"Tiempo de acabar el Embargo de Cuba"
Cuando mira un
mapa del mundo, el Presidente Obama debe sentir angustia al contemplar el
lamentable estado de las relaciones bilaterales que su administración ha
intentado reparar. Sería sensato que el líder estadounidense reflexione
seriamente sobre Cuba, donde un giro de política podría representar un gran
triunfo para su gobierno.
Por primera vez
en más de medio siglo, cambios en la opinión pública estadounidense y una serie
de reformas en Cuba, han hecho que sea políticamente viable reanudar relaciones
diplomáticas y acabar con un embargo insensato. El régimen de los Castro ha
usado dicho embargo para excusar sus fallas y ha mantenido a su pueblo bastante
aislado del resto del mundo. Obama debe aprovechar la oportunidad para darle
fin a una larga era de enemistad, y ayudar a un pueblo que ha sufrido
enormemente desde que Washington cortó relaciones diplomáticas en 1961, dos
años después de que Fidel Castro llegó al poder.
En años
recientes, el deplorable estado de su economía ha obligado a Cuba a implementar
reformas. El proceso se ha vuelto más urgente a raíz de la crisis financiera en
Venezuela, dado que Caracas le proporciona petróleo subsidiado. Con el temor de
que Venezuela tenga que recortar su ayuda, líderes en la isla han tomado pasos
importantes para liberalizar y diversificar una economía que históricamente ha
tenido controles rígidos.
Al mismo
tiempo, el gobierno cubano ha comenzado a permitir que sus ciudadanos se
empleen en el sector privado y que vendan propiedades como automóviles y casas.
En marzo, la Asamblea Nacional de Cuba pasó una ley con el fin de atraer
inversión extranjera. Con capital brasileño, Cuba está construyendo un puerto
marítimo, un enorme proyecto que solo será económicamente viable si se
suspenden las sanciones estadounidenses. En abril, diplomáticos cubanos
comenzaron a negociar los términos de un tratado de cooperación que esperan
firmar con la Unión Europea. Han asistido a las primeras reuniones preparados,
ansiosos y conscientes de que los europeos van a pedir mayores reformas y
libertades ciudadanas.
El gobierno
autoritario sigue acosando disidentes, quienes frecuentemente son detenidos por
períodos cortos. La Habana no ha explicado la sospechosa muerte del activista
político Oswaldo Payá. Pero en años recientes el gobierno ha liberado a la
mayoría de los presos políticos que llevaban años tras las rejas.
El año pasado
se flexibilizaron las restricciones de viaje para los cubanos, lo cual permitió
que disidentes prominentes viajaran al exterior. En la actualidad, existe un
ambiente de mayor tolerancia para aquellos que critican a sus líderes en la
isla, pero muchos aún temen las repercusiones de hablar francamente y exigir
mayores derechos.
El proceso de
las reformas ha sido lento y ha habido reveses. Pero en conjunto, estos cambios
demuestran que Cuba se está preparando para una era post-embargo. El gobierno
afirma que reanudaría con gusto las relaciones diplomáticas con Estados Unidos
sin condiciones previas.
Como primer
paso, la Casa Blanca debe retirar a Cuba de la lista que mantiene el
Departamento de Estado para penalizar países que respaldan grupos terroristas.
Actualmente, las únicas otras naciones en la lista son Sudán, Irán y Siria.
Cuba fue incluida en 1982 por su apoyo a movimientos rebeldes en América
Latina, aunque ese tipo de vínculos ya no existen. Actualmente, el gobierno
estadounidense reconoce que La Habana está jugando un papel constructivo en el
proceso de paz de Colombia, sirviendo de anfitrión para los diálogos entre el
gobierno colombiano y líderes de la guerrilla.
Las sanciones
por parte de Estados Unidos a la isla comenzaron en 1961 con el objetivo de
expulsar a Fidel Castro del poder. A través de los años, varios líderes
estadounidenses han concluido que el embargo ha sido un fracaso. A pesar de
eso, cualquier iniciativa para eliminarlo ha traído consigo el riesgo de
enfurecer a miembros del exilio cubano, un grupo electoral que ha sido decisivo
en los comicios nacionales. Sin embargo la generación de cubanos que defienden
el embargo está desapareciendo. Miembros de las nuevas generaciones tienen
distintos puntos de vista, y muchos sienten que el embargo ha sido
contraproducente para fomentar un cambio político. Según una reciente encuesta,
el 52 porciento de norteamericanos de origen cubano en Miami piensan que se
debe terminar el embargo. Una amplia mayoría quiere que los países vuelvan a
tener relaciones diplomáticas, una posición que comparte el electorado
norteamericano en general.
Cuba y Estados
Unidos tienen sedes diplomáticas en sus capitales, conocidas como secciones de
interés, que desempeñan las funciones de una embajada. Sin embargo, los
diplomáticos estadounidenses tienen pocas oportunidades de salir de la capital
para interactuar con el pueblo cubano y su acceso a los dirigentes de la isla
es muy limitado.
En 2009, la
administración Obama tomó una serie de pasos importantes para flexibilizar el
embargo, facilitando el envío de remesas a la isla y autorizando a un mayor
número de cubanos radicados en Estados Unidos a viajar a la isla. También creó
planes que permitirían ampliar el acceso a telefonía celular e internet en la
isla. Aún así, sería posible hacer más. Por ejemplo, se podría eliminar los
límites a las remesas, autorizar mecanismos de inversión en las nuevas
microempresas cubanas y expandir las oportunidades para norteamericanos que
deseen viajar a la isla.
Washington
podría hacer más para respaldar a las empresas norteamericanas que tienen
interés en desarrollar el sector de telecomunicaciones en Cuba. Pocas se han
atrevido por temor a las posibles repercusiones legales y políticas.
De no hacerlo,
Estados Unidos estaría cediendo el mercado cubano a sus rivales. Los
presidentes de China y Rusia viajaron a Cuba en julio con miras a ampliar
vínculos.
Reanudar
relaciones diplomáticas, para lo cual la Casa Blanca no necesita respaldo del
Congreso, le permitiría a Estados Unidos ampliar áreas de cooperación en las
cuales las dos naciones ya trabajan conjuntamente. Estas incluyen la regulación
de flujos migratorios, operaciones marítimas e iniciativas de seguridad de
infraestructura petrolera en el Caribe. El nivel y envergadura de la relación
podría crecer significativamente, dándole a Washington más herramientas para
respaldar reformas democráticas. Es factible que ayude a frenar una nueva ola
migratoria de cubanos desesperanzados que están viajando a Estados Unidos en
balsas.
Una relación
más saludable podría ayudar a resolver el caso de Alan Gross, un experto en
desarrollo que lleva casi cinco años detenido en la isla. Más aún, crearía
nuevas oportunidades para fortalecer la sociedad civil, con lo cual
gradualmente se disminuiría el control que ejerce el estado sobre la vida de
los cubanos. Si bien la Casa Blanca puede tomar ciertos pasos unilateralmente,
desmantelar el embargo requeriría una acción legislativa en Washington.
En abril,
varios líderes del hemisferio se reunirán en Ciudad de Panamá con motivo de la
séptima Cumbre de las Américas. Varios gobiernos de América Latina insistieron
en invitar a Cuba, rompiendo así con la tradición de excluir a la isla por
exigencia de Washington.
Dada la
cantidad de crisis a nivel mundial, es posible que la Casa Blanca considere que
darle un giro sustancial a su política respecto a Cuba no es una prioridad. Sin
embargo, un acercamiento con la isla más poblada del Caribe que incentive el
desbloqueo del potencial de los ciudadanos de una de las sociedades más
educadas del hemisferio, podría representar un importante legado para la
administración. También ayudaría a mejorar las relaciones de Estados Unidos con
varios países de América Latina y a impulsar iniciativas regionales que han
sufrido como consecuencia del antagonismo entre Washington y La Habana.
Aún así, a raíz
de la invitación a Cuba a la cumbre, la Casa Blanca no ha confirmado si Obama
asistirá.
Tiene que
hacerlo. Sería importante que hiciera presencia y lo considerara como una
oportunidad para desencadenar un logro histórico.
Buenas tardes, la presente es para solicitar que se retire de su blog esta entrada http://www.anhelos-y-esperanzas.com/2012/10/carta-de-un-joven-venezolano-henrique.html soy la persona que la escribió y me gustaría que me deje un mail para poder confirmarle mi identidad y solicitarle que borre esa entrada de su blog si es tan amable, quedo atento a su respuesta
ResponderEliminarRicardo si esa es su voluntad, la retiro, pero creo que en el momento que la escribió merecía la pena publicarla. En Venezuela el panorama político ha cambiado mucho. Quizás el líder ideal para esta etapa de la lucha y de la historia, no es H. Capriles. Eso lo sabrán ustedes mejor que yo.
ResponderEliminarPuede escribirme a
esperanzase@gmail.com
Saludos
Esperanza