la oposición.


- Bandera Roja. Partido de izquierda radical que nació como un movimiento armado en los setenta.

Tomado de:

http://www.elpais.com/