La emboscada que llevó a cabo Micah X.
Johnson y posiblemente otros sujetos convirtió en un infierno la noche
del 7 de julio en Dallas, Texas, en medio de las protestas contra la
violencia policial.
© ContactoMagazine.com
Revista Digital Latina desde 1998
Los Angeles, California
© ContactoMagazine.com
Revista Digital Latina desde 1998
Los Angeles, California
Cuatro policías
municipales y uno del transporte público muertos, nueve agentes y dos
civiles heridos, y uno de los atacantes también muerto tras intensas
negociaciones e intercambios de disparos fue el saldo de una noche
trágica para la ciudad de Dallas, Texas, el 7 de julio (2016) en medio
de las protestas recientes por las muertes de dos civiles afroamericanos
a manos de las autoridades en Luisiana y Minnesota.
A las 2:30 de la madrugada del viernes 8 de
julio. Micah Xavier Johnson, un hombre de raza negra de 25 años de edad,
sucumbió tras el estallido de un artefacto explosivo que los policías
enviaron en el brazo de un robot a la cochera del Colegio El Centro,
donde Johnson se había atrincherado durante horas. Era el principal
sospechoso de la matanza de la noche anterior, y había dicho a
negociadores de la Policía de Dallas que quería “matar a gente blanca”,
“matar a policías blancos”, según el jefe policial de la ciudad, David
Brown.
Aparentemente, Johnson no pertenecía a ninguna
organización terrorista ni grupo conocido. Habría actuado de manera
violenta presa de la ira por las muertes recientes de dos ciudadanos
negros en Luisiana y Minnesota. Vivía con su madre en Mezquite, una
localidad cercana a Dallas. Era reservista de las fuerzas armadas sin
antecedentes penales, y frecuentaba un club informal de prácticas de
tiro.
La emboscada contra los policías comenzó a las
nueve de la noche, cuando francotiradores situados en la parte alta de
edificios del centro de Dallas, dispararon sus armas. Otros tres
sospechosos están en manos de las autoridades, pero éstas se han negado a
dar más detalles de los mismos con el argumento de que “no es el
momento apropiado”. Sin embargo, un comandante de la Policía de Dallas
que pidió no ser identificado, dijo al diario local Dallas Morning News
que la agresión fue “una conspiración”, en la que “varias personas
participaron en la planificación, la logística y la ejecución de un
ataque coordinado”.
Según el Fondo Nacional en Memoria de Agentes de
la Fuerza Pública, la noche del 7 de julio fue el día más trágico para
las fuerzas del orden desde los ataques terroristas del 11 de septiembre
de 2001, fecha en que murieron 72 policías.
En la mañana del 8 de julio, los policías muertos
no habían sido identificados oficialmente, pero la familia de Patrick
Zamarripa dio a conocer que este policía de Dallas, veterano de la
guerra de Irak, estaba entre los muertos.
Los precandidatos presidenciales Hillary Clinton,
demócrata, y Donald Trump, republicano, suspendieron sus respectivos
actos de campaña, al conocer de la masacre de policías en Dallas, Texas.
Escándalo por Nuevos Casos de Violencia Policial
La masacre de policías en Dallas comenzó días
después de que dos afroamericanos murieran abatidos por agentes del
orden. En cuestión de horas, los días 6 y 7 de julio de 2016, salieron a
la luz dos nuevos casos de violencia policial contra dos ciudadanos de
raza negra. El primero de ellos y más conocido, fue el de Alton
Sterling, de 37 años, en Baton Rouge, Luisiana. El segundo fue el de
Philando Castile, de 32 años, en Falcon Heights, Minnesota. Las
acusaciones de brutalidad policial no se hicieron esperar, especialmente
entre activistas del movimiento “Black Lives Matter”.
En medio de la confusión y la indignación, surgieron cifras de estos casos. El diario The Washington Post
asegura que en los primeros seis meses de este año, 505 personas han
muerto a manos de agentes policiales en Estados Unidos, 122 de ellas de
raza negra. Por su parte, el diario británico The Guardian
señala que son 558 los muertos, 135 de ellos afroamericanos. Por
supuesto, muchas de las víctimas murieron en enfrentamientos con las
autoridades y eran criminales.
Por otra parte, la organización Officer Down
Memorial Page, que rinde homenaje a los policías muertos en cumplimiento
de su deber, señala que hasta el 6 de julio de 2016 habían muerto 53
agentes del orden, 21 de ellos a manos de criminales armados y ocho por
asaltos desde vehículos.
Muchos medios de Estados Unidos dieron a conocer
más detalles de las dos víctimas civiles de los últimos días. Sterling
vendía discos compactos en las calles y tenía una vida difícil. Era
padre de cuatro hijos y también cocinaba en una iglesia local. Tenía un
extenso historial de asaltos cometidos en su primera juventud, y fue
obligado a registrarse como depredador sexual en septiembre de 2000, por
haber tenido relaciones sexuales con una menor de edad. En esta
ocasión, los policías acudieron al lugar donde Sterling se encontraba,
por una denuncia anónima de que había amenazado con una pistola a un
desamparado, que no quería comprarle un disco compacto. El video que
muestra el momento en que recibe seis balazos en el suelo, no sugiere
que Sterling tuviera una pistola en sus manos. Un agente toma algo de la
cintura de la víctima cuando ya estaba mortalmente herido, pero se
desconoce de qué se trata.Seguir leyendo;
http://www.contactomagazine.com/articulos/masacre-en-dallas0716.htm#.V4BAkzWx82w
© ContactoMagazine.com
Revista Digital Latina desde 1998
Los Angeles, California
No hay comentarios:
Publicar un comentario