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sábado, 6 de octubre de 2012

Venezuela, un país en la encrucijada


 
"No es lo mismo creerse el corazón de la patria, que llevar la patria en el corazón"
 ( Palabras de Henrique Capriles en su discurso de cierre de campaña el 30 de septiembre del 2012)
 

Venezuela, un país en la encrucijada

 Por; /
Venezuela, convertida en el estado más violento de América Latina tras Honduras, decidirá en estas elecciones del 2012 si pasa página a los 14 años del régimen autoritario y populista de Hugo Chávez.

Los carteles que dicen “zona libre de humo” son cinco veces más grandes que los que prohíben llevar armas en los bares de Caracas, una ciudad donde sus habitantes pierden más de tres horas al día en enormes atascos de tráfico y donde llenar el tanque de gasolina de un todoterreno medio (42 litros de 95 octanos) cuesta 30 centavos de dólar frente al precio de un dólar de una pequeña botella de agua mineral. La capital venezolana es también el lugar donde llevar un ordenador por la calle, sacar un iphone en el metro, incluso un reloj en la muñeca en determinados barrios entrañan el alto riesgo de ser atracado, pero donde tomarse un whisky de 12 años en una de las terrazas más sifrinas (pijas), como la 360, viendo el espectacular panorama que componen el monte Ávila y los rascacielos, sale por poco más de cuatro euros.
El país de la abundancia petrolera, patria de los culebrones televisivos y amante de los concursos de misses hasta el punto de que los bancos ofrecen créditos blandos para operaciones de cirugía estética, se enfrenta desde hace años a una terrible pandemia: la violencia. Venezuela se ha convertido en uno de los países más violentos de América Latina, por detrás de Honduras, pero por delante de México y Colombia, con una tasa de homicidios de 48 por 100.000 habitantes. Solo el año pasado se registraron 19.000 asesinatos. Y el virus de la inseguridad no para de infectar cada vez más a más órganos del cuerpo social.
Ni la policía está a salvo. “Ya ni que estés trabajando uniformado estás seguro. Por eso es que, al terminar la guardia, uno evita llevar prendas alusivas al trabajo. Si los malandros se enteran de que eres policía, saben que estás armado y te van a atacar para hacerse con tu arma”, dice el comisario José Salcedo, que dos veces por semana patrulla por el barrio de Petare, el más grande y hasta hace poco el más peligroso de Caracas. En lo que va de año, al menos 77 policías han sido asesinados en la capital fuera de sus horas de servicio. El móvil de estos crímenes es simple: robo de armas, de chalecos antibalas, motocicletas o de equipos de radio. El último en caer fue el comisario Jesús Carías, de 40 años de edad y 20 de servicio en el Cuerpo Técnico de Policía Judicial, quien sufrió una emboscada el jueves por la tarde cuando volvía del acto de cierre de campaña del presidente Hugo Chávez en pleno centro de la capital.
Muchos de estos asesinatos son ordenados desde las cárceles. “Tenemos información extraoficial de que algunos delincuentes que están presos pagan hasta 10.000 bolívares (unos 1.782 euros) por cada policía muerto, siempre que se les presente la pistola reglamentaria del agente”, dice Manuel Furelos, director de la policía de Sucre, uno de los cinco municipios que forman la zona metropolitana de Caracas.
El poder de fuego de los pranes, término importado al parecer de las cárceles de Puerto Rico para llamar a los presos que controlan el tráfico de drogas y de armas puertas adentro y las redes de extorsión y secuestro que operan puertas afuera, es mucho mayor que el de los policías que patrullan el país. “Dentro de los penales, un rifle semiautomático R15 cuesta unos 30.000 bolívares [más de 5.300 euros], y un FAL [fusil de asalto ligero, usado por el Ejército], unos 25.000 [4.400 euros]. En la cárcel de El Rodeo, en las afueras de Caracas, todos los domingos se recogen 55 bolívares por persona [casi 10 euros] para comprar balas y armas”, asegura José Argenis Sánchez, un exconvicto que ahora preside la organización de derechos humanos Liberados en Marcha.
Los pranes son también los líderes de los grandes motines que desde el año pasado tienen lugar cada vez con mayor frecuencia en las prisiones del país y que el Gobierno trata de sofocar empleando el Ejército. Solo en el primer semestre de 2012 se han cometido 304 homicidios dentro de las cárceles, de acuerdo con las cifras de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), y desde 1999 han muerto violentamente más de 5.000 reos.
Héctor Guerrero, alias El Niño Guerrero, era uno de esos tipos que deciden quién merece vivir y quién debe morir en los penales. Se fugó a mediados del mes pasado, llevándose consigo al parecer a Jimena Araya, un caso clínico. La actriz y modelo, de 29 años, que una vez por semana hacía de vedette en uno de los programas humorísticos más vistos de la televisión, es buscada estos días sin descanso por la policía y la prensa rosa. Han descubierto que lideraba una red de prostitución que tenía como clientes a los presos del Centro Penitenciario de Aragua, a unos 100 kilómetros de Caracas. Rosita, como se la conoce, animaba las noches y los días de la discoteca Tokyo, un garito que funcionaba dentro de la cárcel, donde los presos bebían y bailaban al ritmo de los espectáculos en vivo de bandas como Los Diablitos o Los Inquietos. Los gastos, según la policía, corrían por cuenta de El Niño Guerrero, y a Rosita no se le ha vuelto a ver nunca más por los estudios de televisión.
La inseguridad, unida a la falta de trabajo —el desempleo oficial es del 8%, pero el 43% de la población activa trabaja en la economía informal—, está causando también una diáspora de venezolanos, en su mayoría jóvenes profesionales de clase media, hartos de vivir en un continuo sobresalto y de añadir nuevas rutinas de protección a su vida cotidiana.
Hay empresas que se encargan de hacer la huida más sencilla. La página web venezolana mequieroir.com ofrece información, consejos, testimonios y conferencias a quienes tienen la inquietud inicial de emigrar. Como primer paso, proponen completar una prueba que calibra por igual ánimos y posibilidades. “¿Cuál es la razón principal por la cual pensarías en emigrar de tu país?”, es la segunda pregunta, y dos de las cuatro opciones de respuesta son estas: “A) Bajo ingresos económicos / desempleo. D) Inseguridad social y jurídica, delincuencia”. Una vez completado el cuestionario, se revela la respuesta como el horóscopo del día: “Tú tienes una historia particular de cambio (…). No dejes de leer la sección ‘Emigro con toda la familia’, presente en el capítulo ‘Me quiero ir a trabajar’. Has llegado al lugar correcto”.

Los jóvenes profesionales de clase media huyen del país por la inseguridad
Los venezolanos se están yendo a España, Colombia, Panamá y EE UU, y es la primera vez en la historia del país que se van. Los emigrados solo son mayoría en una ciudad del mundo, El Doral, al sur de Florida, un remedo de la Little Habana de Miami con 45.000 habitantes. No hay estadísticas oficiales de cuántos se han ido, pero cada venezolano tiene una ausencia que contar: un hermano, un amigo, un compañero de oficina. En algún momento de las celebraciones que se hacen en casa es frecuente ver un ordenador encendido y conectado a Skype, y al otro lado, moviéndose en cámara lenta o a la velocidad que permita el ancho de banda, el plano americano del que se fue. Así celebró María Gabriela su cumpleaños, el pasado 26 de agosto, desde Caracas: con Sandra y Antonio desde Madrid y Andreína desde París, todos en la misma pantalla.
El 90% de los graduados de la promoción de médicos de 2007 de la Universidad Central de Venezuela se han ido del país, la mayoría de ellos a España, donde ya, entre 2004 y 2006, habían formalizado su inscripción en el Colegio Oficial de Médicos unos 1.200 venezolanos. De aquella generación, Juraen Aguilar, de 30 años, médico residente de un hospital público de Caracas, fue una de los pocos que decidió quedarse. “Aguantaré hasta que no pueda más”, suele decir. Su sueldo no supera los 250 euros al mes.
El lugar de los venezolanos en la atención médica primaria lo ocupan mayoritariamente los cubanos. Desde 2003, cuando el presidente Chávez creo la Misión Barrio Adentro, uno de los programas sociales bandera de su Gobierno, miles de ellos llegaron a Venezuela para prestar atención en los sectores más empobrecidos del país, que hasta entonces nunca habían tenido acceso directo a los servicios de salud. Actualmente son más de 11.000 y suelen vivir, junto con fisioterapeutas y entrenadores deportivos también venidos de Cuba, en la segunda planta de los módulos que ha construido el Gobierno para la misión en las barriadas de toda Venezuela.
Los cubanos también se han hecho cargo del sistema de identificación, migración y extranjería, del servicio nacional de registros y notarías y de las redes informáticas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). La compañía Albet Ingeniería y Sistemas, SA, cara comercial de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, es la encargada del software “para que Venezuela pueda alcanzar la plena soberanía tecnológica”. En abril de 2010, el exdirector de Protección Civil, el general Antonio Rivero, denunció que había militares cubanos involucrados en las operaciones de la Fuerza Armada Nacional. “En el área de inteligencia, los cubanos enseñan metodología para hacer el trabajo hacia lo interno y lo externo del país. Es un grupo de militares expertos, de diferentes rangos. Por supuesto, esto se está haciendo sin dejar rastro”, dijo Rivero entonces, sin revelar nombres.
Pese a todo, las misiones han sido la gran obra de Chávez. El teniente coronel de paracaidistas llegó al poder tras la implosión del sistema de partidos en 1998, cuando la élite política se engolfó en la cleptomanía. La versión oficial del país destacaba la armonía social de Venezuela, pero la realidad era que la desigualdad, el clasismo y el racismo campaban a sus anchas. Chávez rompió con el mito y puso en marcha planes para reducir el analfabetismo, bajándolo del 6% al 3%; instaló mercados populares con productos baratos y facilitó el acceso al crédito de las clases medias.
En casi 14 años de chavismo, los económicamente débiles han aumentado su poder adquisitivo y su consumo de bienes, pero la oposición argumenta que eso no ha servido realmente para reducir la desigualdad. Ricardo Villasmil, coordinador del área económica de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), opina que Chávez “identificó bien los problemas, pero no supo arreglarlos, sino que los profundizó y manipuló políticamente. Con una inflación cercana al 28%, la más alta de América Latina, y la generalización de subsidios, como ocurre en el caso de la gasolina, resulta que, paradójicamente, se benefician más los ricos que los pobres”, añade.
Para la oposición, tampoco se ha avanzado en el terreno de la educación. Juan Maragall, secretario de Educación del Estado de Miranda, de donde era gobernador Henrique Capriles antes de lanzarse a la carrera presidencial, asegura “que el régimen ha abandonado la enseñanza básica, hay tres millones de adolescentes fuera del sistema escolar y en la mayoría de los casos de muertes violentas, víctima y victimario tienen menos de 25 años”. Maragall también critica que “el Gobierno haya acabado con la carrera docente al designar a los maestros a dedo, en lugar de por concurso como era antes, y crear redes clientelares”.
Pero el gran reproche que hacen muchos venezolanos al presidente es que en su empeño de llevar adelante su proyecto bolivariano, o el “socialismo del siglo XXI”, ha convertido el Estado en una fenomenal máquina de propaganda, excluyendo a todos los disidentes y olvidándose de los problemas reales de la gente.
Durante su mandato, Chávez ha cerrado 34 emisoras de radio y uno de los dos canales más grandes de televisión, y ha acosado cualquier opinión crítica. Además, obliga a todos los medios públicos y privados a emitir en cadena todos sus mensajes a la nación, que en ocasiones han sido hasta de ocho horas, durante las cuales canta rancheras, insulta a sus adversarios políticos o anuncia las grandes obras que en el futuro ejecutará el Estado. Las cadenas, como son popularmente conocidas en Venezuela, son inesperadas, lo mismo interrumpen la telenovela de las nueve que llegan en el último minuto de un partido de béisbol, el deporte nacional. La ONG venezolana Monitoreo Ciudadano ha creado el Cadenómetro, para medir cuántas horas ha acaparado Chávez todas las pantallas y radios del país: desde enero, el comandante ha hablado 109 horas con 23 minutos de forma simultánea, a través de todos los medios audiovisuales del país.
La exuberancia ideológica de Chávez ha tenido como contrapartida el deterioro progresivo de las infraestructuras y servicios públicos. El pasado 25 de agosto, 48 personas murieron abrasadas al producirse una explosión en el patio de tanques de gas de la refinería de Amuay, la más grande de las cinco plantas de refino del país y orgullo nacional de tiempos pasados y mejores; este ha sido el peor accidente que ha padecido la industria en los últimos 30 años. Los venezolanos no dan crédito a que, siendo un país petrolífero, sufran cada vez con mayor frecuencia apagones por “revolucionarios” que sean y tengan que importar gasolina.


“Al aumentar el número de los cortes, ha aumentado también el tiempo de respuesta para solventar la falla. Antes los apagones eran de 10 minutos y ahora son hasta de 10 horas, e incluso hay pueblos que se han quedado hasta dos días sin luz”, dice el ingeniero Miguel Lara, ex gerente general de la Oficina de Planificación del Sistema Interconectado. El otro flanco de las críticas al Gobierno es el mantenimiento de las carreteras, una vez símbolo del desarrollo nacional.
En las urnas se enfrentan hoy dos proyectos de futuro para Venezuela: la vía bolivariana del autoritarismo populista o la recuperación de un sistema democrático y liberal. Tras más de una década dando palos de ciego, la oposición ha encontrado una identidad y un líder popular en Henrique Capriles y ha hecho del pragmatismo y de la eficacia en la gestión su bandera. Asume los avances sociales habidos estos años y salta al ring con un mensaje de reconciliación nacional. Enfrente tiene el gran carisma y tirón popular de Chávez, pese al desgaste de años de ejercicio del poder y el cáncer que le diagnosticaron en junio del año pasado, y los recursos del Estado a su servicio. El resultado de las elecciones marcará el destino del país y tendrá sin duda repercusiones continentales. ¿Quién ganará? Como dicen los venezolanos, “lo más seguro es que… quién sabe”.

13 años de chavismo

VENEZUELA EN CIFRAS
» La población ha pasado de 23,2 millones en 1998 a 29 millones de habitantes.
» La esperanza de vida en 1998 era de 72,16 años. En 2011, 74,30 (puesto 110º mundial).
» El número de viviendas ha crecido en 2 millones, hasta 8,2 millones. De un 6,6% de viviendas inadecuadas se ha pasado al 5,8%.
» En 2001, en un 30,2% de hogares había un coche. Diez años después, el porcentaje baja al 27,7%. En cambio, se duplicó el porcentaje de hogares con motocicleta, del 4% al 8,6%.
» En 1998 había un 50,4% de pobres y un 20,3% de pobres extremos. En 2011, la cifra bajará al 31,6% y al 8,5%, respetivamente.
» Venezuela recibió 685.000 turistas en 1998, 158.000 de ellos de EE UU y 15.000 de España. En 2010, los visitantes bajaron a 510.000. El descenso de turistas estadounidenses es significativo. En 2008 fueron 87.000. Por el contrario, hubo un fuerte incremento de españoles: 67.000.
EDUCACIÓN
» La tasa de alfabetización pasó del 90,9% en 1998 al 93,60% en 2010.
» La escolarización en el curso 2000/2001 en primaria era del 90,7%, y en secundaria, del 53,6%. En el curso 2010-2011 las cifras ascendieron al 93,2% y el 73,3%, respectivamente. Es significativo el incremento en secundaria.
» En 2000 había casi 900.000 universitarios. En 2010 la cifra aumentó hasta los 2.300.000.
ECONOMÍA
» La producción de la compañía estatal de petróleo ha bajado de 3,5 millones de barriles diarios en 1998 a 2,4 millones en 2012. Es el 12º productor mundial.
» En 1998 se exportaron 3 millones de barriles y 1,6 millones ahora. Sin embargo, la compañía estatal ha subido su plantilla de 32.000 trabajadores a 105.000.
» El desempleo en 1998 era del 16,6% y descendió al 7,9% en 2011. El 43% de la población activa está en la economía sumergida.
» La renta per capita en 1998 era de 8.500 dólares (6.537 euros) y en 2011 fue 12.700 dólares (9.768 euros). Venezuela ocupa el puesto 92 en la clasificación mundial.
» El PIB ha pasado de 91.339 millones de dólares (70.255 euros) en 1998 a 315.000 millones (242.289 euros) en 2011.
» La inflación en 1999 era el 20% y se ha disparado al 27,9% en 2011.
» Las importaciones también se han incrementado. En 1998 eran de 16.755 millones de dólares (12.887 euros) y en 2012 casi se han duplicado hasta los 29.930 millones (23.021 euros). Los empleados públicos han pasado de 1 millón en 1998 a 2,5 millones en 2012.
http://internacional.elpais.com/
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http://resultadosbaloto.blogspot.com/2012/10/Pronostico-de-los-resultados-de-las-elecciones-presidenciales-de-Venezuela-2012-por-Angel-Da-Silva-angeldasilva.com.html

¿Por qué no los dejaron entrar?

http://www.oswaldopaya.org/es/up/rosa-osw-rey-1.jpg 
 Rosa, oswaldo, y  Rey, hijos de Oswaldo Payá, no les dejaron entrar al jucio farsa por la muerte de su padre
Es indudable que los sicarios de la tiranía castrista, la fiscalía encargada del juicio y el propio gobierno cubano, temían un cruce de miradas, un  cara a cara, un encuentro pasivo y mudo entre Angel carromero y los hijos de O. Payá. Hay miradas que dicen más que mil palabras. Por eso y por muchas cosas más, no permitieron que los hijos de O. Payá asistieran al juicio.
E.E. Serrano

 Impiden a los hijos de Oswaldo Payá asistir al juicio de Carromero

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/10/05/1315742/impiden-a-los-hijos-de-oswaldo.html#storylink=cpy
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Concluye juicio a Angel Carromero en Bayamo
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http://cafefuerte.com/images/stories/2012/octubre/carromero-display.jpg
Flanqueado por dos agentes de seguridad, Angel Carromero fue conducido al tribunal provincial de Bayamo este viernes. Foto: EFE

El juicio contra el político español Angel Carromero, acusado por el homicidio involuntario de los disidentes Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero, quedó concluso para sentencia este viernes y la sentencia se conocerá en los próximos días.
El proceso judicial se realizó este viernes en el tribunal provincial de la ciudad de  Bayamo en medio de máximos controles de seguridad y detenciones para impedir el acceso de activistas al lugar.
Un comunicado oficial leído anoche en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana dio a conocer que durante el juicio "se examinaron abundantes pruebas documentales, testificales y periciales propuestas por la acusación y la defensa". La nota aparece este sábado en los medios oficiales.
Fuentes oficiales y corresponsales extranjeros que cubrieron el proceso indicaron que la vista oral se extendió por más de ocho horas, y contó con las declaraciones de ocho testigos y 13 peritos.
Fiscalía pide 7 años de cárcel
La fiscalía pidió siete años de cárcel para el acusado. De acuerdo con los reportes de prensa, Carromero admitió que perdió el control del vehículo cuando entró a la carretera en reparación donde se produjo el accidente.
La petición fiscal se basa en que Carromero manejaba a alta velocidad por la carretera donde ocurrió el fatal accidente en las afueras de Bayamo, el pasado 22 de julio.
La defensa pidió la absolución del acusado, aludiendo al mal estado de la carretera.
"Absuélvase a nuestro representado por falta de pruebas y estaría haciéndose justicia", dijo ante el tribunal, Dorisbel Rojas Pérez, abogada de Carromero.
Los abogados defensores pertenecen al Bufete  de Servicios Especializados, pues Cuba no permite el ejercicio de representantes legales extranjeros en sus tribunales.
El desarrollo del juicio fue presenciado por el Cónsul General de la Embajada de España en Cuba, Tomás Rodríguez-Pantoja.
El diplomático español fue citado por un blog oficialista afirmando que "ha sido un juicio procesalmente impecable, limpio y abierto".
"Estoy prácticamente seguro de que va a haber una reducción de la pena, que creo que va a ser considerable a la vista de lo que se ha discutido", declaró Rodríguez Pantoja a la salida del juicio.
Fuente:

martes, 2 de octubre de 2012

Esto es Cuba: Carta abierta denuncia la penosa situación de la Escuela Vocacional V.I.Lenin. Aceite de Muertos

Carta abierta denuncia penosa situación de la Escuela Vocacional V.I.Lenin .http://www.cubanet.org/wp-content/uploads/2012/10/escuelalenin.jpg
 MIAMI, Florida, 2 de octubre (www.cubanet.org) – Con el encabezamiento “Profesores de una escuela” llegó el martes a la redacción de Cubanet un correo electrónico con una carta abierta que denuncia las precarias condiciones en que se encuentra el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin, otrora escuela insignia del régimen cubano.
La misiva, firmada por un supuesto Colectivo D-A-K de profesores de ese instituto, está dirigida al gobernante Raúl Castro y pide que se reenvíe a Cubanet y a los diarios The Miami Herald, en Miami, y Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
“A pesar de que hemos tomado muchas medidas de precaución, le pedimos que no revele nuestra dirección de email”, añade la introducción.
Ni el sitio de internet de estudiantes de la escuela Lenin ni su página de Facebook hacían referencia la mañana del martes al documento.
Cubanet pone a disposición de los lectores la carta de denuncia tal y como fue enviada a nuestra redacción. El texto no ha sido editado o modificado.
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Carta abierta, y encubierta por razones obvias, de un grupo de profesores del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin, dirigida al Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el General de Ejércitos Raúl Castro Ruz”.
Enterados de la existencia de una “Carta abierta del Servicio de Cirugía General del Hospital Calixto García, al Primer Secretario del PCC y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz”, hemos decidido seguir ese ejemplo.

En enero de 1974, cuando se inauguró nuestra institución, los estudiantes contaban con todos los medios y los recursos más importantes para su aprendizaje. En aquella época éramos los únicos del país que teníamos laboratorios para cada una de las asignaturas que se impartían, incluida una sala para el aprendizaje de idiomas. Hoy en día, la situación de nuestras instalaciones es penosa y decadente.
Los dormitorios de los estudiantes se acercan a la imagen de las pocilgas de los preuniversitarios en el campo, al norte de La Habana e Isla de Pinos. Los profesores no contamos con medios para impartir clases con calidad al tiempo que asistimos a una degeneración de los valores y los principios más básicos de los seres humanos. Hoy, cualquiera de nuestros estudiantes, dedica su fin de semana a buscar unos dolores que le permitan sobrevivir de lunes a viernes en nuestra prestigiosa institución. Si, tenemos estudiantes que se prostituyen con extranjeros. Algunos muy inteligentes y capaces de alcanzar grandes cosas en la vida con su esfuerzo intelectual, y eso nos causa mucha tristeza.
Algunos estudiantes privilegiados, que tienen internet en sus casas, ponen en jaque constante a sus educadores con los conocimientos que han adquirido en la red. La mayoría de nosotros jamás hemos contado con esa posibilidad. Tenemos que enterarnos por boca de nuestros pupilos, de que los denominados Jacobinos de la Revolución Francesa, son los primeros izquierdistas. Que “la izquierda, nació precisamente por cuenta de la prensa inglesa al referirse al lugar donde se sentaban estos, los menos conservadores; a la izquierda del Parlamento Francés. ¿Cual es nuestra credibilidad, si ni siquiera nosotros mismos recibimos esos conocimientos tan elementales e importantes de la historia?
Aquí empiezan las diferencias, unos pocos privilegiados reciben información sin destilar, para que ellos piensen y saquen sus propias conclusiones, mientras que otros están sometidos a una educación anticuada y predigerida, venidas en libros de textos desgatados y con un alto contenido ideológico. Esos pocos son libres y estarán preparados mejor para enfrentar el futuro, mientras que otros tratarán de brillar dentro de  un sistema educacional opaco, propio de la inquisición. ¿De que manera nos paramos frente a un grupo de estudiantes para impartir conocimientos, si entre estos sobresale la sonrisa de un pícaro y nos dice: estás desactualizado(a)?
Queremos manifestar que estamos en contra de las diferencias entre estudiantes en cuanto al alcance de la información. Eso crea elites de conocedores, por encima de sus educadores. O todos tienen acceso a la Internet, incluidos los profesores, o nadie más debería tenerlo. Eso sería lo más justo dentro de las posibilidades reales de nuestro Estado cuyo nombre correcto es: “Estado Socialista”. En cualquier caso preferimos la primera opción.
Creemos que el deterioro de la educación, no sólo en nuestro centro, sino en toda la nación, es responsabilidad, sin escusas políticas, de nuestro gobierno. Y es al gobierno al que le queremos exigir, desde nuestra humilde posición de educadores de las generaciones del mañana, que tome cartas en el asunto y acabe de resolver estos problemas.
Estamos consientes de las dificultades que acarreamos por cuenta de la crisis de la economía mundial, pero no queremos ser menos que nuestros colegas de otras partes del planeta. Nosotros deseamos igualarnos a sus reclamos respecto a sus respectivos gobiernos. Nos sentimos a muchos pasos detrás de ellos, porque estos colegas no tienen que preocuparse por cosas tan simples como el acceso a la información, pero aun así estamos en la misma batalla, que no es una batalla de ideas, es batallas de derechos.
 
Sabemos que muchos países pobres de África no tienen problemas con el acceso a la Internet. Nos ha molestado esterarnos a través de terceros, que nos han tomado el pelo con la historia de la fibra óptica; aquel cable que vendría por de bajo del mar desde Venezuela.
Exigimos, consientes de que esta carta nunca será publicada dentro de la prensa cubana, que se nos de una respuesta, pero una respuesta con acciones y no con palabras. Nuestros jóvenes, ya están en desventaja con los jóvenes de otras partes del mundo, y al menos este grupo de profesores, no quiere sentirse responsable de no haber hecho nada para cambiar ese designio.
Hemos tomado la decisión de enviar esta carta al extranjero, para llamar la atención del mundo y que de esta manera, usted, compañero Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se entere de ella. No queremos ser tildados de traidores o profesores al servicio del imperialismo, porque muchos de nosotros somos miembros del PCC, y estamos orgullosos de serlo, y aunque otros no estén de acuerdo con nuestras ideas, nosotros sabremos respetarlos.
Note usted, que no hemos trascendido a demandas políticas, y nos adherimos exclusivamente a estas demandas relacionadas con la pedagogía.
Colectivo D-A-K de profesores del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin.
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ACEITE DE MUERTOS



Aceite de muertos

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org –Algunos de los cubanos que compran aceite vegetal en el mercado negro, para complementar la magrísima cuota mensual vendida a través de la libreta de racionamiento, consistente en un cuarto de litro por persona, se están absteniendo de hacerlo.
¿Los motivos? Corren rumores sobre el robo de decenas de metros cúbicos del lubricante utilizado en la cremación de cadáveres, por parte del departamento de necrología.
“Por si acaso, yo no voy a comprarle aceite a nadie, aunque me lo vendan a mitad de precio. Aunque me salga más caro, tender que ir a la tienda y pagar el litro a 2.40 CUC” (poco más de 3 dólares).
“Es la única garantía que tengo de que estoy cocinando con un producto legítimo. No puedo corer el riesgo de enfermar a mi familia”, expresó Daisy, vecina y cliente fija de los tres o cuatro sitios en el barrio donde se vende aceite vegetal a granel, robado de los diversos centros estatales donde se produce.
“No quiero ni pensar en la posibilidad de comerme unos plátanos fritos con la grasa destinada para esos asuntos. Dios me ampare”, concluyó.
No se sabe si el rumor tiene alguna base real, o si es una simple bola que alguien hechó a rodar, pero, tratándose de Cuba, no está de más tomar precauciones. Todos saben que aquí se ha vendido carne de aura tiñosa con pan, como si la carne fuese de otra ave comestible; o pez gato como si se tratara de pescado de mejor calidad; o picadillo (carne molida) de muy dudosa procedencia, entre muchas otras estafas. Los anteriores son conocidos ejemplos del riesgo colateral que enfrentan los que –debido a la carencia de dinero y ofertas- optan por comprar en el mercado negro, a veces a personas sin escrúpulos.
Las adulteraciones y las estafas son aquí constantes y variadas. Recuerdo a un amigo que, hace varios meses, compró un jabón a un vendedor ambulante y terminó en la consulta de dermatología, con serias lesiones en brazos y piernas. Al no ser suficiente las uñas para calmar la enloquecedora picazón causada por el jabón, tomó un peine se rascó hasta desgarrarse la piel. La necesidad de ahorrar para estirar su magro salario lo hizo tomar la fatal decisión que todavía lamenta.
La falta de una cultura de respeto al consumidor, combinada con una multitud de disparatadas reglas económicas, han enraizado entre nosotros la deshonestidad.
“Mientras no haya verdadera propiedad privada, seguirán sucediendo estas cosas. Cada vez estamos peor. El país requiere una reestructuración completa, un total reordenamiento de la escala de valores. Y para eso, hay que ir a una revisión profunda de las leyes”, dijo un abogado que presta servicios en un bufete colectivo de La Habana Vieja, a condición de no revelar su identidad.
“Las ilegalidades seguirán en aumento, y como telón de fondo, el mismo discurso que habla de éxitos más vaporosos que el humo de este cigarro”, afirma con sarcasmo Daniel, mientras que exhala una nube blanca desde sus pulmones. Según sus palabras, su diploma de Licenciatura en Historia, que obtuvo hace muchos años, ha sido un pasaporte a la mendicidad.
“Yo no puedo estar pensando de dónde se robaron el aceite; ni para qué lo utilizan. Mientras no me envenene, toda está bien. Precisamente, en estos días voy a comprar medio litro. El riesgo es parte de mi guerra cotidiana contra la miseria. Mi pensión de jubilado no me da para más.¿Qué son 200 pesos, menos de 12 dólares al mes? Como está la vida en Cuba, eso es como tener un “menudito” en los bolsillos”, resume Daniel.
Así las cosas, cabría pensar que se verán afectadas las ganancias de los que se dedican al negocio de la venta de aceite robado. Pero, dentro de esta tragicomedia cubana, habrá muchos que, víctimas de la necesidad, se arriesgarán a comprar cualquier cosa, siempre que sea más barata, a pesar de las bolas.
Los muchos clientes asiduos de los vendedores de aceite en el mercado negro, se debaten entre la necesidad y los escrúpulos. Por el momento, en mi barrio, parece que va ganando la necesidad.
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Nota:
Desde mi punto de vista, la carta aborda  pequeños problemas dentro del gran caos que reina en el sistema de educación  en Cuba. Los supuestos profesores-educadores  de la Lenin se quejan por  la  carencia  de recursos técnicos para sus clases, entre ellos el acceso a internet, se quejan del deterioro de la instalación (como si fuera el único centro educativo en ruinas), y se quejan de la práctica de la prostitución o  el jineterismo de los jóvenes estudiantes  de la Lenin, como si fueran diferentes al resto de los jóvenes cubanos que también se prostituyen día  a día para comer.  La carta es, ante todo,  un fiel reflejo del miedo que padecen los "educadores" asalariados de la dictadura. Le aclaran a Raúl, para evitar que los tilden de contrarrevolucionarios y para no ser confundidos con los opositores al régimen:
 "Note usted, que no hemos trascendido a demandas políticas, y nos adherimos exclusivamente a estas demandas relacionadas con la pedagogía"

De cobardes como esos está llena la isla. Mientras el colectivo de profesores de la Lenin se lamenta  por los "problemas que enfrentan diariamente en su trabajo, en las calles corre el rumor del robo de una considerable cantidad de aceite para quemar a los muertos y que posiblemente será vendido en el mercado negro como aceite vegetal para el consumo humano. Rumor que me lleva a la duda;
¿Será una bola lanzada por el propio gobierno para que la gente coja miedo y no compre aceite en el mercado negro? O ¿Será cierto que una vez más los inescrupolosos desesperados por hacer dinero fácil son capaces de vender como bueno para el consumo humano, un aceite que solo sirve para quemar muertos?
En Cuba todo es posible. Allá todo se vale, desde la cobardía, la defachatez, el robo, el simulacro de una huelgade hambre para conseguir financiamientos desde  afuera, el jineterismo, la corrupción, etc., hasta las absurdas leyes impuestas por un gobierno totalitario que lleva más de 53 años gobernando como dueño absoluto de todo el país, incluyendo la vida de sus habitantes.
Esperanza E Serrano

sábado, 29 de septiembre de 2012

"Hasta ahora la suerte de Henrique Capriles está a su lado".


 
Boris Muñoz: Hasta ahora la suerte de Henrique Capriles está de su lado.


Un bongo remonta el Orinoco. De pie en la proa, sujetando el amarre mientras la pequeña embarcación se abre paso por el ancho río, va Henrique Capriles Radonski, rival de Chávez en las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, y, para muchos de quienes lo esperan en la orilla, el próximo presidente de Venezuela. A medida que la proa enfila hacia el puerto de la Arenosa y el encuentro con sus conciudadanos se hace inminente, el candidato saluda, derrocha sonrisas y regala besos que son atajados en el aire por jóvenes mujeres al borde del desmayo.
Son las 10.30 de la mañana en Caicara del Orinoco. A pesar de su lugar en la historia patria, el pueblo no es gran cosa. Después de muchos años y muchos gobiernos sigue teniendo cierto aire de abandono. Algunas de sus calles aun son de tierra pisada y cuando llueve se inundan dejando inmensos charcos de aguas mohosas por los que pasean perros famélicos de mirada arrepentida. Pero en una campaña electoral como la venezolana, Caicara tiene una connotación especial. Después de Ciudad Bolívar, antigua Angostura,  Caicara del Orinoco fue el pueblo más visitado por el Libertador durante la gesta de Independencia entre 1811 y 1824.
Capriles Radonski salta ágilmente de la nave y un instante después se encuentra encaramado en un diminuto templete, mientras a sus pies una compacta pero ardorosa multitud lo aclama con gritos eufóricos. Muchos intentan hacerle llegar papeles solicitando su ayuda. Otros simplemente lo escuchan bajo elegantes sombrillas que los protegen del implacable sol de la zona tórrida. “Chávez se acabó”, dice un antiguo militante del histórico partido Acción Democrática. He escuchado expresiones muy parecidas durante las giras en días recientes, pero ninguna tan categórica.
Quizás es muy temprano para anunciar una muerte política del hombre fuerte de la revolución bolivariana. Chávez siempre ha sido un peso pesado de las campañas y sigue punteando en los sondeos. Capriles Radonski, sin embargo, lo ha sorprendido, moviéndose con la agilidad de un peso ligero en el ring electoral y acercándosele día a día en una campaña sin tregua haciendo posible para la oposición venezolana la esperanza de ganar el 7 de octubre. Ese es su principal reto como candidato. El segundo no es menor: si pierde, debe perder ganando. Es decir, debe ofrecer un resultado tan cerrado como para convertirse en líder indiscutido de la oposición y, al mismo tiempo, en la paradójica opción natural para suceder a Chávez ante su virtual ausencia del escenario político.
En el templete, Andrés Velásquez, un diminuto pero infatigable político y actual candidato a la gobernación del estado, recuerda los problemas que sufre Caicara: centros educativos en la ruina, cortes de luz y agua en el estado de mayor generación hidroeléctrica y con las mayores reservas del vital líquido del país, criminalidad sin freno.
Un minuto después se inicia una asamblea ciudadana en la que los vecinos plantean sus agonías. Edgar, el sindicalista, invita al candidato a comprometerse con la recuperación de las empresas básicas –siderúrgica y de producción eléctrica–, mayores fuentes de trabajo de la zona. Hay indígenas que depositan en él sus esperanzas en un idioma de sonidos dulces pero incomprensibles a mis oídos. Una maestra jubilada habla por las madres del pueblo que en lo que va de año han perdido ya 17 hijos asesinados. Otra mujer le recuerda que no debe prolongar su soltería y ofrece presentarle a su hija soltera en edad de merecer.
Capriles Radonski escucha en silencio y anota todo lo que puede en un cuaderno. Luego toma el micrófono y otea el mar de rostros, banderas y pancartas. “Buenos días a todos. Dios bendiga a Caicara del Orinoco”. Y uno a uno, de un modo sistemático, responde a los planteamientos expuestos. Más adelante desmiente la campaña del gobierno según la cual si llegara a ser presidente eliminaría las misiones, populares programas sociales creados por Hugo Chávez. “Las misiones son del pueblo. El gobierno tiene otra misión. La misión miedo para que ustedes no voten por un país mejor”. A mi lado se encuentra Jesús Urbina, un hombre de piel curtida quien también lleva una camiseta de AD. “¿Es usted adeco, porque según el dicho, “adeco es adeco hasta que se muere!”, lo sonsaco. “Soy Caprilero”, dice acuñando un neologismo, “Me gusta lo que este muchacho ofrece para arreglar la inseguridad. Hay demasiada violencia en este pueblito”.
El líder los anima a dejar atrás lo que llama 14 años de mal gobierno y adoptar el progreso con el que él dice soñar. Son las 11 y el acto está por terminar. Un hombre grita: “!Por un presidente que no hable tanta paja, carajo!”.
Capriles Radonski busca abrirse paso entre el corazón de la masa pero es casi imposible. Por fin, los muchachones que lo resguardan logran arrancarlo a la turba y llevarlo hasta el microbús que lo transportará el resto del día por el noroeste del enorme estado Bolívar. Van 42 días de campaña en los que Capriles Radonski ya ha dado una vuelta al país visitando 133 pueblos. Pero cuando estas líneas sean publicadas serán más de 200 o quizás 300 y el candidato habrá ya dado tres vueltas al país.
La evolución de HCR
Las opiniones sobre Capriles Radonski están lejos de ser universales, pero nadie pone en duda que es un político de raza. Hace un año en las filas opositoras pocos apostaban por él. Gracias a su enérgica campaña hoy es un líder nacional. En realidad, Capriles Radonski no dejó nada al azar en su ruta hacia la candidatura presidencial. Mientras la oposición venezolana se desgarraba en luchas internas, él se apartó de la polémica. Durante cuatro años recorrió intensivamente el estado Miranda, del cual fue electo gobernador en 2008, dedicándose a profundizar programas educativos, de salud y deportivos para un estado densamente poblado, que alberga desde municipios de clase alta hasta enormes barrios y zonas rurales, con grandes necesidades de servicios y obras públicas. El relativo éxito obtenido lo convirtió en una referencia de gestión eficaz.
Cuando lo entrevisté hace un año para un reportaje en esta misma revista, me dijo que Chávez había abandonado la calle mientras él había recorrido cada pueblo de Miranda. Su oportunidad de oro cayó del cielo en forma de un diluvio que asoló buena parte de Miranda –en particular sus zonas costeras- durante la temporada de lluvias de 2010. Capriles Radonski se dedicó a atender la emergencia ante la lenta respuesta del gobierno nacional. Hace pocas semanas al preguntarle por su gestión de gobernador, recordó el episodio: “El presidente vino a aparecer en Barlovento –la población más afectada por las inundaciones– cuando llevaba 15 días bajo las aguas y solo para tomarse unas fotos. Yo estuve allí desde el día uno hasta que solucionamos la emergencia”.
Durante años quienes se oponen a Chávez han enfocado sus ataques en temas ideológicos o políticos, como el estilo autocrático, el enorme control institucional que ejerce, sus relaciones con gobiernos dictatoriales o la exacerbada corrupción en su mandato. Capriles Radonski evadió con disciplina estos asuntos para criticar la ineficiencia del gobierno y, al mismo tiempo, promover una oferta social para todos los venezolanos sin distinción ideológica y partidaria. Era una fórmula en la que nadie creía porque evitaba dar una pelea por principios democráticos que han sido la bandera opositora. Sin embargo, funcionó y lo llevó a triunfar de manera arrolladora en las elecciones primarias de la oposición en febrero pasado.
Cuando se indaga sobre el pasado del Capriles Radonski antes de la política, no se encuentran hazañas personales al estilo de la conquista de alguna cumbre o épicas estudiantiles contra un poder establecido. Pero nadie deja de mencionar su implacable tenacidad y disciplina como el principal resorte de su éxito en la política.
“Era normal en todo, salvo en su acentuado interés por el rugby…y la política”, dice un compañero suyo en la Unidad Educativa El Peñón, un reconocido colegio el este de Caracas. “Siempre estaba pendiente de lo que decían los periódicos. Lo obsesionaban. Ahora me llama la atención también su perseverancia. Cuando a Henrique se le metía algo en la cabeza… siempre terminaba pasando algo. ¿Qué dé un ejemplo de su carácter? Durante el bachillerato Henrique era un gordito del que muchos se burlaban y quien no tenía mayor éxito entre las chicas, pero durante unas vacaciones se puso a trotar y trotó tanto que cuando regresamos a clases se había transformado en el flaco que es hoy”.
Algo parecido sucedió con sus estudios universitarios. Comenzó en la Facultad de Derecho en la Universidad Santa María, un centro de enseñanza muy desprestigiado en aquellos años por haber graduado piratamente a la amante del Presidente de la República de turno. Capriles Radonski me confirmó que se había esforzado para cambiarse a la Universidad Católica Andrés Bello, donde se tituló de abogado, para evitar ser asociado con la mala fama de la Santa María. “Para que veas como son las cosas. En 2007 volví a la Santa María como profesor de Derecho Constitucional y me gustó mucho la experiencia”, me contó en un paréntesis de la gira del estado Vargas.
Una noche, poco antes del viaje a Bolívar, fui a comer chino con un compañero de sus inicios en la política. Al preguntarle sobre las virtudes de Capriles Radonski, mencionó tres: “Primero, aunque parece muy terco reconoce cuando está equivocado y cambia de curso. Segundo, sabe trabajar en equipo delegando responsabilidades. Tercero, es muy leal con sus amigos y trabajadores”. Le pedí que mencionara el defecto que más sobresalía. Se encogió de hombros y me dijo: “Uno quisiera que fuera más ilustrado”. También lo retrató como alguien muy leal y que sabe compensar con perspicacia sus debilidades. “Una vez debía estar en un debate televisado por la alcaldía de Baruta. Henrique no era ducho ante las cámaras y se suponía que la alcaldesa, una consumada actriz de telenovelas, lo arroparía sin ningún esfuerzo. Cuando se inició el debate, la actriz lanzó un speech agresivo y dramático. Pero cada vez que decía algo Henrique en vez de responder discutiendo le sacaba un cartel mostrando en cifras las fallas de gestión y los problemas del municipio. Funcionó. Fue así como ganó el debate y poco después la alcaldía. Típico de David contra Goliath”.
En cambio, cuando se le pregunta a otros políticos sobre Henrique Capriles Radonski, lo primero que comentan es su suerte, pues ha ganado cada una de las 4 elecciones en que ha competido. ¿Es suerte o destino?
El mismo Capriles Radonski me comentó que su familia no lo influyó a la hora de elegir la carrera política. “En mi casa la política no era un tema de discusión. Mi madre se compadeció de mí cuando le dije que a los 18 años me inscribiría en un partido político, algo que no hice, por cierto. Pero seguí el ejemplo de mi primo Armando Capriles, “el pelón”, quien fue diputado del antiguo Congreso de la República y me llevó a trabajar con él. Desde que tengo memoria la política es lo que más me ha interesado. Con el tiempo he comprendido que soy un servidor. A través de la política puedo mejorar la vida de muchas personas. Y esa es mi pasión”.
Sin embargo, hay en su biografía más pedigrí político del que él admite. Otro familiar, Miguel Angel Capriles, fue un poderoso editor y amasó una inmensa fortuna con los populares periódicos y revistas que publicaba su emporio periodístico, La Cadena Capriles, que sigue siendo hoy una de las mayores influencias en la opinión en Venezuela. Miguel Angel Capriles fue un personaje instrumental de la lucha democrática durante la dictadura de Pérez Jiménez y, luego de la caída del tirano, llegó al Congreso como senador.
¿Quién es?
Cualquiera que repare en los dos apellidos del candidato notará que se trata de apellidos judíos. Los Capriles eran sefardíes que migraron a América desde Holanda en el siglo XVIII y se asentaron en Curazao antes de diseminarse por América Latina. Los abuelos maternos Radonski Bochenek  llegaron a Venezuela en 1947. Eran sobrevivientes del Ghetto de Varsovia y el Holocausto, donde perdieron a sus padres y muchos familiares.  Cuando llegaron a Venezuela, el abuelo Radonski prosperó como exhibidor de películas hasta construir uno de los principales circuitos cinematográficos del país. Mientras tanto, los Capriles eran también prósperos empresarios, por lo cual Henrique Capriles Radonski creció en una familia acomodada.
Chávez lo descalifica con la menor excusa. El insulto predilecto es llamarlo majunche, lo que en argot venezolano quiere decir poca cosa, mediocre o donnadie. También lo llama burgués por su riqueza familiar. No conforme con eso injuria sus raíces judías diciéndole cerdo, sinónimo de “marrano”, término utilizado para ofender a los judíos conversos. Uno de los momentos curiosos de la campaña presidencial fue a principios de agosto cuando, durante una virulenta agresión verbal, el presidente, además de burgués, cerdo y fascista, le dijo nazi. Capriles Radonski respondió que él no caería en descalificaciones personales. Chávez –aclaró, no tenía idea de lo que eran el nazismo, mientras que él lo sabía muy bien porque sus bisabuelos Radonski habían sido asesinados por los nazis.
Chávez y sus voceros suelen sacarle en cara constantemente su supuesta participación en el hostigamiento a la embajada cubana durante el golpe contra Chávez el 11 de abril de 2002. Tiempo después de esos hechos, el embajador Germán Sánchez Otero, en representación de su país, instigó un juicio contra Capriles Radonski por haber supuestamente violado la soberanía territorial cubana al entrar furtivamente en la sede diplomática.  En aquel momento, el actual candidato opositor era alcalde de Baruta, el municipio donde se encuentra la misión cubana. En efecto, la casa fue asediada por una turba enardecida que quería entrar por la fuerza y que cortó el suministro de luz y agua. En efecto, Capriles Radonski entró por el muro usando una escalera improvisada. Capriles Radonski alegó que él había sido llamado por el embajador para que como máxima autoridad local atendiera la emergencia. Esta versión es la que tiene más sentido. Incluso un video tomado en el lugar aquel día (y que ha circulado recientemente) muestra al embajador cubano dándole la bienvenida como mediador y pidiéndole que garantizara la seguridad de la embajada a lo que  Capriles Radonski se comprometió. Incluso en el video registra una llamada del embajador de Noruega a Sánchez Otero para ofrecer sus buenos oficios. El cubano le contesta que la situación ya está en vías de solucionarse gracias a la intervención del alcalde. En marzo de 2004 fue ordenado un auto de detención contra Capriles Radonski, quien se entregó a principios de abril y pasó 4 meses detenido sin cargos y en abierta violación del derecho a seguir en libertad mientras no se comprobara su culpabilidad. Simplemente un fiscal pidió su detención y un juez la ordenó. En su caso, las cosas sucedieron al revés de lo normal: fue juzgado después de pasar por la cárcel.
La prohibida
Una semana antes de viajar a Bolívar, acompañé al candidato a una gira de su campaña pueblo por pueblo en el estado Vargas, hasta ahora un tradicional bastión del chavismo. La estrategia general de la campaña de Capriles Radonski es llevar al extremo el roce personal del candidato visitando tantos pueblos como sea posible, especialmente aquellos que Chávez no ha visitado o lleva mucho tiempo sin visitar. La idea es aprovechar la ventaja relativa de su movilidad frente a un Chávez al que le es imposible sobrellevar el paso maratónico y casi suicida de su rival. Pero quien subestime a Chávez comete un serio error. Cuenta con una maquinaria partidista engranada, enormes recursos del Estado venezolano, una plataforma de medios de comunicación y su propio talento de líder carismático corrido en siete plazas, sin contar que no ha dejado de estar en campaña ni un segundo en los últimos 14 años.
Era una mañana fresca en el Junquito, un pueblo de agricultores, famoso por dulces de conserva y su chicharrón de cerdo, donde los caraqueños hacen turismo de fin de semana. En todo el camino vi gente que salía a las calles a festejar la llegada del candidato. Los seguidores de Capriles Radonski llenaron las calles gritando consignas y portando pancartas y afiches, mientras los vendedores ambulantes promocionaban la sensación del momento: una gorra de beisbol con los colores de la bandera venezolana a la que llamaban “la prohibida”, puesto que las autoridades electorales decían que violaba la norma de no hacer proselitismo con símbolos patrios.
Frente a un restaurant de fritangas, le pregunté a dos mujeres que portaban carteles que rezaban Hay un Camino, por qué estaban con Capriles Radonski. Carolina Romero, vecina de la zona, me dijo que desde que Chávez llegó al poder el kilo de queso había subido 700 por ciento de precio. Luego me pidió que contemplara a mi alrededor. “El Junquito era uno de los pueblos más hermosos y tranquilos del país”, me explicó. “Hoy matan gente todos los días. Hay violencia porque el pueblo sigue el ejemplo de Chávez, quien usa un lenguaje violento. La economía se ha empobrecido porque Chávez ataca por el cuello a los empresarios y los ahoga. Fui chavista los primeros cuatro años de su gobierno, hasta que me di cuenta de que Chávez representaba el atraso y quería adueñarse del país”.
La mujer perdía mesura mientras subía de tono y velocidad. Ahora su monólogo era indignado e imparable. Me tomó del brazo y mirándome a los ojos con el ceño fruncido: “Chávez sigue ganando porque tiene a la gente hipnotizada. La hipnotizó con brujería. ¿O qué crees tú que fue lo que él hizo cuando sacó al Libertador de su sarcófago? Fue una operación a medianoche. ¿Por qué no lo hicieron durante el día? Porque era un ritual de brujería para hacer una ganga con los cubanos. Chávez ha regado la brujería…”, dijo sin soltarme el brazo.
De repente, se oyó una bulla de motores, gritos y cornetas a la distancia. El candidato venía corriendo a paso rápido hacia el lugar de la concentración. Pero todo lo que se veía era una especie de cardumen humano que gritaba e intentaba sacar fotos. Por momentos, emergía la gorra tricolor y Capriles Radonski sacaba la mano del tumulto para saludar.
La gente desbordó las calles para escucharlo. Desde las ventanas, balcones y comercios coreaban: “Se ve, se siente. Capriles presidente”. El abanderado del progreso se encaramó en el techo del camión de la mano de Leopoldo López, quien había sido su contendor en las filas opositoras y que ahora suele acompañarlo en la campaña junto con otros líderes opositores. Se había dicho que Capriles Radonski no enamoraba al pueblo ni levantaba pasiones. Pero lo que veía ante mí era una muestra de verdadero entusiasmo.
El aspirante interpeló a los presentes. “¿Hace cuánto tiempo que ustedes no veían aquí a un candidato presidencial?”. La multitud rugió para reprobar a Chávez. Luego, Capriles Radonski pasó revista a los problemas que aquejan al Junquito. La inseguridad: “Queremos un pueblo sin violencia, porque si erradicamos la violencia, todos podemos estar mejor”. El desempleo: “Hay que creer en nuestros agricultores y no en los de otros países. Esta es una tierra maravillosa. Hay que desarrollarla”. La carretera: “Hay que desarrollar la vialidad para que mejore el turismo”.
En un interludio en el que se mostró más coloquial habló de sus idílicas visitas al Junquito en la niñez. Había hecho contacto con el corazón de la gente y era recompensado con aplausos. Leopoldo López lo miraba con una sonrisa complacida.
Este discurso y otros que vi ese día fueron como relámpagos comparados en extensión con los de Chávez. Duraron15 minutos, a lo sumo 20, el tiempo que usa para calentar las cuerdas vocales.
Unos minutos antes del final, recibí indicaciones de esperarlo en su minibús. Adentro reinaba el silencio y la calma, pero de pronto el microbús se estremeció, como sacudido por un sismo. Cuando al fin entra el candidato, tiene un manojo de papeles y cartas en la mano que entrega a su asistentes.
Capriles Randonski me mira con familiaridad y saluda jovialmente como si hace tiempo esperara verme. No bien arrancamos comienza una reunión de campaña im promtu. La actriz Fabiola Colmenares, protagonista de exitosas telenovelas que participa desde hace años en las luchas políticas de Vargas, le dice que el deterioro de la carretera afecta la vida de la gente que pasa hasta cuatro horas para ir a sus trabajos. El candidato reflexiona en voz alta que el tema hay que saber presentarlo, porque para la gente que vive en casas de lata, la vivienda es el tema principal, pero si se les hace ver que la carretera es el camino al trabajo digno, puede entender mejor su importancia.
La discusión del cenáculo da oportunidad para estudiar el rostro del candidato. Las facciones son angulosas.  Dan la impresión de seriedad pero también sugieren una ternura que aflora cuando su portador muestra sus dientes con una enorme sonrisa. Un momento después la sonrisa se ha ido para adoptar una máscara de seriedad y ceño fruncido en la que destacan unos ojos oscuros que absorben lo que ven con una expresión levemente descolocada. Llama la atención una cicatriz que abarca parte del cuello y la mejilla. La nariz es nítida y aguileña. La fisonomía transmite llaneza por encima de otras notas.
Aprovecho una pausa para preguntarle a Capriles Radonski qué le han parecido los actos de Chávez. “No lo verás como me viste hoy a mí corriendo junto a la gente. Solo hace giras en una carroza porque perdió la tolerancia a la masa”.
-¿Cómo es eso?
-No hablo paja. Tengo tiempo estudiándolo. Desde hace 5 ó 4 años su contacto directo con la gente es muy escaso. En Aló Presidente todas las intervenciones espontáneas eran arregladas.
Serpenteábamos por una carretera de curvas pronunciadas. Varios pasajeros se marearon. Paramos un minuto a saludar frente a un restaurant de carretera. Un puñado de seguidores se apiñó en la ventana mientras el candidato lanzaba gorras y balones de futbol y basquetbol. Un hombre lo abordó como si se conocieran. Al cerrar la ventana Capriles Radonski dijo se que llamaba Frank y lo apodaban “El Muerto”. “Era mi carcelero cuando estuve en El Helicoide –la cárcel de la policía política. Su trabajo era vigilarme, pero también me cuidaba diciéndome en quién podía confiar y en quién no. Cuando estás preso tu vida depende de gente así”, dijo.
-La cárcel marcó tu vida y tu carrera política, ¿por qué hablas tan poco de esa experiencia?
-Porque yo no soy egotista. La cárcel me fortaleció de muchas maneras.
-¿A qué te refieres?
- Mi sentido religioso se fortaleció en la cárcel y luego de ella. En prisión te ves ante una encrucijada. O te apartas de Dios o te acercas. Dios te ayuda a no caer en el hueco –señaló haciendo un gesto con las manos y abriendo enormemente los ojos para subrayar la expresión de abismo.
-¿Qué es el hueco?
-Es la pérdida de esperanza. El derrumbamiento. Estar preso es perder la libertad y quien pierde la libertad lo pierde todo. Preso ni en la casa.
Mientras hablábamos, el candidato se anudaba con mucho esmero y cuidado los zapatos, unos sneakers de correr Brooks color negro. Estaba vestido con unos pantalones grises de excursionista contemporáneo, hechos de tela impermeable con ventosas para respirar, marca The North Face, y una camisa también ventiladas que un pequeño taller de confección hace para él. Capriles Radonski usa no menos de cuatro en cada día de gira. Las cambia de color según cambia de escenario, casi siempre usando tonos claros y de preferencia pasteles. Las camisas han venido a ser un símbolo de su identidad –una identidad multicolor- tanto como las estridentes camisas rojas son un símbolo del monótono fanatismo por Chávez.
Como había otros dirigentes de peso pregunté al foro por qué la oposición se empeñaba en presentar el 7 de octubre como una suerte de Día D, en el que la suerte del país quedará sellada.
Leopoldo López atajó la pregunta. “La percepción de que el 7 de octubre define un límite es real. Estamos en el mejor momento de la oposición con una unidad genuina que nunca antes había ocurrido. Y eso nos puede llevar a ganar. Pero esta elección decidirá muchas cosas. Si ganara Chávez vendría un cambio en la constitución planteado ya en su programa de gobierno para terminar de adoptar el modelo cubano y acabar con la descentralización, algo que ya está en marcha. Se cambiará también el sistema electoral. De modo que esta puede ser la última elección democráticamente hablando”.
Le comenté a Capriles Radonski que la actual campaña presidencial era la más religiosa que había visto desde que tenía memoria. Chávez pidiéndole a Cristo, todos los santos y deidades más vida para llevar adelante su Opus Magnum y él mostrando abiertamente su devoción por la virgen María. Es un caso extraño. A pesar de los orígenes judíos por línea paterna y materna, su papá se declara católico. Eso llevó a que Capriles Radonski y sus hermanos se criaran entre dos religiones y con la libertad de elegir entre ellas cuando mejor lo consideraran.
El candidato me habló con inusitada candidez de su relación con la virgen diciéndome que ella lo había ayudado a mantenerse del lado del bien en la cárcel. “Una vez una persona me regaló dos estampas de la virgen María. Con ellas hice un altar. La virgen se convirtió en mi compañía y me protegió. En una ocasión pasé 20 días confinado, sin ver la luz del sol. Me sacaron al patio. Me extrañó que me dejaran allí más tiempo del acostumbrado. Cuando regresé a la celda, me di cuenta que la habían requisado, porque aunque todo estaba en aparente orden, habían movido la estampa de la virgen. Ella me dijo que habían entrado. Desde que salí de la cárcel, todos los 8 de septiembre voy al El Valle, en la isla de Margarita, a visitar la basílica de la Virgen de El Valle”.
Todos en el minibús lo escuchaban con mucha atención extrañados de que fuera tan abierto a relatar esta experiencia. Luego, dijo que contaría algo que hasta ahora pocos sabían y refirió gestiones del ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, para logar su liberación. “Carter estaba en Caracas como observador del referéndum de 2004 y él habló con Chávez para pedirle por mi liberación. Eso me ayudó a salir”.
Le pregunté si es un hombre de oración. Me dijo que buscaba un momento en el día, generalmente en las mañanas, para agradecerle a Dios. “No pido para mí. Chávez pide de forma oportunista, primero para él”.
-Chávez también se muestra como un hombre religioso, le respondí sospechando que la pregunta no sería bien recibida.
-Nadie sabe qué es Chávez –me respondió dejando el tema de lado.
El contexto electoral
Capriles Radonski ganó en febrero las elecciones primarias de la oposición con una muy amplia ventaja frente a todos sus competidores, lo que hizo ver diáfanamente que una mayoría de la oposición quiere poner fin a 14 años de divisiones y polarización. Eso también demostró que pese a la simpleza que muchos le achacan, tenía muy buenos instintos políticos.
Iniciaba la pre-campaña presidencial con una intención de voto de entre 30% y 34%, mientras Chávez contaba con entre 43% y 46%, un fuerte predictor de éxito en las elecciones del 7 de octubre,  de acuerdo con las encuestadoras más confiables. El candidato trató de usar el tiempo hasta el arranque de la campaña para descontar ventaja frente a Chávez. Sin embargo, en las semanas y meses siguientes sus números cayeron hasta ubicarse en entre 23% y 28%, según esas mismas encuestadoras.
¿Cómo explicar el desplome? “Aunque Chávez parecía estar de bajo perfil recibiendo tratamientos de quimioterapia en Cuba, la opinión pública estaba monopolizada por él”, según Luis Vicente León, director de Datanálisis, una de las encuestadoras con mayor credibilidad. “Para Capriles Radonski mejorar su posición en este contexto era como intentar dar un discurso en una discoteca en la que el DJ Chávez tenía la música a todo volumen”.
De hecho, cuando en junio de 2011, Chávez hizo público que le habían extraído un tumor del tamaño de una pelota de beísbol y que padecía cancer, su popularidad estaba en un bajo histórico de 48%, pero en los meses siguientes subió hasta 59%. Este escalamiento es un signo del espíritu compasivo de los venezolanos. A juicio de Vladimir Gessen, ex candidato presidencial y actual director de informe21.com, un exitoso portal de análisis informativo, Chávez ha manejado la enfermedad como si se preparara para la posteridad. A principios de julio visité a Gessen, quien también ha padecido de cáncer y ha seguido atentamente la evolución del Presidente. “El pensamiento mágico puede ayudar a explicar el resurgimiento de Chávez”, me dijo. “Durante la primera parte del año, Chávez estuvo visitando iglesias para rezarle a Jesús y asistió a diversos ritos yorubas y de otras religiones. Todo esto tiene el propósito de pedir un milagro para completar su proyecto de vida. Los ruegos de Chávez han creado una poderosa conexión psicológica con el pueblo, que se ha congregado alrededor de su líder”.
Por eso el arranque de la campaña estaba más centrado en despejar la incógnita de si Chávez podría o no dar lo que él llamó la “Batalla de Carabobo”. Para muchos, Capriles Radonski sería un actor de segunda fila.
El segundo Libertador
El apoteósico lanzamiento de la candidatura de Chávez el 1 de julio, en Maracay, tras un recorrido de 17 Km en carroza desde el estado Carabobo, cerca del campo de batalla donde se selló la Independencia venezolana, parecía confirmar este cálculo.  Asistí a ese acto y quedé impresionado con el despliegue de maquinaria electoral. Decenas de autobuses transportaban desde muchos rincones a los seguidores del presidente, centenares de parlantes multiplicaban su voz, miles de afiches reproducían su imagen.
A lo largo de la avenida Constitución colgaban pancartas con los mensajes festejando su milagroso regreso del cáncer: “Hasta el 2000 siempre…”, “Amor con amor se paga”. También cantaban estribillos: “Viva Venezuela mi patria querida / Quien la libertó, mi hermano, fue Simón Bolívar”. “Mi comandante se queda / Se queda / Se queda”.
Cuando ya se acercaba la carroza, una mujer de unos 60 años, al ver que yo no vestía de rojo, me preguntó amablemente qué hacía allí. Le dije que estaba tomando notas para una crónica electoral y aproveché para escudriñar cómo se sentía al ver de cerca al presidente. “Él es mi hermano, mi marido, mi mamá, mi amigo. Lo quiero, lo amo”. América Carvallo, me dijo que se llamaba y trabaja en el programa de salud Barrio Adentro. “Chávez nos ha traído salud, alimentación, educación y casa. Con él, no hay pele (no hay forma de equivocarse)”. Al final agregó: “Se ve bello, ¿no? Qué Dios le dé mucha salud”.
La llegada de Chávez causó furor entre una masa sedienta de verlo en carne y hueso luego de pasar meses en vilo. Apareció aun visiblemente hinchado por la quimio y con cierta lentitud de movimientos. Pero al subirse a la tarima, protegida por un perímetro que lo separaba al menos 30 metros de sus feligreses, su voz entonó el himno nacional con un hinchado vibrato capaz de poner la piel de gallina.
Comenzó su discurso recordando con melancolía sus años juveniles en esa zona. “Maracay, te regalo mi corazón… también mis lágrimas de emoción”. No tardó en hacer girar la enfermedad a su favor para anunciar el arranque del “Huracán Bolivariano” y la “Campaña de Carabobo”. Abrazando el legado de Bolívar y trufando la historia con la fábula épica, el Presidente trató de presentarse a sí mismo como el paladín de una segunda independencia continental –esta vez del imperio estadounidense. Desde ese pedestal ególatra, no tardó en atacar al sospechoso habitual de todos sus discursos: “El socialismo es vida y felicidad. El capitalismo, sufrimiento y barbarie”. No había duda posible: Chávez estaba de regreso. Okey?
Reencontrarse con Chávez era como asistir a un desfile con bombas de ruido y fuegos artificiales. Sin embargo, algo había cambiado desde la campaña de 2006. Quienes lo veían querían seguir sintiendo la electricidad de años pasados, pero sus pases retóricos sonaban gastados. Transcurrida media hora, lo que usualmente se toma para entrar en materia, ya la mitad de los asistentes habían abandonado el mitin.
El arranque de Capriles parecía en comparación demasiado modesto. Lanzó su campaña visitando dos poblaciones, aparentemente insignificantes, en confines opuestos del país: Santa Helena de Uairén,  al sur, casi en la frontera con Brasil, y la península de la Guajira, en el extremo noroccidental del país, colindado con Colombia.
A Capriles también se le criticaba no ser un orador con pico de plata como su contrincante, sino más bien introvertido y parco en la palabra masiva. Mientras los discursos de Chávez suelen contarse en largas horas, los de Capriles se miden en cortos minutos.
Estas diferencias subrayan otro evidente contraste de los estilos de campañas. Los actos de Chávez son una superproducción para entronizar al líder, pero no siempre garantizan los efectos deseados. Los de Capriles Radonski son austeros y casi carecen de aparataje, pero han ido aumentando el caudal de asistentes casi día a día. Mientras las concentraciones de Chávez tienen mucho de parada militar, las de Capriles recuerdan más una espontánea fiesta colectiva, la acción flash y el happening.
Pero también marcan un cambio de época. A la vuelta de 14 años, Chávez personifica el establishment. Capriles Randonski apareció en la escena en 1998 cuando tenía 26 y también ha participado en los mayores eventos políticos de la última década. Pero es 18 años menor y no se le puede asociar fácilmente con el pasado y el viejo orden partidista contra el que Chávez lleva 14 años predicando. Chávez detesta que su adversario diga que hay un nuevo camino, porque lo obliga a decir que él sí encarna el futuro, aunque todos sepan que su futuro tiene 14 años de pasado. Y como dice el adagio, el futuro ya no es como antes.
Todo esto ha hecho que la campaña sea muy distinta de lo previsto. Aun así, la candidatura opositora no ha subido tanto como lo esperado. A medida que caen las hojas del calendario, la pregunta de los analistas es si el descontento general le dará al candidato opositor suficiente impulso para descontar la ventaja decisiva. O quizás todo se resuma a si Chávez pasó de moda o no.
Los voceros chavistas lo ven al revés. Esperan que titánico esfuerzo de Chávez por apagar incendios, sumados a aumentos salariales y ambiciosos programas sociales como la Misión Vivienda, frenen la caída del gobierno y aseguren lealtades susceptibles de quebrarse. A muchos les conviene que Chávez permanezca porque es la garantía de que sus bolsillos seguirán llenándose o que se mantengan las políticas que les convienen. Las encuestas de principios de septiembre sugieren que esta fórmula ha dado resultados, si bien escasos.
Alcabalas
Al salir de Caicara recorrimos un paisaje de sabanas inundadas y prados color esmeralda, punteado por pequeñas fincas, potreros y chozas indígenas. 55 minutos después estábamos en Santa Rosalía, otro pueblo olvidado en los mapas. La aglomeración no llegaba a masa. Pero era quizás la mayoría del pueblo y estaba evidentemente agradecida por el avistamiento de un candidato presidencial, especie extraterrestre para los estándares de esas soledades.
Capriles apareció con una camisa verde y los arengó desde el consabido techo del camión, prometiéndoles acabar con los apagones eléctricos y trató de conjurar en la mente del público la idea machacada por Chávez y sus voceros de que un gobierno opositor acabaría de inmediato con las misiones –ayudas económicas y programas sociales. “Hay que buscar soluciones y recursos para todos. Ustedes tienen la fuerza en sus manos”. Más adelante se refirió al lenguaje cada vez más belicoso utilizado por Chávez y su séquito para referirse a él. “Con puños no se construye nada, sino tendiendo la mano”. Se despidió con un gesto que ha llegado a definirlo. “Uso esta gorra no para dividir, para demostrar mi compromiso”, dijo lanzándola.
Cuando partíamos una señora pidió que la dejaran entrar pues traía unas viandas con el almuerzo y, a causa de las inundaciones, había tenido que salir a nado de su aldea. Él le dio las gracias y la despidió con abrazos y besos. Eran arepas de coroba y fueron devoradas por el equipo de campaña antes de que llegaran al candidato, quien debió conformarse solo con probarlas.
Pocos minutos después fuimos detenidos en un puesto de control de la Guardia Nacional. Hombres con rostros duros, uniformes de verde oliva y armas largas y pistolas, rodearon el microbús. Un sargento de 1.90 de altura y porte temible, tocó violentamente la ventana. Adentro hubo un tenso silencio. Capriles Radonski se levantó de su asiento en el fondo extendiéndole la mano. El hombre lo rechazó mandándole con otro gesto imperioso a volver a sentarse. Era lógico pensar que ordenaría una “inspección exhaustiva” para boicotear el tour. El militar le habló directamente al candidato: “Óigame bien”, pronunció en un tono casi de advertencia. “Tiene que ganar estas elecciones. Lo que estamos viviendo no puede seguir. Las Fuerzas Armadas mantienen su compromiso con la democracia. Así que siga adelante y gane las elecciones…”. El discurso del militar no duró más de 30 segundos. Con la misma intensidad que había entrado salió ordenando a la caravana seguir su camino. Nadie habló del asunto, salvo alguien que dijo que esa clase de situaciones se presentaban con frecuencia con los empleados públicos.
La meta era llegar a Guarataro a las 2 pm a más tardar, pero a cada instante el microbús debía frenar para no caer en las enormes trincheras de la vía.
Capriles Radonski se acomodó en la última fila y abrió un Red Bull (sugar free) y me dijo que pocos días atrás había cruzado un punto tras el cual su candidatura no pararía de crecer. Se refería a la calurosa bienvenida que había recibido en los estados Mérida y Trujillo, donde una multitud premiosa lo esperó hasta la madrugada, pese al frío del páramo.
Hace dos años, una de sus ayudantes más cercanas me había comentado que Capriles Radonski se comenzaba a reunir con Henri Falcón, disidente del chavismo y Leopoldo López, para mover la oposición en una nueva dirección y que, de salir las cosas bien, Capriles Radonski buscaría ser candidato. Entonces ese “de salir las cosas bien” sonaba como un estorbo colosal para que la aspiración llegara concretarse.  Le pregunté al candidato qué decisiones había tomado para que las cosas funcionaran bien.
“Dicen que el tiempo de Dios es perfecto”, me respondió. Luego habló sobre cómo los desafíos que había resuelto como alcalde y gobernador le habían dado gran experiencia de gobierno. “Me ha tocado lidiar con todos los obstáculos. Pero aquí estoy. Esto es como construir una casa: hay que hacerla bloque por bloque de abajo para arriba. Mi pasión política consiste en tomar decisiones que mejoran la vida de la gente”.
-¿Piensas cambiar la estrategia y los mensajes que has usado hasta ahora?
Me miró con ojos incrédulos: una mirada excéntrica y defensiva, típica suya, que más que ver se incrusta en su interlocutor.
-No tengo previsto cambiarla. Se trata de mantener la disciplina en el mensaje. Repetirlo y repetirlo. Me oyeron en Caicara y Santa Rosa, pero no me han oído en Tucupita o en otros pueblos.
-¿Y cómo gobernarás, de ser electo?
-Garantizaremos la seguridad personal. No haremos más expropiaciones innecesarias. Venezuela antes producía y exportaba muchos productos. Ahora importamos todo. Utilizaremos el petróleo para impulsar la diversificación. El objetivo del 7 de octubre no es ser presidente, sino dar inicio a una nueva etapa. Hemos logrado entusiasmar al país y llenarlo de optimismo sobre la base de trabajar todos para tener una mejor sociedad. En Venezuela hay una disputa esencial entre un presente que mira al pasado y otro que mira al futuro, además hay problemas muy serios con la distribución actual de la riqueza. Una parte no se le está entregando a los venezolanos sino a otros países”.
Capriles Radonski se encuentra en la contienda climática de su carrera política. Nunca ha perdido una elección. Pero esta vez es diferente. Para convertirse en un verdadero líder nacional debe o ganar la presidencia o perderla en un final de fotografía con Chávez. Solo así su liderazgo será indiscutible entre una oposición emocionalmente inestable, caracterizada por frecuentes ups and downs y que se debate entre sentir que el próximo 7 de octubre es el Juicio Final o el Día de la Resurrección.  Si las cosas no van bien debe preparar a sus seguidores para la tremenda tarea de asimilar la derrota. Tiene el mandato para hacerlo y además cuenta con una gran ventaja frente a otros prominentes políticos de su generación: no trasluce avidez de poder.
Por fin, entramos a Guarataro a las 2.15. Antes de lanzarse al gentío, Capriles Radonski desanudó los zapatos, se alzó las medias y volvió a amarrarlas cuidadosamente. Le pregunté si era una especie de ritual particular. Me dijo que si no lo hacía podía caerse o quedar descalzo durante sus estampidas hacia las tarima. De tanto empujón que recibe, suele salir golpeado y magullado de las giras, me contó enseñándome cicatrices en su cuello, cara y diciéndome que tenía un fuerte golpe en el hombro. Otra vez encaramado sobre el techo de un camión aprovechó para preguntar si allí también habían apagones. Unas 500 personas –es decir casi todo el pueblo- le contestaron a coro que sí. Capriles Radonski parecía estar cada vez más cómodo en su rol. “El gobierno no se ocupa de que estos postes tengan luz, pero sí de que tengan un afiche del otro candidato. Pero él solo viene aquí en afiches, mientras aquí me tienen en carne y hueso”. Todos los asistentes se desahogaron en un abucheo catártico contra Chávez. Era apenas un preludio microscópico de lo que en dos horas esperaba en Ciudad Bolívar.
El sucesor
Cuando hablé con Gessen a principios de julio toda la expectativa electoral giraba en torno a si el milagro se mantendría o no. El nombre del candidato opositor era algo así como una referencia de segundo grado. La agenda la ponía Chávez. Pero. Capriles Radonski ha hecho una campaña inesperada y extraordinaria que, por decirlo de algún modo, le ha robado el show a Chávez, quien por primera vez en una campaña presidencial se ha visto a la defensiva.
La campaña pueblo por pueblo ha hecho una mella considerable en el chavismo. Para compensar, Chávez pasa horas en cadenas nacionales de televisión, que interrumpen la programación regular con o sin motivos de peso. El líder de la revolución suele aparecer ante las cámaras excitado y errático atacando a su rival con insultos que se mueven del cliché a lo insólito: oligarca, burgués, fascista, jalabolas, nazi.
Claramente Chávez sigue siendo un caudillo fuerte, pero sus viejos poderes de seducción se desvanecen ante los ojos del país en un interminable teletón -601 minutos entre el 1 de julio y el 28 de agosto, de acuerdo con Monitor Digital. Solía decirse que Chávez era un predicador carismático capaz de hipnotizar con su oratoria prodigiosa a millones de creyentes. Hoy parece más un viejo mago, cuyos trucos y actos de ilusionismo están gastados de tanto repetirse y ya no encienden en la masa la intensa fascinación del pasado. Incluso un acto tan mágico como su milagrosa recuperación del cáncer no ha dado el resultado político por él esperado. Sus maniobras ya no son una novedad para la mayoría de los votantes que han pasado buena parte de su vida consciente en la Era Chávez. Para muchos, las cosas se han prolongado suficiente.
Esta sensación se acentuó a fines de agosto durante la llamada “semana negra de Chávez”, cuando en cuestión de días el país sufrió un sangriento motín carcelario, la caída del principal puente que une el oriente venezolano con el resto del país, diluvios bíblicos que destruyeron varios pueblos y una descomunal explosión en la refinería de Amuay –una de las más grandes del mundo- que dejó más de 40 muertos, un centenar de heridos y más de mil quinientas casas afectadas. En medio de la crisis por el mayor accidente petrolero en la historia venezolana, Chávez dijo “el show debe seguir”, refiriéndose a la campaña electoral. Esas cuatro palabras trataban de restarle importancia a la emergencia, pero la realidad dejaba al desnudo el colapso simultáneo del gobierno y la incompetencia de sus políticas en muy distintos frentes.
Volviendo a Capriles Radonski, Gessen me comentó que su mayor reto era convertirse en el sucesor político de Chávez, ya que si a Chávez le fallara el milagro, él quedaría al frente. “Hasta ahora ha evitado entrar en el tema de la enfermedad, porque ir contra Chávez en ese terreno no le traería votos. Pero él sabe serpentear y se irá colando en el sentimiento de los venezolanos sin generar resistencia.  Fue así que llegó a la presidencia de la Cámara de Diputados al inicio de su carrera política. Si la gente percibe que Chávez morirá, Capriles Radonski quedará como el sucesor con al menos el 40% de los votos… El venezolano cree en los milagros, pero también se apega firmemente a aquel adagio que dice ‘A rey muerto, rey puesto’”. Y es cierto que a veces las circunstancias conspiran para que surja un nuevo líder.
Ciudad Bolívar
Desde la salida de Guarataro la mayor preocupación era llegar al aeropuerto de Maripa a las 3.30. Éste era apenas una pista de tierra donde esperaban cuatro Cessnas 206 y un helicóptero. El equipo abordó las avionetas y el candidato con su entourage el helicóptero. Durante la siguiente hora volamos a 5 mil pies de altitud por un paisaje de planicies inundadas con el soberbio Orinoco de fondo. Un avión tras otro tocó la pista de Ciudad Bolívar en perfecta secuencia coreográfica, como si el aterrizaje hubiera sido coordinado por un show aéreo. Finalmente, el helicóptero se posó con suavidad a un costado del terminal. Tras el cordón de seguridad lo esperaba una conglomeración de mujeres vueltas locas. En realidad, no parecían estar esperando a un candidato sino al grupo Menudo en pleno –o a Justin Bieber para las nuevas generaciones.
Lo que venía era la hora más agitada y sorpresiva de todo el trayecto. Cruzamos en caravana media Ciudad Bolívar. No había calle que no estuviera repleta de gente. Capriles Radonski bajó del microbús y al instante desapareció como tragado en un cúmulo. Debía correr casi tres kilómetros para llegar a la tarima. A medida que avanzaba más gente se le unía hasta formar una estampida de miles de personas. Corrí como un kilómetro en subida hasta que las fuerzas no me dieron y paré exhausto para ver al torbellino humano diluirse entre una masa compacta.
Hasta donde entendía yo, Ciudad Bolívar era tierra de sindicatos y chavista a más no poder. Y según la propaganda, Capriles Radonski es un burgués, un cerdo, un oligarca, un neoliberal, un fascista, un nazi… Por eso era tan sorprendente el caudal humano y la calidez del recibimiento. Me abrí paso hasta la tarima como pude. “Aquí está el flaco que está oyendo a Venezuela”, anunció el diminuto pero enérgico Andrés Velásquez.
Cuando Capriles Radonski comenzó su discurso todavía recobraba la respiración de la carrera y todo su cuerpo soltaba chorros de sudor (si el éxito electoral se midiera en hectolitros de sudor, el suyo estaría asegurado). En un momento de solipsismo me asaltó como un flash una frase que leí hace algún tiempo: “Llegar al poder no es para los débiles de corazón”. Enseguida conjeturé sobre si Capriles Radonski tenía o no posibilidades de ganar. Recordé los ejemplos de Churchill y De Gaulle, héroes nacionales que fueron arrastrados por el cambio en el espíritu de los tiempos pese a sus glorias y charreteras. Por supuesto, ellos no eran Chávez. Sus motivaciones y su época eran distintas, pero como él luchaban para mantenerse en el poder.
Alguien le entregó al candidato un ícono de la virgen en yeso del tamaño de un trofeo deportivo. Lo tomó en sus manos besándolo. “¿Están listos?”, preguntó escrutando el horizonte con la mano en la visera de la gorra tricolor, “Ustedes son el futuro y yo estoy con el futuro… Si todos aquí hacemos la tarea, ¿quién puede con nosotros?”. Hizo una pausa para recibir el bramido de miles de gargantas. Desde la tarima la vista se perdía en un mar de gente. Continuó predicando contra los 14 años de mal gobierno, preguntándole al pueblo de Bolívar si con altos índices de violencia, desempleo, deserción escolar y sus industrias colapsadas, estaban realmente mejor. Hizo un esfuerzo notable por inspirar en ellos el sueño un futuro sin violencia y odios ofreciéndoles un gobierno bajo el cual vivir vidas seguras y productivas. Y fue enérgico y persuasivo. La respuesta fue una larga ovación.  Ese enigmático pacto entre un líder y una masa llamado carisma estaba funcionando. Al menos en ese instante. “Otros quieren ser líderes del mundo, yo quiero convertir esta alegría en millones de votos… Y el 7 de octubre cohetes en la noche…”.
No se sabe qué pasará ese día. Lo único cierto es que hasta ahora la suerte ha estado de su lado. ¿Seguirá estándolo?

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Elecciones presidenciales en Estados Unidos de América 2012


¿POR QUE VOTARÉ REPUBLICANO?

Estamos a seis semanas del día de las Elecciones Presidenciales.
Elecciones cruciales porque, como increiblemente dijo Obama (yo creo fue un desliz), "definen y deciden una ruta para América".
Obama reconoce así, pública e impúdicamente, que su proyecto es llevar a Estados Unidos por un camino diferente al que lo ha convertido en la potencia económica y militar más grande que haya conocido la historia humana y con un nivel de desarrolo científico-técnico que raya en la ciencia-ficción.
Obama se convierte así en la culminación de un largo y paciente proyecto liberal-izquierdoso "penetrando e influenciando" dentro del Partido Demócrata con el fin de llevar a Estados Unidos por los caminos del socialismo, a la vez que debilitan su poderío económico y militar así como su influencia en los destinos de la humanidad.
Para explicar el por qué tengo esa opinión de la evolución política estadounidense, debo remontarme a varias décadas atrás.
En la segunda mitad de la década de los sesenta comienza un boom de producciones electrónicas japonesas que van absorviendo el mercado. En la primera mitad de la década de los setenta la industria electrónica norteamericana luchaba por sobrevivir. Y en esa década comienza la penetración en gran escala del mercado automotriz norteamericano por las compañías japonesas. Simultaneamente se desarrollaban "Los Tigres Asiáticos". Habrían muchos más ejemplos, pero quiero ser breve porque el tema es largo.
Estados Unidos perdía, día a dia, fábricas, empleos, mercado, competividad. Unido a todo esto tuvimos un período presidencial representado por un inepto llamado Jimmy Carter.
El avance del comunismo en el mundo se podía palpar. Los que tenemos mas de cuarenta años recordamos muy bien aquellos tiempos.
Y llegó el período de elecciones y el pueblo americano votó por un cambio. Llegó a la presidencia el Partido Republicano representado por Ronald Reagan.
Y Ronald Reagan, todos lo sabemos, ganó la Guerra Fria(Como Reagan ganó la guerra fría). Pero no voy a tratar sobre ese aspecto de su admnistración, sino de la economía.
Ronald Reagan ejecutó una revolución económica en Estados Unidos.
Aspecto básico: Disminuyó los impuestos al 29% a las corporaciones, con lo cual estas recuperaron, al bajar los costos de producción, la competividad y recuperaron parte del mercado mundial que habían perdido y absorvieron otros campos, con lo cual la economía norteamericana  pudo crear la magnífica cifra de DOCE MILLONES DE EMPLEOS y volver a ser la pujante guía de la economía mundial.
Hubo otros beneficios para pequeñas empresas y un largo etcetera, pero lo básico fue la reestructuración o reforma fiscal.
La Admnistración de Ronald Reagan queda como el período en el cual se recupera el camino que ha hecho grande a este país y se detiene el avance del comunismo en el mundo.
Pero el Diablo no descansa. Y llega William J. Clinton ("Vil" Clinton) a la presidencia de Estados Unidos.
La década de los noventa se caracteriza por una bonanza económica mundial, motivada principalmente por la desaparición del "campo socialista" y el desarrollo de Internet que facilita operaciones comerciales instantáneas a nivel mundial.
Aprovechando esa bonanza económica, Clinton vuelve a subir los impuestos a las corporaciones a 40%, disminuye gastos en programas sociales aprovechando el poco desempleo y pone en vigor medidas económicas que hundirán a Estados Unidos.
Para no ser muy extenso, Clinton derogó una regulación que obligaba ( en los equipos electrónicos y otros similares) a los productores y comerciantes a garantizar repuestos a estos equipos durante diez años. Esto obligaba a los productores a elegir una opción: mantenían una red de almacenes de piezas de repuesto que terminaban sin usarse o hacían los equipos de más calidad de modo tal que no fuese necesario una gran cantidad de repuestos. Los hacían de buena calidad aunque su precio fuese algo mayor.
Cuando Clinton aumenta los impuestos a las corporacioones y deroga esta regulación, es cuando las compañías deciden irse al extranjero, principalmente a China, donde pueden producir muchísimo más barato y vender en Estados Unidos sin problemas legales por la baja calidad de las producciones. Esto abarca no solo a los productos electrónicos, sino también a un campo extenso del mercado nacional.
Y cuando analizamos estos aspectos, comprendemos que el verdadero culpable del éxodo de empresas americanas hacia un país comunista, por su naturaleza enemigo del sistema democrático norteamericano, es Willian J. Clinton. (Vil Clinton).
Pero hay más. Ronald Reagan aplicó la ley antimonopolios y dividió algunas grandes corporaciones. Clinton derogó esas disposiciones y esas empresas han regresado a su estado original.
Clinton eliminó una regulación sobre el límite de préstamos (grandes cantidades) que podían hacer los bancos y puso en vigor la ley de las hipotecas sub-prime, ambas de gran peso en la crisis económica que actualmente padecemos.
Quien quiera comprobarlo, que visite los archivos de New York Times de Septiembre de 1999, año y medio antes de que Bush llegara a la presidencia, y verá allí un análisis por expertos economistas sobre las medidas económicas de Clinton, donde vaticinan que "estas medidas provocarán una crisis de tal magnitud que el Gobierno Federal tendrá que intervenir con cientos y cientos de miles de millones de dólares a apuntalar las instituciones financieras para evitar una crisis económica mas grave que la de 1929. Willian Clinton ha decretado la sentencia de muerte del sistema hipotecario norteamericano, base de la economía capitalista".
Asi las cosas, llega Bush a la presidencia y, consciente de todo esto, dispone una disminución de los impuestos a las corporaciones y facilidades de préstamo a los pequeños negocios con la intención de obtener crecimiento económico, pero se presentó el ataque a Las Torres Gemelas y Bush tuvo que dar prioridad a la defensa de la nación y sus intereses.
Ahora tenemos en la presidencia a Obama. Obama quiere seguir subiendo los impuestos a las corporaciones después de todas estas experiencias. Eso quiere decir que Obama pretende, intencionalmente, debilitar más aún la economía norteamericana.
Todos estamos viviendo esta etapa, por lo cual no hay que citar muchos detalles.
Solo trataré sobre el "Obamacare".
Podríamos decir que todos aspiramos a un seguro médico y encontramos buena esa idea.
Pero ese seguro médico hay que pagarlo. Y lo debe pagar el Gobierno mayormente. Y el dinero del Gobierno sale de la actividad económica de la nación.
Al poner un seguro médico obligatorio a las empresas para sus empleados, nos encontramos que estas empresas se encontrarán con un aumento consideble de sus gastos, lo cual les disminuirá de modo sensible su competividad. Estas empresas terminarán dando pérdidas y en bancarrota.
ANTES DE LLEGAR A LA BANCARROTA, ESTAS EMPRESAS SE IRAN A OTROS PAISES DONDE NO ESTEN OBLIGADAS A UN SEGURO MEDICO Y PAGUEN SALARIOS MAS BAJOS A SUS EMPLEADOS.
Y volvemos a ver a "los demócratas" creando condiciones para que se debilite cada día más la economía norteamericana y, con ello,  el nivel de vida de la población, la influencia de Estados en el mundo y, con el tiempo, el poderío militar por la disminución de recursos procedentes de la actividad económica.
Por todo esto, MI VOTO ES REPUBLICANO  y, por lo tanto, PARA AMERICA.
Un abrazo cubanísimo a todos.
Gracias por leerme.
Simón José Martí Bolívar.