"La única fórmula digna de un pueblo que después de medio siglo sigue en pie de lucha es exigir la salida de los Castro y el castigo ejemplarizante de quienes han sido sus cómplices."
De un tiempo a esta parte se ha desatado, tanto dentro de la Isla como en
el exilio, una erupción de frentes, foros y encuentros que dicen representar una alternativa moderada y pragmática
a la brutal tiranía que nos ha
oprimido por 55 años. Basan sus argumentos en la premisa de que la
confrontación y la violencia no han logrado derrocar a la
tiranía cubana. Según estos señores, como los cubanos no hemos sido
capaces de derrocar a los tiranos por las "malas", nuestra
única alternativa es que nos entendamos con ellos por las "buenas". De
hecho, lo que proponen los promotores de esta comparsa del
apaciguamiento es que confiemos en la comprensión y la compasión de una
gente que se hizo del poder por la fuerza y que ha logrado
mantenerlo por el asesinato y la violencia. Algo tan inaudito como
pedirle a Satanás que nos dé la bendición y nos abra las
puertas del cielo.
En un foro realizado recientemente en una universidad del sur de la
Florida, sus promotores se refieren a los recientes cambios cosméticos de la tiranía como si fueran reales y "consideran
apropiado y oportuno capitalizar y aprovechar esos cambios para
fortalecer la incipiente sociedad
civil cubana, impulsar mayores cambios y fortalecer el emergente sector
privado. Para lograr esto, proponen flexibilizar las sanciones
norteamericanas". Lo de "flexibilizar las sanciones" es una forma solapada de hacer causa común
con los Castro en su desesperada aspiración de que le levanten el embargo con el mínimo de concesiones por parte del régimen.
Para despejar el enigma y desenredar el acertijo analicemos esta
descabellada propuesta. Estos señores dicen que van a "capitalizar y aprovechar esos cambios".
Se
olvidan de que el objetivo de esos cambios ficticios no es otro que
prolongar la tiranía y de que resulta irónico hablar de
"capitalizar" en una sociedad cerrada donde los únicos "capitalistas" y
mandamases son y han sido siempre los Castro y sus apandillados. Se
refieren en el mismo párrafo a "fortalecer la incipiente sociedad civil cubana".
En esa
gigantesca cárcel la sociedad civil está integrada por ciudadanos presos
de un régimen totalitario que monopoliza todos los
recursos en su propio beneficio. Los carceleros tienen las llaves y
deciden quienes entran y quienes salen según las conveniencias del
régimen. Quienes se fortalecen no son los miembros de la inexistente
sociedad civil sino la gentuza corrupta y asesina que integra los
cuadros
de la tiranía castrista.
Más allá de sus intenciones, los proponentes de esta forma
de lidiar con la tiranía castrista demuestran ser unos sinvergüenzas o unos ignorantes de nuestra historia reciente. En
octubre de 1978 se produjo el llamado "primer diálogo" entre un sector
del exilio y la tiranía de Fidel Castro. Los farsantes que promovieron
aquel diálogo se adjudicaron el mérito de haber logrado la
liberación de 3,600 presos políticos. La realidad, según lo demostró el
Dr. Antonio de la Cova y lo publicó
Baracutey Cubano, aquellos presos fueron liberados por gestiones de
representantes diplomáticos del entonces presidente Richard Nixon.
Dieciséis años más tarde, en junio de 1994, 225 arrepentidos exiliados
cubanos se prestaron a participar en la misma
patraña. Bajo el título de "La Nación y la Emigración", viajaron a La
Habana a proferir sandeces en elogio del
régimen y estrechar la mano ensangrentada del asesino de millares de
cubanos. Hoy sabemos que ninguno de esos diálogos condujo al
derrocamiento de la tiranía castrista.
En
un contexto más amplio, los
diálogos con ideólogos de la izquierda totalitaria han terminado siempre
en un rotundo fracaso. En los últimos 30 años
tres gobiernos colombianos han sostenido conversaciones con las FARC
para poner fin a su horrible tragedia de más de medio siglo. En 1984,
cuando el gobierno de Belisario Betancur y las FARC firmaron el Acuerdo
de la Uribe. A mediados de 1991, cuando el gobierno liberal de César
Gaviria dio inicio en Caracas a unos diálogos con la guerrilla que
terminaron finalmente en México sin resultado alguno. En 1999, cuando
el gobierno del presidente Andrés Pastrana acordó con las
FARC lo que se denominó la
agenda del Caguán, cuyas conversaciones fracasaron por las excesivas
demandas de Tiro Fijo. Las actuales conversaciones de La Habana,
utilizadas por Santos como argumento de campaña electoral, constituyen
una interrogante para la que todavía no hay una respuesta
definitiva.
En
la Venezuela del chavismo, y a pesar
de declaraciones en contra de algunos miembros de la Mesa de Unidad
Democrática, el diálogo ha terminado también en el más
absoluto fracaso. El discípulo de los Castro ha utilizado las mismas
mentiras y falsas promesas de sus mentores para ganar tiempo y promover
el
desgaste de la oposición. Con el encarcelamiento de estudiantes y
líderes opositores sin proceso debido han descabezado a la
oposición y neutralizado la embestida brutal de un pueblo valiente y
enardecido que parecía al borde del triunfo. Leopoldo López,
con su llamado a reclamar el control de las calles por el pueblo
venezolano, parece ser la única esperanza de que algún día se
logre la libertad.
Pero
si descabellada es la idea de que se puede negociar con tiranos,
desconcertante es la lista de quienes, sin compartir ni promover la
idea, otorgan credibilidad a sus promotores participando en debates que
sólo benefician a quienes tienen una agenda de colaboración con los
Castro. Quienes se oponen al levantamiento del embargo no van a
cambiar la posición de quienes desean su levantamiento. Quienes
favorecen su levamiento ganan terreno sembrando dudas entre multitudes
que
ignoran la realidad cubana, incluyendo a muchos cubanos.
Quienes
promueven el levantamiento del embargo son los únicos que
saben lo que quieren y hacia donde van. Son los mismos apátridas de
siempre que persiguen el enriquecimiento personal o la notoriedad que
sólo pueden lograr por el tamaño de su cuenta bancaria y no por la dimensión de su
intelecto o su servicio desinteresado a la libertad de la patria.
Estoy
convencido de que, quienes, sin compartir sus ideas, acceden a
participar en estos debates inútiles son unos crédulos que están
perdiendo el tiempo y debilitando la causa de nuestra libertad
verdadera. Una libertad sin compromisos con el pasado tenebroso y sin la
presencia de los mismos que nos han esclavizado por tantos años. En
Cuba no podemos resignarnos a un Vladimir Putin tropical que prolongue
de manera indefinida la tiranía castrista. Porque una tiranía con
careta de democracia duraría más tiempo y sería más difícil de derrocar
que una tiranía a cara descubierta
como la que sufrimos en estos momentos.
Hemos luchado durante muchos años, han padecido cárcel
demasiados cubanos, y han muerto innumerables patriotas para que ahora, cuando la tiranía se tambalea,
vayamos a alzar la bandera blanca de una rendición ignominiosa. La
única fórmula
digna de un pueblo que después de medio siglo sigue en pie de lucha es
exigir la salida de los Castro y el castigo ejemplarizante de quienes
han sido sus cómplices.
No
propongo ningún tipo de masacre sino el justo castigo que merece
ese 5 por ciento del pueblo cubano que, junto a los Castro, oprime en
estos momentos al otro 95 por ciento que sólo desea libertad para
ganarse
el pan y para labrarse su propio destino. Y esa libertad se acelera
negando a la tiranía los recursos para mantenerse en el poder. Cualquier
otra cosa sería una fórmula para el desastre y una alta traición a la
patria.
Sígame en: http://twitter.com/@ AlfredoCepero
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publicación independiente cuyas metas son la defensa de la libertad, la preservación de la democracia y la promoción de la libre
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Este es mi credo:
ResponderEliminarLa única fórmula digna de un pueblo que después de medio siglo sigue en pie de lucha es exigir la salida de los Castro y el castigo ejemplarizante de quienes han sido sus cómplices.
504No me he leido el post completo, pero tuve que parar y contestar en esta parte:
ResponderEliminar"con los Castro en su desesperada aspiración de que le levanten el embargo con el mínimo de concesiones por parte del régimen."
Yo no logro entender en que logica se basan para afirmar que el castrismo esta desesperado por que le levanten en el embargo. A ver, explicare.
Al castrismo lo unico que lo desespera es verse en peligro, perder el poder. Llevan, con embargo unas veces mas fuertes otras menos, 55 años en el poder. 55, donde esta entonces la razon del desespero?
Yo no lo entiendo.
Saludos, amigos. Gracias por la visita y por sus comentarios.
ResponderEliminarArmienne, me encanta saludarte por aqui.
Evelio, con embargo o sin embargo los Castro y su pandilla mafiosa seguirán como dueños absolutos de la isla de Cuba y sus habitantes, hasta que la mayoría del pueblo cubano se levante en pie de lucha y los derrote definitivamente con sus consabidos castigos ejemplarizantes. Mientras tanto todo es más de lo mismo que llevamos padeciendo por más de medio siglo:
Lucha económica entre dos grupos poderosos, unos a favor del embargo disfrutando de todas las prebendas económicas, financieras y políticas que esta posición genera y otro grupo pujando por derrotarlos para apoderarse del control de la isla y todo lo que esto representa económica y políticamente.
El pueblo de Cuba sino despierta del gran letargo y se decide a cambiar su rumbo, seguirá siendo el centro y víctima del gran conflicto mantenido por ambos grupos y sus respectivos acólitos. tontos útiles que danzan en la gran comparsa.
Si miras, con ojo crítico, la imagen que puso `para ilustrar este post, entenderás el simil del gran caos en el que estamos sumergidos los cubanos de a pie de aquí y de allá.
Esperanza E Serrano
Esperanza, saludos. Estoy de acuerdo contigo, lo unico que importa, lo se yo y lo sabes tu, y el regimen, es precisamente que la gente en Cuba primero suelte amarras y les pase por la cabeza levantarse, luego que se organicen para levantarse y finalmente que se levanten para tumbar al regimen. Y eso es a lo que mas teme el regimen y lo que realmente lo desespera.
ResponderEliminarEl regimen ha vivido 55 anos o 53 embargado y esos levantamientos masivo siguen sin darse, creeme, el regimen no tiene desespero por que le levanten el embargo, lo que quiere es que nos entretengamos con el embargo, que gastemos energias en eso, en lugar de planear un levantamiento.
Te fijas como se pone la gente por el embargo que en nada influye ni ha influido en un levantamiento?
No pienso que el embargo sea precisamente para tumbar a los Castro.
ResponderEliminarSi solo disminuye la capacidad de la tiranía para subsistir, es funcional.