Los traidores
No es posible,¡Por Dios! que sean cubanos,
los que arrastrando servidumbre impía,
van al baile, a la valla y a la orgía,
insultando el dolor de sus hermanos.
Tan horrible abyección, tales villanos,
tan negra afrenta y tanta bastardía
frutos no han sido de la patria mía;
tanta mengua no cabe en mis paisanos.
Esos que veis a la cadena uncidos,
lamiendo, infames, afrentoso yugo,
son traidores, sin patria, envilecidos,
que halagan por temor a su verdugo;
son abortos del báratro profundo
para afrentar la humanidad y el mundo.
Carlos Manuel de Céspedes
Campos de Cuba Libre, 1868
Carlos Manuel de Céspedes
Bayano, Cuba, 1819-San Lorenzo, id., 1874) Revolucionario cubano. Nacido
en el seno de una familia dedicada a la producción de azúcar, estudió
en la Universidad de La Habana, donde se graduó en 1840. En España, país
al que se trasladó con la intención de proseguir sus estudios de
derecho, frecuentó los círculos próximos a la masonería y participó en
actividades revolucionarias y antigubernamentales, siendo detenido y
obligado a exiliarse en Francia.
Tras regresar a Cuba, y convencido de la necesidad de
oponerse militarmente a la metrópoli como única vía para alcanzar la
independencia de la isla, entró en contacto con otros opositores al
régimen colonial, entre ellos Salvador Cisneros Betancourt, Bartolomé
Masó y Pedro Figueredo. La mayoría de los opositores, al igual que el
propio Céspedes, procedía de familias azucareras asentadas en el extremo
oriental de la isla, tradicionalmente más pobre y menos desarrollada.
En
octubre de 1868, y sin consultar previamente al resto de opositores,
liberó a los esclavos de su plantación, provocando una gran inquietud en
los demás propietarios. Además, y tras arengar a sus seguidores a favor
de la confrontación armada contra la metrópoli, instándolos a luchar
siguiendo los ejemplos de otros libertadores, como Simón Bolívar y José de San Martín, proclamó la independencia de la isla (Grito de Yara).
Sin embargo, ni Céspedes ni sus seguidores reclamaban la independencia per se,
sino que ésta era, en su ideario, el primer paso para conseguir el
objetivo final: la integración de Cuba en Estados Unidos de América.
Para ello, y tras proclamar la independencia, Céspedes encabezó una
delegación cubana que se trasladó a Washington con intención de negociar
el tratado de unión.
En respuesta, España
incrementó más aún su represión militar tras conocer la revuelta
inspirada por Céspedes, que en abril de 1869 había sido nombrado
presidente de la recién proclamada República. Ello, junto con la
proliferación de luchas internas entre los miembros más destacados de la
revuelta, debilitó el poder de Céspedes, el cual en 1873, fue depuesto
por las autoridades coloniales y, poco después, muerto en el curso de un
enfrentamiento con las tropas españolas.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cespedes.htm
¿Era Carlos Manuel de Céspedes un anexionista? No lo creo. Sus acciones y su ideario independentista contradicen lo que dice esta biografía que hoy he publicado con ánimo de indagar sobre este asunto.
Esperanza E Serrano