Los Incidentes de la tarde de ayer en el Pabellón Chicago de la Universidad de Illinois son una clara demostración de hasta dónde la izquierda socialista ha penetrado las universidades de este país.
Los estudiantes se organizaron a través de internet para acudir en masa (erán mas de mil) al Pabellon Chicago para protestar énergicamente en contra de Donald Trump y sus seguidores. El plan orquestado consistía en crear el caos, el desorden, atacar a los seguidores de Trump gritando improperios de todo tipo, a la vez que enarbolaban pancartas con consignas anti-Trump. El objetivo principal era impedir que se efectuara el encuentro de Donald Trump con mas de 20 mil de sus seguidores. El plan de los estudiantes fue muy efectivo. Lograron el objetivo y están cantando victoria a través de los medios.
Fue un verdadero acto de repudio, algo que yo pensé que jamás vería en este país. Una tremenda violación al derecho que tenemos todos a la libertad de reunión y de expresión.
Donald J. Trump está en todo su derecho, como ciudadano y como candidato presidencial a reunirse con un grupo de sus seguidores y expresar libremente sus criterios y proposiciones para resolver los problemas que nos afectan a todos. Este derecho fue violado por un grupo de jóvenes que al parecer, a pesar de su nivel universitario no conocen la Constitución de este país, o si la conocen, actuan ex-profeso e impunemente en contra de ésta.
Creo que esos jóvenes están respondiendo a intereses políticos, sociales y económicos de los grupos anti Trump no solo de izquierda sino también del ala extremista del GOP.
Todos tenemos derecho a la libertad de expresión siempre y cuando este derecho no viole los derechos de otros a expresarse libremente. Los organizadores de la campaña de D. Trump, escogieron el lugar y la hora del encuentro previo acuerdo con la Universidad y con los simpatizantes de Donald Trump. Ese espacio debió respetarse, no era el lugar para manifestaciones anti Trump.
Mas que una manifestación pasiva, fue un acto de violación, una provocación a todas luces en busca de respuestas violentas. Si no se toman las medidas adecuadas, este acto sentará terribles precedentes en estas elecciones y las venideras.
Esos muchachos, si querían expresar su repudio a Donald Trump, debieron manifestarse pasivamente en las afueras del Pabellón. Está claro que el objetivo era crear el caos, provocar la violencia, la indisciplina social, evitar que Donal Trump hablara, callarlo desafiándolo públicamente y con ello crear un estado de exhaltación, de indignación, de respuesta violenta por parte de los que se sintieron agredidos en sus sagrados derechos de la libertad de expresión y de reunión que nos da la Constitución de este país. Vieja táctica empleada en el mundo entero por parte de la izquierda. Violan los derechos de otros y cuando estos responden entonces se presentan cómo víctimas.
Los medios de comunicación y los otros candidatos republicanos: Ted Cruz, Marco Rubio, y J. Kasich, inmeditamanete salieron a señalar a Trump como responsable de lo sucedido. Qué pena!
Me pregunto ¿Qué pasará si los seguidores de Donald Trump, cansados de tanta suciedad nos dedicamos a boicotear los mítines de los otros candidatos usando los mismos métodos de provocación y violación de derechos? ¿O es que acaso por ser cristianos tenemos que permitir que nos ultrajen descaradamente? Creo que es hora ya de parar esto. Todo acto de repudio o de violación de derechos, tiene sus consecuencias. Las autoridades tienen que jugar su papel o vamos camino a una guerra civil.
Todo tiene un límite. Estados Unidos de América está en peligro.Hoy más que nunca se hace evidente que nos quieren destruir como nación. Esa agenda comenzó hace mas de 20 años. Es responsabilidad de todos los que amamos a este país y estamos en contra del socialismo-comunismo, salir a defender nuestra libertad, en las urnas o en las calles si es preciso.
Esperanza E Serrano