“Desiderata”
El filósofo y abogado estadounidense Max Ehrmann, escribió este maravilloso poema "Desiderata" en 1927 el texto nunca se publicó mientras él estuvo vivo. Solo vio la luz hacia 1948, cuando su esposa publicó sus poemas de manera póstuma.
Por un error, un presbítero de Maryland recopilo varios poema para ser cantados en Navidad, fechado erróneamente en 1692 pensó que el poema databa de ese año y era escrito por un monge anónimo, y que éste había sido encontrado en la Iglesia de San Pablo, El poema se publicó en un diario local, donde salto el error y el verdadero autor era Max Ehrmann, un americano de origen alemán autor del poema.
Desiderata es un vocablo en latín que significa, "cosas que se desean" es un poema de paz, amor, sosiego da tranquilidad, se medita y da temple y voluntad a los que lo leen, se decía cosas así, en el movimiento hippie que lo popularizó en los años 60's
Acá el texto completo del poema
“Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
la vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto.
Esfuérzate por ser feliz“
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