Marín temía que le inventaran una causa, que "sembraran" evidencias falsas en su hogar para acusarlo de algún delito grave por el cual pudieran sentenciarlo a varios años de prisión. Como ex oficial él conoce muy bien los métodos que se emplean para aniquilar politicamente a los opositores o a los disidentes, a los cuales se les acusa de delitos comunes y se les juzga como criminales, como delincuentes peligrosos enemigos de la sociedad. Se les inventa un expediente falso por cometer un delito grave. Expediente que es "montado" o creado con toda la lógica de un caso criminal. En los tribunales populares se les aplica toda la fuerza de la ley, con una defensa formal que de antemano ya está de acuerdo con la sentencia que dictará el juez de turno. En estos casos los reos son condenados a cumplir largas sentencias, por crimenes que no cometieron, en algún centro penitenciario del país. Cárceles comunes, inseguras, infrahumanas, caracterizadas por el imperio de la violencia ejercida por los guardias y por los propios presos comunes condenados a cadenas perpetuas muchas veces por crímenes que no deben conllevar a penas tan largas. (baste recordar a los tantos que fueron condenados a largos años de prisión por poseer dólares cuando esa moneda estaba prohibida en Cuba. Cubanos acusados de tráfico de divisas y juzgados muchas veces como traidores, a los que les declaraba "peligrosos, enemigos de la patria socialista, mercenarios al servicio del imperio yanqui, etc, etc,).
Sé que algunos ingenuos dudan de las condiciones infrahumanas de las cárceles de Cuba a pesar de que llevamos años denunciando esa realidad. En mi país un preso no es considerado persona. La politica oficialista se ha encargado de que sea valorado como un ser antisocial. Muchas veces el que cae en desgracia, es denigrado y marginado hasta por su propia familia.Y eso bien lo saben los que han pasado por las ergástulas cubanas asi como sus familias que han tenido que soportar miles de vejaciones y de inconvenientes hasta para comunicarse con sus seres queridos cuando han estado presos.
Si en Cuba las escuelas y los hospitales, instituciones que deben gozar de una serie de condiciones higiénico-ambientales carecen de ellas, ¿cómo creen esos ingenuos que serán las de las cárceles? Si la alimentación de los estudiantes (sobre todo la de los que viven internados en las becas) es deficiente, asi como también lo es la de los enfermos en los hospitales y la de los niños en los círculos infantiles, ¿cómo será la de los presos?
¿Cuántas veces hemos denunciado la falta de atención médica a los presos, los abusos, las torturas en los calabozos, la pésima alimentación, la aglomeración en las celdas...? Los problemas a los que se enfrentan los presos en las cárceles de mi país, como otros en muchos lugares del mundo, conforman una larga lista. Pero en nuestro caso, duele ver el descaro del gobierno cubano negando las violaciones de los derechos humanos en toda Cuba, sobre todo cuado se trata de los derechos de los marginados, de los presos. Es un tema largo y muy doloroso.
El caso de Jorge Marín Matos es alarmante. En los videos se puede apreciar el pánico que lo agobia. Quizás esa sea la razón por la cual insistía en aclarar que él no se considera un enemigo de la revolución, sino un disidente con ansias de luchar contra lo mal hecho.
¡Pobre muchacho! Tan lleno de dudas, con tantos sentimientos encontrados, con tantas luchas internas y con esa férrea voluntad de luchar por el bien de los más necesitados, por lo que él considera justo. Si los esbirros defensores del castro comunismo lo acusan de traidor, son capaces de condenarlo, quién sabe por cuántos años, y hasta en el peor de los casos, incriminarlo y presentarlo como un traidor a la patria socialista, enemigo del pueblo, merecedor de la pena máxima.
Que Dios lo proteja y le aclare su entendiemnto para que las fuerzas no le flaqueen cuando tenga que enfrentar lo peor.
Para Jorge Marín mi solidaridad y mi más fervientes deseos de que la suerte le acompañe. Lo va a necesitar.
Esperanza E Serrano